24 de febrero de 2024

Del enamoramiento al resentimiento! Un sólo paso


 Desde el embrujo del amor hasta el frío resentimiento, el viaje es largo y desgarrador. Al principio, somos aves en vuelo, danzando entre las nubes y las estrellas, con sonrisas que iluminan incluso la noche más oscura. Es una etapa de ensueño, donde el mundo parece un escenario de fantasía. Pero, como dice el sabio Jardiel Poncela, los desencuentros no llegan con los gritos, sino con los bostezos.

¿Qué ha sucedido con esos sueños tejidos entre susurros? ¿Dónde se esconden los versos y las escapadas románticas? Todo se desvanece en el rincón del olvido, un lugar habitado por los fantasmas de lo que una vez fuimos. Las promesas se convierten en ecos distantes, los besos en sombras de lo que fueron, y las caricias, en meros recuerdos.

La desilusión se convierte en un lamento que resuena en cada corazón como el llanto de un niño hambriento. Ninguno cumplió las expectativas del otro, y las ilusiones se desvanecen como humo en el viento. Nos conformamos con la monotonía de lo conocido, olvidando que la complacencia no es amor verdadero.

El resentimiento se cierne como una sombra, acusando al otro de no cumplir con las expectativas. Nos aferramos al sentido de posesión, convirtiendo al ser amado en un mero objeto de nuestro descontento. Nos perdemos en un mar de reclamos y críticas, olvidando que en algún momento fuimos cómplices de la felicidad mutua. En esta etapa, nos sumergimos en la escasez, enfocándonos en lo negativo y sintiéndonos perpetuamente insatisfechos. 

Todo lo que antes admirábamos se convierte en motivo de reproche, y cada gesto es analizado con lupa. ¿Cómo hemos llegado a este punto en nuestra historia de amor? Nos aferramos a la dualidad del todo o nada, en lugar de aceptar la complejidad de nuestra relación. Nos convertimos en jueces implacables, en lugar de aliados en la búsqueda de soluciones.¿Por qué pasamos del enamoramiento al resentimiento? Existen varias razones, y todas tienen base en el alma del árbol familiar, en la estructura del sistema de creencias. 



Veamos:

Idealización inicial: Durante la fase de enamoramiento, es común idealizar a la pareja y verlos a través de una lente positiva. Sin embargo, con el tiempo, esta idealización puede desvanecerse a medida que conocemos más a la persona y nos enfrentamos con situaciones que no nos agradan de su personalidad, costumbres, creencias.

Expectativas no cumplidas: A menudo, tenemos expectativas implícitas o explícitas sobre cómo debería ser nuestra relación o cómo debería comportarse nuestra pareja. Cuando estas expectativas no se cumplen, podemos sentirnos decepcionados y resentidos.

Comunicación deficiente: La comunicación deficiente o inadecuada puede llevar a malentendidos, conflictos no resueltos y acumulación de resentimiento. La falta de habilidades para expresar nuestras necesidades, deseos y preocupaciones de manera efectiva puede generar tensiones en la relación.

Cambios en la relación: Las relaciones evolucionan con el tiempo, y lo que funcionaba al principio puede volverse insatisfactorio más adelante. Los cambios en las circunstancias individuales o en la dinámica de la relación pueden desencadenar sentimientos de resentimiento si no se abordan adecuadamente.

Acumulación de pequeñas frustraciones: A veces, el resentimiento surge de la acumulación de pequeñas frustraciones o conflictos no resueltos a lo largo del tiempo. Estas tensiones pueden aumentar gradualmente y eventualmente convertirse en resentimiento si no se abordan.

Pérdida de conexión emocional: Si la conexión emocional entre los miembros de la pareja se debilita debido a la falta de intimidad emocional, apoyo o conexión, puede surgir el resentimiento. Sentirse desconectado o incomprendido por la pareja puede alimentar el resentimiento y la insatisfacción en la relación.

¿Cómo salir de esta situación?

Mantener una comunicación abierta, cultivar la empatía y trabajar en la resolución constructiva de conflictos pueden ayudar a prevenir o abordar el resentimiento en una relación, esto se genera a partir de la madurez emocional. Vivir en el eterno amor inmaduro dónde prima la creencia "el amor lo puede todo" es la base para el deterioro de la pareja.

La carencias infantiles proyectadas en el otro no sanan, boicotean los vínculos. La auto conciencia es la piedra fundamental de todo éxito. ¡El éxito no es sólo "lograr lo que quieres!" también es aprender a "soltar lo que quieres porque eso te hace mal"







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