1 de marzo de 2022

¿Qué hay detrás del conflicto bélico según UCDM?

La guerra es otra puesta en escena del EGO para mantenernos distraídos de la verdad. A medida que vamos corriendo velos, buscando la verdad absoluta que somos, aparecen en el escenario del sueño en el que estamos inmersos, más posibilidades para confundirnos. Ahora una nación invade a otra, inexorablemente tomamos partido y como voyeristas miramos en las noticias las muertes, los bombardeos y expresamos nuestra ira y enojo. Detrás de todo, el EGO, el único se regocija al vernos aterrorizados, escuchando los pensamientos interiores que dicen "y si nos atacan a nosotros" y "si nos pasa lo mismo." No alcanzó con la pandemia, el sofisticado miedo e imperio de la separación cada día se pone más creativo. El mundo en apariencia sigue su vida pero la impronta del terror está presente.

¿Qué nos viene a enseñar este conflicto bélico desde el nivel de la mente?

Desde la mente EGOICA nos muestra que el hombre como especie desestima la finitud de la vida, vive como si nunca iría a morir, creyendo que lo que acumula es y será para sí y para siempre. En su afán de conquista, lleva por delante a quién intente torcer su voluntad, ataca, persigue, ejecuta, daña. ¿Por qué no tiene empatía? Porque sólo puede hacer lo que hace, proyectar su culpa subconsciente en los demás, juzgar, señalar. Cree que gana. Tiene la sensación corporal de hacerlo. Pero poco después se dará cuenta que su juego terminará por alcanzarlo. Si ahí fuera no hay nadie, ¿Contra quién va? 

Desde la mente RECTA, la guerra puede observarse como el deseo del EGO para hacernos creer que somos cuerpos. ¿Qué podemos hacer con las imágenes? PERDONARLAS. Recordar que estamos inmersos en un sueño, en una pesadilla y que al despertar todo esto no existirá. Si cada noticia, es sobre juzgada, la hacemos real. ¿Juzgarías  hoy a tu vecino que en tu sueño anoche se llevo tus zapatos?

Todo lo que vivimos son imágenes, proyecciones de una mente dormida. 

Una mente llena de culpa subconsciente que vive en extremos dualistas: Para poder orar por la paz, tuvimos que estar en guerra. 

El ego está empeñado en hacernos creer que todo lo que sucede a nivel de la forma es la verdad, es la vida, y en sí, es sólo un sueño. Un sueño que estamos colectivamente fabricando para seguir sosteniendo la macabra realidad egotizada de separación, muerte, culpa, ataque. 

¿Por qué proyecta esto la MENTE? No hay MENTES, hay sólo UNA. La trampa es vernos proyectados en múltiples de nosotros. Pero el subconsciente lo sabe, sólo somos uno. La mente separada ( que en esencia no lo está) revive la culpa original de su separación de DIOS, y en el plano de la forma, lo vemos en todo lo que constituye sufrimiento. Todo lo que vivimos es SEPARACIÓN, cada día revivimos la supuesta exclusión y odio de DIOS por haber comido del árbol del conocimiento del bien y del mal.

Desde 2020, el EGO se vio muy astuto mandándonos a guardar en la cuarentena o confinamiento. Cuando ya nos adaptamos, nos tira un enfrentamiento bélico. Pero ¿Te das cuenta que constantemente sucede algo? Siempre nos mantiene un poco alertas para que no entrenemos en la verdad que somos. Para que no recordemos. Recordar y despertar es su fin.

Ya estamos iluminados porque nunca nos fuimos de la fuente. Somos uno con él. Y lo seguiremos siendo, porque la unidad no puede dividirse. 

A nivel de la forma no significa que lo que vivamos no existe, incluso siendo materia onírica para nosotros como soñadores es... lo que podemos aprender a es NO CAER abruptamente en la trampa de seguir fabricando ídolos falsos que nos alejan de la completud. 

Cada vez que juzgamos, condenamos a nuestro hermano y nos condenamos a nosotros mismos.

Cada vez que atacamos, lastimamos a nuestro hermano y nos lastimamos a nosotros mismos.

Cada vez que creemos que hay alguien ahí afuera, olvidamos que la filiación es sólo 1. 

"Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe. En esto radica la paz de Dios."