13 de diciembre de 2012

Jueves 13 de diciembre…2012

Y de repente tengo la sensación como que hubo una explosión de conciencia… la gente comienza a darse cuenta de… y se auto-proclama profeta… el amor es la letra del tango que rezan… la nueva era empezará a dar sus pasos… y la vieja… entre bastones, chanclas, y rezongos se irá a morir en el rincón junto con los malos recuerdos. El fin se acerca minucioso y voraz al mismo tiempo…y todo lo nuevo y común se revitaliza…Creemos y creamos a partir de una nueva hoja de mes… un mundo de sensaciones satisfactorias, plenas, pacíficas… no nos ha alcanzado doce ítems…ni 365 escalones… otra oportunidad … otra oportunidad… mientras haya vida… la tenemos… Lo cruento es que todo es tan endeble…y tan extremo… estamos, estaremos, estuvimos… y en un instante somos tributo…homenaje… A veces con el despertar invocamos nuestra peculiar soledad…y fileteamos la hora de la despida como una macabra obra de teatro…
¿Quién nos llorará el día en que colguemos lo botines?… ¿Quién nos llevarás flores rojas robadas de los jardines de Quilmes?…
Por eso cuando tuve la oportunidad me morí de la risa… a carcajadas de boca abierta … y cuando me enojé… lo grité sin disimulo…a bocanadas de cara de culo sin pedir perdón por ello… pero cuando me equivoqué … ofrecí una… dos … o tres disculpas y actué en consecuencia… y cuando ya sentí no poder más… grité: “a veces un campeón también cae”… Me subí a la colina de la vida y amé… y amo.. con las ventajas y desventajas de jugar en equipo…hostigando al ego… proclamando la muerte de la razón…aprendiendo a ceder… a compartir – más que cajones y espacios – … a comprender – aún sin estar de acuerdo – … haciendo siempre el es (extra) fuerzo ( fuerza) de sentir que  y cómo “actuaria yo si estuviese en ese y desde esa lugar”…
¿Porque que me importa saber quién no faltará destierro? … Si aún con escribano público nadie puede afirmarlo… sólo sé que yo con certeza estaré ahí …es día tan poco indicado… tan condenadamente desafortunado…en que estas manos dejarán de bailar al compás del teclado… en que estos ojos no se aguarán más en el mar de la melancolía… en que mi impronta no dejará más huellas al andar…
Por eso… mientras tanto…voy y vengo…subo y bajo…espero y desespero… escucho y callo…me expongo y me reservo…y aprendo… como la vida en su salsa… y doy gracias, gracias por esta oportunidad!!!.
Chuchi González

20 de octubre de 2012

Vivir y estar vivo…

A lo largo de la vida comienzo a sospechar que no es lo mismo estar vivo que vivir. Vivir es un hecho biológico y estar vivo es la apropiación lingüística e interpretativa de ese hecho. Vivir es respirar. Y Estar vivo es sentir el aire meterse por los pulmones y hacer travesuras en nuestra belleza interna.
Vivir tal vez no requiere de más coraje que estar en el momento oportuno en el que ocurre el milagro de la vida. Y estar vivo es defender a cada paso ese privilegio.
Vivimos muchas veces y estamos vivos pocas menos; pues el miedo es el motor fundamental de nuestros impulsos. Vivimos para no tener miedo. Y evitamos estar vivos para no sufrir. – Aún cuando lo hacemos -
  • Miedo de reír y que la gente se burle
  • Miedo a la pérdida
  • Miedo a tener éxito y sostenerlo
  • Miedo a amar y a ser querido
  • Miedo al silencio y a convivir
  • Miedo al miedo
  • Pero por sobre todo, miedo a no ser feliz.
La felicidad es la dama deseada que marca con su sonrisa la diferencia entre vivir y estar vivos. La felicidad es para la mayoría de las personas una idea acerca de la posesión.
Poseer es la habilidad que nos permite ser o no felices. Es una vil falacia pero aceptada socialmente.
Estar vivos es de todas las opciones, la única para ser felices. Sin embargo el índice mundial de infelices supera ampliamente cualquier idea mundana, contrariando la razón científica que indica que es más simple ser felices que todo lo contrario.
Decálogo para ser Infeliz
  1. Para ser infelices en principio debemos renunciar al derecho natural de “estar vivos” lo que implica la auto- declaración de proclamarnos: VIVOS
  2. La infelicidad requiere la renuncia absoluta a cualquier acto de gratitud y alegría
  3. Cerrarnos al modo indicativo del presente para conjugarnos en el pretérito imperfecto, y el pretérito pluscuamperfecto.
  4. Negar toda oportunidad de crecimiento y seguir insistiendo que es mejor malo conocido que bueno por conocer
  5. Abortar todo sueño, por más maravilloso que sea en pos de continuar la línea del “tener razón” y la desolación
  6. Vivirnos en la escases, observando el vaso medio vacío y llorar por la leche derramada
  7. Recluirnos al pensamiento pesimista  de Giacomo Leopardi
    “Me parece increíble
    que la vida infeliz y el necio mundo
    durante tanto tiempo”
  8. Resentirnos con los eventos naturales de la vida
  9. Aparentar fortaleza y apretar las mandíbulas masticando el sufrimiento interno
  10. Morir cada día, dejando que dentro nuestro muera la luz.
Decálogo para ser Feliz
  1. Fluir con el universo, aceptar lo que la vida te da; si te da limonadas y te resulta ácido hazla y repártela o toma un sal de uvas
  2. Sonreír a las carcajadas cuando los sientas
  3. Disfrutar, es decir arrancar del árbol de la vida de los mejores frutos
  4. Agradecer
  5. Abrirnos al amor
  6. Dejarnos sentir
  7. Convertirnos en agente del amor
  8. Estar vivos
  9. Equivocarnos
  10. Ofrecer perdón
         Tu eliges!
Chuchi González

5 de octubre de 2012

Confiar en el amor

La confianza es un juicio de valor que me dice al oído que esa otra persona actuará de tal o cual forma en una situación dada. A nivel social, la confianza, sirve para generar un espacio de certidumbre, de regularidad y previsibilidad dentro de un marco tan incierto como es la vida.
Pero ¿ Cómo se confía? ¿al cien? ¿ a todo o a nada? ¿ de primera o segunda vista?
Creemos erróneamente que la confianza se pierde, y que a medida que pasa el tiempo uno puede ir aflojando la cuerda y cediendo en la habilidad de confiar. Y que al confiar puedo hacerlo en todas la áreas de la vida.
Sin embargo, la confianza como creencia generadora de oportunidades y poder, se sustenta en tres juicios más ellos son:
La sinceridad ( La coherencia entre lo que digo ( dijo) y hago (hace)
La confiabilidad ( El historial de mi ( o su ) congruencia
El área donde emito el juicio ( espacio en dónde ejerceré mi juicio de confianza)
Confiar o no confiar es una elección, dado que la confianza es un juicio, las personas fundan su desconfianza o confianza en los hechos del pasado.
Pero arbitrariamente, la fijan sobre la meseta de la totalidad. Es a todo o nada.
Podemos confiar en un persona para determinadas acciones y aún así no para otras. No tenemos habilidades para todo. Somos seres con limitaciones y eso nos constituye en humamos.
Lo mismo sucede en el ámbito amoroso, si en el pasado las relaciones no fueron exitosas eso no implica ni fundamenta que en el presente sean de la misma manera.
Tenemos el libre albedrío de elegir darnos, confiar, y vivir experiencias maravillosas o atarnos a los recuerdos y cubrirnos de armaduras por si acaso.  Y pudiendo elegir lo mejor para nosotros ¿ para qué desconfiar?
El amor es una energía que nos mueve a crear, y establecer puentes entre uno y el encuentro con el otro…es una conexión que viaja desde mi centro al centro del universo.
Confiar en el amor es más que creer en una persona o en una relación, es abrazarnos con la vida, es disfrutar de cada momento, es despertarnos a la convicción de que somos creadores.


Chuchi González

7 de septiembre de 2012

Yo tengo un perro

Yo tengo un perro, entre otras cosas. Cosas pesadas, livianas, olvidables como el paraguas, entrañables como Juancito – el oso que mi papá me regalo al nacer-; cosas que denomino “coso” que encierran un sin número de objetos – cómo el coso donde van tal o cual cosa – por ejemplo. También tengo personas, muchas, altas, bajas, flacas, gordas. Algunas nacionales y otras extranjeras, dependiendo de donde yo este mirándolas. Y alguna que otra planta que aún no ha decidido abandonarme.
De todos los tesoros que tengo y comparto con el mundo; mi perro ocupa un espacio especial en mi corazón, bien al lado del lugarcito concedido a mis personas.
Para otros tal vez un perro, es una cosa o un coso, o simplemente un perro. Pero para mí, mi perro, no sólo es “ mi perro” sino que simboliza lo que yo soy para él.
La fórmula vendría a ser más o menos así: Mi perro es = [(  mi perro + yo su dueña) x el tiempo compartido + el amor construido]
El punto es que hoy mi perro cumpleaños… 5 años para ser más exacta. Y lo miro y siento que toda la vida estuvo conmigo… me pongo a pensar si acaso ¿ no será un ángel que me acompaño desde el anonimato hasta que se disfrazó de perro?… Mi Tango hermoso hoy sumamos un año más juntos… y lo que resta de nuestras vidas serán lamidas y juegos…huesos desparramados por la sala… peluches pertrechados… y siempre tu mirada inocente y tu lengua rosa chicle esperándome en la puerta.
Te amo! 
Chuchi González

2 de septiembre de 2012

Reloj no marques las horas…

La última vez que posé mis dedos en el teclado para escribir en mi blog… era julio…Julio de invierno en mi mente… de verano en mi realidad física… el tiempo pasa inevitablemente sin pedir permiso ni dar explicaciones…. Ya “somos septiembre” habrá dicho alguna Doña Rosa mientras barría la vereda, sonriente de que las hojas de los árboles dejan de cesar… pero con la preocupación de las lágrimas violetas del paraíso…En mi ciudad en cambio los árboles comienzan a encogerse…tal vez como todos nosotros cada día que termina y se vuelve a despertar…
… mis ojos ya han perdido parte de su visión… cada vez que leo un medicamento viene a mi menta la imagen de mi padre apoyado en la ventana con los lentes de mirar de cerca intentando como un arqueólogo leer parte del prospecto.
…. mi cabello ha sido invadido de copos blancos…mi piel de trozos de un elefante pequeño…mi mente de añoranzas perdidas… El tiempo se escurre entre nosotros como un epidemia inexorable e invisible…
Sin embargo… todo acontece rápido… hace un rato brindábamos por una feliz navidad…. y ya hay que pensar en los nuevos regalos.
La aceleración mental y emocional a la que estamos sometidas, parece a ver sido copia por el Sr. Tiempo… los días parecen tener menos hora…  o ¿ nosotros le cargamos más actividades?….
Cada instante es un recuerdo… y si nos detuviéramos parecería que solo tenemos pasado.
Hoy leí algo que me impactó “Antes de morir, vive”…simple y real… como todo lo que nos acontece y lo que generamos… sólo que nuestras interpretaciones son las que complican la mirada.
En este tiempo sin escribir por acá … mi vida cambió y tomo un rumbo más positivo y creativo… mi musa me seduce a correr riesgos, amar deliberadamente y como diría el GORDO a mirarme al espejo y ver “encontradamente enamorada”…
Y he descubierto que durante que lo que más nos separa de lo que deseamos es nuestra sordera emocional….
Claro que lo de la sordera no es inspiración…el universo me concedió una otitis infecciosa + una faringitis + una sinusitis media y el resultado fue pensar.
Tomar conciencia de los sentidos… de la abundancia de tenerlos… de la pérdida de no cuidarlos…pero por sobre todo de lo que no quiero escuchar, oler, ni decir…
Quizás a esta altura – el lector que me esté leyendo – puede pensar que me drogue antes de escribir… observo que mis pensamientos fluyen de un tema al otro – aparentemente – sin conexión.
Más todo tiene que ver con todo… con lo que se extingue por derecho Divino… lo que se expande por intolerancia humana… lo que se detiene por miedos personales… lo que no se dice por elección cultural… lo que no es ni será… lo que no me gusta… ni te gusta… ni nos gusta y existe… con la postergación infantil de creer que siempre habrá un mañana… una oportunidad sentada en la escalera caracol de mi alma…
Pensamos… mas vale tarde que nunca…. y hoy pienso mas vale tarde “si es que aún tenemos tiempo”…. todo se consume con tanta velocidad… que lo peor del tiempo no es que pase – nos pase y nos pese – sino que lo dejamos escurrir entre nuestro dedos…
El único tiempo que tenemos es este. Por eso en este tiempo
 YO AMO.

Chuchi Gonzalez

24 de julio de 2012

Lo inevitable de la vida…la muerte

Me resulta inevitable no escribir otra vez más sobre la finitud a la que estamos sometidos los mortales, a la que resistimos creyéndonos dioses del olimpo, compradores de estrellas eternas, postergadores  inconscientes.
Hace días una amigo escribía en su muro de Facebook que se había sorprendido de la cercanía de la muerte, pues un tipo que conoció hacía 6 meses, se había enfermado hacía 2 y ese día había muerto. Mientras él se distraía pensando como sobrevivir, sin tomar conciencia de lo cerca que está la muerte.
Me sorprendió su comentario, no por ceguera cognitiva, sino porque me he acostumbrado a leer señales de la vida en todos los momentos. Me di cuenta que una vez más, siempre esperamos que se den las circunstancias oportunas para actuar, o que corran los tiempos de requisitos necesarios para decirle a alguien te amo o jugarnos por amor. Como si la parca tuviera compasión de nuestra inocencia.
En tanto pensaba esto, un ex alumno era violentado, y su corta vida arrancada; y apenas ayer otra alumna detuvo su andar para trascender. Inmersa en mis pensamientos y actividades cotidianas, leo entre la lista de mis amigos blogueros,  que dos de ellos escriben acerca de una pérdida reciente de seres queridos.
Y comienzo a sentir que la huesuda está cargada de trabajo; más de lo habitual, o tantos huecos cercanos hacen que esté más despabilada;  que no avisa pero no tampoco traiciona; porque desde el nacer tenemos la cuenta pendiente;  sólo que nos escabullimos, perdemos o escondemos creyendo que la flaquita nunca dirá “piedra libre para nosotros” y entonces  dejamos todo para mañana.
¿ y si mañana no llegase? ¿ Valdría la pena irnos sin haber besado lo suficiente? ¿ Sin habernos entregado completos por amor? ¿Sin haber despertado a los sueños? ¿Con los bolsillos llenos de carcajadas? ¿Con los ojos repletos de ternura caduca?
Y repaso una y otra vez sobre la misma reflexión, lo terrible de la vida no es la muerta, es lo que muere cada día con nosotros, cuando no vivimos plenamente.
Pero que es ¿ vivir plenamente? Es conectar con el amor, dejar de estar parados en el miedo. Reencontrarnos con nuestra naturaleza, dejar de buscar afuera, mirar adentro. Elegir las emociones que deseamos sentir, y desechar la posibilidad de reaccionar, como si otros eligieran nuestros pensamientos.
Párate en el amor… deja los miedos de lado… son pájaros que han hecho su nido en tu cabeza, y su trinar se hace insoportable…
Hermano, si hay algo que temer, que sea el no usar la vida para crecer, que la única manera de bien morir, es aprender a plenamente vivir. ( Chamalú)
Chuchi Gonzalez

5 de julio de 2012

Cuando no te la crees…

Cuando no te la crees, no la creas.  Me paro desde mi mundo gordo y trompico  y observo. Y veo a unos,  otros y a muchos más. Todos cada día resistiendo el hecho de poder ser felices. Conceptualizando sus ideales de felicidad como fórmulas matemáticas imposibles de resolver, avivando fantasmas dormidos y repletos de tierra del pasado, rumeando creencias limitantes acerca de sus posibilidades de ser o no ser.
Cuando tú no te la crees, no la creas. Es la recurrente frase del verbo CREER Y CREAR – Yo creo lo que creo – Repetitiva en mi blog, en mis charlas, en mis entrenamientos – pero como diría la Señora Mirtha Legrand “ El público se renueva” -
¿Qué importa lo que sucedió en el pasado? Es sólo recuerdo. No hay ley natural que establezca que en el presente tenga que repetirse.
Y si se repite… no es a causa de un embrujo diabólico… es consecuencia de tu forma de mirar, entregarte y creer.
Cuando vas por la vida arrastrando la idea de que nada mereces,te comportas de manera tal, que todos los que te rodean te huyen; se esconden, te evitan.
Tu creas tu realidad. Porque desde tu mente corazón digitas las moléculas blancas brillantes del mundo que creas con cada pensamiento.
Cuando vas por la vida desconfiando, inseguro, con la pretensión profética de que serás traicionado; tus defensas se comportarán de forma tal, al igual que una enfermedad autoinmune terminarás atacando lo bueno.
Por eso aprende entre tantas cosas solo algunas, y entre ellas esta: tu creas lo que crees. Si no te la crees no la creas.
Chamalú – Chamán, indio quechua de Bolivia – escribe:
“ No hermano, no te pongas triste, ¿no te das cuenta de que tus limitaciones son en realidad tus potencialidades esperando a ser liberadas?”
                                                                                                                              Chuchi González

5 de junio de 2012

Alguien

Las cosas pasan, cuando pasan. Es decir suceden todo el tiempo. Algunas ocurren por el hechizo del universo. Otras provocadas por nuestra voluntad. Muchas son inexplicables. Pocas entendibles. Pero todo el tiempo, todas las cosas llegan y se van, se instalan, reclaman derechos, protestan, agradecen, dan sacudidas de orejas, nos sacan la lengua, y nos hacen despertar o cerrar los ojos muy apretados para no darnos cuenta.
y un día…
 “Dos extraños son los que se miran, dos extraños son los que suspiran, somos tu y yo… en esta noche azul… y hay algo en tu mirar que me domina… y tu sonreír que me fascina…. es como sentir que siempre yo te ame…”
Una cosa emerge de la nada infinita, y nos sacude el tapete en el que estamos parados. Y no es más que la vida guiñándonos el ojo; mostrándonos su escote atrevido, seduciéndonos a fluir con facilidad en pensamientos serenos para sentirnos a salvo.
¿ A salvo de qué? De nosotros mimos. De nuestras implicancias. De nuestras creencias. De nuestras limitaciones.
  y un día…
“No me mires así, no me hables así, no me emborraches de ti, porque me muero… y no juegues con fuego porque te vas a quemar”
Todas las teóricas científicas acerca del amor son tomadas por la locura que en babydoll truena los dedos y sonríe mostrando todos los dientes.  Y nos agitamos; nos seduce la idea de soltarnos la peluca y andar descalzos por la vida sintiendo, gozando y a las carcajadas limpias.
Es cuando comprendemos que ya tuvimos demasiado tiempo para aprender de nosotros mismos.
Un incalculable tiempo libre para andar en camisón los domingos.
Un vasto tiempo de charlas al vacío.
Una gran cantidad de horas de sueño abrazando a la almohada.
Toneladas de películas vistas sin eco.
Derroche de agua en cada ducha solitaria.
Entonces ese día … ordenamos el clóset de nuestro corazón y hacemos espacio…
Porque ya tenemos lugar suficiente para que otro se hospede. Se quede a multiplicar el tiempo, la soledad y nosotros vinimos sumando.
y un día…
Alguien llega sin golpear a la puerta.
y solo podemos decir
“Más dame un poco más, quiero intoxicarme en vos…
Hoy, antes del final, quiero intoxicarme en vos,
Arranca corazones,
dame tu droga”

Es cuando dejamos ser presos de nuestra LIBERTAD.

Chuchi González

31 de mayo de 2012

Cuando todo es ausencia…



¿Hace falta que te diga que me muero por tener algo contigo? Lo que es una estrofa romántica de un tierno bolero se ha convertido en una realidad en el círculo de las mujeres.Parece que hace falta refrendar nuestras intenciones amorosas. Lo tácito ya no es una herramienta de confianza. Salimos con un galán, una y otra vez, y aunque vislumbremos señales de una presunta conquista, terminamos solas en casa preguntándonos ¿Qué pasó? ¿Por qué dejó de escribirnos? ¿ Es gay?   Los hombres no suelen percatarse de nuestros deseos sublimes, o como dirían las lenguas coloquiales “Indio pintado quiere guerra” – ¿Para qué nos vestimos y maquillamos? Para seducirlos. Pero no siempre funciona. Algunos de ellos no advierten en nuestra mirada el revoloteo de las mariposas… y los jueguitos de seguridad, de observar para avanzar;  cada día se hacen más intensos… como diría Sandro…

En que ha de concluir
el drama singular
que existe entre los dos
tratando simular
tan solo una amistad
mientras en realidad
se agita la pasión
que muerde el corazón
y que obliga a callar

¿Obliga a callar? ¿Por qué? ¿Inseguridades? ¿Falta de riesgo? ¿Compromiso con el no compromiso? ¿ Poli-amor? ¿Dudas? ¿Falta de confianza? ¿Miedo al rechazo?

Los noviazgos de manitos sudadas, las salidas con tensión sexual que culminan en eso – tensión sexual - , y los encuentros fallidos, son nuevas – o viejas o recurrentes – formas de relacionarnos en materia del amor.
Nosotras queremos pisar el acelerador, ir a fondo… y ellos en varias oportunidades sólo una prueba de manejo. La mística frase entorno a la amistad… en boca de quién te gusta… Asfixia… “ Somos amigos”… ¿Amigos? ¿Amigos, para qué?… Al amigo, lo perdono…. pero a ti mmmm ( dónde mmmm son puras cosas lindas)
Claro que hay de todo y para todos. La mujeres tampoco nos quedamos atrás. Muchas en el afán de subirse a las nuevas modas, aceptan reglas de un  juego que ni siquiera saben ni desean jugar. Como la clásica “no somos nada”.Y en definitiva somos siempre algo. Y luego terminan llorando abrazadas al celular.
Comienzo mi entrada desde el particular observador que soy – MUJER-  haciendo una pregunta retórica al equipo de enfrente, pero también es para la interna.
El temor a ser lastimados nos aleja de los demás.  Interactuar desde la superficie, y mantener  el  interés hasta que se cae el sistema – situación frecuente con tantas tormentas solares- no conduce a relaciones exitosas ni sanas. Sólo genera un listado de nombre, un inventario sin sentido, un sin fin de  pérdidas de posibilidades de descubrir al otro, de verme en el otro, de conocerlo y conocerme.
Una de las grandes excusas de hoy para evitar el “encuentro” es el trabajo. Hombres y mujeres hacen citas, rediseñan citas, cancelan citas. El trabajo siempre aparta. Es la lectura. Pero en verdad, es el comodín para evadir. Parece  que  los seres humanos han des-erotizado el amor y erotizado las situaciones en las que  sienten seguros.  Y el afán es protegerse ¿ de algún peligro inminente? No. Defenderse de una posible pérdida del control.
Leí en algunos de los blogs que sigo, que el control es un aparato al que presionas fuerte cuando se ha quedado sin pilas. Cuando te quedas sin respuestas, sin la bendita razón: gritas, huyes, te espantas.
El amor no lastima. Es energía de creación. La malas experiencias no se relacionan con el amor, sino con otros que al igual que tú se inscriben en el arte de amar con máscaras, disfraces, historias irresueltas.
Si pretendes ser amado, y amar, deberás desnudarte en alma. Y acercarte sin temor a ser lastimado – puede suceder – ¿ y qué?
Hoy leí en un muro de Facebook “ Quiero amor”  y subí mi pulgar… YO TAMBIÉN… ¿Quién más da? ¿Quién más se atreve a declarar con exquisita sencillez lo que quiere?
¿Hay dadores?

Chuchi González

3 de mayo de 2012

Impotencia

















Es jueves. Mañana Viernes. Hoy es 3. Mañana 4. Simple matemáticas, pero para mí -ni tan simples-; 4 es la marca, el punto de su partida. Mañana 22 meses de ausencia.
Hace calor en la ciudad de México, tengo el cuello tenso,  duro, estresado,  la saliva juega a saltar obstáculos para deslizarse por la garganta.
Los truenos anuncian la furia de ¿Dios? o ¿de la naturaleza? o será ¿que mi “corazón eglógico y sencillo que se ha levantado grillo esta mañana”? – (Conrado Roxlo)… en medio de tanto descontrol interno, Discepolo susurra a mis espaldas:
Cuando la suerte, que es grela,
fallando y fallando te largue parao;
cuando estés bien en la vía,
sin rumbo, desesperao;
cuando no tengas ni fe,
ni yerba de ayer
secándose al sol;
cuando rajés los tamangos
buscando ese mango
que te haga morfar,
la indiferencia del mundo,
que es sordo y es mudo,
recién sentirás.


y se me pianta – más que -  un lagrimón… de impotencia.
Tiro hacia delante mi cabello, y lo halo como queriéndome arrancar alguna solución de la cabeza.
La incapacidad de poder tener respuestas a la injusticia hiere mucho más que mi narcisismo.
Aprovecho como una oportunista que hoy se celebra “La libertad de expresión” y me suelto en esta pequeña entrada desquiciada contra el egoísmo nostálgico de quienes no viven ni dejan vivir.
Ya sé que es una reverenda idiotez. Pero ¿qué más da? Me siento impotente. Me declaro impotente frente a un sistema burocrático y machista, nefasto y paternalista (?); que solo procede a su conveniencia,  y los derechos humanos y constitucionales se los guardan por allá atrás, al fondo – bien al fondo- y de derecha.
Mi querer – mi pretensión – me vuelve impotente… y yo solo quiero…

Quiero abrazar a mi sobrino, sin que medie entre nosotros un Señor que firme o no un permiso según sus conveniencias o caprichos.
Quiero mostrarle a mi niño el país que me ha adoptado, sin pelear en batallas judiciales, porque ambos tenemos derechos a continuar nuestro vínculo.
Quiero que mi hermana se cure y no sufra más las consecuencia del lobo interior  ( lupus)que le come la alegría.
Quiero que mi madre no sufra por los dolores de sus hijos.
Quiero que mi hermana menor entienda que la vida pasa rápido y es maravillosa.
Quiero que una de mis amigas recupere a su hijo que ve desde hace tiempo.
Quiero que todos los hijos de puta que me rodean se esfumen en un tronar de dedos y mi mundo quede limpio de ellos para siempre.
Quiero que la vejez sea un espacio de reencuentro con afectos.
Quiero que mis amigas solteras encuentren un amor que las valore y las quieran como yo las quiero – aunque ellos amen diferente, hoy se me antoja esto –
Quiero que todos los forros que nos forrean en nuestro esfuerzo, en nuestro entusiasmo, se vayan a la mierda.
Quiero esforzarme más cada día, y alcanzar las metas para seguir apoyándote y en lugar de que me des las gracias, hagas algo por otros.
Quiero que me leas y no comentes nada, a veces uno solo escribe para ser leído.
Quiero que el tiempo vuelva atrás; ver a mi papá vivo, abrazarlo, y decirle que no se imagina lo mucho que lo extraño.
Chuchi González

19 de abril de 2012

La no correspondencia del amor

“Terminó aquella noche, con la savia anhelada de los besos que no llegaron. La vida es una mujer caprichosa y escurridiza. Su mirada no coincide con la mía, yo busco otra. Una nueva, una que me esquiva”. En el universo de la literatura y la vida misma, hay infinidades de amor nos correspondidos. A esta altura en cualquier farmacia debería existir un medicamento que borre el tormento de no ser objeto del amor, de ese que deseamos. Parece implacable soportar el desinterés de quién pretendemos para nuestra vida. Insinuamos creer que es el predilecto, el definitivo, que el aire sin su sutil presencia parece viciado. Y nos enredamos en esperas vanas…
 “El árbol seco no cobija, el grillo canta monocorde,  La estéril piedra no mana agua. Sólo hay sombra bajo esta roca roja.”
( T.S. ELIOT fragmento extraído del poema TIERRA BALDÍA)

Preguntas retóricas taladran nuestras mentes; pesadillas de soledades ambiguas, y el aliento del cálido encuentro que es la nada nos condena. ¿Por qué no somos correspondimos? ¿Importa acaso? ¿No sería mucho más producente atrevernos a indagar en nuestra historia personal la elección de los amores, las conductas de los sujetos pretendidos, nuestra relación con el amor y sus creencias? Cuando no hay correspondencia en el amor, el rechazo repercute directamente en el narcicismo de quién no “obtiene” a quién “desea”. Y esto desata una competencia más seductora que el amor mismo. Mujeres, hombres; que continuamente “se enamoran” de otros que ya están comprometidos, de imposibles, de errantes; en definitiva; sólo buscan: permanecer solos. Rehúyen al vínculo, a la reciprocidad. Su afán está en la competencia, en el reto, en conseguir la figurita difícil, a sabiendas que no es posible. En caso de serlo, todo carecerá de sentido. El que busca el amor imposible, busca la no consumación del deseo. A veces ese “virus” del desamor alimenta nuestras cárceles mentales, sostienen los paradigmas que ante las relaciones de pareja tenemos; como el hecho de creer que amar es sufrir. Muchas veces ese buscar para no encontrar, es la clave de la “no correspondencia”; queremos amar pero tenemos miedo a ser lastimado, olvidados y rechazados. Y elegimos desde el tener razón que nadie nos querrá o se jugará por nosotros.
Aunque es indefectible que muchas veces, elegimos desde el deseo de compartirnos con otros, y simplemente…  para la próxima más suerte… “ese otro no se interesa en nosotros”… pero eso no es motivo de suicidio legal. El amor es una experiencia transformadora.
“ Y deseo que tu piel se instale en la mía, juegue a las escondidas cerrando mis ojos… y que al amanecer me digas una y otra vez: SÍ!”
Chuchi González




29 de marzo de 2012

Costumbres Cotidianas


Y nos acostumbramos. Aunque resisto la idea. Somos aparatos costumbristas. Me acostumbro, te acostumbras, nos acostumbramos. A lo bueno. A lo malo. A lógico. A lo ilógico. Con un halo de mustia tristeza envejeciendo el alma y desde ahí miramos con el río en los ojos contenido, silbando la canción de la resignación, que en el estribillo repite como el eco de la soledad: “ que se le va a hacer” “ que se le va a hacer”
Nos acostumbramos a la injusticia, y a las desgracias con suerte.
Nos acostumbramos a la injuria y a las buenas lenguas que no hacen nada.
Nos acostumbramos al robo, al hurto y a la buenas intenciones que sólo quedan en eso.
Nos acostumbramos al que jura lealtad con los dedos cruzados y por el espejo lo vemos.
Nos acostumbramos a las arrugas y a comprar cremas para no usarlas.
Nos acostumbramos al desamor y a la victoria de la soledad.
Nos acostumbramos a la corrupción y a urdir formas de fomentarla.
Nos acostumbramos a lo que pensamos que no nos acostumbraríamos y redoblamos la apuesta. 
Nos acostumbramos al bullicio de la nada y a no escuchar nuestro corazón.
Nos acostumbramos a no enfrentar lo que nos sucede y a mirar televisión para dar por terminados pleitos.
Nos acostumbramos al maltrato y a maltratar – nos -
Nos acostumbramos a que nuestros cuerpos cedan formas y excedan espacios.
Nos acostumbramos a la muerte de los seres queridos y a lo que muere en nosotros cada día.
Y cuando hablo de “acostumbrarnos” no me refiero a “ aceptarlo”, sino a esa forma de andar por la vida con la piedra en el zapato, sintiendo ese picazón en la espalda y no hacer nada para estirar los brazos; o creer que no podemos hacer nada, o saber que nuestros brazos son demasiados o el prurito está demasiado lejos.
Porque “acostumbrarnos” es algo así como un “ mmmm…puta” y seguir… y aceptar es  entender y comprender que sucede o que sucedió, que pertenece a nuestra historia, aún cuando no nos guste, pero no lo escondemos debajo de la alfombra, no lo rumeamos; sino que que lo observamos y nos dejamos fluir; porque resistirlo no tiene sentido. Pero siendo sinceros, ¿ cuántas cosas no tienen sentido?
Nos habituamos. Por ende nos familiarizamos con el entorno, con lo que se acontece, con lo que generamos.
Aceptar es  aprobación; pero no en la acepción de “bien” “de pulgar hacia arriba” o del corriente “ Me gusta” sino aprobación como asentimiento, tolerancia.
Grandes ventajas encontraríamos si día con día podríamos reubicar nuestros pensamientos. Si a esos que padecen la tierra y las polillas del acostumbramiento, los bajáramos a la aceptación; seguramente los podríamos reutilizar.
Chuchi González

20 de marzo de 2012

20 de marzo, 2012 una oportunidad para agradecer

Hoy en México hubo un sismo de 7.8 grados. No hubo víctimas fatales. Hubo pánico; nervios, angustia, miedo, tristeza; sorpresa. Parálisis, llanto, quietud, incomunicación, vacío. Réplicas.
y cuando todo paso… me quedé mirando a mi alrededor… y me sentí bendecida, cuidada, contenida, amada. ¿Por quién? Por la vida, Dios, el destino, los ángeles, porque sí, porque no, por mis muertos amados, por mis vivos ansiosos.
Hoy la tierra se sacudió el exceso de energía, se estiró, se desperezo, tronó, nos acuno, nos arrulló, nos movió el tape.
Pero detrás de tanta sorpresa, de tantos “ mira si hubiéramos”, “que suerte que no estábamos en” …creció y floreció la oportunidad de agradecer.
  • Agradecer que estamos vivos  y coleando.
  • Agradecer que estamos y somos.
  • Agradecer que todo y nada cambio.
  • Agradecer que hemos despertado para seguir agradeciendo.
Chuchi González

13 de marzo de 2012

¿Todo tiempo pasado fue mejor?

Hoy estrene unos tennis ( zapatillas para nosotros). Los había comprado en el mes de septiembre. Pero insistía en andar con los viejos, gastados y agujereados de siempre. La razón – simple – no quería que se arruinasen; que dejaran de ser una posibilidad, un futuro. Y aferrada a los rotos, iba y venía con los juanetes al descubierto – metáfora- ¡Pero no tanto!
Hoy elegí hacer algo distinto o diferente – como dirían mis alumnos – y dejé el ayer en la bolsa de ropa sucia y me adentre a lo nuevo con entusiasmo y alegría.
Me los calcé con ilusión, la misma de aquellos tiempos en los que la vida era una tortita negra – traducción: pan dulce con azúcar morena en la parte de arrita- y la señora nostalgia de se apodero de mi alma.
Corrí hacia el mural del pasado, ese que tiene fotos de niña, de bebés, de padres jóvenes – tan jóvenes que eran más jóvenes que yo en ese momento – los pantalones elefantes de mi padre, la camisa floreada y entallada de mi madre; los lentes grandes de mosca; las fotos blanco y negro, mi cara casi a estrenar ( 5 AÑOS) con el mismo corte que hoy elegí para la década de los 40.
Un frío cálido me hizo llorar de emoción y de pérdida – y por un instante tuve tantos deseos de regresar a ese columpio y sonreírle a mi padre. Y la voz de la razón me cuestiono entonces: ¿todo pasado fue mejor?
A mí que no me gusta caer en los lugares comunes. He caído. He sido presa de la gran astucia adulta – o de la vejez – de creer que el pasado es y será una sucursal de “lo mejor” –y me pregunto ¿Por qué nos pasa esto? ¿ Por qué en algún momento este utópico pensamiento hace huella en nuestra mente?
  • Porque el pasado, es un lugar seguro; la incertidumbre propia de la vida,  mirando hacia atrás es certeza. Lo que sucedió no se puede borrar.
  • Porque el pasado es un examen aprobado – triste o feliz – es el cimiento de nuestro presente.
  • Porque el pasado es nuestra historia;  nos remontarnos a las raíces  de quiénes somos.
  • Porque el pasado – añorado – en determinados instantes de la vida es el recuerdo de la pérdida que aún nos “raspa en el alma.”
  • Porque el pasado no sólo son los ‘80, es antes de ayer cuando se fue la oportunidad de decir un “te quiero” en un camión (Colectivo).
  • Porque el pasado es tomar conciencia  y distancia del presente para volver a observar y volver a largarnos con energía a la vida.
  • Porque el pasado son las posibilidades que ya no son posibles de barajar.
  • Porque el pasado no existe, y en ocasiones tenemos la necesidad de fugarnos de lo que “hay” a un mundo inexistente pero conocido.
Sin dudas, el mejor tiempo que tenemos es el que estamos viviendo, porque es el que nos sucede. Añorar, mirar atrás de vez en tanto como una tarea para reconfortarnos por el camino logrado; es útil. Pero vivir creyendo que lo que “fue” es y será mejor, es renunciar a la posibilidad de seguir creciendo.
Chuchi González

8 de marzo de 2012

Feliz día de la Mujer


No te des por vencida, ni aun vencida,
no te sientas esclava, ni aun esclava;
trémulo de pavor, piénsate brava,
y arremete feroz, ya mal herida.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...
Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!
Chuchi González

2 de marzo de 2012

Soltar… cortar… fluir… perder… .ganar…

¿Qué cosa?… desprender… volar… seguir… olvidar… ¿ A quién?
Amar… a uno mismo… al otro… a todos… a ¿ninguno?.. Presente… pasado… futuro… pasado ¿ pisado?…¿ cimiento?… ¿bases?….
…enganchados… tironeados…sobrepuestos… arrimados…apoyados… ¿injertos?
Rompimiento… quiebres…devoluciones… venganza… miedos…
Respira profundamente, retén el aire… y exhala… la vida que pasa por los orificios de tu nariz; FELICIDADES: Es tu vida!… Enhorabuena que te has hecho partícipe de una vida… tanto enviar “ reclamos al 404” + send … que el universo te ha escuchado y te ha liberado de la condena.
Ahora tienes espacios para ir, deshacer, armar, y seguir creando. Pero ¿ te asusta? … ¿Acaso no querías una vida?…¿Acaso no refunfuñabas en las noches que ese cuerpo dormido era el fabricante de tu infelicidad? … 'pero ahora que te miro – reflexiono – ¿ a qué cuerpo dormido te referías? … ¿Al de tu pareja distraída en su submundo rosa? … o ¿ al tuyo, cómodo y conformista?…
…Te lo dije más de una vez…CRECER DUELE… y sino pregúntale a mis rodillas… y comienza a aprender la lección de los verbos infinitivos…Soltar… cortar… fluir… perder… .ganar…
Soltar tus premisas limitantes, estrechas, mustias, sobre tú mismo y sobre el mundo… arranca de cuajo la venda elástica que oprime el valor de tu mente corazón y mira… más allá de lo que ves hay un horizonte que seduce a seguir…
Cortar con tus mambos dramáticos, lo que sucedió o no sucedió en tu vida o en la del astronauta vecino de tu casa…a veces – o casi siempre – la vida se encapricha en hacer lo que quiere… es su privilegio… y el tuyo es adaptarte… acomodarte, rediseñarte…amoldarte… y gozar…
Fluir por los días, por las semanas, por los meses, por los años, por las estaciones del tiempo…por los brazos de un amigo… por la charla interna, íntima y necesaria… por el juego de “TO BE OR NOT TO BE”… y aceptar SER…
Perder el mío al abandono…a no estar listo o preparado… a no saber cómo ni cuando… a no ser querido ni odiado…a no ser necesitado… a no ser reconocido… a no ser lo necesario… a no ser…porque sin darte cuenta “ ya eres”… eres lo que eres y eso es suficiente cuando despiertas y te das cuenta que nadie te abandona… que todos estamos de paso… que nuestro andar vagabundo tiene un medida exacta, que caduca… aún antes de lo preciado…
Ganar las ansias locas y entusiastas de vivir en plenitud y satisfacción con lo que tienes…- aún cuando creas o sientas que te falta –; la sonrisa inmaculada de asombrarte y arremangarte el corazón con las cosas más simples de la simpleza; el amor de la pureza de todo lo que te rodea y ni siquiera te nombra…la bendición de saberte amado por uno, dos o tres… y entender que TRES es multitud… porque el amor aunque abunda en este mundo se ha vuelto escaso…
Cuando era niña quería ser polen… es una buena forma de  …Soltar… cortar… fluir… perder… .ganar…
… navegar en la nada absoluta del tiempo… vivir de ausencias…no saber con claridad dónde estar en cada momento… fecundar por ahí… germinar por allá… comprender sin más que la vida… es INCERTIDUMBRE – y paradójicamente – esa es su CERTEZA.

Chuchi González

29 de febrero de 2012

Paradojas humanas


… y me dijo “ a pesar de  todas las cagadas que me mande no quiero perderte” – y descubrí entonces la paradoja existencial de la vida; la extraña idea de sostener que nada cambia, que todo se mantiene igual, como si fuésemos estáticos pasajeros de un viaje sin sentido.
Y yo respondí “ no sé si me vas a perder o no  ( sabiendo que no); tal vez no porque ya no soy la misma ( paradoja ya me perdió o ya me perdí o ya nos perdimos) o lo que es mejor aún tal vez hasta ya nos hemos encontrado.
Todo cambia tan vertiginosamente que casi ni nos damos cuenta, pero no somos los mismos que reímos, ni lo que callamos, todo se transforma en lo cotidiano.
La palabra dicha o mal dicha; la caricia guardada o arrepentida, el pensamiento mudo, la mentira impiadosa, todo nos inunda, y asecha y descompone en otros que antes del decir o el callar no éramos.
Es una gran paradoja humana el actuar – sin pensar o a sabiendas – y aún así “pretender” que las cosas sean las mismas. Porque aún sin actuar las cosas no son las mismas, el cambio nos acontece con consciencia o sin ella.
Todo el tiempo evolucionamos – aún cuando creamos que algunos involucionan- emerger o hundirnos en el hoyo y taparnos la cabeza con la mierda; también es avanzar un casillero. En la vida, retroceder también es avanzar. Perder un turno por reactivos, cómodos o conformistas, también es avanzar.
Porque todo lo que hacemos y lo que no hacemos, nos lleva hacia un destino; la dicha o la inconformidad.
Perder o no perder, no es la cuestión. Aceptar que el cambio es la realidad mutante, es de adultos.
Chuchi González

25 de febrero de 2012

Breve pensamiento…

A veces me quedo sin palabras, y la saliva, como el mercurio gotea por mi garganta. Busco y miro hacia los lados, intentando creer, en lo que no creo; que fuera de mí, pudiera estar el espacio que llenase mi vacío.
En el exterior no hay nada, solo acción inactiva; presencia fugaz, y un poema de Jorge Luis Borges llega a mi memoria como un pañuelo sutil para corregir una lágrima derramada – “ Las tardes a las tardes son todas iguales”
Y el capricho me desgarra desde dentro…

Chuchi González

1 de febrero de 2012

La virtualidad de la vida


Se me acaba de caer la BlackBerry en el inodoro del gym – que está en remodelación desde 1978 ( grrrr) – y como ahora todos los arquitectos donde ven un m2 hacen un edificio, el cubículo de descarga es tan pequeño, que los culos tamaño familiar como el mío no entramos y una maniobra rara y mi relación más estable – parafraseando a alguien conocido– se sumergió en el agua y yo en crisis.
Cómo una madre primeriza salé a toda velocidad, y recogí del piso un trapo de – trapear – y trate – y lo hice – de dar los primeros auxilios, pero ya no quiso encender. La angustia se vistió de saliva corrosiva, y miles de “pensamientos no traducibles ocuparon mi cabeza.”
De regreso, la soledad me atacó por la espalda. Me sentí desconectada de todos con lo que nunca estoy conectada pero estaban en mis contactos.
Recordé aquellos años dorados de libretitas telefónicas, espiral de alambre y hojitas a rayas, que te obligaba a recordar 5-3-5-3-4-5-6…( el teléfono suena y tu no estás (Sólo para entendidos)…)…  y ahora por tener teléfonos inteligentes perdemos la inteligencia intelectual y emocional… ahora es todo a través de “esos aparatitos”.
Te digo “ te odio y te amo” con la misma letra o con las imágenes de otros usuarios; lo que no nos atrevemos a decir “ lo publicamos a modo de reflexión en el muro de nuestras redes sociales favoritas”; y así estamos todos pululando en torno a la tecnología, colgando lo mejor de nosotros mismos en el ciber-espacio. Y todo se traslada a un universo inmaterial, extra terrícola, inmenso, y complejo.
Y cuando la inteligencia artificial falla, se nos cae el sistema a nosotros, como a mí ahora que me doy cuenta que no tengo el número para ubicar a mi taxista preferido; a mi dentista querido, a la portera de mi casa, a los galanes irresueltos, y un sin fin de datos que registraré como necesarios, cuando los necesite.
Lo virtual es lo opuesto a lo real y a la realidad; pero ¿ que es lo real?
Si vivimos adaptados a una forma externa de ser y estar que nos permiten los adelantos de la tecnología; ¿ que implica la realidad? acaso ¿ no es lo que se acepta'?; si las grandes distancias, las extensas jornadas laborales, las costumbres que como sociedad se han generado, han permitido la creación de las relaciones “por internet” ¿ por qué son virtuales? quiero decir ¿ por qué creemos que no son reales? ¿ por qué no le vemos la cara al don o a la doña? ¿ por qué no sabemos quienes somos?
y nosotros ¿ sabemos quién es el que está enfrente? ¿ sabemos quienes somos nosotros mismos?´¿Conocemos la cara del que duerme a nuestro lado? o ¿ sólo una imagen reconocible por nuestros ojos?
¿Acaso no vivimos inmerso en lo virtual, no por oposición a lo real-realidad, sino por una imposibilidad material de acceder a la naturaleza de las cosas?¿ Por qué lunes o sábado no es virtual?  Si es sólo una convención. Si nosotros tenemos por límite nuestra biología, vemos e interpretamos todo desde ese filtro ¿ que quedará fuera? ¿ qué no alcanzaremos a observar? ¿Todo es espejismo? Si somos unidas biológicas cerradas, circuitos cerrados de sentidos ¿ que posibilidad dar sentido poseo?
Me duele la cabeza. Sería más fácil ir a TELCEL y cambiar de equipo, que ponerme a divagar en todo esto… ufff – me estoy quedando sin batería.
Chuchi González

20 de enero de 2012

Otra vez S.O.P.A


Un breve llamado a la solidaridad: zapatero a tu zapatos
Acabo de abrir; estuvo cerrado por vacaciones; cabe aclarar que he aprendido con el paso de los años a manejar mi ansiedad y ahora cuando es momento de desconectarme, me desconecto. Mi estilo estratega-analítico; me han otorgado el don de la disciplina y el poder de disfrutar cada cosa que emprendo. Soy la clase de ser que tiene un estante para cada cosa; un cajón para servilletas, un clóset para la ropa deportiva, una hora para el gimnasio, un ritual para mirar las novelas repetidas en Telefé Internacional. Es real que cuando mi armoniosa rutina se ve alterada, la yugular se me infla como globo de cumpleaños; pero enseguida le encuentro la vuelta para auto-adaptarme y seguir.
Un nuevo año con el blog, en un par de meses cumplirá 2 años, mi sobrino 6, mi perro 5 y yo 41. Un nuevo ciclo, una nueva posibilidad. Cómo se dice comúnmente: Año nuevo, vida nueva.
Cada comenzar es la esperanza de algo diferente – para bien-; otra OPORTUNIDAD, OPORTUNIDAD; y a veces pasa, y otras veces SOPA. Recurrente historia. A meses de que el mundo desaparezca, la gente insiste con las mismas cosas. Pero por sobre mojado sobre la vida e intimidad de los terceros; dejando caer sobre ellos; las densas gotas de la INJURIA. Y aunque el paraguas de mi personalidad es vasto; no he logrado andar por este sendero sin ser salpicada por ella.
Busque en mi querida Wikipedia y extraje este párrafo que me parece más que revelador:
 Etimológicamente,  la palabra INJURIA  procede de los términos latinos "in" e "ius", significando así, en un sentido muy amplio, todo lo contrario a derecho…   injuria es todo lo que es contra razón y justicia. Esencialmente la injuria es un agravio, ultraje de obra o de palabra, que lesiona la dignidad de  la  persona diferente al que la hace. La injuria es, pues, en síntesis, todo acto que, dirigido a una persona, perjudica su reputación … es decir  un acto lesivo de derechos … Fuente ( http://es.wikipedia.org/wiki/Injuria)
Lamento comunicar a toda la audiencia que fantasea acerca de mi vida sexual, que soy HETEROSEXUAL, más heterosexual a veces de lo que debería. Qué todas las imágenes cimentadas en las cabezas de quienes sostienen y divulgan en forma capciosa actos íntimos por parte de quién suscribe; pertenece pura y exclusivamente a sus deseos no satisfechos. Y los invito a que con la misma energía invertida en hablar de mí y mis elecciones, dirijan su campo de acción hacia sus propias vidas.
Es para mí un acto contrario a razón y justicia que se me relacione con situaciones que no son verosímiles y ni reales; y me llena de horror comprender y observar las miserias humanas. En una era en la que la única posibilidad de cambio “somos nosotros mismos” que cruento y patético me resulta el deseo oscuro de no creer en la amistad, y la fraternidad entre dos mujeres. De etiquetar a las personas que rompen los paradigmas culturas, de juzgar sin conocimiento previo las relaciones, de herir en forma gratuita.
Ser mujer implica mucho más que casarnos y tener hijos a determinada edad; no elegir esos escenarios para nuestras vidas no nos hace por consiguiente:
“raras",malos  bichos”u “homosexuales”.
Yo discrimino, tu discriminas, ellos discriminan, nosotros discriminamos.
Elegimos, apartamos, rechazamos, enaltecemos, olvidamos, resaltamos, marginamos, orillamos.
En un momento de despertar espiritual, estamos demasiados dormidos.
“Ladran, señal que cabalgo – pero soy HETEROSEXUAL-“
Chuchi González