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15 de febrero de 2024

Dependencia emocional y árbol familiar


¿Sabías que la herencia transgeneracional puede influir en la dependencia emocional a través de la transmisión de patrones familiares, traumas no resueltos, creencias limitantes y falta de límites saludables?.

Reconocer y abordar estos aspectos puede ser fundamental para romper el ciclo de dependencia emocional en las relaciones amorosas presentes y/o futuras.

Nuestro árbol familiar trasmite estos recursos a partir de sus propios dramas inconclusos para que las generaciones venideras puedan resolver sus dolores sin estresarse en demasía, pero nosotros, los nuevos frutos, entendemos de forma inconsciente el mandato al revés y buscamos complacer a los ancestros por la sensación de deuda con la que hemos recibido la vida. Nos han legado la existencia y se han sacrificado por nosotros, entonces, como homenaje intentamos elaborar sus duelos no resueltos a través de las lealtades. Te cuento un poco más...

Patrones familiares: La herencia transgeneracional se refiere a la transmisión de características, creencias, traumas y comportamientos a través de las generaciones. En familias donde hay una historia de dependencia emocional, es más probable que los miembros aprendan este patrón de relación como un modelo a seguir, ya sea consciente o inconscientemente.

Traumas no resueltos: Los traumas no resueltos en la historia familiar pueden contribuir a la dependencia emocional en las relaciones actuales. Por ejemplo, si un miembro de la familia experimentó abandono o negligencia en el pasado, puede desarrollar patrones de apego inseguro que se manifiestan en dependencia emocional en relaciones futuras.

Creencias limitantes: Las creencias y expectativas transmitidas a través de generaciones también pueden influir en la dependencia emocional. Por ejemplo, si una familia tiene una creencia arraigada de que es necesario depender completamente de la pareja para ser feliz, esto puede perpetuar la dependencia emocional en las relaciones posteriores.

Falta de límites saludables: La herencia transgeneracional a menudo puede influir en la capacidad de establecer límites saludables en las relaciones. Si en generaciones anteriores no se enseñó la importancia de la autonomía y la individualidad, es probable que los miembros de la familia desarrollen dificultades para establecer límites adecuados en sus propias relaciones, lo que puede contribuir a la dependencia emocional.


¿Te gustaría aprender más?

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13 de febrero de 2024

Cartas y fotos rotas… el desamor


Lo mismo que nos enamora y seduce; es lo que al final del camino nos separa. Si me enamoré de él por su carisma y elocuencia; al tiempo me molestará su don de venderse todo el tiempo; si su bondad me atrapo, luego lo veré como un hombre de poco riesgo, permisivo y pasivo. Pasa en todas las relaciones; es casi inevitable. La belleza de esa mujer que genera envidia, se transformará en una pose superficial, en una Barbie insoportable. Somos esclavos de lo  que conquistamos.

 Y al cabo de unos meses o años, el temible huésped se asienta en la pareja. El desamor con su aire de indiferencia, frialdad y sarcasmo se acuesta en la cama como un tercero o tercera en discordia. El vínculo se torna fastidioso, un campo de batalla, en dónde los miembros sólo buscan motivos para afianzar su poder y ganar o al menos no permitirle ganar al otro. En este escenario el contexto diario es el perder –perder; “yo no soy feliz contigo, pero tú tampoco”. Y con el sabor mediocre de un victoria inexistente cada quién intenta seguir con la vida bajo el lema “acá no ha pasado y ni pasará nada”.

Muchos neófitos del amor, creen que es lo “cotidiano, lo necesario y riguroso en las relaciones de pareja”, la destrucción como fuerza para la reconciliación, y el acercamiento; pero nada más dista de la realidad.

No podemos construir sobre los otros. El desamor es la falta de “aquello a lo que nos comprometimos, o la presencia del temor, del miedo”. Así como el prefijo “des” – ( amor)  denota negación o inversión del significado; podemos sostener que la no presencia del amor nos para en el miedo.

Cuando existe desamor existe miedo. Es decir, comenzamos a vibrar pensamientos limitantes acerca de nosotros, o del otro; creemos que nuestra pareja no es lo suficiente o nosotros no lo somos; dejamos de creer en lo que nos une,  y por lo tanto creamos eso en nuestra casa.


Ese des-amor que algunos piensan que “es natural” de una convivencia de dos mundos; es la confluencia de dos mundos, -sí – que muchas veces en lugar de coincidir se evaden; es producto de la supremacía del Ego, la intención de marcar pautas acerca de cómo “son las cosas”; es la falta de calidad en la comunicación íntima; se sume en la no escucha; en el imperio de la individualidad y autosuficiencia, en el orgullo mal parido, en la pretensión egocéntrica de querer que los demás sean como nosotros queremos.

Hay mucho del estrés universal en el que estamos inmersos cada día, pero mucho más en la negación  humana de soltar la razón y ceder.




¿Cómo superarlo? Yo preguntaría ¿Cómo no caer en él? Porque desde el vamos podemos actuar en forma coherente a lo que deseamos con ese otro para que nuestro sueño sea una realidad palpable.

Y la clave es el respeto. Pero el respeto entendido en su  génesis, y no como un cliché comercial. Respeto, del latín “respectus” compuesta por el prefijo “re-” – “de nuevo, nuevamente” y “spectus” proveniente del verbo “specio” – “ver, mirar a”; “respeto como nuevamente ver ¿qué cosa? Mis acciones, mis conductas, mirarme a mí mismo; “respeto como de nuevo mirar a ¿quién? A ese otro que es diferente, legítimo y autónomo, y permitirle ser como es. Cuando en nuestros vínculos generemos aceptación, el desamor dejará de ser un huésped vitalicio. 





15 de diciembre de 2022

Cuando el amor… truena

Últimamente parece que el amor dura menos que antes. En el ayer los matrimonios duraban años, décadas, hasta que la muerte física finalmente los separaba. Pero hoy ¿qué sucede?

¿Por qué las relaciones tienen una fecha de caducidad casi inmediata? ¿Por qué dura más una lata de atún que mi reciente intento de noviazgo? ¿Qué anda mal? ¿Será cierto eso de que el tiempo va más de prisa? ¿Qué los días tienen menos de veinticuatro horas? Y ¿Los años menos de trescientos sesenta y cinco días? ¿Atribuyo finales a los repetidos cambios climáticos y de la estratósfera?

Si mi bisabuela, italiana,alegre, decía allá por el 76 “a los hombres no hay que contarles todo” me pregunto ahora ¿esa sería la clave del éxito? 

Por donde miro, siempre hay romances truncos, como las carreras. Y miro siempre por acá, por allá, pero las más veces por acá, bien cerca de mí, y reflexiono, ¿Qué sucede con la vitalidad del amor que vive lo que una mariposa? Yo siento que el amor está en crisis. Quiero decir, los seres humanos en relación al amor de pareja. O tal vez hilando más fino, las mujeres – nosotras – en relación al príncipe azul. Por supuesto que lo de príncipe si es cinismo; por fortuna cada vez son las menos la que creen en esa caricatura del hombre perfecto.

Si nuestras mujeres antepasadas llevaban a cabo la obra maestra del amor eterno – léase eterno como “mientras los miembros de la pareja vivían” ¿Qué nos falta a nosotras? ¡Paciencia! ¡Paciencia! – imagino que dirá algún que otro “abuelito” pero yo creo que más que faltar nos sobra; y no me refiero a la paciencia sino a la voluntad de decir BASTA.

Si bien es cierto que muchas mujeres aun no estan listas para poner el grito en el cielo, las maletas en la puerta, y los limites en sus vidas; otras tantas de nuevas generaciones, con posibilidades de estudio, herramientas de vida, y conocimiento personal ya no permiten las mismas situaciones que antes – las de ayer – “vivían con naturalidad”. Hace unos días una participante en un entrenamiento vivencial que estaba impartiéndome dijo: “Es infiel porque es trailero”. Cómo si entre la profesión y la infidelidad existiera una conexión lógica y natural.

Tal vez el amor truena más cruento en estos tiempos porque las mujeres hemos ganado batallas que han permitido romper creencias obsoletas y rediseñar nuevas interpretaciones respecto de lo que es “ser mujer-ser pareja-y el amor”.

Aunque sigamos en un contexto crucial en relación a la violencia de género, los movimientos de apoyo, los instrumentos legales, las voces unidas de todas, genere día con día un levantamiento de liberación contra la opresión del pensamiento masculino.

Hemos aprendido ha decir “No” cuando queremos decirlo, pues sabemos que de lo contrario nos decimos “No” a nosotras mimas; que el amor principal es el que podemos proporcionarnos a nosotras , que es válido disfrutar de la sexualidad, que tenemos derechos de tener nuestros espacios personales, que no somos la pertenencia de nadie, que valemos; que ese valor es adjudicado por nuestro ser; que podemos estar solas –simplemente elegimos compartir con una pareja-; que no requerimos de nadie que nos venga a rescatar de ningún hoyo; que en nuestras manos están todas las herramientas, que un clavo saca a otro clavo – que la única persona imprescindible soy yo – qué podemos volver a empezar todas las veces que queramos.

Hoy las relaciones son más susceptibles, porque uno de los miembros de la pareja, se ha despertado. Sé que no sucede en todos los casos; pero sucede en muchos.

La honestidad emocional es una bomba que en las parejas se sucede con franqueza. Las mentiras, las traiciones, las infidelidades, el maltrato, la humillación, no son monedas corrientes que pasan inadvertidas.

Las mujeres ya no quieren saber de eso; y cuando sucede, lo dicen. Comenten lo que les pasa; se explayan, buscan nuevos acuerdos, fortalecen pactos, pero ya no están ciegas-sordas-mudas.

Quizás suene muy utópico mi artículo; no somos todos; pero somos muchas las que hemos y estamos despiertas. Apoyémonos y juntemos fuerza para seguir despertando a las que están dormidas. Todas juntas son mejores. Todas juntas podemos cambiar la educación de los niños de hoy para que sean grandes hombres de mañana.




12 de noviembre de 2022

RELACIONES SANTAS

 

  Te invito a que reflexiones por unos minutos!!!

¿Alguna vez has pensado por qué sufrimos tanto a lo largo de la vida? Quizás en este momento puedes sentir “No es tanto” porque tal vez ya pasó la fuente que activa tu padecimiento, pero cuando se activa otra vez, de nuevo saltas a la acción de la desesperanza, de la injusticia, del reproche.

Has pensado ¿Por qué a mí? Y has justificado “Yo he sido buena, honesta, trabajadora, solidaria” y así vives en un sinfín de preguntas y excusas para poder comprender porque las cosas salen mal.

Lo cierto es que todos los seres humanos sufrimos porque nuestro EGO nos ha enseñado a eso, a partir de su más impresionante creación: LA DEPENDENCIA.

Todos somos dependientes. En mayor o menor medida, pero lo somos. Dependes tal vez de una pareja, o de la necesidad de no tenerla para no meterte en problemas, de un trabajo, de un salario, o de una dieta, de un estilo de vida, de un consejo, del sexo, de tu familia de origen, de tus hijos, del título que tienes enmarcado, de tu imagen, de la opinión que los otros expresen hacia ti, de tus amantes, de la comida, de Netflix, del tabaco, del alcohol, de comprar por Amazon, no importa lo que sea, pero estamos “Pendiendo” colgados de algo.

Un algo que según nuestra cabeza nos hace mejor, nos pone felices, nos desestresa, nos da endorfinas, nos presta calma, nos entretiene, despeja, alimenta, balancea, enriquece, alivia, enorgullece, beneficia.

No importa lo que es, lo que es interesante es comprender que cuando le damos esa categoría a algo que está fuera de nosotros, es cuando perdimos el juego.

Aquello que nos provee “bienestar” algún día no estará más. Se rompe, se desgasta, se va, se asfixia.

La vida tiene eso de que todo lo que obtenemos, un día se pierde.

Es su ley. No puedes contra ello.

Y cuando la ley se cumple, aparece el sufrimiento.

Si aprendemos a soltar la magia que el exterior nos representa, si pudiéramos entender que nada depende de afuera, sino siempre todo es adentro; podemos tener preferencias, pero no dependencia.

Son dos cosas diferentes.

Puedes preferir tener una cena íntima con tu pareja, pero si tu pareja está con trabajo no te mortifica.


Puedes preferir ver una película en las noches, pero si se corta la luz no armas un escándalo.

Puedes preferir que tus hijos pongan la mesa, pero si no lo hacen no te enojas.

Puedes preferir pasar el tiempo con tus padres, pero si ellos quieren hacer otra cosa no te sientes rechazada.

Puedes preferir hacer una dieta saludable, pero si la rompes porque tienes un evento no te castigas.

Puedes preferir hacer ejercicio, pero si un día no lo haces no te obsesionas.

Se trata de aprender a disfrutar la vida sin buscar “quedar bien con la vida”

De saborearla en toda su expresión, en lugar de morderla a pedacitos miserables.

Sólo así podremos tener una vida con relaciones santas.

Relaciones Santas es un término acuñado de UCDM (Un curso de Milagros) y significa "Santo" completo. 

Es decir, RELACIONES COMPLETAS. 

¿Te atreves?



 

5 de julio de 2022

¿Odias a tu cuerpo?

 


"Bueno, bueno, bueno, "odiar, odiar, odiar, cómo que no", sólo que me gusta ducharme con luz apagada, cubrir los espejos de la casa y cerrar los ojos cuando paso por una vidriera que puede insinuar mostrar mi reflejo." ¿Te suena?

La mayoría de las mujeres "Odian" del verbo NO ME GUSTA MI CUERPO conjugado en el presente "por".... porque tiene celulitis, porque tengo muchas chichis, porque tengo pocas, porque estoy flácida, porque mis nalgas están para adentro, porque la panza del embarazo, porque engordo de solo respirar, porque mi piel tiene manchas, porque soy delgada y no engordo, porque mi piel es grasa, porque mi cabello se cae, porque tengo llantitas, porque mi panza siempre está inflamada.... y ( por favor continua con gusto la lista)

Pero¿Por qué odias a tu cuerpo? Digo, en realidad, ¿Por qué lo odias? Odiar significa rechazarlo. Es un rechazo muy profundo. ¿Por qué lo odias? ¿Por tener sobrepeso? ¿Por no adecuarse a lo que dicen que debería ser? ¿Por ser diferente a lo que anhelas? 

Pero, ¿Crees que tu cuerpo es responsable de eso? Puedes con una dosis de cinismo negador, decir que si, pero sabes bien, que  ¡tú eres la responsable!

Ok. Ok. Responsable no es ser "Mala chica" es ser la causa y fuente de la realidad de tu biología. De una manera u otra, has cooperado con el tiempo para que tu cuerpo luzca diferente a lo que te agradaría. Y digo con el tiempo, porque "Lo que es del tiempo, le pertenece al tiempo." Es hora de aceptar que no tendrás los pechos turgentes por siempre, los glúteos que te lleguen a las cervicales o la piel de porcelana. Aceptar es madurar. 

No obstante, volvamos a lo que tu has hecho por acción o por omisión. Y la realidad es que has abusado de tu maravilloso cuerpo, aunque sientas, a veces, que es al revés. 

Tu cuerpo ha funcionado incondicionalmente para ti, incluso cuando le has puesto grandes obstáculos como la comida chatarra en exceso, el alcohol, el mal descanso, abuso de sustancia, el sedentarismo, y el magno estrés. 


Ha soportado TODO TODO lo que le has dado y ahora ¿Lo ignoras? Tu cuerpo es como una maleta repleta de todo lo que le has echado. 

¿Qué le has tirado encima más allá de la realidad física? Digo, no son esas papas a la francesa que te comes de vez en tanto, son los constante extremos, las conductas compulsivas, los excesos frecuentes. 

Y tu mejor forma de abusar es a través de tus emociones "de miedo" reprimidas. 

Tu cuerpo, tu maleta, te recuerda todo lo que escondes. 

¿Cómo te cae eso? 

y ¿Qué escondes? ¿De quién te escondes? ¿Qué buscas tapar en realidad? ¿Qué te da tanto miedo?

Tu cuerpo solo activa el recuerdo dormido de todo lo que cargas. Y en una vida, finita y caduca, hemos aprendido a cargar con mucho para creer que todo tiene una finalidad y la vida es eterna. Porque si lo piensa bien, ¿Te amargarías porque alguien no te llama a sabiendas que puedes morir antes de que suene tu móvil? ¿Te lanzarías al drama porque no te aman más con el conocimiento de que puedes morir en cualquier instante? 

 Tu cuerpo es inocente, míralo, disfrútalo, sin importar, ahora mismo, su morfología. Ella es resultado de tu interior. Tu cuerpo habla de cómo vives en tu interior. De lo que te sobra y de lo que careces. De alguna forma es una metáfora de la conciencia que quiere que observes lo que te niegas a ver. 

Cuando te atreves a confrontar, a hacerte cargo, a amarte, ya no hay necesidad de que seguir reteniendo cosas para sentir seguridad, ¿entiendes?

Lo único que tienes que hacer como solución es AMARTE. Dejar de dar vuelta en comparaciones y conjuros. Sólo AMARTE. Porque cada vez que no lo quieres mirar, no te miras. A esta altura deberías comprender que TU CUERPO eres tu. Tu eres tu cuerpo. No es un accesorio. Sino una parte fundamental de estar en esta realidad física. 

¿Y ahora qué? Amarte es fundamental para amar a los demás, ya lo dijo tu hermano pelilargo "Ama a tu prójimo como a ti mismo" pero lo dijo con el afán de que tomes la función de amarte de manera responsable, de lo contrario "pobrecito de tu prójimo" ¿Verdad?

¡Formas simples para aprender a amar a mi cuerpo y por lo tanto amarme!

1) No hagas dietas, es cómo estar castigado por ser mal alumno. Busca una nutrición a tu medida, es decir, ¿vegano? ¿vegetariano? ¿Keto? ¿Crudivegano? ¿Libertano.? o la que más te agrade. Y simplemente vive ese estilo de vida. Ten paciencia hasta que te acoples. Roma no se hizo en un día.

2) Realiza ejercicio con frecuencia, sobre todo con peso, peso extra o tu propio peso, esto te ayudará a eliminar grasa y crear musculatura. No enloquezcas con el cardio, es importante que sepas lo que haces. Hacer ejercicio es más que mover el cuerpo o sudar. Si vas al gimnasio consulta con el entrenador de piso. Si te interesa una entrenadora a medida te recomiendo a NATALIA COACH.

3) Date tiempo y lleva un diario. No imaginas lo maravilloso que puede ser ESCRIBIR!! contarte a ti misma lo que estás sintiendo, vivenciando, experimentando. Esta actividad ayuda a tu mente a encontrar el equilibrio entre el pensamiento lógico y el simbólico, sirve como ejercicio de meditación y armonizador natural. 

4) Medita al menos 2 minutos al día, tendrás como beneficios: mejorar tu respuesta de estrés, aumentas tu conciencia personal, optimizas los recursos emocionales, obtención de mayor enfoque, desarrollo de habilidades de inteligencia emocional, paz interna, mejores relaciones interpersonales. 

5) Activa tu mundo personal, ¿Qué te gusta hacer? Hazlo. ¿Cantar? ¿Leer? ¿Dibujar? ¿Idiomas? ¿Bordar? Regálale a tu vida un tiempo para sí misma.

6) Aprende. Sé curiosa. Renueva tus distinciones. La velocidad de la actualidad vuelve obsoleta lo que aprendiste ayer. ¿Quieres estudiar conmigo? Te dejo el enlace de mis certificaciones. Puedes escoger modalidad grupal o consultar por las certificaciones con modalidad individual. Quiero aprender a dar terapias holísticas! ¡Quiero estudiar mi árbol familiar!

7) Practica la técnica del espejo. Cada vez que te encuentres frente a un espejo di "TE AMO, DE VERDAD TE AMO HERMOSA." Al principio, puede sonarte "hueco" pero con el tiempo sentirás un profundo regocijo.

8) Cada vez que te escuches hablando mal de ti, frota tu dedo pulgar por tu entrecejo diciendo con voz segura "borrado cancelado." Es un anclaje de la PNL para borrar la información limitante que en el automático introducimos.

Esto ha sido todo por el momento, si quieres saber más, busca y encontrarás información valiosa dentro de este blog, también te invito a conocer mi web: www.talleresadistancia.com 

Si quieres contactarme de forma directa para consultarme respecto de terapias, talleres, capacitaciones o llevar mis certificaciones a tu centro, spa, empresa, club, grupo de amigas, puedes hacerlo al WhatsApp +525534551888

Gracias por tu tiempo!

Te abrazo, recuerda, ya eres mariposa de luz!











29 de junio de 2022

¿Cómo superar la falta de motivación?


Para poder trascender la falta de motivación tenemos que ubicarnos en el contexto real de lo que es la motivación. La gente a veces confunde ideas y se mal piensa que la motivación es el entusiasmo, las ganas irrefutables, la energía carnavalesca, la pasión sin límites. Y en realidad todo ello es un conjunto de expresiones y sensaciones que solemos manifestar cuando estamos a gustos con la vida, con nosotros mismos y con el entorno. 

La motivación, en cambio es otra cosa. Motivación viene del latín “moveré” y significa “movernos de…” de lugar físico, de lugar mental, de lugar emocional, de relaciones, de costumbre…. Todo aquello que nos “mueve” que nos agita el “tapete” es una fuera de la motivación. 

Por eso no necesitamos “superar o trascender la falta de movimiento” porque si hoy en tu vida “no hay ritmo” es porque no existe la “necesidad” de hacerlo, incluso cuando opines lo contrario. 

La motivación es la voz interna que susurra “algo hay que hacer”, cuando falta es porque nada hay que hacer o nada falta. Podrías pensar “a mi me falta motivación para adelgazar” y la respuesta es ¿Lo crees realmente? ¿Crees que te falta un murmullo interno que te diga has la dieta para estar saludable? O en todo caso lo que te falta es el “motivo” detrás de la dieta. Es decir, ¿Qué encontrarás detrás de la pérdida de esos kilos? Y si bien, puedes decir “que te sentirás ligera, que te verás más guapa, que tu colesterol bajará, que tendrás más ligue” esos argumentos no son lo suficientemente fuertes para moverte a la acción. 

No falta motivación, te falta un sentido. Una orientación. Un compromiso. Y sobre mucha queja, demanda hacia la vida que no te ha concedido tus sueños.

La aparente falta de motivación es a menudo un reclamo infantil, un tirar la toalla, un no quiero jugar más con estas cartas, y es perfecto, pero ¿Qué quieres? 

Todo el tiempo, todo tu hacer es motivación, tu desdén, tu apatía, tu pereza, son expresiones de tu motor. Eso es la motivación el impulso que te lleva a no hacer tu ejercicio pero si a mirar todo el día una serie con cara de amargura. La motivación es desde la ontología del lenguaje la inquietud que nos permite movernos hacia adelante, hacia el curso de la vida, el caudal de la supervivencia.

¿Cómo superar tu motivación negativa? 

Eres un bicho de costumbre, cuánto más abraces el desamor hacia el todo, más lo vivirás. Entonces manos a la obra:

¿SIENTES BAJÓN? 

SAL A CAMINAR, sin celular, sin música, sal a caminar por la calle y observa la naturaleza, el cielo, las hojas de los árboles, hasta llegar al punto de perderte en ese escenario y no tener conciencia de ti porque te has fundido con lo vasto e inmenso. 

PRACTICA DEPORTES DE DESPLAZAMIENTO, corre, trota, nada, camina a velocidad, ahora no es paseo.

LLEVA UNA RUTINA DE EJERCICIO, el ejercicio nos permite conectar con nuestro chakra 1 que es el raíz, nos da seguridad, y permite que nuestra energía se armonice a través del movimiento.

¿Quieres saber más? Conoce a Natalia y su historia de vida!!! Te va a movitar!

TRABAJA LA TIERRA, cultiva, cambia brotes de tus plantas de maceta o simplemente has un hoyo en la tierra mojada y húmeda y siento eso entre tus manos.

ELIMINA EL AZÚCAR PROCESADO de tu dieta, reduce el consumo de harinas con gluten, y el exceso de frutas, prefiere frutos rojos como las fresas, las zarzamoras, las frambuesas, son las frutas que activan el borrado de memorias heredadas

MEDITA al menos 5 minutos al día, cierra los ojos y escucha tu interior, tu silencio y la paz oceánica que eres pero que a menudo olvidas.

Si quieres saber más, contacta mi web VISITA MI WEB


9 de junio de 2022

¿Qué es la culpa?


Te regalaré mi concepto de culpa  que dice "culpa es la capacidad única de limitar el potencial de forma  arbitraria." Es decir, a través de la culpa vamos cortando el potencial que tenemos en esencia y que  por sobre todo desconocemos. Lo hacemos de manera "arbitraria" porque hace referencia a mi subjetividad. Limito aquello que juzgo no es como debería ser. La culpa es un programa  por lo tanto de DESVALORIZACIÓN que surge de la PERCEPCIÓN, es decir de la forma de relacionarnos con la vida desde la mente y los sentidos. Cuando nos sentimos "culpables"no des-valorizamos, nos restamos valor, consideramos que "hay algo malo" en nosotros, algo por exceso o por defecto, pero la culpa indica que "somos diferentes" y eso "no arrebata valía."

 Así cómo observamos la vida, ahí afuera, así es la vida aquí adentro. Es decir, eso que te acongoja está dentro tuyo, y cómo duele, lo proyectas, lo expulsas al exterior, es como barrer la basura de la casa, sacarla a la puerta y pretender que no es tuya. Esa forma de barrer se llama PROYECCIÓN. SENTIR CULPA es sentir que hemos PECADO y pecado en su etimología significa "error."La culpa nos lleva a CARGAR CON ALGO…con un error que hemos cometido por pensamiento, sentimiento, palabra, acción u omisión. 

La culpa es un PROGRAMA O UNA PROGRAMACIÓN ARCAICA, ancestral que tiene fines de supervivencia. Culpar es culparse. Entonces PROYECTAMOS Y PERCIBIMOS, tiramos la basura fuera (proyección) y nos quejamos de la mugre que hay (PERCIBIMOS, es decir JUZGAMOS).Y en esa percepción errónea comienzan los pensamientos de castigo, porque la culpa siempre BUSCA CASTIGO. 

TODOS tenemos CULPA, hombres y mujeres, toda la especie humana, es una CULPA subconsciente, secreta, silenciosa,ancestral, histórica,  que ni siquiera sabemos que tenemos. Si ahora te pregunto ¿De qué te sientes culpable? Quizás tu respuesta sea de NADA. Sin embargo, si nos tomamos un tiempo de reflexión empezarían a salir las situaciones en las que la CULPA es ama y señora de tu vida. 

La culpa es la piedra fundamental del EGO, y ¿qué eres tu? Tu eres EGO. El ego es susceptible de muchas acepciones, y siguiendo la línea de pensamiento de este post y la filosofía de UCDM (Un curso de Milagros), el EGO es la personalidad, la suma de tus pensamientos conscientes y subconscientes y tus sentimientos. 

Ese EGO nos hace creer que existe algo denominado SEPARATIVIDAD, y desde este contexto toda la vida se vuelve un campo de fútbol, con bandos, con lados en los que estar, con posturas, puntos cardinales, direcciones, buenos y malos. 

En la separación, surge la culpa. En la simple pregunta ¿A quién quieres más? ¿A mamá o a papá?  Surge la culpa. La culpa como la creencia de que lo que sentimos, pensamos, actuamos, y somos tiene algo "maligno".... 

¿Cuál es tu culpa principal? ¿Qué te hace sentir culpa? ¿En situaciones la sientes? ¿Cómo te castigas? 

Si quieres conocer más acerca de mi trabajo te invito a www.talleresadistancia.com 




9 de noviembre de 2021

Solucionar conflictos de pareja


 Cuando nos enamoramos, nos enamoramos. Mariposas en el estómago, nubes en el piso, sonrisas profundas, ánimo distendido y alegre. Una hermosa etapa. Con el tiempo el envenenamiento del flechazo pasa y… el dramaturgo español Jardiel Poncela diría “Los matrimonios entran en conflicto no cuando se pelean sino cuando bostezan”, pues la pregunta retórica por excelencia es: ¿Qué nos ha pasado? ¿Dónde están todos los proyectos que teníamos? ¿Dónde están esas risitas que me dedicaba? ¿Los poemas que me escribía? ¿Las escapadas que nos concedíamos? ¿Dónde? Y la respuesta más sincera y dolorosa es en el OLVIDO. Un país que queda en el continente de los recuerdos, en el hemisferio del pasado. Ahí quedaron anidados las horas de miradas ininterrumpidas, las promesas, los pactos del alma, los besos sabor a miel, las caricias cálidas. Todo ha pasado, y ha quedo atrás de nosotros mismos, tan atrás que, si nos volteamos a ver, no llegamos a distinguirlo. Pero de todo eso, ahora queda “esto”; un perfume añejado de un amor que fue extraordinario y ahora sólo es común. Unas palabras indiferentes, y un saludo cordial, una conversación sin vuelo, dos cuerpos cansados que cohabitan en la misma cama.

Des-ilusión; gime en cada quién como el llanto de un niño con hambre. Él no hizo lo que esperaba que hiciera. Ella no dijo lo que esperaba que dijera. Ninguno de los dos sostuvimos en el tiempo los sueños anhelados. Nos rendimos a la fragilidad de lo conocido, a la costumbre de saber que nadie se irá para siempre, que más allá de las peleas y los desentendidos siempre volveremos.  El sentido de “pertenencia” – ese otro es mío- es tan poderoso que no es necesario hacer nada para “cuidarlo”, siempre será mío.

Des-ilusión; se murieron las ilusiones, las expectativas que habíamos hecho de nuestro futuro, no corrimos el riesgo suficiente para volverlas realidad y ahora vemos que no hemos hecho nada con nuestras vidas.

Resentimiento; Tú no me has hecho feliz, siempre creí que me harías feliz, y no lo has logrado ¿Para qué perdí tanto tiempo contigo? Ahora tú haces todo mal, no te preocupas por mí, ni por nosotros.

En esta etapa de la relación, los cónyuges viven en un gran contexto de escasez, se focalizan en los aspectos negativos del otro, y siempre se sienten insatisfechos; no importa que cosa haga cada uno, siempre estará mal hecho.

Las mismas actitudes que antes admiraban, ahora son las criticadas. Su cabello, su forma de comer, sus gustos, sus palabras; todo es un lugar usual, vacío, carente de sorpresa.

¿Por qué llegamos a esta instancia en la vida amorosa? Porque nos gobernamos con dualidades, todo o nada, bueno o malo, blanco o negro; en lugar de observar nuestra vida de pareja como una totalidad, y sentirnos parte del problema para encontrar una solución.

Cuando las circunstancias no son las deseadas, en lugar de generar empatía, creamos reclamos; evitamos comprender desde dónde el otro actúa y causamos nuestra desesperanza hacia la queja.

Si tú y yo nos paramos en la queja, la relación que tenemos se detiene, se encapsula en sus recuerdos, y poco a poco se marchita.



Para dirigir nuestros deseos hacia otras aguas deberemos aprender a entender que nosotros los de antes no somos los mismos – las experiencias nos han transformado-, la esencia es la misma, y sí alguna vez juntos sonreímos, aún nos sobran los motivos para volver a hacerlo.

 Sólo falta guardar el falso orgullo, y reconquistar el lenguaje de un NOSOTROS.


 

6 de noviembre de 2021

El momento presente

 




Dicen que el hombre sólo tiene aquello que puede llevarse a un naufragio.

“Un hombre se acercó a un anciano sabio y le dijo:

“Si eres tan sabio como cuentan, dime algo que haces que te lleva a serlo.

El anciano contesto: como cuando como, duermo cuando duermo, y hablo contigo cuando hablo contigo.

Pero eso también puedo hacerlo yo – replicó el hombre

Y el anciano respondió: ¡No lo creo! Cuando duermes estás pensando en los problemas que tuviste durante el día, y cuando comes en lo que vas a hacer luego y cuando hablas conmigo en lo que voy a responderte. El secreto de la sabiduría es estar consciente de lo que hacemos en el momento presente y así disfrutar cada minuto del milagro de la vida”.

(Anthony de Melo)


Todos de alguna forma sabemos esto, sin embargo, nos perdemos en miles de otras formas, buscando incansables la felicidad, el amor, la paz. Golpeamos las puertas del cielo y esperamos a que nos abran a que nos den la oportunidad de acceder a nuestros más íntimos deseos.

Pero olvidamos que abajo, como dijo Lennon: La vida es lo que ocurre mientras nosotros hacemos otros planes.

Nos damos el “gusto” de desaprovechar días, horas, meses, oportunidades; porque actuamos conforme “nos sentimos”; si hoy amanecimos enojados, entonces ¿Para qué voy al gimnasio? o si discutimos con alguien y estamos tristes ¡Voy a romper la dieta total de qué sirve!

Vivimos justificando nuestros no resultados en relación a los estados de ánimo que transitamos, con la fresca inocencia perdida, como si a la vida o al destino le importara como nos sentimos. ¿Crees que para el mundo de girar porque hoy estás frustrado? ¿Crees que la tierra hará más lentos sus movimientos de traslación o rotación porque alguien te lastimo, humilló o mintió?

Por supuesto que no, dirás; pero entonces ¿Por qué te comportas como si así fuese?

Los seremos humanos tenemos muchas capacidades, pero una de las más perjudiciales que hemos sabido cultivar es la de “hacer múltiples cosas a la vez” y por ende vivir en automático.

Comemos sin observar el plato, sus colores, degustar los sabores, introducimos el tenedor en la boca al tiempo que estamos escribiendo un mensaje de en el celular y atendemos otro teléfono que suena. Y todo pasa en un instante; en un momento que no volverá jamás. Y ¿Qué nos llevamos de eso? ¿El vientre inflamado por tragar en lugar de masticar? ¿El estrés de comer y resolver asuntos pendientes?

La vida tiene momentos mágicos a cada minuto, sólo que estamos muy ocupados buscando “el momento,” el más espectacular, el inolvidable, el magno. Y ¿si no lo hubiera? ¿Si acaso lo que buscamos es lo que tenemos pero no nos dimos cuenta?


También es real que está de moda el “vivir aquí y ahora” y muchos suelen confundir sus implicancias. Estar en el presente no importa no tener planes futuros o no tener ambiciones; metas o proyectos. El presente remite a enfocar nuestra energía en lo que ahora mismo está sucediendo, no en lo que sucedió o podría suceder.

Permanecer conscientes del momento presente puede tener muchos beneficios, como por ejemplo:

·        Desarrollo de la observación

·        Desarrollo de la creatividad

·        Crecimiento de la auto-estima

·        Favorece el rendimiento

·        Mejora la capacidad de concentración

Cuando uno mira lo que está mirando, escucha lo que está escuchando, toca lo que está tocando, siente lo que está sintiendo logra captar la energía de ese único momento que tiene para sí.



16 de junio de 2021

Camino del perdón

 


De todos los caminos de la vida, el del perdón, es el más significativo que tenemos para trascender. Erróneamente se cree desde lo coloquial que cuando perdonamos exoneramos a los demás de las faltas que cometieron. Si alguien nos falla y nosotros perdonamos, ¿estamos justificando?

Algunas personas creen que sí y por lo tanto invitan a ese otro a   que cometa una y otra vez el mismo error, por eso guardan el no perdón como un tesoro invaluable sin entender que lo que hacen es llenarse de resentimiento.

Sin embargo, perdonar no es un acto de liberación para quién se ha equivocado con nosotros. 

Este pensamiento es propio del sistema dual del ego que cree en víctimas y victimarios, en buenos y malos, en ofensas, ofensores y ofendidos.

Pero esta clase de perdón es obsoleto. Justifica conductas de resentimiento, castigo, lecciones de moral y de vida.

El verdadero camino del perdón, es el que todos los seres humanos estamos invitados a iniciar desde el momento en que nacemos por cuanto no implica lo que hicimos o hacemos; sino que resulta de la información con la que estamos formados y desde dónde vivimos y observamos la vida. A través de ella, estamos condenados a pensamientos de auto castigo en forma constante y repetitiva que nos acercan a experimentar situaciones incómodas que validan lo que pensamos de nosotros mismos.  Traiciones, mala suerte, injusticias, infidelidades, abandonos, malos entendidos, decepciones, rechazos, pérdidas; son las caretas con las que el universo se presenta para mostrarnos nuestros pensamientos; y nosotros los tomamos para hacerlos encajar en el puzle de la víctima expulsada del paraíso que somos. Cuando olvidamos quienes somos, el escenario se llena de bandidos. 

Cuando creemos que somos insuficientes, la vida siempre nos da muestra de esa cualidad.

El perdón consiste sólo en perdonarnos; no es un acto que lleve ritual ni un proceso de tiempo; es declararnos libres de las expectativas; es sólo decir me perdono porque no supe hacerlo mejor. Lo cual nos lleva a entender que mi conciencia es proporcional a mis resultados. Si tuviera una conciencia de amor, las consecuencias serian otras. 

Por ejemplo, cuando elegimos los patrones repetitivos del abandono a través de parejas, amigos, trabajo, hijos, no es que no sabemos “elegir”, es que actuamos por como somos. Si somos dependientes actuaremos desde la dependencia y por lo tanto las personas del entorno tendrán poder en nuestras vidas.

Si advertimos que es la forma de mirarnos la que determina lo que escogemos, podremos transformar las cosas.

Perdonarnos es soltar, es abrazar el error, es entender que eso que hicimos o no hicimos fue creado a partir de las herramientas que tenemos. Crees que, si tuvieras otras habilidades para vivir más plena y feliz, ¿No las usarías? Claro que sí. Despertar a la conciencia de quienes somos se llega a través del perdón.

De una fórmula simple, y fácil, tan sencilla como ejecutar los problemas que nos generamos. Sólo consiste en advertir que NO LO HICIMOS MEJOR PORQUE NO PUDIMOS. Que de tener “más poder” para hacerlo diferente LO HUBIESEMOS HECHO. Perdonarte es la base del amor, ¿Qué haces cuando un niño está aprendiendo a andar? ¿lo castigas por que se cae? NO. LO apoyas. 

La misma fórmula aplica para ti.


6 de noviembre de 2020

Todo sobre mi padre


A menudo todo lo que creemos, es mentira. Es la ilusión de nuestra mente racional. Son la explicaciones de que a la mano tiene la mente analítica. Si nos duele la panza es porque comimos algo en mal estado, o nos dimos un atracón, o el "estrés". Si nos duele la cabeza es la contaminación auditiva, el cabello atado, o las benditas flexiones de brazo. Siempre sabemos lo que nos pasa, nos acontece, nos sucede, nos agobia pero "casual" seguimos iguales. Si analizas tus repetidos patrones, tienes que sospechar. Algo no es como crees, algo debe funcionar por lo menos diferente. Y la vida que se brinda a tus pies es la que opera distinto. Nada, absolutamente NADA sabemos de nosotros sino nos permitimos al menos, sospechar de nuestras verdades. Tu mente racional, ignora completamente, el caudal de información que la mente subconsciente maneja. Se distrae con cosas externas, mientras la gran operadora de tus acontecimientos más importantes hace de las suyas. Nunca actúa en nuestra contra, incluso cuando así lo sentimos. Ella no juzga, no interpreta, no siente; sólo se maneja en términos de supervivencia en relación directa con los recursos que tiene.
A menudo creemos que la vida de adulto está marcada por situaciones con nuestros padres, y la mujeres muchas veces, señalan a la madre. Viven en sus cabezas ese conflicto y lo trasladan a sus vidas amorosas, a sus relaciones interpersonales y a su relación íntima y personal consigo mismas. Huyen de ser la madre que tuvieron. Corren lejos. Hacen lo contrario. Desaparecen cualquier parecido. Y terminan haciendo lo mismo. Por que ellas son sus madres.
Pero otra veces, te sientes identificada con tu madre, y dices "soy una calco", vivo sus mismas experiencias, y hasta observo la vida con sus mismos cristales; y crees que algunas experiencias tienen que ver con un modo de reparar sus dolores, y un día sin más, wow! despiertas y dices TODO ERA SOBRE MI PADRE.
Así me ocurrió.
Yo creí mucho tiempo que había tenido una historia "de amor" ( es verdad de desamor) tóxica porque estaba reparando y/o repitiendo situaciones de sumisión y toxicidad de mi árbol vividas por el linaje materno/ femenino.  
Sin embargo, un buen día me vi al espejo, vi el rostro de mi padre, y me llene de asombro al darme cuenta que yo soy mi papá. 
Mi vida es la de mi papá. Por información transgeneracional y fechas exactas soy doble de mi madre por fecha de concepción, y por error administrativo soy doble a 9 meses de mi padre. La primera afinidad es mucho más profunda que la segunda; pero es la que influencia mi vida. YO SOY MI PADRE. 
En aquellos momentos de trastorno emocional, me vincule con un abusivo totalitario no como parte del honrar a los ancestros abusados, sino como castigo. 
Me sentí culpable de no poder salvar a mi papá en su cáncer de células plasmáticas, yo no era médico, ni dios, pero igual como hija quería salvar a mi papá, que de alguna forma era salvarme a mí porque yo no quería perderlo, no quería afrontar la orfandad prevista. 
Me castigué a través de una relación de mierda, porque subconscientemente NO PUEDE rescatar a mi papá del dolor. Ni siquiera las medicinas que solicite desde México a la India para que lleguen a Argentina, supieron darle un alivio porque la aduana las detuvo y cuando las liberaron, papá ya se había liberado solo del flagelo que sentía. Todo era demasiado tarde.
Y empezó el castigo. Pareja de mierda. Robos. Asaltos. Estrés. Estuve a punto de colapsar y generar una enfermedad autoinmune. Pude salir de ahí porque a mi favor no tenía el virus del amor romántico. Porque tenía lapsos de tiempo en los que me decía ¿Qué hago acá? y por mi afinidad a las terapias decidí tomar terapia y en 3 sesiones, terminó el martirio que escogí vivir por un 18 meses. 
Así opera tu subconsciente. Crees que eres uno pero eres otro. Crees que haces esto por esto y es por aquello. 
¿Para qué te cuento esto? Para que tomes conciencia de que es necesario "cuestionarnos" las creencias, los pensamientos, incluso "sospechar" de su aparente verdad. Nada de lo que pensamos es VERDAD, porque todo está sometido a los filtros de la biología que determinan "lo que es verdad de lo que no lo es" pero es un mirada absolutamente corrompida por el sistema orgánico que tenemos. 
Saber que todo es sobre mi padre, me permitió perdonarme y regresar a mi eje. Me permitió comprender el dolor de la pérdida, la resistencia al cambio,  la soledad a la que nos enfrentamos en la adultez y la intricadas complicaciones mentales que nos hacemos porque creer que la vida debe ser como decimos o como soñamos. Dejé de castigarme por mi impotencia al cabo de muchos años, porque de pareja, pase a otros modos más sofisticados como abuso laboral, permiso para que me chinguen por miedo, incumplimientos de contrato, suspensión intempestiva de honorarios, pagos en destiempo, deudas. 
Ahora lo puedo observar con lejanía y paz. Ni odio al ex, ni a los que me persiguieron  o los que se quedaron con mi dinero. Lo que no significa que volvería a tener un vínculo con ellos. Puesto que el depredador será siempre depredador para la mente arcaica aunque tenga dentadura de plástico. 
Puedo observar como una amor desesperado me llevo a vivir un calvario, y la creencia profunda detrás de que "si mi papá me dió la vida, yo tengo que darle la vida".
Los papás en general siempre buscan evitarnos el dolor. Prefieren joderse, callarse, simular, interpretar personajes que no son para que no suframos. Y bueno, al rato, siendo adultos hacemos lo mismo y cuando no lo logramos, castigo.
Así funcionan las mentes erradas. Desconectadas de la verdad absoluta del amor que somos. Sintiendo miedo y procurándonos castigos.
Muchas veces tus emociones no tienen la causa que crees. Indaga. Reflexiona. Háblate. Y escucha el mensaje de lo divino que siempre está susurrando el camino bello, sereno y justo; al cuál la mayoría de las veces nos negamos a andar.




22 de noviembre de 2017

Curación vs Sanación


Infinidades de veces utilizamos términos como sinónimos sin plantearnos lo que estamos diciendo, sin detenernos a pensar que cada palabra usada tiene un propósito en sí misma y que además nuestra elección inconsciente de las mismas habla con un susurro silente algo que resuena en nuestro interior. 
Frente a las dolencias físicas recurrimos a algo que cura... ¿Qué puede curar esto? ¿Cómo se cura?... y lo que hacemos es sólo buscar algún método para aliviar los síntomas y regresar al estado anterior. Sin embargo, con el tiempo los persistentes síntomas se anuncian con mayor fuerza , porque quieren hacerse escuchar, traen un mensaje de que hay un conflicto emocional al que le urge ser mirado para ser resuelto; pero muchas veces insistimos con la misma mecánica: curar. 
¿Qué es curar? Es aplicar un procedimiento de "cuidados" a uno o más síntomas. El error está en creer en que ellos son los enemigos y se los combate. Buscamos bajar la temperatura, cortar el escurrimiento nasal, o el dolor estomacal. Pensamos que ellos son consecuencia de una acción exterior que impacta en nuestro cuerpo... Pero ellos solo nos hablan de un desbalance interno e íntimo. No todos los inviernos enfermas de gripe, ni todas las veces que comes fuera sufres gastritis, por ejemplo ¿Cuál es la variante? Tu estado emocional. 
La presencia de un síntoma, ya sea físico, psíquico o relacional, anuncia que estamos fuera de nuestro camino del medio, como le llaman los budistas. Es decir, fuera de eje. Anuncia la incoherencia emocional en la que estamos inmersos. En el juego social de pensar, sentir y actuar diferente, "porque no vaya a ser que si digo lo que pienso y siento y actúo en la misma dirección el otro se enoje o se ofenda." y entonces se enoja y ofende tu ser y reacciona. 
Y claro que no se trata de andar maltratando, ni actuando con desidia, eso no es ser UNO MISMO, o AUTÉNTICO, eso es ser caprichoso y arrogante, pero si empezar a entender que la vida es de cada uno, y que soy responsable de lo que pienso y actúo, pero no de lo que el otro siente con lo que yo siento. Y cuando no hay afán de joder a nadie, en última instancia nada se jode. 
Recapitulando... si queremos curarnos sólo tendremos oportunidad de eso, de aliviarnos del mensajero. Pero si queremos sanarnos, es otra cosa.
Sanar es profundo, Curar es para los médicos, la ciencia, los remedios, las farmacias, los procedimientos, la acupuntura, los reikistas, las terapias todas. 
Pero sanar, sanar es algo nuestro. Es sólo nuestro y personal. Es un camino de autodescubrimiento, de aceptación de los monstruos que llevamos en el interior, de buscar domesticarlos, de entender con el corazón que están ahí porque ahí los hemos puesto nosotros en algún momento, sin conciencia, pero que no arribaron del espacio exterior y nos habitan porque sí... Están ahí porque nos revelan nuestras carencias o huecos, y podes mirarlos con amor, nos acerca a la sanación, a un estado de gracia con el ser que somos detrás de tanta carne y huesos. 
Sanar es tomar conciencia, apropiarnos de ella, es mirar un poco más allá de lo que ven los ojos. Es mirar para adentro.
Por eso si quieres curarte tendrás muchos caminos, pero si quieres sanarte, sólo uno: tomar conciencia.