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29 de junio de 2022

¿Cómo superar la falta de motivación?


Para poder trascender la falta de motivación tenemos que ubicarnos en el contexto real de lo que es la motivación. La gente a veces confunde ideas y se mal piensa que la motivación es el entusiasmo, las ganas irrefutables, la energía carnavalesca, la pasión sin límites. Y en realidad todo ello es un conjunto de expresiones y sensaciones que solemos manifestar cuando estamos a gustos con la vida, con nosotros mismos y con el entorno. 

La motivación, en cambio es otra cosa. Motivación viene del latín “moveré” y significa “movernos de…” de lugar físico, de lugar mental, de lugar emocional, de relaciones, de costumbre…. Todo aquello que nos “mueve” que nos agita el “tapete” es una fuera de la motivación. 

Por eso no necesitamos “superar o trascender la falta de movimiento” porque si hoy en tu vida “no hay ritmo” es porque no existe la “necesidad” de hacerlo, incluso cuando opines lo contrario. 

La motivación es la voz interna que susurra “algo hay que hacer”, cuando falta es porque nada hay que hacer o nada falta. Podrías pensar “a mi me falta motivación para adelgazar” y la respuesta es ¿Lo crees realmente? ¿Crees que te falta un murmullo interno que te diga has la dieta para estar saludable? O en todo caso lo que te falta es el “motivo” detrás de la dieta. Es decir, ¿Qué encontrarás detrás de la pérdida de esos kilos? Y si bien, puedes decir “que te sentirás ligera, que te verás más guapa, que tu colesterol bajará, que tendrás más ligue” esos argumentos no son lo suficientemente fuertes para moverte a la acción. 

No falta motivación, te falta un sentido. Una orientación. Un compromiso. Y sobre mucha queja, demanda hacia la vida que no te ha concedido tus sueños.

La aparente falta de motivación es a menudo un reclamo infantil, un tirar la toalla, un no quiero jugar más con estas cartas, y es perfecto, pero ¿Qué quieres? 

Todo el tiempo, todo tu hacer es motivación, tu desdén, tu apatía, tu pereza, son expresiones de tu motor. Eso es la motivación el impulso que te lleva a no hacer tu ejercicio pero si a mirar todo el día una serie con cara de amargura. La motivación es desde la ontología del lenguaje la inquietud que nos permite movernos hacia adelante, hacia el curso de la vida, el caudal de la supervivencia.

¿Cómo superar tu motivación negativa? 

Eres un bicho de costumbre, cuánto más abraces el desamor hacia el todo, más lo vivirás. Entonces manos a la obra:

¿SIENTES BAJÓN? 

SAL A CAMINAR, sin celular, sin música, sal a caminar por la calle y observa la naturaleza, el cielo, las hojas de los árboles, hasta llegar al punto de perderte en ese escenario y no tener conciencia de ti porque te has fundido con lo vasto e inmenso. 

PRACTICA DEPORTES DE DESPLAZAMIENTO, corre, trota, nada, camina a velocidad, ahora no es paseo.

LLEVA UNA RUTINA DE EJERCICIO, el ejercicio nos permite conectar con nuestro chakra 1 que es el raíz, nos da seguridad, y permite que nuestra energía se armonice a través del movimiento.

¿Quieres saber más? Conoce a Natalia y su historia de vida!!! Te va a movitar!

TRABAJA LA TIERRA, cultiva, cambia brotes de tus plantas de maceta o simplemente has un hoyo en la tierra mojada y húmeda y siento eso entre tus manos.

ELIMINA EL AZÚCAR PROCESADO de tu dieta, reduce el consumo de harinas con gluten, y el exceso de frutas, prefiere frutos rojos como las fresas, las zarzamoras, las frambuesas, son las frutas que activan el borrado de memorias heredadas

MEDITA al menos 5 minutos al día, cierra los ojos y escucha tu interior, tu silencio y la paz oceánica que eres pero que a menudo olvidas.

Si quieres saber más, contacta mi web VISITA MI WEB


30 de junio de 2021

El estrés de cada día

 ¿Palpitaciones? ¿Desgano? ¿Dolor de cabeza? ¿Fatiga? ¿Falta de deseo sexual? ¿Dificultades para dormir? ¿Irritabilidad? ¿Sueles presentar estos síntomas? No dejes de escucharlos, tu cuerpo te está hablando y es hora de parar y elegir qué rumbo vas a tomar en tu vida; por el camino que estás andando en pocos kilómetros más te quedarás sin batería. Cada día miles de personas igual que tú o que yo enfrentan situaciones de riesgos, posibilidades y oportunidades; demandas externas e internas nos aturden la conciencia y nuestro maravilloso aliado (el organismo) busca adaptarse de la mejor forma a esos cambios. Enciende su alarma y se activa si la situación persiste intentando protegerse así mismo. 


Este usual comportamiento es lo que denominamos sistema del estrés; un cableado inscripto en nuestro cuerpo desde la era de la prehistoria, cuya finalidad era responder con una actividad física extraordinaria preparando al cuerpo para pelear o huir.

Para lograr semejante hazaña, nuestra biología inhibe una serie de sistemas que no son indispensables en esa situación como el sistema inmunológico, el circulatorio, el sexual y el digestivo, además cierra vasos sanguíneos y poros capilares evitando hemorragia en caso de una herida, eleva la presión arterial, algunos músculos aumentan de tamaño y se inyectan grandes cantidades de glucosa al torrente sanguíneo para generar más energía. El sistema de estrés prepara un cóctel de hormonas y neuropéptidos que se distribuyen por la sangre. El cuerpo así está listo para enfrentar su situación o factor estresor; el problema es que en la prehistoria esos episodios eran esporádicos y por lo tanto existía un tiempo prudencial para eliminar las toxinas. 


Pese a que el estrés es una respuesta sana y natural, se ha convertido hoy en nuestro más íntimo enemigo. Pues su alerta está encendiéndose con frecuencia. Y vivimos por ende intoxicados. Ahora bien, si nos estresamos para protegernos, cabe la pregunta  ¿Por qué en la actualidad nos sentimos más atacados que en la época de las cavernas?  ¿Qué pasa con nuestra evolución? Sin duda los agentes estresores son innumerables  y variados, y las personas no responde de igual forma frente a ellos; pero podemos hablar de ciertos patrones que despiertan en la mayoría de todos nosotros la misma sensación. Los estresores que son extraordinarios, los de mediana intensidad, y los de intensidad mantenida. Entre los primeros encontramos a los eventos propios de la vida que presentan un quiebre o cambio radical en nuestra forma de vida: la muerte de un ser querido, un divorcio y ahora podemos citar, la pandemia.

En el segundo podemos hablar de problemas en el trabajo, el tráfico, los habituales sucesos que nos desquician, y en el tercer orden una enfermedad crónica, relaciones tensas de pareja, discusiones frecuentes con compañeros de trabajo. Sea lo que sea que nos pase, en nosotros está la clave para superarlo. Nosotros podemos ver las demandas del medio como una oportunidad para el desarrollo o un peligro abrumador.

Debemos ser conscientes de los estragos que nuestras interpretaciones generan en nuestras vidas para paso a paso transformar nuestro estrés en un motivo para crecer y alcanzar una mejor calidad de vida.



27 de mayo de 2020

¿Qué dice tu vida acerca de ti?

Todo lo que vemos, está en nosotros. No puedo observar lo que no hay en mí. En el Kybalion encontramos esta ley universal con el nombre de ley de la analogía: Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera. Te voy a dar un ejemplo, si tienes creencias limitantes sobre tus posibilidades de generar dinero, si crees por ejemplo: “el dinero es malo” “sucio”  "cuesta mucho esfuerzo generar dinero” “corrompe a las personas” ¿Cómo crees que será tu estado de cuenta bancario? ¿Cómo crees que serán tus proyectos? 
Y te pregunto ¿Cómo es tu afuera? ¿Cómo es tu realidad exterior? ¿Qué te rodea? ¿Qué ves? ¿Cómo todo lo que está ahí es un reflejo de todo lo que hay en tu interior?
A veces este ejercicio, resulta un poco retador, porque no se trata de una literalidad recíproca, en la mayoría de las veces, el universo se manifiesta con símbolos, con un lenguaje enmascarado, con sutilezas, así por ejemplo, Jesús hacía uso de las parábolas para impactar con sus discursos.
Si te enteras de noticias sobre muertes injustas, violentas, te encuentras con eventos en la calle dónde la gente discute, una madre regaña a su hijo, podrías observar que hay violencia pero eso no te convierte en un asesino o un discutidor serial. Quizás puedas decir yo no tengo nada que ver, no insulto, no elevo la voz, no le pego a nadie. Y nadie me grita ni me pega. ¿De dónde sale esa violencia? Cada vez que te maltratas, hay violencia. Cuando piensas que eres insuficiente, que no puedes, que no mereces, que los demás son mejores, que no tienes derecho, hay violencia. Cuando te criticas, te juzgas sin piedad, te castigas, te infravaloras, hay violencia. Cuando sostienes creencias limitantes de carencia, de odio personal, de sumisión, hay violencia. Tu entorno es una FUENTE enriquecedora que da a conocer quién estás siendo AHORA!! Toda relación con los demás, es una relación con uno mismo. Todas las relaciones con los otros, y con las cosas, parten de la relación fundamental que es la propia.
Los espejos con los que nos encontramos son muy sutiles. Y están siempre presentes para darte la posibilidad de cambiar de rumbo. TODO lo que hacemos lo hacemos desde la mente subconsciente, por lo tanto, si eres violento contigo, ese resultado es la causa de un sistema de información que te lleva a actuar de esa manera. Acá no hay culpa. El universo no es culposo. Es benévolo. Incluso cuando se presenten circunstancias como las actuales, dónde podríamos pensar ¿Qué tiene de benévolo esto? La respuesta es TODO, si eliges verlo desde ese lugar. Porque benévolo refiere al concepto de responsabilidad y no de culpa como sanción o castigo. La responsabilidad es hacernos cargo que lo que nos ha traído hasta este momento como especie. El lado positivo de este momento es la naturaleza en su máximo esplendor. El planeta está más verde que en los últimos 20 años, el agujero de la capa de ozono se redujo, los tortugas llegan a poner sus huevos en las playas sin temor, los pájaros cantan con mayor fuerza, los delfines juegan en el agua, los elefantes cruzan en manada por carreteras dando un paseo, ciervos pasean por iglesias, los lobos marinos se tiran en la explanadas del puerto a disfrutar del sol. Y también propietarios no cobran rentas, personas donan alimentos, artistas ofrecen su arte en redes sociales, los hijos están más tiempo con sus padres, muchas familias tienen más tiempo para comer juntas, las mascotas están felices de que sus humanos estén todo el día con ellos; hay ancianos solos que se sienten amados porque reciben apoyo de sus vecinos, gobiernos que defienden a los que menos tienen, más momentos para reflexionar, oportunidad para detener la marcha enloquecida. ¿Lo ves? Dentro del caos, también hay armonía. Es la regla ying y yang. Se producen milagros, ausentes en el pasado, cuando todo el planeta estaba distraído. Aunque hablemos de una pandemia, cada quién la vivirá como la deba vivir, porque es una lección global, con aprendizaje personal. Es tu turno, ¿qué aprendizaje te está dejando la realidad actual?

(Extracto Taller en PDF "La crisis: un espejo de nosotros y los otros"
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1 de febrero de 2014

Regodearnos en el Sufrimiento

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Una de las creencias más fatalistas que tenemos es la de regodearnos en el dolor. Hemos aprendido que sufrir es básico en la vida, que es necesario, es natural, y que cuánto más me duele algo más comprometido estuve con eso.
Incluso llegamos a evaluar el amor de alguien en virtud de su malestar.  Y hasta llegamos a sentirnos mal cuando no lloramos o padecemos lo suficiente, pues entra en cuestionamiento la idea de nuestro verdadero interés.
Sufrir no es sinónimo de que algo nos importe más que a otra persona. Es una – léase una y no la única – forma de vincularnos con lo que sucede, con la realidad, con los eventos.
Generalmente estamos condicionados a que si alguien muere, se va de nuestras vidas, perdemos un objeto; es decir toda vez en la que nos exponemos a “un vacío” debemos sufrir. Pero no existe una regla natural que lo imponga. Sufrir es una condición arbitraria, es decir, impuesta por lo social. Es una manera de manifestar nuestra inmadurez, nuestra falta de tolerancia hacia la frustración, nuestro pensamiento cerrado, nuestros berrinches porque algo sale mal.
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16 de octubre de 2013

Facebook Depresión




Las redes sociales nos han atrapado. Somos “pescado”s por el encanto de estar en contacto con el mundo entero desde nuestros escritorios, cama, transportes públicos, etc. En todo momento y a toda hora, estar online es estar al tanto de lo que sucede a tu alrededor. La urgencia de estar informados, se ha transformado en una “necesidad” primaria. Pero ¿Para qué? ¿Qué necesidad tienen los jóvenes y no tan jóvenes de estar “informados”
Según recientes estudios médicos, cuando las personas pasan muchas horas conectadas al Facebook, corren riesgo de padecer de depresión; la población más afectada son los niños y los adolescentes.  ¿Por qué sucede esto?



Porque Facebook vende una imagen distorsionada de la vida. Se usa esta red social para contar ¿ lo que sucede o lo que querríamos que sucediera? Generalmente los status aluden a experiencias positivas y abundantes. Las fotos son vacacionales o referidas a un éxito alcanzado; estos elementos observados por personas que aún no han adquirido madurez y seguridad emocional, despierta envidia, enojo, y genera una baja en la propia mirada (autoestima). Muchos usuarios por lo tanto navegan parados en la comparación, a veces sustentar que sus propias vidas son mejores que la de otros. Para algunos autores esto provoca “competitividad social”
Si la realidad que maneja esta red social fuese un hecho, el mundo no estaría como está. En Facebook  toda la gente es feliz, linda, saludable y con dinero.
Ítems que generan malestar emocional entre los jóvenes que consumen Facebook:
Fotos vacacionales
Cantidad de amigos
Like recibidos
Status sentimental
Popularidad
Comentarios de reconocimiento
Número de veces etiquetado
Cantidad de mensajes en el muro
Lo que  a grandes rasgos puede parecer un “chiste” mirándolo de cerca, nos permite observar con claridad esa búsqueda del ser humano por ser aceptado.  Lo recomendable es empezar a aceptar nuestra propia realidad y entender que nuestro valor no se mide por la estadística de una red social.
Pero sobre todo entender, que no todo lo que brilla es oro.

Compite siempre y solo contigo mismo”

Chuchi González
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10 de octubre de 2013

Víctimas del Cuerpo

Otras de las formas de apegarnos hasta sangran el alma, es la vinculación obsesiva con nuestra propio cuerpo, o la mirada que sobre el echamos. Mujeres u hombres que nos miramos todo el tiempo al espejo para encontrar “el new defecto” y azotarnos con violentas creencias por la perfección no heredada, terminamos siendo “Víctimas del Cuerpo” víctimas de las expectativas que le ponemos a un cuerpo mortal, y por ende finito, que tiene a envejecer, y falible.
¿De dónde nace el deseo de ser físicamente lo que no somos? De las tendencias de belleza y moda de la sociedad en la que vivimos.  ¿Estás pensando que ellos tienen la culpa de que tu chaparreras te avergüencen? Si! tienes razón. Ahora es respuesta ¿ Te alivia el sufrimiento? ¿ Te sientes mejor contigo misma? ¿Te miras y amas? No.
Y ¿ Sabes por qué? Porque es tu mirada la responsable de tus emociones, es lo que te dices cuando te miras y el espejo o la tersura de la piel no te devuelve la experiencia anhelada.
Si bien es cierto que los cánones de belleza –y sobre todo femenina- son altos, es nuestra propia, íntima y particular forma de juzgarnos la que nos hunde o salva.
Mucho de lo que vemos en las revistas, sabemos que no existe, pero ¿ cuantas veces te encontraste buscando métodos para alcanzar lo imposible?
¿Por qué será que los seres humanos siempre queremos apostar a lo imposible?
A veces creo que nos sirve para aliviarnos de nuestros propios logros. Si perseguimos lo que nunca podremos acceder, entonces nos relajamos en la queja, y no luchamos por más.

Respecto de nuestro ocurre lo mismo, piel de porcelana, tetas henchidas y duras, glúteos de patos… pero ¿a precio de que?
¿Cirugías? ¿Más cirugías? ¿Búsqueda empedernida de saciar nuestras creencias rigurosas que nos hablan de lo que nunca jamás tendremos: la perfección? ¿Perfección?  ¿ Y que sucede cuando no la alcanzamos?
Nos hundimos más. Más números rojos, más déficit.
La vida es un asco entonces… así nadie me quiere ( y nos encerramos)… así  no nos podemos relacionar ( y peleamos con quienes decimos amar) … así no se puede vivir ( y nos castigamos)

Irracionalidad suprema.

Pongamos los pies en la tierra. No somos dioses. Somos humanos haciendo lo que podemos. Entonces reflexionemos: ¿ para qué tanto autocastigo? para dar con lo que ya sabemos. Somos FALIBLES.
Disfrutemos de nuestro cuerpo. Así como somos podemos ser felices. No es requisito tetas paradas y culo grande para ser feliz… podría ser una preferencia pero ¿ y si no llegas a ella?
Igual puedes ser feliz.
Ya tienes todo para serlo. No esperes a ser un muñeca de plástico con el corazón marchito; aún con hoyuelos la luna se muestra esbelta y arrogante… y nosotras ¿ por qué no?
                                                                                                                                     Chuchi González

8 de octubre de 2013

Solo por hoy…MADUREZ









 Psicológicamente hablando la madurez emocional consiste en la capacidad de aceptar la  vida como es, como se nos presenta.
 Con la fluidez del agua que se hace espacio para seguir su camino, ser maduro implica dejar  de resistir que las cosas o las personas no sean como nos gustarían que fueran. 
 Empezar a comprender que más allá de nuestros conceptos existen otros más, inclusos  muchos de ellos, tienen su realidad propia aunque nosotros no estemos de acuerdo con ellos;  es renunciar a la idea de que las cosas que pensamos son “así” por el sólo hecho de coincidir  con unos tantos que piensan igual que nosotros mismos.
 Es  empezarnos hacernos cargo de la “yuxtaposición” que incluye y no del “pero” que invalida.  Es aprender a reconocer que aun cuando nuestra ideas sean maravillosas, existen otras;  múltiples miradas; y pensamientos que tiene valor por el mero hecho de existir.


Algunas formas de conectar con la madurez
  • Soltar la creencia de que los valores son universales, entender que para cada persona una misma palabra implica desde sus propias experiencias diferentes interpretaciones.
  • Aceptar la relatividad de las cosas, lo contrario también existe.
  • Alejarnos de la frustración cuando las personas o las cosas no responden o suceden del modo deseado.
  • Liberarnos de la queja, cada quién tiene el derecho de actuar como lo desee, y si eso no te gusta, tú tienes el derecho de cambiar de rumbo.
  • Busca la pro-actividad, subordina el impulso a los valores, la mayoría del tiempo estamos en el pasado, por lo tanto lo que te duele ahora, no es del presente, es el recuerdo de lo que sucedió. Capta que tu realidad es subjetiva, y responde creando desde el presente.
  • Reconoce la posibilidad de que hay personas que no tienen tus mismas habilidades ni deseos de progresar, ni siquiera inquietud de hacer algo por sus vidas, y deja de pelearte con ello.
  • Equivócate las veces que sean necesarias para bendecir el poder de reconocer tus fracasos.
  • Toma conciencia que no estás en la tierra para ser aprobado o reconocidos por todos.
  • Ámate a ti mismo, nadie hará ese trabajo por ti porque no le compete.
  • Integra todo tu ser, lo que te agrada y desagrada, y aún así con ello observa que igual puedes hacer cosas positivas por los demás y por ti.
                                                                                                                                     Chuchi González