5 de junio de 2019

¿Quién eres?

 ¿Cuáles son los espejos, ahí fuera en los que te proyectas y te devuelven seguridad? ¿Qué cosas de tu exterior cercano te generan fortaleza? ¿Con cuáles te identificas? ¿Cuáles te recuerdan lo quién eres?
 PRACTICA:
 Cierra los ojos, recibe con una sonrisa interior la bocanada de aire que el universo te regala
 Absorbe el aire, fuente de tu vida, aire puro que se mete con tu permiso por cada rincón de tu biología y te renueva.
Deja que por unos instantes quede atrapado como alguien en un callejón sin salida, comienza a relajar tu cuerpo, desde los pies a la cabeza. Desde la madre al padre, desde tu raíz a tu ser superior, y exhala...
Otra vez, repite...
Ahora visualiza que estás caminando por una calle tranquila, no hay demasiado ruido, es armonioso, placentero, y comienza a poner en este paisaje, los espejos con los que te identificas, ponlos uno a uno con una etiqueta que lleva tu nombre: tus hijos, tu profesión, tu auto, tus padres, tu pareja, tus amigos, tu deporte preferido, tu equipo de fútbol, tu computadora, tu perro, tu casa.. agrega más elementos.. generalmente todos empiezan por "mi"...
Ahora ves que la calle está llena de etiquetas conocidas, y mira ese mundo construido... es muy seguro, cómodo, poderoso... y cómo te sientes en él?... Seguro, confortable, amado, reconocido, estable...
Ahora vas a acercarte a cada uno de ellos, y vas a retirarles la etiqueta y al mismo tiempo desaparecen, se esfuman, se borran...
Ahora que ya no queda nadie... ¿Cómo te sientes?...¿Cómo te encuentras en el mundo sin nada con lo que te identificas? ¿Quién eres sin esos reflejos de tu construcción?

A este punto, muchas personas entran en caos. No pueden imaginarse sin esos elementos que a diario constituyen el refuerzo de la seguridad personal. 
Pero a rigor de verdad, si necesitas de algo exterior para sentirte SEGURO, es porque lejos de poseer la seguridad sólo tienes un fetiche que simula brindarte tener eso de lo que CARECES.
Tu seguridad personal no puede centrar en cosas exteriores a ti, porque todo en la vida está condenado a la desaparecer,  y cuando eso ocurre tu autoestima está condenada a caer porque la has construido erróneamente sobre pilares falsos.
Si te sientes seguro porque conquistaste a la pareja de tus sueños, porque has formado familia, porque tienes unos niños maravillosos y un empleo espectacular; tu felicidad actual será la desdicha del futuro... en algún momento deberás jubilarte, tus hijos se irán de la casa, y la pasión de los primeros tiempos cederá a la fraternidad de la compañía, preguntarás ¿quién soy? porque se habrán movido tus espejos, dudarás de ti, y empezarás a crear nuevos fantasmas, incluyo en anclas limitantes.

La seguridad personal está lejos del exterior, es la confianza plena de quién eres, y hacia dónde vas; no se basa en lo que tienes en este instante, sino en quién eres ahora y siempre; porque eres lo mismo en esencia, aunque los disfraces del ego, a veces te confunden.

Dentro de cada uno de nosotros existe el poder suficiente para vivir una vida plena independientemente de las circunstancia o apetencias del ego... una luz interior, un flama inmortal que prodiga luz en las sombras, equilibrio en el vértigo emocional, paz en el descontrol egoico. Conectar con ella no es sólo un derecho, sino tu obligación, porque siendo responsable de quien eres, también irradias lo mismo en el mundo. 
NO ERES TU TRABAJO
NO ERES TU FAMILIA
NO ERES TU PAREJA
NO ERES TUS HIJOS
NO ERES TUS BIENES MATERIALES
NO ERES TU CUERPO FÍSICO
NO ERES TUS PENSAMIENTOS
NO ERES TUS METAS
NO ERES TU CASA
NO ERES TU CIUDAD
NO ERES TU DINERO
NO ERES TU CELULAR
NO ERES... lo que está ahí afuera... 
Disfruta de lo que hay en tu vida, pero no juzgues que son tu vida. 


Saboree cada logro que hay en tu vida, pero no interpretes que ellos son tu vida.

Ama cada experiencia que hay en tu vida, pero no cometas el error de creer que ellas son tu vida.
Por eres más que la suma del todo que compone tu mundo.

TU ERES EL UNIVERSO...