Mostrando entradas con la etiqueta Valores. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Valores. Mostrar todas las entradas

30 de octubre de 2022

Desvalorización: programa ancestral


 Llegar al mundo para rescatarlo implica insertarnos en un contexto que nos informa acerca de nuestra misión familiar mediante una serie de múltiples programas que nos acercan a las expectativas o sentido que tienen para nosotros y nos alejan de nuestra sino individual humano. 

La desvalorización es la programación principal de todos los árboles, víctimas y victimarios se encuentran a lo largo de toda la savia hereditaria. Desde pequeños tomamos una postura al elegir de bando ser y eso marcará nuestra forma de percibir. Puede conmovernos el dolor de la víctima, al verla pequeña, indefensa, sintiendo su injusticia o movilizarnos intensamente el miedo frente al victimario y en el futuro ser él mismo para experimentar su poder. En cualquiera de los casos siempre hacemos lo que podemos con la conciencia que tenemos en ese instante y cada elección es una defensa.

La desvalorización es un conflicto de vacío emocional sustentado por un sistema de creencias limitantes e infantiles que nos recuerda que no “valemos”. No hay valía, no soy valioso, para poder serlo tengo que hacer o tener. Surge cuando tomamos conciencia de que nos aman por nuestras conductas y no por nuestra esencia. Mamá y papá nos halagan, premian, festejan en nuestros logros. 

Nos castigan cuando no logramos lo que nos piden.  Y cuando simplemente somos, nadie aprecia ese instante. La existencia en sí misma no es valorada. En nuestro cerebro ingresa el programa de HACER-TENER- SER. Aprenderemos modelos de conductas que nos “enseñan” y seremos como quieren para ser amados, protegidos y reconocidos. 

Asumimos un personaje que nos rinde; obtenemos beneficios, recompensas. Vamos olvidando nuestra realidad y caemos en el sueño profundo de ser un ego bien educado. Lo castrado, se guarda en la mochila de la sombra con doble nudo. Ahora, somos un calco de nuestro árbol. Correctos en la incorrección como ellos. 

 Ya pertenecemos.


23 de junio de 2020

16 de enero de 2018

Cómo no dejarse atrapar por envidias y brujerías



Quizás el título pueda sonar un poco fantástico, porque muchas mentes racionales pensarán ¿Brujería? ¿Malas vibras? ¿Trabajos? Esas cosas no existen. Y claro así resultará para aquellos que sólo creen en lo que ven. Pero ¿Ves acaso tus pensamientos? ¿Ves acaso el aire que respiras? ¿Qué diferencia existe entre esas entidades y las envidias de las personas? También podrías preguntarte ¿A mí quién me va a envidiar si no tengo nada? Pero el universo no funciona tan literal como creemos.
En principio quiero decirte que no se trata de lo que tengamos o no, sino de lo que los demás aspiren en su vida, por eso mientras crees que eres una pobrecita a la que todo le va mal, otros verán en ti un imperio maravilloso, porque todo depende del cristal con el que se mira.

Por otro lado, para encarar puntualmente el tema de la magia, es necesario entender que el ser humano tiene varios cuerpos además del físico, orgánico u biológico. Uno de ellos es el campo cuerpo emocional o astral que es el encargado de procesar las emociones que luego sentimos en el biológico. El cuerpo astral es un cuerpo de luz, es decir de energía, que vibra información formada de nuestros sentimientos conscientes e inconscientes.
Este campo es también llamado campo morfogenetico, y lo compartimos con todas las criaturas del planeta, tenemos un campo de energía personal y otro como individuo de la especie que conformamos.
En nuestro campo personal vibramos, digamos, sonamos con una música especial, que atrae a nuestras vidas experiencias de la misma frecuencia, y es acá dónde entran “las malas vibras” o “ la mala suerte”…
Así como está la creencia de que un virus en el ambiente puede contagiarte algo, el ambiente en el que vivimos está plagado de emociones de todos los que comparten ese espacio, incluso el transporte público, un teatro, un cine, cualquier espacio en el que haya habido o haya gente. Repito somos más de lo que vemos. Y la energía de lo que somos, pensamientos y sentimientos, está presente. Es decir que somos influidos no solo por nuestros pensamientos y emociones sino que también por el medio ambiente emocional que nos rodea.

Cuando alguien nos envidia, o piensa cosas negativas sobre nosotros, o lo mismo cuando nosotros lo hacemos sobre alguien más, ese pensamiento tiene una fuerza creadora que se materializa. Es decir, imagina que los pensamientos son como flechas que se lanzan y luego caen en algún sitio.
Ahora bien, ¿ qué podemos hacer para que esas cosas no nos afecten?
Simple, mantente en tu eje. ¿Qué es eso?... Mantente en PAZ, en armonía, y cuida lo que piensas, para asegurarte sentirte bien.
Quien irradia alegría solo atraerá a su vida experiencias del mismo calibre
Quién irradia contribución solo atraerá a su vida experiencias del mismo calibre
La mejor manera de que ningún virus biológico o emocional te afecte es que uses protección, y la mejor es aprender a vivir sin resentimientos ni rencores.
Independientemente de los sucesos, de lo que haya ocurrido, suelta, y libera, maneja una energía libre de odio estancando, de reproches podridos, de venganzas sin sentido.

Lo que te haya dolido, ya te dolió, ahora sana tu vida, amándote y perdonando. 

1 de abril de 2016

Nuestro Origen. Nuestro presente.



El punto de partida determina nuestro presente. Cada paso inicial nos lleva a dónde estamos parados hoy. Lo mismo sucedió con nuestra concepción y nacimiento. Somos resultado de lo que otros pensaron: de mamá y papá. 
Ellos nos formaron en sus cabezas y nos materializaron en el acto de la danza contorneante del óvulo que se muestra deseoso de ser fecundado y la jauría de espermatozoides que taladran la delgada menbrana hasta conquistarlo.
Pero ¿ Qué hay entre el óvulo y el espermatozoide? ¿Qué gestiona que la fecundación sea factible? Es mucho más que cálculos exactos. Que matemáticas perfectas. Óvulo +Espermatozoide no siempre da lugar a la vida.

¿Qué trata el taller VOLVER A NACER Y CURAR HERIDAS EMOCIONALES DE LA INFANCIA? ¿Se puede volver a nacer sin morir? ¿Se nace una vez o todos los días? ¿Qué heridas tengo si tuve una infancia feliz?

VOLVER A NACER Y CURAR HERIDAS EMOCIONALES DE LA INFANCIA es un taller que busca adentrarnos en las memorias de los tiempo de nuestra primera existencia, en la anidación en la tierra fértil del útero y el resto del camino recorrido.

7 de agosto de 2015

¡Ay por tus mentiras y secretos!

¿Cuántas mentiras pronuncias a diario? ¿Cómo las clasificas? ¿Piadosas? ¿Necesarias? ¿Pequeñas? ¿Obligatorias? ¿Por qué la gente miente? ¿Para no pagar consecuencias? ¿Para no romper la imagen? ¿Para pasar desapercibido? En líneas generales hay infinidad de finalidades acerca del por qué entre decir la verdad y mentir, la balanza en muchas ocasiones se inclina hacia la segunda opción. Quizás con la tranquilidad de que eso que dijimos no va a afectar a nadie; o si por el contrario afecta fue lo mejor que pudimos hacer frente a esa circunstancia. Lo cierto,  es que todo en la vida tiene influencia sobre los demás. Porque estamos conectados, aunque creamos vivir en una conciencia de separación. Cada quién lleva acuesta su inconsciente individual que forma parte ineludible del inconsciente familiar que está inmerso en el inconsciente social que está contenido por el insconciente universal que a su vez…está adentrado en el inconsciente cósmico…Y el inconsciente es ese espacio en el que se almacena la información, datos que conscientemente ignoramos pero que no por ello, no dejan de existir. Ahí está todo… incluso las mentiras cotidianas, los secretos, lo que callamos, lo que preferimos evitar… ahí están como fantasmas en el banco de suplentes, atentos a la espera de que surja un situación en la cual tengan la oportunidad de ser revelados. Así nuestras mentiras o secretos, aquellos no dichos omitidos por la fuerza de la vergüenza, el qué dirán o el miedo al rechazo; serán heredados a nuestros descendientes y ellos pagarán los platos rotos de nuestros hechos de hoy. Igual que nosotros, los de nuestros abuelos, bisabuelos, o padres. Integran la secuencia los tíos, tíos abuelos… Nadie se salva…
Si la abuela amaba a un tal Juancito, y se casó con un tal Pedrito – pensando siempre en el otro- es posible que si tengo alguna relación de fechas con ella, en mi línea de afinidad, mi vida amorosa sea un completo infortunio; pues el amor imposible de la abuela seguirá lamentándose a través de mis amoríos.
Por lo tanto, si tu deporte es mentir, ya sabes lo que vas a ir dejando de herencia.
Si te interesa saber sobre el tema, te invito a participar del taller MI ARBOL Y YO que se dictará en México, D.F los días 21 y 22 de agosto de este año.




6 de marzo de 2015

Pensar con el corazón





Más que una metáfora, es una realidad, sólo que nos hemos habituado a creer que el centro de nuestra vida es el cerebro, sin embargo, se ha descubierto que el corazón tiene cerebro, un sistema nervioso independiente, con una 40.000 neuronas y compleja red de neurotrasmisores. Con estos elaborados circuitos, el corazón envía más información al cerebro de la que recibe, puede recordar, aprender, percibir, y hasta anular determinadas partes del cerebro según la ocasión. Usar el cerebro del corazón nos trae como beneficios una coherencia biológica, armonía, paz y equilibrio. Es decir, el corazón hace mucho más que bombear sangre, piensa, intuye, y aprende.


23 de enero de 2015

El deseo… 5 minutos más…

Chocolate, dulce de leche granizado, frutas del bosque, crema del cielo. Helado. Sabores. Sostengo con firmeza el cucurucho. Paso mi lengua de este a oeste, de norte a sur y le doy a la bocha un toque artesanal, una especie de esferita chupada a la medida. Cierro los ojos para incrementar el placer que el contacto con estos sabores me deleita. Muerdo apenas, para no derrumbar la mezcla exacta. Chocolate – pienso. Dulce de leche granizado – exquisito- agrego. Me siento plena con mi elección, hasta que pasa un señor con un estridente anaranjado en un cono. ¿Qué sabor será? ¿Será más rico que éstos? ¿Y si la próxima intento probar con otros? ¿y si después de éste me queda espacio para más? El pensamiento ahora es el típico mono, salta de rama en rama, ¿ para qué siempre el mismo? ¿ para qué no arriesgar? ¿ y si cambio y me arrepiento? ¿ y si no me arrepiento nada? Estoy satisfecha pero no puedo dejar de pensar. ¿Cuando volveré a la heladería? ¿Tendré tiempo? Treinta y pico o quizás cuarenta años de chocolate y dulce de leche granizado…. aunque antes era chocolate y frutilla con crema…. ¡Cómo pasa el tiempo!…uno (yo) se acostumbra a los mismos colores y sabores… ¿aún me gustarán? o ¿ sólo me dejo llevar por la costumbre?…¿Qué sentirá ese tipo? Se me hace agua en la boca. Pero no por mis gustos, sino por el suyo. Su sonrisa desfachatada me hace sentir que estoy equivocada en mi elección. La próxima vez, sin duda, pediré el anaranjado. Iré al mostrador a preguntar ¿cuál es el helado de este hombre? ¿Flan? ¿Naranja a la crema? ¿Crema rusa? ¿Por qué le gusta más a él que a mí? ¿ Me gusta el chocolate? ….Si, me gusta…. Me quedo con este! y sin embargo: