7 de agosto de 2015

¡Ay por tus mentiras y secretos!

¿Cuántas mentiras pronuncias a diario? ¿Cómo las clasificas? ¿Piadosas? ¿Necesarias? ¿Pequeñas? ¿Obligatorias? ¿Por qué la gente miente? ¿Para no pagar consecuencias? ¿Para no romper la imagen? ¿Para pasar desapercibido? En líneas generales hay infinidad de finalidades acerca del por qué entre decir la verdad y mentir, la balanza en muchas ocasiones se inclina hacia la segunda opción. Quizás con la tranquilidad de que eso que dijimos no va a afectar a nadie; o si por el contrario afecta fue lo mejor que pudimos hacer frente a esa circunstancia. Lo cierto,  es que todo en la vida tiene influencia sobre los demás. Porque estamos conectados, aunque creamos vivir en una conciencia de separación. Cada quién lleva acuesta su inconsciente individual que forma parte ineludible del inconsciente familiar que está inmerso en el inconsciente social que está contenido por el insconciente universal que a su vez…está adentrado en el inconsciente cósmico…Y el inconsciente es ese espacio en el que se almacena la información, datos que conscientemente ignoramos pero que no por ello, no dejan de existir. Ahí está todo… incluso las mentiras cotidianas, los secretos, lo que callamos, lo que preferimos evitar… ahí están como fantasmas en el banco de suplentes, atentos a la espera de que surja un situación en la cual tengan la oportunidad de ser revelados. Así nuestras mentiras o secretos, aquellos no dichos omitidos por la fuerza de la vergüenza, el qué dirán o el miedo al rechazo; serán heredados a nuestros descendientes y ellos pagarán los platos rotos de nuestros hechos de hoy. Igual que nosotros, los de nuestros abuelos, bisabuelos, o padres. Integran la secuencia los tíos, tíos abuelos… Nadie se salva…
Si la abuela amaba a un tal Juancito, y se casó con un tal Pedrito – pensando siempre en el otro- es posible que si tengo alguna relación de fechas con ella, en mi línea de afinidad, mi vida amorosa sea un completo infortunio; pues el amor imposible de la abuela seguirá lamentándose a través de mis amoríos.
Por lo tanto, si tu deporte es mentir, ya sabes lo que vas a ir dejando de herencia.
Si te interesa saber sobre el tema, te invito a participar del taller MI ARBOL Y YO que se dictará en México, D.F los días 21 y 22 de agosto de este año.




2 comentarios:

  1. Creo que necesito un consejo ayúdenme xfi. Tengo 9 años d conoser a mi esposo y casi dos de relación 10 meses casados cuando éramos novios su del n tenia contraseña y compartíamos contraseñas de fb Pero desde hace como 2 meses su del tienen contraseña ya cambio la de fb y aunque le he dicho k x k la cambio me cambia el tema hoy decidi hablar con el al respecto y dice q es por privacidad solo que ya no se que hacer me causa mucha desconfianza por q el k nada debe nada teme lo amo mucho pero estoy peńsando en separme

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    1. Hola Maripoza... creo que lo que estás planteando tiene que ver con tus creencias acerca de lo que significa para vos el amor... y cuando algo no es de acuerdo a esa forma de pensar, te genera desconfianza. Yo creo que el tema de las contraseñas es un tema muy importante, dado que darte mi contraseña no implica quererte más, ni que sea fiel, implica solo darte mi contraseña. Creo que dos personas aunque sean pareja siguen siendo dos personas, y que tienen privacidad, tener privacidad no es temer, es simplemente tener privacidad. De hecho creo que las parejas que se pasan las contraseñas lo hacen desde el miedo, desde la demostración "no tengo nada que ocultar" y eso es una fantasía. Con contraseña o sin contraseña cada quién puede engañar al otro. La privacidad es fundamental para una relación de pareja. Puede ser que te engañe o puede ser que no... no tiene que ver con la contraseña tiene que ver con la relación. Saludos

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