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9 de junio de 2022

¿Qué es la culpa?


Te regalaré mi concepto de culpa  que dice "culpa es la capacidad única de limitar el potencial de forma  arbitraria." Es decir, a través de la culpa vamos cortando el potencial que tenemos en esencia y que  por sobre todo desconocemos. Lo hacemos de manera "arbitraria" porque hace referencia a mi subjetividad. Limito aquello que juzgo no es como debería ser. La culpa es un programa  por lo tanto de DESVALORIZACIÓN que surge de la PERCEPCIÓN, es decir de la forma de relacionarnos con la vida desde la mente y los sentidos. Cuando nos sentimos "culpables"no des-valorizamos, nos restamos valor, consideramos que "hay algo malo" en nosotros, algo por exceso o por defecto, pero la culpa indica que "somos diferentes" y eso "no arrebata valía."

 Así cómo observamos la vida, ahí afuera, así es la vida aquí adentro. Es decir, eso que te acongoja está dentro tuyo, y cómo duele, lo proyectas, lo expulsas al exterior, es como barrer la basura de la casa, sacarla a la puerta y pretender que no es tuya. Esa forma de barrer se llama PROYECCIÓN. SENTIR CULPA es sentir que hemos PECADO y pecado en su etimología significa "error."La culpa nos lleva a CARGAR CON ALGO…con un error que hemos cometido por pensamiento, sentimiento, palabra, acción u omisión. 

La culpa es un PROGRAMA O UNA PROGRAMACIÓN ARCAICA, ancestral que tiene fines de supervivencia. Culpar es culparse. Entonces PROYECTAMOS Y PERCIBIMOS, tiramos la basura fuera (proyección) y nos quejamos de la mugre que hay (PERCIBIMOS, es decir JUZGAMOS).Y en esa percepción errónea comienzan los pensamientos de castigo, porque la culpa siempre BUSCA CASTIGO. 

TODOS tenemos CULPA, hombres y mujeres, toda la especie humana, es una CULPA subconsciente, secreta, silenciosa,ancestral, histórica,  que ni siquiera sabemos que tenemos. Si ahora te pregunto ¿De qué te sientes culpable? Quizás tu respuesta sea de NADA. Sin embargo, si nos tomamos un tiempo de reflexión empezarían a salir las situaciones en las que la CULPA es ama y señora de tu vida. 

La culpa es la piedra fundamental del EGO, y ¿qué eres tu? Tu eres EGO. El ego es susceptible de muchas acepciones, y siguiendo la línea de pensamiento de este post y la filosofía de UCDM (Un curso de Milagros), el EGO es la personalidad, la suma de tus pensamientos conscientes y subconscientes y tus sentimientos. 

Ese EGO nos hace creer que existe algo denominado SEPARATIVIDAD, y desde este contexto toda la vida se vuelve un campo de fútbol, con bandos, con lados en los que estar, con posturas, puntos cardinales, direcciones, buenos y malos. 

En la separación, surge la culpa. En la simple pregunta ¿A quién quieres más? ¿A mamá o a papá?  Surge la culpa. La culpa como la creencia de que lo que sentimos, pensamos, actuamos, y somos tiene algo "maligno".... 

¿Cuál es tu culpa principal? ¿Qué te hace sentir culpa? ¿En situaciones la sientes? ¿Cómo te castigas? 

Si quieres conocer más acerca de mi trabajo te invito a www.talleresadistancia.com 




28 de julio de 2018

Crónicas de un descuido

Sono el despertador. Abrió los ojos con alegria; con esa emoción que a veces la vuelve vulnerable. Manoteo los anteojos y a lo lejos alcanzo a divisar que los habia olvidado del otro lado de la habitación. Su gato gris; a un lado de ellos; no mostraba intención de acercarlos. Sin hacer esfuerzo alguno abrió el cajón y metió la mano; revolvió haciendo el ruido desordenado de quién busca sin ver; y tomó una tirita de pastillas. Tomó una, con un sorbo abreviado de agua; y se dispuso a levantarse audaz para comenzar su ejercicio. Aquella pastilla traeria la luz perdida a su piel; vitaminas E y C, ideales para pieles que están albergando el otoño de la vida. Así; con un poco de farmacia interior; vida saludable; terapias alternativas, podria seguir sintiéndose dueña de una piel sedosa que tantos elogios recibia por parte de él.
Él que apenas la habia rozado.
Él que apenas se habia permitido deslizar las yemas tímidas de su mano izquierda.
Él que siendo un extraño conocido; ya la habia premiado con el hechizo de volver a un mundo conocido y fragmentado del que había renunciado tiempo atrás.
Comenzó la rutina con ánimo y disposición. Sin esfuerzo. Sin sudor. Sin lamentos. Y a medida de que el tiempo transcurría; el calor comenzaba a expresarse rasgando la epidermis y tiñiendóla de una rosa pálido.  A la hora exacta solto las mancuernas y se dispuso  a ir al bosque a trotar, pero un salpullido invasivo se hizo presente en sus antebrazos. Al poco rato que la planta de sus pies se ponían calientes y la garganta parecía cerrarse en forma intempestiva. No sabia lo que estaba sucediendo; pero sentía que era algo que salía del control de sus manos.
Optó por ir a la regadera y pensó que quizás una ducha sería lo suficientemente poderosa para destrabar cualquier ataque patógeno o psíquico...ilusiones breves que se evaporarían como las esperanzas de un ateo.
El agua caliente comenzó a golpear su cuero cabelludo con vehemencia; el vapor a enmascarar los azulejos y las líneas de moho imposibles de borrar; la respiración comenzó a tornarse sofocada, torpe, sin ritmo; los ojos a no ver proporciones exactas, todo parecía estrenarse ante sus sentidos exaltados; de golpe cierra los grifos; se apresura a tomar la bata y a ponersela a medias; el cuello sostenia una soga de metales pesados que apenas podía percibir. Se tiró al piso  frío y blancuzco, recargando la espalda pobremente erguida sobre la pared.
Los gestos típicos de su rostro; se esfumaron.
El miedo constante paro la marcha.
Los sonidos enmudecieron.
Hubo huelga de emociones.
Sólo esfuerzo por supervivencia.
Los ojos empezaron a perder la vitalidad acostumbrada para transformarse en trozos de botellas vacías.
El cerebro apático comenzó a murmurar y a rumiar datos.
Hoy vamos a morir en este baño. Sólos. Sola. Sin herocia proeza. Sin poesía.  Y él no sabrá más nada tí. Esperará la señal de conexión que será incierta y sospechará que cada palabra pronunciada; fueron mentiras.
Y la nada se hizo. Aparecieron diapositivas con su cara. Con esa mirada penetrante que tanto deseaba. Figuras de su barba desalineada como pinceladas inescrupulosas de un  bohemio empedernido. Moriría y él nunca más sabría de ella. De su fin inesperado. De su coartada realista. Pensaría que era agua entre las manos; como supo denunciar alguna vez de las pocas veces que se acariciaron con palabras de amor y reclamo. ¿Cómo imaginaría que la muerte aburrida había llegado por ella?
Un impulso repentino la llevo de cabeza al excusado; para depurar su estómago. Luego un dolor abdominal punzante la hacia gemir de dolor.  Gemidos finitos y delgados como el tiempo en que ellos habían reído juntos. ¿ Estaría celosa la parca del fortuito encuentro de ellos? ¿Querría arrebatarle el tiempo por temor a que la alegría ordenase el caos? ¿Vendría a poner orden? ¿Desorden?
Un sudor frío; apático empapa ahora su cuerpo por entero.
Se tumba boca abajo casi inconsciente.
Delante mío Rafael; invoca a los arcángeles; detrás mío ...no recuerda ...a la izquierda Uriel....a la derecha...casi no recuerda. .. frente a mí ...Rafael...detrás de mí.. no recuerda...habla con suspiros entrecortados....Carl Jung...aparece en escena.. el síntoma es el esfuerzo del cuerpo por sanar al hombre...
...y el hombre esperará la presencia angelical de su sonrisa desordenada que nunca llegará.. porque está muriendo ... de la nada...como mueren todas las cosas. .sin permiso previo...quizás cómo han muerto en él algunas que otras cosas...sueños... anhelos... proyectos...posibilidades.... o tal vez, cómo ahora agoniza su puerta de salida...su hueco de libertad...su cosquilla  ...
...los gemidos entorpecen los pensamientos frágiles... va a morir y él no se va a enterar...pero una luz enciende la esperanza.. no importa el cómo y el cuando...dos partículas entrelazadas siempre quedan en contacto ...y cuando una cambia su información la otra tambien lo resiente...
.. si ella ahí fallece.. él lo sabrá... no hay mas preocupaciones ... todo se está por terminar.. la piel se torna azul...como de sangre real...
...real como supo ser y no fue entendida...y tal vez él con su locura existencial pudo captar..
...el vómito se plasma en el piso...y una reacción repentina altera la escena...
...del otro lado del mundo ....de la ciudad...una luz se apaga..
Él lo sabe..
Ella se enciende.
Chuchi Gonzalez

22 de noviembre de 2017

Curación vs Sanación


Infinidades de veces utilizamos términos como sinónimos sin plantearnos lo que estamos diciendo, sin detenernos a pensar que cada palabra usada tiene un propósito en sí misma y que además nuestra elección inconsciente de las mismas habla con un susurro silente algo que resuena en nuestro interior. 
Frente a las dolencias físicas recurrimos a algo que cura... ¿Qué puede curar esto? ¿Cómo se cura?... y lo que hacemos es sólo buscar algún método para aliviar los síntomas y regresar al estado anterior. Sin embargo, con el tiempo los persistentes síntomas se anuncian con mayor fuerza , porque quieren hacerse escuchar, traen un mensaje de que hay un conflicto emocional al que le urge ser mirado para ser resuelto; pero muchas veces insistimos con la misma mecánica: curar. 
¿Qué es curar? Es aplicar un procedimiento de "cuidados" a uno o más síntomas. El error está en creer en que ellos son los enemigos y se los combate. Buscamos bajar la temperatura, cortar el escurrimiento nasal, o el dolor estomacal. Pensamos que ellos son consecuencia de una acción exterior que impacta en nuestro cuerpo... Pero ellos solo nos hablan de un desbalance interno e íntimo. No todos los inviernos enfermas de gripe, ni todas las veces que comes fuera sufres gastritis, por ejemplo ¿Cuál es la variante? Tu estado emocional. 
La presencia de un síntoma, ya sea físico, psíquico o relacional, anuncia que estamos fuera de nuestro camino del medio, como le llaman los budistas. Es decir, fuera de eje. Anuncia la incoherencia emocional en la que estamos inmersos. En el juego social de pensar, sentir y actuar diferente, "porque no vaya a ser que si digo lo que pienso y siento y actúo en la misma dirección el otro se enoje o se ofenda." y entonces se enoja y ofende tu ser y reacciona. 
Y claro que no se trata de andar maltratando, ni actuando con desidia, eso no es ser UNO MISMO, o AUTÉNTICO, eso es ser caprichoso y arrogante, pero si empezar a entender que la vida es de cada uno, y que soy responsable de lo que pienso y actúo, pero no de lo que el otro siente con lo que yo siento. Y cuando no hay afán de joder a nadie, en última instancia nada se jode. 
Recapitulando... si queremos curarnos sólo tendremos oportunidad de eso, de aliviarnos del mensajero. Pero si queremos sanarnos, es otra cosa.
Sanar es profundo, Curar es para los médicos, la ciencia, los remedios, las farmacias, los procedimientos, la acupuntura, los reikistas, las terapias todas. 
Pero sanar, sanar es algo nuestro. Es sólo nuestro y personal. Es un camino de autodescubrimiento, de aceptación de los monstruos que llevamos en el interior, de buscar domesticarlos, de entender con el corazón que están ahí porque ahí los hemos puesto nosotros en algún momento, sin conciencia, pero que no arribaron del espacio exterior y nos habitan porque sí... Están ahí porque nos revelan nuestras carencias o huecos, y podes mirarlos con amor, nos acerca a la sanación, a un estado de gracia con el ser que somos detrás de tanta carne y huesos. 
Sanar es tomar conciencia, apropiarnos de ella, es mirar un poco más allá de lo que ven los ojos. Es mirar para adentro.
Por eso si quieres curarte tendrás muchos caminos, pero si quieres sanarte, sólo uno: tomar conciencia.


27 de julio de 2016

Bonjour Tristeza...


 Hace unos días de vino de vacaciones a visitarme la tristeza, es una hermosa emoción que me acobija del ruido exterior, de los zorros a la vera del camino con sus máscaras de corderos desgollados, de la obsoleta fantasía de todo está bien y el mundo es un lugar maravilloso de los farsantes que juegan a la rayuela lanzando la piedra al cielo y abriendo el paraguas antes de que llueva. 

Tristeza ... genuina y biológica, sabor amargo con algunas pizcas de acidez, tensión muscular que recuerda la nostalgica parodia del ácido láctico corriendo por mi venas en un más allá, diferente al actual.  Fémina de insolente finura, elegante y fútil mirada; que me invita a juntar todos los pedazos de mi espejo roto para rearmarlos; otra vez.
-¿Cuántas? 
Muchas más.. quizás... -Grita la Generala
- ¿No es mala suerte mirarse en espejos rotos? 
- ¿Es un espejo roto o un nuevo espejo? - Contesta rápida. Y me quedo con la lengua seca como un loro embalsamado que murió sin decir. 
-¿Por qué la gente te tiene miedo? retorno de la ausencia discursiva... 
-Por qué la gente le tiene miedo a todo lo que no logra manejar, a lo que se escapa de los frascos con etiquetas, a lo que no puede dominar poniendóle una tapa a rosca encima...
-¿y qué hacen contigo cuando te le presentas?
- Se distraen, fingen moralidad; buenos modales, y se toman algunos unas pastillas, o una copas, o un tren, o un disgusto, ... se toman siempre algo para tragarme, para pasarme como si fuese parte del bolo alimenticio, algo "casual", un ingrediente más de la ensalada...
- ¿Y qué haces?
-¿Yo? Yo juego... me entretengo...le hablo al oído al colón que se inflama porque es asustadiso; le hago un moño a la boca del estomágo,  toco música con el acordión de los intestinos... hago burbujas de aire....hasta que me aburro y me quedo dormida... y cuando despierto....con gran vitalidad...Si me permiten expresarme estornudo, o patino en el escurrimiento nasal de la mañana... y si me ignoran... reaparezco fortalecida agarrada hasta los huesos u ofendida en la apatía de una severa depresión.
-¿Lo importante es expresarte?
-No lo importante es que entiendas el mensaje...
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Hace un año era tu cumpleaños, y hoy sólo un recuerdo... no sé si te fuiste porque tu misión terminó, y el capullo libero a la mariposa para que libre rasgara nubes de colores con su belleza suprema o abortaste la misión porque sentiste que ya no ibas a alcanzar la meta. Sea como sea, hoy no estás. No estás de la forma habitual en la que habitabas nuestro espacio conocido, nuestros sonidos, nuestros sabores. Ya nunca regresarás a esas formas, pero continúas en otras.. 

Dónde sea que haya un lugar con sol y una piedra lunar, seguro estarás disfrutando. 






24 de diciembre de 2011

Cuento de Navidad

Hace mucho tiempo, en un pequeño pueblo del sur de Noruega, dónde abundan los pinos y abetos, cada llegada del invierno era la bienvenida de una epidemia que la ciencia de la época no sabía cómo tratar.
Los bosques se vestían de oscuridad y nieve, el viento bravío se instalaba indiferente como un dolor de espalda y el sol desancoraba sus tentáculos del mar celestial en forma prematura.
Los nativos desde comienzo de la temporada comenzaban a enfermar, los primeros síntomas eran asignados a las bajas temperaturas y al enfriamiento de los pies, que aunque protegidos por gruesas botas, siempre lograban, al menos humedecer uno o dos dedos y dejarlos congelados. Es que en cierta forma, los pies siempre estaban más que expuestos. La costumbre de quitarse el calzado al ingresar a cualquier casa para evitar que la nieve derretida ensucie; era un signo de solidaridad y fraternidad en la comuna.
Pero más allá de los estornudos, dolores de garganta, toses en todas las escalas; advenían otros factores como el cansancio crónico, la tristeza anónima y el aislamiento.
Los senderos reservados al esquí o patinaje, se volvían con el paso de los días menos populares, y la gente caminando sobre el hielo se hacía menos frecuente.
Las altas cumbres de los alrededores parecían reyes guardianes de la nada; coronados por glaciares silenciosos.
La hospitalidad del verano junto con los paseos, después de la comida, por los lagos azules y parques repletos de ardillas, se esfumaba.
Muchos pensaban que tal vez, algún conjuro había caído sobre la población; la naturaleza había sido tan absurdamente gentil con ellos, que quizás la envidia había comenzado a cobrarse sus carencias.
Poco a poco, uno a uno, todos se enfermaban, algún más otro menos, pero nadie estaba inmunizado al misterio del invierno.
En aquella oportunidad, un médico que viajaba documentando rarezas y costumbres de distintos lugares, se albergó durante algunas noches en un hostal de la zona.
- Buenas Noches, bienvenido a nuestro refugio, Sr…? –Preguntó con gran amabilidad el Sr. Arne, dueño del hospedaje.
- Oh!..qué tal amigo, gracias, muchas gracias – Respondió el Dr. Pentti ; mientras con esfuerzo se desenredaba la bufanda, aflojaba las botas y seguía respirando.
- Es un gran placer tenerlo con nosotros, quiere cenar además de la habitación –Indagó Arne, sosteniendo al doctor de un brazo para agilizarle el trámite.
- Seguramente eso estaría muy bien, tengo el apetito hambriento – Riéndose a las carcajadas de su mal humor, exclamó el viejo.
- Tenemos Rackfisch y sopas Sr.
- Mmmm, delicioso… acepto; esa trucha fermentada – Dijo el Doctor estallando otra vez en carcajadas.
- Usted, Sr…?
- Doctor Pentti
- Ah, muy bien, Usted Doctor Pentti, tiene un excelente humor, ya necesitaríamos por aquí que nos contagiara – Confesó Arne con gestos abrumados
- Porqué dice eso querido…¿ Arne, verdad? – Preguntó el doctor, acercándose al gafete de metal que su interlocutor lucía en el pecho del lado izquierdo, al tanto que se sacaba los lentes empañados para limpiarlos con un pañuelo de seda.
- Sí! Arne, es mi nombre
- Muy bien, hijo, por qué dices eso? Insistió el visitante con el rostro reflexivo.
- Sucede que al llegar esta estación nada es como era antes, los vecinos enferman, los remedios no curan, todo se puebla de soledad. Se cierran las tiendas, las escuelas, los domingos de vino y cerveza que eran entre amigos, se dejan para otros meses. Todo se torna extremadamente melancólico y nostálgico.
- Pero alguien ha sabido dar respuesta a todo esto?
- Nadie. Le sirvo un poco más de Rack…
- Por supuesto- interrumpió Pentti relamiendo su bigote como lo haría cualquier gato después de tomar leche. Y Prosiguió:
- Tiene que haber alguna razón para todo este cambio, Arne; yo que vengo vagando por todo el mundo, he conocido muchas ciudades y costumbres extravagantes, pero nunca una dolencia como la que Usted me comenta.
- Pero, Usted, es médico, verdad?.
- Si, así es, así es…
- Entonces Usted que es un gran conocedor, puede ayudarnos a develar el embrujo que tenemos.
- No, no, no. No creo que se trate de situaciones como esas, para nada, estoy confiado de que podemos encontrar una causa lógica a tanto malestar. Ahora me iré a descansar y mañana veremos Arne, veremos qué podemos hacer.
- Gracias, Dr. Pentti.
El Dr. Pentti dedicó varias horas a discernir sobre la problemática de la comarca. Y para pensar mejor decidió dejarse adentrar por un sendero que llevaba a los verdes profundos del boscaje. Caminó durante un largo rato. Sus ojos se extasiaban frente a tanta belleza y serenidad. El paisaje parecía pintado por la paleta de colores de un artista del renacimiento, el cortejo florístico pobre esgrimía álamos, serbales, helechos y musgos. De pronto el latido de su corazón lo regresó a la realidad. Era tan penetrante el silencio que hasta juraría que podía llegar a ensordecerle. Y entre un inhalación entrecortada sintió la presencia de Dios inmaculada y soberbia. Magna. Espiritual. ¿Cómo no habría de pensar en Dios pese a su ciencia? Si ese recóndito espacio de perfección devenía de su mano.
¿Dónde estarían los animales? Todo eso parecía abandonado. Tal vez la frondosa vegetación esclava a sus raíces no podía emigrar; pero tal vez de poder no estarían.
¿Qué llevaba a los osos, a los zorros, al lobo o a la comadreja a huir o esconderse? ¿De qué huían los hombres, las mujeres, los niños? ¿Qué añoraban? ¿Qué significado tenía la añoranza?
De repente un absurdo vuelo loco de una gaviota equivocada volando al ras del lago entumecido lo mareó, el susto cegó su vista por un instante y al recuperarla reveló la incertidumbre.
- Luz, luz, luz! – Gritó eufórico
Y reparó que frente a él, un imponente pino lo miraba serio.
- Estrellas!, Estrellas!, Luz, Luz – Continuó gritando
Cuenta la leyenda, que el Dr. Pentti mandó a talar pinos, para que todos los pueblerinos los colocaran en sus casas y los adornaran con luces, estrellas, ángeles, esferas y guirnaldas. Y así fue como nació el árbol de navidad, inspirado en un loco buscador que encontró su propia guía interior preocupado por ayudar a sus prójimos.
Se dice que desde ese año la tristeza nunca más hizo nido en el lugar, todos al llegar el invierno decoraban sus casas con coronas de pinos en la puerta, candiles, y cadenas de luces. Los pinos recordaban el milagro de la vida, seguridad y confianza y las luces, el calor y el maestro interno que todos tenemos.
Para no perder la luz siempre hay que apoyar a quienes lo necesitan – expresó el Dr. Pentti antes de marcharse.

FELIZ NAVIDAD!