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29 de junio de 2022

¿Cómo superar la falta de motivación?


Para poder trascender la falta de motivación tenemos que ubicarnos en el contexto real de lo que es la motivación. La gente a veces confunde ideas y se mal piensa que la motivación es el entusiasmo, las ganas irrefutables, la energía carnavalesca, la pasión sin límites. Y en realidad todo ello es un conjunto de expresiones y sensaciones que solemos manifestar cuando estamos a gustos con la vida, con nosotros mismos y con el entorno. 

La motivación, en cambio es otra cosa. Motivación viene del latín “moveré” y significa “movernos de…” de lugar físico, de lugar mental, de lugar emocional, de relaciones, de costumbre…. Todo aquello que nos “mueve” que nos agita el “tapete” es una fuera de la motivación. 

Por eso no necesitamos “superar o trascender la falta de movimiento” porque si hoy en tu vida “no hay ritmo” es porque no existe la “necesidad” de hacerlo, incluso cuando opines lo contrario. 

La motivación es la voz interna que susurra “algo hay que hacer”, cuando falta es porque nada hay que hacer o nada falta. Podrías pensar “a mi me falta motivación para adelgazar” y la respuesta es ¿Lo crees realmente? ¿Crees que te falta un murmullo interno que te diga has la dieta para estar saludable? O en todo caso lo que te falta es el “motivo” detrás de la dieta. Es decir, ¿Qué encontrarás detrás de la pérdida de esos kilos? Y si bien, puedes decir “que te sentirás ligera, que te verás más guapa, que tu colesterol bajará, que tendrás más ligue” esos argumentos no son lo suficientemente fuertes para moverte a la acción. 

No falta motivación, te falta un sentido. Una orientación. Un compromiso. Y sobre mucha queja, demanda hacia la vida que no te ha concedido tus sueños.

La aparente falta de motivación es a menudo un reclamo infantil, un tirar la toalla, un no quiero jugar más con estas cartas, y es perfecto, pero ¿Qué quieres? 

Todo el tiempo, todo tu hacer es motivación, tu desdén, tu apatía, tu pereza, son expresiones de tu motor. Eso es la motivación el impulso que te lleva a no hacer tu ejercicio pero si a mirar todo el día una serie con cara de amargura. La motivación es desde la ontología del lenguaje la inquietud que nos permite movernos hacia adelante, hacia el curso de la vida, el caudal de la supervivencia.

¿Cómo superar tu motivación negativa? 

Eres un bicho de costumbre, cuánto más abraces el desamor hacia el todo, más lo vivirás. Entonces manos a la obra:

¿SIENTES BAJÓN? 

SAL A CAMINAR, sin celular, sin música, sal a caminar por la calle y observa la naturaleza, el cielo, las hojas de los árboles, hasta llegar al punto de perderte en ese escenario y no tener conciencia de ti porque te has fundido con lo vasto e inmenso. 

PRACTICA DEPORTES DE DESPLAZAMIENTO, corre, trota, nada, camina a velocidad, ahora no es paseo.

LLEVA UNA RUTINA DE EJERCICIO, el ejercicio nos permite conectar con nuestro chakra 1 que es el raíz, nos da seguridad, y permite que nuestra energía se armonice a través del movimiento.

¿Quieres saber más? Conoce a Natalia y su historia de vida!!! Te va a movitar!

TRABAJA LA TIERRA, cultiva, cambia brotes de tus plantas de maceta o simplemente has un hoyo en la tierra mojada y húmeda y siento eso entre tus manos.

ELIMINA EL AZÚCAR PROCESADO de tu dieta, reduce el consumo de harinas con gluten, y el exceso de frutas, prefiere frutos rojos como las fresas, las zarzamoras, las frambuesas, son las frutas que activan el borrado de memorias heredadas

MEDITA al menos 5 minutos al día, cierra los ojos y escucha tu interior, tu silencio y la paz oceánica que eres pero que a menudo olvidas.

Si quieres saber más, contacta mi web VISITA MI WEB


9 de junio de 2022

¿Qué es la culpa?


Te regalaré mi concepto de culpa  que dice "culpa es la capacidad única de limitar el potencial de forma  arbitraria." Es decir, a través de la culpa vamos cortando el potencial que tenemos en esencia y que  por sobre todo desconocemos. Lo hacemos de manera "arbitraria" porque hace referencia a mi subjetividad. Limito aquello que juzgo no es como debería ser. La culpa es un programa  por lo tanto de DESVALORIZACIÓN que surge de la PERCEPCIÓN, es decir de la forma de relacionarnos con la vida desde la mente y los sentidos. Cuando nos sentimos "culpables"no des-valorizamos, nos restamos valor, consideramos que "hay algo malo" en nosotros, algo por exceso o por defecto, pero la culpa indica que "somos diferentes" y eso "no arrebata valía."

 Así cómo observamos la vida, ahí afuera, así es la vida aquí adentro. Es decir, eso que te acongoja está dentro tuyo, y cómo duele, lo proyectas, lo expulsas al exterior, es como barrer la basura de la casa, sacarla a la puerta y pretender que no es tuya. Esa forma de barrer se llama PROYECCIÓN. SENTIR CULPA es sentir que hemos PECADO y pecado en su etimología significa "error."La culpa nos lleva a CARGAR CON ALGO…con un error que hemos cometido por pensamiento, sentimiento, palabra, acción u omisión. 

La culpa es un PROGRAMA O UNA PROGRAMACIÓN ARCAICA, ancestral que tiene fines de supervivencia. Culpar es culparse. Entonces PROYECTAMOS Y PERCIBIMOS, tiramos la basura fuera (proyección) y nos quejamos de la mugre que hay (PERCIBIMOS, es decir JUZGAMOS).Y en esa percepción errónea comienzan los pensamientos de castigo, porque la culpa siempre BUSCA CASTIGO. 

TODOS tenemos CULPA, hombres y mujeres, toda la especie humana, es una CULPA subconsciente, secreta, silenciosa,ancestral, histórica,  que ni siquiera sabemos que tenemos. Si ahora te pregunto ¿De qué te sientes culpable? Quizás tu respuesta sea de NADA. Sin embargo, si nos tomamos un tiempo de reflexión empezarían a salir las situaciones en las que la CULPA es ama y señora de tu vida. 

La culpa es la piedra fundamental del EGO, y ¿qué eres tu? Tu eres EGO. El ego es susceptible de muchas acepciones, y siguiendo la línea de pensamiento de este post y la filosofía de UCDM (Un curso de Milagros), el EGO es la personalidad, la suma de tus pensamientos conscientes y subconscientes y tus sentimientos. 

Ese EGO nos hace creer que existe algo denominado SEPARATIVIDAD, y desde este contexto toda la vida se vuelve un campo de fútbol, con bandos, con lados en los que estar, con posturas, puntos cardinales, direcciones, buenos y malos. 

En la separación, surge la culpa. En la simple pregunta ¿A quién quieres más? ¿A mamá o a papá?  Surge la culpa. La culpa como la creencia de que lo que sentimos, pensamos, actuamos, y somos tiene algo "maligno".... 

¿Cuál es tu culpa principal? ¿Qué te hace sentir culpa? ¿En situaciones la sientes? ¿Cómo te castigas? 

Si quieres conocer más acerca de mi trabajo te invito a www.talleresadistancia.com 




7 de junio de 2022

¿Cómo sanamos el árbol?


Los genes que nos heredan traen las historias del linaje entero y eterno. Hombres y mujeres cabalgan por nuestro ADN con sus historias fallidas y triunfantes. Sueños, fracasos, temores, riesgos, traumas, rebeldías son la materia prima de la esencia humana. En esa escritura molecular se narra la biografía de cada fruto del árbol. Cuentos fantásticos, dramas, novelas policiales, comedias románticas nos constituyen. ¿Quiénes somos? Todos ellos. Sin importar la contemporaneidad, todo está escrito en la mente fusionada de la genealogía. Escribimos el libro ahora mismo, sentados en una silla que es el presente y colocamos personajes nuevos, con paisajes diferentes, pero el guion es el mismo. ¿Y para qué se repiten los guiones? Para expandir el sentimiento de pertenencia, para contar con recursos que nos permitan sobrevivir, para liberar conflictos, para reparar, para compensar el dolor, para equilibrar energías y para sanar el árbol. ¿Cómo se sana el árbol?  Perdonando. 

¿Te gustaría comenzar una nueva vida? ¿Alivianar tus maletas? ¿Soltar el equipaje? ¿Volver a escribir una historia sin dolor ni sufrimiento? Más información

Perdonar implica aceptar la información que tenemos en nuestro interior. Dejar de emitir juicios, de pensar que se equivocaron, que no debieron. Es comprender que no pudieron hacerlo diferente. Que el nivel de entendimiento del árbol en ese momento sólo los habilitaba a ejecutar por acto u omisión lo que hicieron. No es “justificar,” no es “aceptar a regañadientes,” es abrir el corazón y comprender desde el amor real. Ponernos en el lugar de ellos y decir “yo en tu lugar hubiera hecho lo mismo.” Cuando nos ponemos honestamente en el lugar de los otros vemos el mundo desde sus ojos. Nadie en su sano juicio elige para sí el DOLOR.  Pero ¿Quién tiene sano el juicio, si la mayoría de ellos son de otros? Nuestra mente subconsciente evalúa la vida a través del dolor (relativo a lo biológico) y el placer. Hará lo necesario para mantenernos lejos del dolor, incluso cuando eso te aleje del placer genere sufrimiento (dolor emocional). Siempre actuamos como podemos. No es una relativización. Es un hecho. Siempre escogemos lo mejor pese a que a primera impresión parezca contradictorio. El perdón que conocemos es el perdón ególatra de la persona buena. Perdonamos porque somos mejores. Estamos en jerarquía. Este perdón no perdona, no libera, no sana. Sólo incrementa la brecha entre el damnificado y el opresor. Es una postura de falsa bondad que nos re-victimiza y permite saborear el sabor de la venganza. No perdonamos, porque no sabemos que es el perdón. Creemos que es una forma de exonerarlos de la ejecución del acto o un indulto que nos pone en desventaja. Sufrimos una vez por sus actos y ahora sufriremos por el perdón. Sin embargo, eso no es perdón. Eso es un pase de factura, una revancha, un modo de control que el herido tiene sobre el agresor. Es un juego macabro entre la víctima y el victimario, la justicia por manos propia y el arrepentimiento. Pero el perdón real en sí es un alivio para quién lo otorga. Cuando perdonamos desde el ego, decimos “Cómo soy más bueno que tú, te perdono, te libero de ese tremendo mal que me hiciste, y por si acaso, lo recordaré, para que no tengas ganas de volver a hacerlo”. Uno es bueno y otro es malo, es la historia de nuestras vidas. 

Siempre en algún momento estuvimos en ambos papeles. En el mundo de la forma, el sistema de pensamiento es dual y genera en la mayoría de las veces situaciones de culpabilidad que nos lleva a etiquetar a las personas como MÁRTIRES O VICTIMARIOS. Esta separación es la que nos aleja de la fuente del autoconocimiento, de nuestra esencia espiritual y energética. El perdón cuántico, es el perdón en el que entendemos las reglas del INCONSCIENTE que dice EL OTRO no existe. Por lo tanto, ¿A quién perdono? ¿Quién me ha hecho mal? Es el perdón del AMOR real y de la abundancia. Procede cuando entendemos que no hay nada que perdonar porque todos estamos haciendo lo que nos corresponde en relación a la mente que vibramos. Y si me siento traicionada por alguien, entonces perdono la situación, perdono “mi autocastigo” a través del otro. Puedo aprender a ver a ese ser como un espejo que me permitió descubrir lo que había en mí e ignoraba. Esto de ninguna manera implica que los delitos prescriptos en los códigos de cada Nación se pasen por alto. El perdón opera en tu interior, es un estado de conciencia, no es un acto en el mundo físico. Perdonamos en lo profundo de la mente, es una experiencia de conciencia, una expansión. 

Dejamos de identificarnos con el dolor y la víctima para responsabilizamos por lo que vemos. El perdón rechaza la idea de “me lo hizo a mí” porque “y la larga lista de explicaciones que nos auto-limitan”. No me hizo, lo hizo porque pudo, porque tenía esa conciencia, porque poseía esa información. Siempre hay otro al que le proyectamos lo que no queremos; el concepto de justo o injusto que esto pueda detonar en ti es irrelevante. ¿Quieres saber más sobre el estudio del transgeneracional? 

Tenemos una tendencia a encajar todo en nuestras etiquetas. Lo cierto es que la vida es lo que sucede, incluso sin nuestro permiso. Desde el ego, juzgamos que los ancestros carecen de valor por su falta de cercanía con nuestra historia personal. Ellos fallecieron antes de que naciéramos o sin dejar rastro o nadie los recuerda o se sabe poco. Y esa sucesión de infortunios, de dolor callado, de voces sesgadas son las que llevan al inconsciente biológico familiar a gestar la fertilidad para que surjan miembros capaces de llevar a cabo las odiseas que los olvidados no pudieron. Todo árbol lleva consigo un Ulises queriendo volver a Ítaca. En su regreso será confundido, atrapado, seducido por conflictos y trampas genealógicas. Liberarse de ellos será la victoria personal que conquistará la vida de las generaciones futuras. No estamos solos, coexistimos vivos y muertos, rodeados de espectros, fantasmas, seres invisibles que forman parte del árbol. Y nosotros, somos el árbol. Somos las anécdotas, las historias, los traumas, los síntomas, los tabúes reeditados.







2 de junio de 2022

¿Qué significa ESTRESARNOS?


El estrés es una respuesta de defensa que tenemos cableada en el organismo. Es reacción comienza en la amígdala cerebral, es nuestro detector de humo, ubicad en el sistema límbico fuente de las emociones, memoria a largo plazo, y almacén de codificaciones de emociones negativas. Cuando estamos "estresados" estamos en un programa que se denomina SUPERVIVENCIA, sea real o simbólica, nuestro organismo lo vive en términos de viva/muerte, y pone en marcha todas sus estrategias para defenderse, incluso cuando en el afán de la protección, la solución sea mortal. 

¿Te gustaría sentirte cada día mejor? ¿Más energía? ¿Descansada? ¿Creativa? 

Cuánto más te estresas, más rápida es la respuesta de tu cuerpo en la próxima circunstancia. ¿Qué es lo que te estresa? Cualquier situación que interpretas como amenaza. Y da lo mismo si es un hipopótamo sin paracaídas cayendo directo sobre tu auto recién lavado o un pensamiento recurrente de que "no sirves para nada."

A la naturaleza, la fuerza opresora le da igual. Lo único que busca es proteger la vida que somos.  Desde la genética cada pelea, discusión, "mala sangre" que te haces, impacta en el trabajo de tus genes. Tus rabietas, berrinches, o episodios de víctima apagan constantemente genes que están haciendo lo suyo para mantenerte en equilibrio. Sin embargo, la interrupción constante y continua los debilita y propicia y acelera el envejecimiento de tu biología.  


Hoy conocemos una característica muy importante de nuestro CEREBRO, la NEUROPLASTICIDAD.

La acupuntura sin agujas, E.F.T. Tapping, es una poderosa técnica de reprogramación del sistema límbico, controla las asociaciones contextuales del hipocampo y "considera que las situaciones que vivimos no son amenazas reales" y por lo tanto, cambia la reacción. 

El tapping estimula puntos de acupuntura desactivando la información, descodificando la respuesta arcaica. ¿Te gustaría aprender sobre esta técnica? Si quieres saber más, puedes darle click a esta información QUIERO ESTUDIAR EFT 

Te invito a mis espacios

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17 de mayo de 2022

Leyes universales y la pareja


Las leyes universales son las leyes que permiten el funcionamiento del universo, mantienen su orden, su caos, su expansión, y contracción tal cuál lo conocemos y no podemos escapar a ellas, incluso cuando la ignoremos. Todo es un GRAN TODO en el que estamos inmersos, pese a ver sólo una parte del decorado.Las leyes que afectan nuestros vínculos de pareja, son la ley de polaridad y la de correspondencia.  Afectar, significa, que vivimos las experiencias amorosas en relación a su singularidad existencia. La ley de polaridad dice que en este mundo físico todas las cosas tienen dos polos, y que los extremos se unen. En otras palabras, todas las cosas siempre son dos cosas. El  todo que es el universo tiene en su centro intrínseco y sin posibilidad de separación la energía de lo femenino (ying) y la de lo masculino ( yang), por lo tanto, este juego aparentemente dual está presente en nuestros emparejamientos. Cuando vibramos en una frecuencia de sumisión, miedo, dependencia, inacción, necesidad de control, sostenida por un sistema de creencias que nos susurra “Nada me sale bien” “Sola no puedo” “ Me cuesta confiar en los demás” “La gente es peligrosa” “Siempre me traicionan” “El amor duele” “Me matan los celos” “Soy fea” “Nadie me quiere” y muchas más en esa tendencia y experiencias como infidelidades, maltrato, abusos, violencia, fracasos; inexorablemente vamos a atraer a nosotras una pareja que vibre en la misma frecuencia pero en el polo adverso. Así el universo encuentra su totalidad uniendo por un lado a una víctima y por el otro, a un victimario. Y entre ellos, pese a que actúan uno como una buena persona con mala suerte y el otro, como un ser despreciable, ambos son lo mismo, dos seres impregnados de sufrimiento, estancados en la posibilidad de vivir plenos y en paz. Andan por la vida echando culpas, que luego regresan a ellos, como un bumerán sin tomar conciencia del “por qué” y del “ para qué.”Por eso, a través de la ley de correspondencia, diremos que esa mujer maltratada tiene la pareja perfecta. Porque PERFECTO significa que se CORRESPONDE con la información que tiene.¿Qué información? La que ha recibido de su clan, de su árbol genealógico. Si esta mujer, en el pasado siendo un bebé, vivencio un ambiente familiar en el que sus padres se vinculaban desde la dinámica VIOLENCIA/CONTROL/PREMIO/CASTIGO; siendo una adulta no puede crear para su vida otra cosa, puesto que se le ha enseñado que eso es la vida. No alcanza quedarnos con esto y culpar a los padres. Ellos hacen lo que pueden con la conciencia que tuvieron. Sólo hay que verlo y trascenderlo a través de la práctica de un desarrollo del autoconocimiento. Aprender a entender que ella no es eso que le enseñaron. Elevando la conciencia, el conocimiento de nosotros mismos, se eleva la frecuencia de nuestra energía y nos ponemos en condición de atraer del campo cuántico otras oportunidades acordes a lo que estamos irradiando.

¿Cómo elevar nuestra frecuencia para cambiar la información? Hay infinitas posibilidades, voy a compartirte las que tienes a mano sin salir de tu casa:

1) Ponle fin a las relaciones que no traen paz a tu vida y olvida el famoso "pero lo amo"

2) Ponle fin a las manifestaciones personales de "pereza" y ponte a hacer lo que ya sabes que quieres o debes o tienes que hacer

3) Ponle fin a los pensamientos arcaicos de resentimiento, suelta la mochila y perdona, que no ganas la lotería por no perdonar ni vives más feliz, sólo te desgastas y enfermas, y lo que es peor contaminas al planeta con tus quejas y miserias emocionales

4) Ponle fin a tus sueños no vividos, aprende a soltar lo que no fue, lo que no ha sido y por mucho que te hubiera encantado, suelta, la vida se nos escapa de las manos, es demasiado breve para que sigas suspirando por lo que en esta encarnación no sucedió, al menos hasta ahora. 

5) Ahora que ya pusiste el freno y dijiste "Fin" es la hora de los créditos, es decir de los agradecimientos... agradece, agradece y agradece.... No busques nada para agradecer, agradece, agradece, agradece, todo, sin distinción si tu mente dice "¿se puede agradecer un pozo de celulitis?...porque la idea de agradecer no es conectar con la forma o lo material sino con el ESPÍRITU GRATITUD.

6) Sonríe, sonríe, y si es necesario, aplica mi sonrisa falsa, te la presto, la uso para los ejercicios de yoga facial y levantar la comisura de los labios, extiende tu boca hacia arriba mientras haces lo que sea, y mantente así, que para caras de culo ya hay mucha gente en el mundo. 

Cuando nos entrenamos a dejar de ser las que éramos, dejamos de serlo e indiscutiblemente la información no se corresponde con nosotras porque como dice mi amado Pablo "Nosotras las de antes, ya no somos las mismas!".



17 de febrero de 2022

¿Por qué sufrimos siempre por lo mismo?

 


A veces la vida parece un círculo vicioso y odioso. Todo parece resumirse al hecho de que siempre que sufrimos, lo hacemos por lo mismo, aunque en apariencia no lo sea. 

La mente racional, como es lógica, busca que cada pieza del rompecabezas, sea claro y recíproco; pero ya sabemos que la vida es simbólica, misteriosa y maestra; y siempre que algo se repite, trae un mensaje.

El sufrimiento, probablemente sea uno de las lecciones de la humidad. ¿Qué es lo que nos hace sufrir? Más allá del conflicto puntual, malas elecciones, relaciones tóxicas, apego emocional, dependencia afectiva, creencia limitantes, conflictos de dinero, mala suerte en lo laboral, enfermedad física, y muchas otras etiquetas; la carta magna de todo está en la PROYECCIÓN.

¿Qué es lo que acostumbramos a proyectar cuando nos sentimos DESILUSIONADOS del afuera? Nuestra sombra dorada.

El equipaje subconsciente que huele delicioso, pero que en el pasado nos han dicho había que esconder, guardar, callar. 

No hemos sabido la causa de semejante pedido, y siendo niños, obedecimos, después de todo, la supervivencia estaba en juego. 

Ahí guardamos la alegría, el buen humor, el bienestar, la inteligencia, la capacidad de trasmutar emociones, la energía, el amor, la sabiduría y mucho más.

Para cuando somos adultos, siempre miramos la vida desde los balcones de nuestra información, la risueña y gritona y la silenciosa y callada, y podemos identificarnos en los otros, sólo y únicamente a partir de ella. 

Es decir, muchas veces, le pongo colores al otro, que no tiene, pero como viven en mi y yo le proyecto mis tesoros guardados, ignoro que son mi pinceladas, que dicho sea de paso, le quedan de maravilla, y al cabo de un tiempo, cae el telón. El otro nos ha estafado. No era cómo pensamos. Nada que ver con lo que nos mostró de inicio. Nos mintió. Nos engaño. Nos traiciono. Entonces, sufrimos. 

Ahora aprendemos que NUNCA más, vamos a confiar, pero inexorablemente, volvemos a poner ahí afuera lo que está acá dentro, pero no lo sabemos. 

Y vuelve el show a empezar.

Cada vez, que no respeto al otro, agregando mis colores, sufriré un desengaño. No por parte del otro. Sino por parte de mis expectativas y mis idealizaciones. 

La necesidad de idealizar, surge de la creencia que en mí NO ESTÁ ESO QUE VEO EN LA OTREDAD, de alguna manera, en la creencia más profunda de carencia, de falta de..., de insuficiencia. 

Llenamos a la pareja, a los hijos, padres, amigos, compañeros de eso que buscamos, ¿Cómo podemos llenar al otro de lo que no tenemos?  y luego, descubrimos NO LO TENÍAN!... Es real, porque era nuestro. 

La necesidad de idealizar, está enmarcada en la conciencia más profunda y dormida que busca ver la divinidad personal fuera de uno mismo, porque es de mal gusto, sentirnos divinos. 

El ego nos condena a creer que somos una insignificancia, incluso el error del universo; y de ahí en más, iremos decorando al mundo con nuestras bendiciones sin entender jamás que somos autores y cómplices necesarios de eso. 

¿Quieres dejar de sufrir?

Deja de ponerle alas a los mortales.

Deja de eternizar lo que es caduco.

Deja de poseer lo que es libre.

Deja de castigar lo que es sublime.

Deja de manipular el fuego.

Deja de acusar al que no existe.

Deja de mirar fuera.

Busca en tu interior. Encuentra las preguntas, y luego las respuestas. Escucha tu voz. Acepta. Vive el instante de encontrarte con tu supuesta debilidad, envidia, sufrimiento, malicia, vergüenza. Cómo nada es para siempre, eso tampoco. Pero no lo alimentes desde la desconsideración de alimentarlos con más creencias negativas. 

La paz que busca es una realidad que emerge cuando aquietas tu voz.



10 de noviembre de 2021

Cuando el olvido... no llega

 


A menudo solemos cargar situaciones del pasado sobre las espaldas de nuestro presente, momentos dolorosos, o tal vez recuerdos gratos pero que al evocarlos nos deja un amargo sabor en la boca.

Vivimos día tras días pensando en lo que “hubiera” sucedido “si tal o cual”, soñando “cómo sería nuestras vidas si” y repasar sobre lo que no se puede volver a reescribir sólo nos cubre de tristeza, impotencia o mal humor.

Intentamos a ciegas volver a empezar, pero todo es fallido. Él o ella se han ido de nuestro presente, sea por la razón que sea, pero en su partida se han llevado un trozo de nosotros. ¿Por qué no podemos olvidar? ¿Por qué seguir insistiendo en lo que no fue? ¿Por qué pensar en los ausentes amores todo el día? ¿Por qué soñar con ellos, anhelarlos, pretenderlos? ¿Por qué amargar el alma con el vacío impetuoso de un amor frustrado? ¿Por qué no olvidamos para seguir el camino? ¿Por qué?

Porque en la mayoría de los casos nuestro EGO ha salido demasiado herido, y esa herida narcisista no deja de sangrar frente al espejo.

Porque hemos construido nuestra relación en base a expectativas y cuando la ecuación da lugar, siempre el resultado es la desdicha.

Porque hemos eternizado la relación, ignorando a sabiendas, que nada es eterno.

Porque nos martirizamos recordando sólo una parte de la historia, las mejores escenas, para seguir alimentando nuestra dolencia.

Porque en el fondo, cuando no podemos arribar al OLVIDO, no podemos ACEPTAR que el otro se haya olvidado de nosotros. No logramos entender ¿cómo ese “otro” se atrevió a olvidarse de nosotros?  

Porque aun siendo lo que seamos, el otro tiene el derecho a hacer con “su sentimiento” lo que quiera. Puede apostar todo su amor al nuestro, y a mitad del juego retirarlo; con o sin explicación, con postergación o de un día para el otro.

¿Y para qué repasamos en el álbum de la memoria las promesas que nos hicimos en aquél amanecer? ¿Los besos de principio que tenían un sabor peculiar? ¿La calidez de los abrazos?

¿Para qué comparamos a ese gran amor trunco con los “nuevos” que quieren florecer”? ¿Para qué sostener su nombre en los labios? ¿Para qué negarnos al paso del tiempo? ¿Para qué aferrarnos al pasado?

Para seguir igual, contemplando lo destruido, lo que no funcionó parados desde la queja.

Para no hacernos cargos de las rondas que nos tocan.

Para defendernos de las futuras relaciones, y proteger el corazón a raga dientes, para creer que todo tiempo por pasado fue mejor y desde una mirada infantil desconfiar de lo que nos puede deparar la vida.

Para manipular la situación y hasta a veces obtener recompensas ocultas: “conmiseración, apapachos, atención, etc.”.

Para evitar lo que está sucediendo y no cerrar el ciclo.

Cuando el olvido no llega, simplemente es porque nos hemos empeñado en que resistir los cambios de nuestras vidas; decidimos que nada deberá cambiar aun cuando todo sea distinto, procuramos ser indiferentes a la realidad que se nos plantea y vivir como “si nada hubiera pasado”.


Cuando estamos enamorados creemos que este amor es el único y el definitivo y frente a la desilusión o la ruptura, seguimos idealizando esa relación; pero sólo es eso, IDEALIZACIÓN.

Idealizar puede hacer más sublime o romántico al vínculo de pareja, pero no lo vivencia como lo que es, algo real; algo que existe más allá de mí y de ti, algo que tiene vida propia, alimentado de mis temores y de los tuyos, de los sueños de ambos, de los complejos de los dos.

El amor es vida, es ahora, es presente; lejos está de ser una “bonita idea”; una estampa con dos amantes sonrientes para toda la vida y repitiendo día con día, el mismo menú: las perdices.

El olvido no es un borrador o una anestesia que nos apacigua; es un viento renovador de esperanzas, un soplo de bienaventuranza sobre las laceradas heridas, un pasaje a un seguir próximo destino, una oportunidad de aprender de lo vivido.