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13 de febrero de 2024

Cartas y fotos rotas… el desamor


Lo mismo que nos enamora y seduce; es lo que al final del camino nos separa. Si me enamoré de él por su carisma y elocuencia; al tiempo me molestará su don de venderse todo el tiempo; si su bondad me atrapo, luego lo veré como un hombre de poco riesgo, permisivo y pasivo. Pasa en todas las relaciones; es casi inevitable. La belleza de esa mujer que genera envidia, se transformará en una pose superficial, en una Barbie insoportable. Somos esclavos de lo  que conquistamos.

 Y al cabo de unos meses o años, el temible huésped se asienta en la pareja. El desamor con su aire de indiferencia, frialdad y sarcasmo se acuesta en la cama como un tercero o tercera en discordia. El vínculo se torna fastidioso, un campo de batalla, en dónde los miembros sólo buscan motivos para afianzar su poder y ganar o al menos no permitirle ganar al otro. En este escenario el contexto diario es el perder –perder; “yo no soy feliz contigo, pero tú tampoco”. Y con el sabor mediocre de un victoria inexistente cada quién intenta seguir con la vida bajo el lema “acá no ha pasado y ni pasará nada”.

Muchos neófitos del amor, creen que es lo “cotidiano, lo necesario y riguroso en las relaciones de pareja”, la destrucción como fuerza para la reconciliación, y el acercamiento; pero nada más dista de la realidad.

No podemos construir sobre los otros. El desamor es la falta de “aquello a lo que nos comprometimos, o la presencia del temor, del miedo”. Así como el prefijo “des” – ( amor)  denota negación o inversión del significado; podemos sostener que la no presencia del amor nos para en el miedo.

Cuando existe desamor existe miedo. Es decir, comenzamos a vibrar pensamientos limitantes acerca de nosotros, o del otro; creemos que nuestra pareja no es lo suficiente o nosotros no lo somos; dejamos de creer en lo que nos une,  y por lo tanto creamos eso en nuestra casa.


Ese des-amor que algunos piensan que “es natural” de una convivencia de dos mundos; es la confluencia de dos mundos, -sí – que muchas veces en lugar de coincidir se evaden; es producto de la supremacía del Ego, la intención de marcar pautas acerca de cómo “son las cosas”; es la falta de calidad en la comunicación íntima; se sume en la no escucha; en el imperio de la individualidad y autosuficiencia, en el orgullo mal parido, en la pretensión egocéntrica de querer que los demás sean como nosotros queremos.

Hay mucho del estrés universal en el que estamos inmersos cada día, pero mucho más en la negación  humana de soltar la razón y ceder.




¿Cómo superarlo? Yo preguntaría ¿Cómo no caer en él? Porque desde el vamos podemos actuar en forma coherente a lo que deseamos con ese otro para que nuestro sueño sea una realidad palpable.

Y la clave es el respeto. Pero el respeto entendido en su  génesis, y no como un cliché comercial. Respeto, del latín “respectus” compuesta por el prefijo “re-” – “de nuevo, nuevamente” y “spectus” proveniente del verbo “specio” – “ver, mirar a”; “respeto como nuevamente ver ¿qué cosa? Mis acciones, mis conductas, mirarme a mí mismo; “respeto como de nuevo mirar a ¿quién? A ese otro que es diferente, legítimo y autónomo, y permitirle ser como es. Cuando en nuestros vínculos generemos aceptación, el desamor dejará de ser un huésped vitalicio. 





5 de diciembre de 2023

Escribir para sanar




A veces, las tristezas son tan profundas que las lágrimas se congelan como los tubos en paisajes nevados, así se cristalizan y convierten en pelotitas de energía que pesan y golpean el pecho como cascotes mal heridos provocando urgencia en el corazón roto. 

Es cuando las palabras callan, se desentienden de los sonidos, evitan pronunciarse, rehuyen a la fonética y las historias enmudecen; es cuando emerge la escritura con su capa de heroína y su cruz roja sanadora del alma. Emprende la marcha entre suspiros hondos, exhalaciones cargosas, y dedos ávidos de mover sus articulaciones. 

Tic, tic, tic, dice el teclado, o rasch, rasch, la hoja impactada con la punta de una tinta gruesa. Así, empiezan los primeros despertares que entretienen a la tristeza íntima, solitaria y pesada.

 Así ella, de a poco se deja asomar con una sonrisa con menos onda que una raya, pero uno sabe, porque la conoce que ese gesto es un breve aliento.

A veces, las tristezas son tan hirientes, que nos cortan por dentro.

Escribir es un acto sanador porque permite expresarnos, aterriza las emociones que sentimos, los pensamientos y nos convierte en un observador del observador que está siendo observado. Desde esta distancia es más simple encontrar soluciones.

Cuando nos acostumbramos al ejercicio de escribir como expresión terapéutica mejoramos la comunicación con nosotros mismos y aprendemos a gestionar nuestras emociones de una forma saludable y equilibrada.

Beneficios de practicar escritura terapéutica creativa.

Clarificación de Pensamientos: Escribir puede ayudarte a organizar y clarificar tus pensamientos. Al expresar tus ideas en palabras, puedes comprender mejor lo que realmente piensas y sientes sobre un tema.

Mejora de la Comunicación: La práctica regular de escribir mejora tus habilidades de comunicación. Aprendes a estructurar tus pensamientos de manera coherente ya transmitir tus ideas de manera efectiva.

Desarrollo de la Creatividad: La escritura puede estimular y desarrollar la creatividad. Al jugar con las palabras, explorar ideas y crear mundos imaginarios, puedes expandir tu mente y encontrar nuevas perspectivas.

Alivio del Estrés: Escribir es una forma de liberar emociones y reducir el estrés. Mantener un diario o escribir sobre tus pensamientos y sentimientos puede proporcionarte un espacio seguro para expresar y procesar emociones.

Mejora de la Memoria: La acción de escribir a mano está vinculada a una mejor retención de información y memoria. Tomar notas escritas puede ayudarle a recordar información de manera más efectiva que simplemente leer o escuchar.

Estimulación Mental: Escribir regularmente puede mantener tu mente activa y estimulada. La tarea de organizar tus ideas y expresarlas de manera coherente requiere un procesamiento mental que puede beneficiar a la salud cerebral a lo largo del tiempo.

y ¿Cómo te llevas con la escritura?


4 de octubre de 2023

Por nuestra salud mental

 
Desde el comienzo de la pandemia, el mundo ha experimentado una transformación profunda. ¿Ha sido para mejor o para peor? La respuesta a esta pregunta es subjetiva y depende de la perspectiva desde la que lo mires. Sin embargo, es innegable que la salud mental ha surgido como una preocupación creciente en este nuevo mundo. Las relaciones de personas que enfrentan ataques de pánico, ansiedad y un aumento en los índices de suicidio son alarmantes. La presión constante, la demanda de resultados inmediatos y la omnipresencia de la información en nuestras manos parecen haber vuelto en nuestra contra.

En esta era, nos hemos convencido de que nuestros sueños están al alcance de la mano, a la vuelta de la esquina. Pero, ¿qué sucede cuando la esquina parece estar demasiado lejos? ¿Por qué parece que el sufrimiento en este camino es más intenso que en décadas pasadas? La respuesta podría radicar en un pensamiento sesgado y confuso que se ha arraigado en nuestra sociedad. Nos han vendido la idea de que el éxito y la realización personal dependen exclusivamente de nuestra voluntad y esfuerzo. Sin embargo, la vida, en su esencia, es un guión que incluye experiencias injustas, incómodas e incluso ilógicas.


A veces, nos empeñamos en luchar contra esta realidad, y eso puede convertirse en nuestro peor enemigo. Nos castigamos y nos maltratamos por no alcanzar los objetivos que creemos que deberíamos haber logrado. Pero la vida es efímera, demasiado corta para cargar con un castigo constante. Si permitimos que la vida siga su curso, descubrimos que ya es lo suficientemente desafiante por sí misma.

Ha llegado el momento de madurar y dejar de lado las ilusiones que nos inflan. Es hora de abrazar la dualidad de la vida, aceptar que la tragedia forma parte de la comedia y que las frustraciones son tan naturales como los triunfos. Al liberarnos de las expectativas irreales, podemos acercarnos a un amor maduro hacia nosotros mismos y hacia la vida. En este viaje de autodescubrimiento y aceptación, encontramos la verdadera libertad y la paz interior que tanto anhelamos.






20 de febrero de 2023

¿Qué hice para merecer esto?


 Creo con toda mi alma que formamos la realidad en el sentido de la "interpretación que le damos a la vida." Hay cosas del decorado que las colocan otros con los que interactuamos o quizás tenemos contratos de alma. Es decir, sostengo que la vida es la sucesión de decisiones que implican acciones, omisiones, silencios, castraciones, repeticiones, culpa, juicios y otras yerbas que forman parte de la burbuja de influencia; luego, otros "extras" que vienen y van, que escapan de nosotros o nuestra conciencia, y que podemos "operar en milagros" reinterpretando la señal que nos envían. Tal vez, es un concepto más flexible de la responsabilidad, me adapto y se me hace justo. 

Cuando experimentamos cosas "malas" según nuestro tenor, pensamos ¿qué hice para merecer esto? Sentimos que toda la furia de un dios castigador ( inexistente) se hace un festín con nuestra pendeja vida; hasta que vemos, otras vidas, mucho más duras, mucho más tristes, y he pensado ¿que hice yo para no merecer eso?.

Cuando empecé a tener la capacidad de pensar en ambos sentidos, dejé de sentir la condenación de dios, y aceptar ( no significa agradable) lo que presenta credenciales frente a mí como parte de la experiencia de estar vivo.

A veces, refunfuño, gruño, otras me trago la lágrimas, pero la mayoría de las veces, suspiro como arremangándome el día y digo " let's do it" ( manos a la obra).

No tengo puta idea de cuál es el sentido de la existencia, a veces creo en el más allá y a veces deseo que no exista porque me da mucha insatisfacción pensar que "va de nuevo todo". Nacer, crecer, morir. Sólo pensarlo en algunos momentos me da mucho malestar. Otros me ilusiona.

Me doy cuenta que somos cíclicos. Vamos y venimos todo el tiempo.

Pero cuánto menos me aferro a la planificación del deber ser, mejor me resulta todo. 

No imagines un "resulta todo" del mundo, es un resulta todo del yo interior. 

Entonces ahora mismo, mientras se dejan oír la violencia del vendedor de tortas golpeando la carne para ablandarla debajo de mi departamento, una señora que compra "algo de fierro viejo que venda," la sesión de yoga de mi hermana, la notificación de WhatsApp Web, los ronquidos de mi perro, y la maravillosa música que elegí para escribir; me doy cuenta que todo se da en el mismo instante, y yo puede escoger "la furia de la contaminación auditiva" o" la emoción de tomar conciencia" que algún día no voy a escuchar nada de esto, de que nunca sé cuando será la última vez, de que además puedo escuchar mi voz dictando lo que tipeo, que mi corazón late fuerte, que gime el piso de madera, que tocan a la ventana las hojas de la jardinera, que se ríe mi silla en roce con el escritorio, y que en toda esta combinación extraña: YO PUEDO SENTIR PAZ. 

La paz es conmigo.

La paz nace en mí.

No es la paz del mundo.

No es la paz del ego.

Es la paz del yo. Del yo soy. De lo indivisible. De lo invisible. De la unidad.

Recapitulo.

Entonces, en este instante, estoy creando mi realidad. Mi personal ¿Cómo me quiero sentir con todo esto? ¿Cómo me quiero sentir con todo lo que no es? No es montaña de la vaca de Milka, no es el trinar de pájaros, no es una mansión, no es Hawái, no es la juventud, no es mirar sin lentes, no es tengo todo resuelto, no es mis sueños cumplidos, no es alegría desbordante ni circundante; es más una tristeza con sabor a miel, unos paños fríos, un corazón entre bradicardia y taquicardia, unos sueños en stand by, un camión de coca cola estacionando y paz.

Paz de ser.

Paz de ser.

Paz de ser.

Y escribo esto para vos, que tal vez no la estés pasando del todo bien. Para que sepas que incluso con eso, podes sentir la paz del ser. Cerrá los ojos y escucha el silencio del susurro de las estrellas de madrugada. 






15 de diciembre de 2022

Cuando el amor… truena

Últimamente parece que el amor dura menos que antes. En el ayer los matrimonios duraban años, décadas, hasta que la muerte física finalmente los separaba. Pero hoy ¿qué sucede?

¿Por qué las relaciones tienen una fecha de caducidad casi inmediata? ¿Por qué dura más una lata de atún que mi reciente intento de noviazgo? ¿Qué anda mal? ¿Será cierto eso de que el tiempo va más de prisa? ¿Qué los días tienen menos de veinticuatro horas? Y ¿Los años menos de trescientos sesenta y cinco días? ¿Atribuyo finales a los repetidos cambios climáticos y de la estratósfera?

Si mi bisabuela, italiana,alegre, decía allá por el 76 “a los hombres no hay que contarles todo” me pregunto ahora ¿esa sería la clave del éxito? 

Por donde miro, siempre hay romances truncos, como las carreras. Y miro siempre por acá, por allá, pero las más veces por acá, bien cerca de mí, y reflexiono, ¿Qué sucede con la vitalidad del amor que vive lo que una mariposa? Yo siento que el amor está en crisis. Quiero decir, los seres humanos en relación al amor de pareja. O tal vez hilando más fino, las mujeres – nosotras – en relación al príncipe azul. Por supuesto que lo de príncipe si es cinismo; por fortuna cada vez son las menos la que creen en esa caricatura del hombre perfecto.

Si nuestras mujeres antepasadas llevaban a cabo la obra maestra del amor eterno – léase eterno como “mientras los miembros de la pareja vivían” ¿Qué nos falta a nosotras? ¡Paciencia! ¡Paciencia! – imagino que dirá algún que otro “abuelito” pero yo creo que más que faltar nos sobra; y no me refiero a la paciencia sino a la voluntad de decir BASTA.

Si bien es cierto que muchas mujeres aun no estan listas para poner el grito en el cielo, las maletas en la puerta, y los limites en sus vidas; otras tantas de nuevas generaciones, con posibilidades de estudio, herramientas de vida, y conocimiento personal ya no permiten las mismas situaciones que antes – las de ayer – “vivían con naturalidad”. Hace unos días una participante en un entrenamiento vivencial que estaba impartiéndome dijo: “Es infiel porque es trailero”. Cómo si entre la profesión y la infidelidad existiera una conexión lógica y natural.

Tal vez el amor truena más cruento en estos tiempos porque las mujeres hemos ganado batallas que han permitido romper creencias obsoletas y rediseñar nuevas interpretaciones respecto de lo que es “ser mujer-ser pareja-y el amor”.

Aunque sigamos en un contexto crucial en relación a la violencia de género, los movimientos de apoyo, los instrumentos legales, las voces unidas de todas, genere día con día un levantamiento de liberación contra la opresión del pensamiento masculino.

Hemos aprendido ha decir “No” cuando queremos decirlo, pues sabemos que de lo contrario nos decimos “No” a nosotras mimas; que el amor principal es el que podemos proporcionarnos a nosotras , que es válido disfrutar de la sexualidad, que tenemos derechos de tener nuestros espacios personales, que no somos la pertenencia de nadie, que valemos; que ese valor es adjudicado por nuestro ser; que podemos estar solas –simplemente elegimos compartir con una pareja-; que no requerimos de nadie que nos venga a rescatar de ningún hoyo; que en nuestras manos están todas las herramientas, que un clavo saca a otro clavo – que la única persona imprescindible soy yo – qué podemos volver a empezar todas las veces que queramos.

Hoy las relaciones son más susceptibles, porque uno de los miembros de la pareja, se ha despertado. Sé que no sucede en todos los casos; pero sucede en muchos.

La honestidad emocional es una bomba que en las parejas se sucede con franqueza. Las mentiras, las traiciones, las infidelidades, el maltrato, la humillación, no son monedas corrientes que pasan inadvertidas.

Las mujeres ya no quieren saber de eso; y cuando sucede, lo dicen. Comenten lo que les pasa; se explayan, buscan nuevos acuerdos, fortalecen pactos, pero ya no están ciegas-sordas-mudas.

Quizás suene muy utópico mi artículo; no somos todos; pero somos muchas las que hemos y estamos despiertas. Apoyémonos y juntemos fuerza para seguir despertando a las que están dormidas. Todas juntas son mejores. Todas juntas podemos cambiar la educación de los niños de hoy para que sean grandes hombres de mañana.




12 de noviembre de 2022

RELACIONES SANTAS

 

  Te invito a que reflexiones por unos minutos!!!

¿Alguna vez has pensado por qué sufrimos tanto a lo largo de la vida? Quizás en este momento puedes sentir “No es tanto” porque tal vez ya pasó la fuente que activa tu padecimiento, pero cuando se activa otra vez, de nuevo saltas a la acción de la desesperanza, de la injusticia, del reproche.

Has pensado ¿Por qué a mí? Y has justificado “Yo he sido buena, honesta, trabajadora, solidaria” y así vives en un sinfín de preguntas y excusas para poder comprender porque las cosas salen mal.

Lo cierto es que todos los seres humanos sufrimos porque nuestro EGO nos ha enseñado a eso, a partir de su más impresionante creación: LA DEPENDENCIA.

Todos somos dependientes. En mayor o menor medida, pero lo somos. Dependes tal vez de una pareja, o de la necesidad de no tenerla para no meterte en problemas, de un trabajo, de un salario, o de una dieta, de un estilo de vida, de un consejo, del sexo, de tu familia de origen, de tus hijos, del título que tienes enmarcado, de tu imagen, de la opinión que los otros expresen hacia ti, de tus amantes, de la comida, de Netflix, del tabaco, del alcohol, de comprar por Amazon, no importa lo que sea, pero estamos “Pendiendo” colgados de algo.

Un algo que según nuestra cabeza nos hace mejor, nos pone felices, nos desestresa, nos da endorfinas, nos presta calma, nos entretiene, despeja, alimenta, balancea, enriquece, alivia, enorgullece, beneficia.

No importa lo que es, lo que es interesante es comprender que cuando le damos esa categoría a algo que está fuera de nosotros, es cuando perdimos el juego.

Aquello que nos provee “bienestar” algún día no estará más. Se rompe, se desgasta, se va, se asfixia.

La vida tiene eso de que todo lo que obtenemos, un día se pierde.

Es su ley. No puedes contra ello.

Y cuando la ley se cumple, aparece el sufrimiento.

Si aprendemos a soltar la magia que el exterior nos representa, si pudiéramos entender que nada depende de afuera, sino siempre todo es adentro; podemos tener preferencias, pero no dependencia.

Son dos cosas diferentes.

Puedes preferir tener una cena íntima con tu pareja, pero si tu pareja está con trabajo no te mortifica.


Puedes preferir ver una película en las noches, pero si se corta la luz no armas un escándalo.

Puedes preferir que tus hijos pongan la mesa, pero si no lo hacen no te enojas.

Puedes preferir pasar el tiempo con tus padres, pero si ellos quieren hacer otra cosa no te sientes rechazada.

Puedes preferir hacer una dieta saludable, pero si la rompes porque tienes un evento no te castigas.

Puedes preferir hacer ejercicio, pero si un día no lo haces no te obsesionas.

Se trata de aprender a disfrutar la vida sin buscar “quedar bien con la vida”

De saborearla en toda su expresión, en lugar de morderla a pedacitos miserables.

Sólo así podremos tener una vida con relaciones santas.

Relaciones Santas es un término acuñado de UCDM (Un curso de Milagros) y significa "Santo" completo. 

Es decir, RELACIONES COMPLETAS. 

¿Te atreves?



 

5 de julio de 2022

¿Odias a tu cuerpo?

 


"Bueno, bueno, bueno, "odiar, odiar, odiar, cómo que no", sólo que me gusta ducharme con luz apagada, cubrir los espejos de la casa y cerrar los ojos cuando paso por una vidriera que puede insinuar mostrar mi reflejo." ¿Te suena?

La mayoría de las mujeres "Odian" del verbo NO ME GUSTA MI CUERPO conjugado en el presente "por".... porque tiene celulitis, porque tengo muchas chichis, porque tengo pocas, porque estoy flácida, porque mis nalgas están para adentro, porque la panza del embarazo, porque engordo de solo respirar, porque mi piel tiene manchas, porque soy delgada y no engordo, porque mi piel es grasa, porque mi cabello se cae, porque tengo llantitas, porque mi panza siempre está inflamada.... y ( por favor continua con gusto la lista)

Pero¿Por qué odias a tu cuerpo? Digo, en realidad, ¿Por qué lo odias? Odiar significa rechazarlo. Es un rechazo muy profundo. ¿Por qué lo odias? ¿Por tener sobrepeso? ¿Por no adecuarse a lo que dicen que debería ser? ¿Por ser diferente a lo que anhelas? 

Pero, ¿Crees que tu cuerpo es responsable de eso? Puedes con una dosis de cinismo negador, decir que si, pero sabes bien, que  ¡tú eres la responsable!

Ok. Ok. Responsable no es ser "Mala chica" es ser la causa y fuente de la realidad de tu biología. De una manera u otra, has cooperado con el tiempo para que tu cuerpo luzca diferente a lo que te agradaría. Y digo con el tiempo, porque "Lo que es del tiempo, le pertenece al tiempo." Es hora de aceptar que no tendrás los pechos turgentes por siempre, los glúteos que te lleguen a las cervicales o la piel de porcelana. Aceptar es madurar. 

No obstante, volvamos a lo que tu has hecho por acción o por omisión. Y la realidad es que has abusado de tu maravilloso cuerpo, aunque sientas, a veces, que es al revés. 

Tu cuerpo ha funcionado incondicionalmente para ti, incluso cuando le has puesto grandes obstáculos como la comida chatarra en exceso, el alcohol, el mal descanso, abuso de sustancia, el sedentarismo, y el magno estrés. 


Ha soportado TODO TODO lo que le has dado y ahora ¿Lo ignoras? Tu cuerpo es como una maleta repleta de todo lo que le has echado. 

¿Qué le has tirado encima más allá de la realidad física? Digo, no son esas papas a la francesa que te comes de vez en tanto, son los constante extremos, las conductas compulsivas, los excesos frecuentes. 

Y tu mejor forma de abusar es a través de tus emociones "de miedo" reprimidas. 

Tu cuerpo, tu maleta, te recuerda todo lo que escondes. 

¿Cómo te cae eso? 

y ¿Qué escondes? ¿De quién te escondes? ¿Qué buscas tapar en realidad? ¿Qué te da tanto miedo?

Tu cuerpo solo activa el recuerdo dormido de todo lo que cargas. Y en una vida, finita y caduca, hemos aprendido a cargar con mucho para creer que todo tiene una finalidad y la vida es eterna. Porque si lo piensa bien, ¿Te amargarías porque alguien no te llama a sabiendas que puedes morir antes de que suene tu móvil? ¿Te lanzarías al drama porque no te aman más con el conocimiento de que puedes morir en cualquier instante? 

 Tu cuerpo es inocente, míralo, disfrútalo, sin importar, ahora mismo, su morfología. Ella es resultado de tu interior. Tu cuerpo habla de cómo vives en tu interior. De lo que te sobra y de lo que careces. De alguna forma es una metáfora de la conciencia que quiere que observes lo que te niegas a ver. 

Cuando te atreves a confrontar, a hacerte cargo, a amarte, ya no hay necesidad de que seguir reteniendo cosas para sentir seguridad, ¿entiendes?

Lo único que tienes que hacer como solución es AMARTE. Dejar de dar vuelta en comparaciones y conjuros. Sólo AMARTE. Porque cada vez que no lo quieres mirar, no te miras. A esta altura deberías comprender que TU CUERPO eres tu. Tu eres tu cuerpo. No es un accesorio. Sino una parte fundamental de estar en esta realidad física. 

¿Y ahora qué? Amarte es fundamental para amar a los demás, ya lo dijo tu hermano pelilargo "Ama a tu prójimo como a ti mismo" pero lo dijo con el afán de que tomes la función de amarte de manera responsable, de lo contrario "pobrecito de tu prójimo" ¿Verdad?

¡Formas simples para aprender a amar a mi cuerpo y por lo tanto amarme!

1) No hagas dietas, es cómo estar castigado por ser mal alumno. Busca una nutrición a tu medida, es decir, ¿vegano? ¿vegetariano? ¿Keto? ¿Crudivegano? ¿Libertano.? o la que más te agrade. Y simplemente vive ese estilo de vida. Ten paciencia hasta que te acoples. Roma no se hizo en un día.

2) Realiza ejercicio con frecuencia, sobre todo con peso, peso extra o tu propio peso, esto te ayudará a eliminar grasa y crear musculatura. No enloquezcas con el cardio, es importante que sepas lo que haces. Hacer ejercicio es más que mover el cuerpo o sudar. Si vas al gimnasio consulta con el entrenador de piso. Si te interesa una entrenadora a medida te recomiendo a NATALIA COACH.

3) Date tiempo y lleva un diario. No imaginas lo maravilloso que puede ser ESCRIBIR!! contarte a ti misma lo que estás sintiendo, vivenciando, experimentando. Esta actividad ayuda a tu mente a encontrar el equilibrio entre el pensamiento lógico y el simbólico, sirve como ejercicio de meditación y armonizador natural. 

4) Medita al menos 2 minutos al día, tendrás como beneficios: mejorar tu respuesta de estrés, aumentas tu conciencia personal, optimizas los recursos emocionales, obtención de mayor enfoque, desarrollo de habilidades de inteligencia emocional, paz interna, mejores relaciones interpersonales. 

5) Activa tu mundo personal, ¿Qué te gusta hacer? Hazlo. ¿Cantar? ¿Leer? ¿Dibujar? ¿Idiomas? ¿Bordar? Regálale a tu vida un tiempo para sí misma.

6) Aprende. Sé curiosa. Renueva tus distinciones. La velocidad de la actualidad vuelve obsoleta lo que aprendiste ayer. ¿Quieres estudiar conmigo? Te dejo el enlace de mis certificaciones. Puedes escoger modalidad grupal o consultar por las certificaciones con modalidad individual. Quiero aprender a dar terapias holísticas! ¡Quiero estudiar mi árbol familiar!

7) Practica la técnica del espejo. Cada vez que te encuentres frente a un espejo di "TE AMO, DE VERDAD TE AMO HERMOSA." Al principio, puede sonarte "hueco" pero con el tiempo sentirás un profundo regocijo.

8) Cada vez que te escuches hablando mal de ti, frota tu dedo pulgar por tu entrecejo diciendo con voz segura "borrado cancelado." Es un anclaje de la PNL para borrar la información limitante que en el automático introducimos.

Esto ha sido todo por el momento, si quieres saber más, busca y encontrarás información valiosa dentro de este blog, también te invito a conocer mi web: www.talleresadistancia.com 

Si quieres contactarme de forma directa para consultarme respecto de terapias, talleres, capacitaciones o llevar mis certificaciones a tu centro, spa, empresa, club, grupo de amigas, puedes hacerlo al WhatsApp +525534551888

Gracias por tu tiempo!

Te abrazo, recuerda, ya eres mariposa de luz!