1 de abril de 2016

Nuestro Origen. Nuestro presente.



El punto de partida determina nuestro presente. Cada paso inicial nos lleva a dónde estamos parados hoy. Lo mismo sucedió con nuestra concepción y nacimiento. Somos resultado de lo que otros pensaron: de mamá y papá. 
Ellos nos formaron en sus cabezas y nos materializaron en el acto de la danza contorneante del óvulo que se muestra deseoso de ser fecundado y la jauría de espermatozoides que taladran la delgada menbrana hasta conquistarlo.
Pero ¿ Qué hay entre el óvulo y el espermatozoide? ¿Qué gestiona que la fecundación sea factible? Es mucho más que cálculos exactos. Que matemáticas perfectas. Óvulo +Espermatozoide no siempre da lugar a la vida.

¿Qué trata el taller VOLVER A NACER Y CURAR HERIDAS EMOCIONALES DE LA INFANCIA? ¿Se puede volver a nacer sin morir? ¿Se nace una vez o todos los días? ¿Qué heridas tengo si tuve una infancia feliz?

VOLVER A NACER Y CURAR HERIDAS EMOCIONALES DE LA INFANCIA es un taller que busca adentrarnos en las memorias de los tiempo de nuestra primera existencia, en la anidación en la tierra fértil del útero y el resto del camino recorrido.

29 de marzo de 2016

No te depiles

No te depiles porque hoy vas a dormir con él...
Ni adelgaces porque dice que estás rellenita...
No dejes de trabajar porque va a mantenerte...
Ni le des tus claves de redes sociales porque no tienes nada que ocultar...
No consumas harinas, alcohol, o dulces porque él se siente mal de que siempres estás a dieta...
Ni postergues tus amistades porque él no es seguro de sí...
No uses poco maquillaje porque a él les gustas al natural...
Ni faltes al gimnasio porque es su franco y quiere estar contigo...
NO HAGAS NADA DE NADA POR EL.
NI UN SOLO ESFUERZO. NI UN INTENTO.

Porque todo lo que haces o harías por él tendrá el costo implicíto que no sabrá pagar, y eso te defraudará y terminarás boicoteando la relación; no por lo que él no supo hacer, sino por lo que estuviste esperando cada día que elegiste actuar para lograr su aprobación, su reconocimiento, aprecio, aceptación.
Las mujeres tienen históricamente un chip en el que traen grabada la historia de que "lo pueden todo" y en el afán de cumplir con la expectativa histórica, sacrifican sus vidas, sus gustos, sus anhelos, sus proyectos, para SER lo que  el otro espera que SEA. Y eso, mujeres, también es violencia. Es la violencia que ejerces sobre tu propio género. Autoflagelación, autocastigo, prostitución encubierta, que en silencio exije más y más y nunca es complacida, porque no habrá nada en el mundo que pueda completar un alma a media luz. 
NO HAGAS NADA DE NADA POR EL... porque luego estarás decepcionada, enviándole la factura de tus favores, de tus esfuerzos, demandándole la felcidad extravíada, la vida vacía, el tiempo perdido.

28 de enero de 2016

Según pasa el tiempo...

Según pasa la vida aumento el tamaño de la tipografía de mi computadora, mi cabello se peina con cenizas, la menstruación se vuelve amnésica, las manos agrietadas, las arrugas asoman como caminos de un mapa sin destino, las convicciones fundamentalistas se van de vacaciones, los ideales se suicidan, lo eterno pasa de moda, lo romántico es cursi, la sensibilidad florece, y los prejuicios cambian de estantería, hoyuelos hormonales se tatúan en las redondeces de mi cuerpo, y la pretensión de ser querida se vuelve un trapo con el que limpio mis anteojos. Mi cuerpo cambia, cambio antes, cambia ahora, cambiará.  Entonces ¿Quién soy yo? o mejor dicho ¿Qué soy?.

10 de noviembre de 2015

EL VERDADERO PROBLEMA

Uno de los más grandes problemas que como seres humanos tenemos, es creer que tenemos problemas. Miramos la vida como una pantalla ajena a las proyecciones de nuestra conciencia local y pensamos desde este contexto que la película que vemos es lo único que podemos ver, que tiene un director horroroso y que encima nos negaron el papel principal.
Sin embargo, a razón de verdad, la vida es simplemente experiencia, no es ni buena ni mala, ni linda ni fea, ni abundante ni escasa. Es sólo experiencia, información que vamos creando, que colapsamos desde nuestro consiente limitado, maniobrado por el ego, al que no le gustan los cambios y por lo tanto, siempre o casi siempre permanecemos igual. Incómodos, enojados, reprimidos, sobre medicados, aguantando, callando…

23 de septiembre de 2015

Qué es ser hijo por sustitución?

 
El psicoanalista francés Márc Fréchet alguna vez señaló: “todo hijo es resultado de un idea preconcebida aún antes de ser concebido, ningún niño nace sin un “para qué”, el sentido de procrear la vida está sustentado en el deseo inconsciente de los padres. Según sus palabras nacemos porque mamá y papá tienen algo que resolver, dicho de otro modo, responder a un ¿para qué? Entonces se puede parir para crear una familia, para prolongar nuestra existencia a través de los niños, para materializar el amor, para solucionar los conflictos de pareja, para no estar solos en la vejez, para cumplir con lo esperado, para darle gusto a los abuelos, para realizarnos como personas, para tener un amor único y eterno, etc.

14 de septiembre de 2015

El destino Familiar


Lo creas o no. Lo sepas o lo ignores. Lo hagas consciente o pase desapercibido; todos los seres humanos desde el momento de la concepción comenzamos a absorber la historia de nuestro linaje familiar al que pretendes pertenecer al nacer. Antes se creía que llegábamos a esta vida como una tabla rasa, limpios, puros, intactos. Sin embargo, los avances en médico muestran día a día, que la vida fetal es un proceso de percepción de todas las emociones y experiencias que vivencia nuestra madre y el medio ambiente en el que se mueve.
No sólo grabamos si mira mucha televisión o escucha cual o tal cantante o si es una angurrienta del chocolate; las peleas con papá, los sentimientos de rechazo, sensaciones de abandono con causa real o simbólica, también se inscriben en nuestra conciencia, y al nacer: nacemos con todo lo proyectado y vivido en la vida intrauterina. Quizás puede parecer anecdótico pero mucho de lo experimentado en esos 9 meses van a influir en el resto de nuestras vidas; puesto que nuestros padres, abuelos, tíos, primos, hermanos; contribuyeron con sus designios a crear parte del destino que tendremos, a lo que llamaremos: destino familiar. En alusión a las predicciones, limitaciones, deseos, y temores de los miembros de la familia. Será abogado como el abuelo, tendrá muchos novios como la tía Teodora, o sentirá miedo por ser único hijo, son dichos inocentes que se adentran en nuestro inconsciente y se expresan como verdades. 
El árbol genealógico es un organismo vivo que nos precede y se impone. Crea un contexto en el que nacemos, con una misión – que ignoramos a nivel consciente – pero que por fidelidad a la sangre cumpliremos sin chistar – o quizás chistando – pero lo haremos para no deshonrar al clan. Esta lealtad invisible, tan fuerte, única y poderosa es la creadora de los lazos trans-generacionales que nos habitan y que explican las afinidades que solemos tener con uno o varios miembros de la familia. Actuamos de acuerdo a las necesidades impuestas, a las creencias que nos compartieron como verdades, y repetimos sin observarlo las historias de otros. 
¿Cuántas veces criticamos a la tía o la abuela por algo que no supo resolver y luego nosotros hacemos lo mismo? ¿Cuántas veces nos atrevimos a decir a mí eso no me pasaría y al tiempo estamos en la misma situación? Como una burla gigantesca la sombra del árbol, tarde o temprano nos alcanza, y nos impone a seguir de acuerdo a sus intereses. Cuando queremos torcer por nuestra propia voluntad el camino trazado, el árbol se queja, grita, resuena. Nos pone trabas, enfermedades, accidentes, desordenes amorosos. Y nos preguntamos ¿por qué? Porque ciertamente tu terquedad está relacionada con la necesidad de protegernos. Y teme que si hacemos algo diferente podamos crear un dolor que desequilibre a todo el clan.
Sin embargo, y mucho más en la actualidad, con la inmensa posibilidad que la vida nos pone en el camino del autoconocimiento, las personas traicionan el destino establecido porque toman conciencia de lo que NO quieren para sus vidas, y se arriesgan por eso que SI anhelan. Pero esta evolución que en apariencia es una bofetada a las raíces, representa una sanación general. Porque renunciar al destino impuesto implica romper con la identidad asignada y crear la verdadera, la genuina para realizar nuestro destino personal.
Sanamos el árbol cuando nos vivimos auténticamente como somos. Muchas veces la experiencia nos dice que a veces para ganar hay que estar dispuesto a perder. ¿ y tú traicionarías la fe de tu familia para lograr el desafío de ser tu mismo?




9 de septiembre de 2015

AmorES imposibles

No me gustaban, no los había probado, hasta que sin querer – queriendo- me adentre a su magia intacta…y emparejarnos con lo imposible le da un matiz especial a la vida… es como caminar de la vereda de enfrente y a la vez estar del otro lado… Ser testigo de la inmensa admiración, sin que el otro se inquiete por el sigilosos suspiro que su humanidad cotidiana despierta.
Me gustan los amores imposibles, porque tienen un código especial y no pasan de moda, no sucumben a la rutina, y un instante en ellos es vivido como eternidad hasta el próximo encuentro…
Adoro los amores imposibles… porque son tan cercanos, certeros, e inocentes como un rostro desprovisto de ego… se dejan acariciar por palabras generales, y no necesitan de un algo espacial para regocijarse en el perfume de la alegría…

¿Cuántos amores imposibles suma tu vida? Recuerdo que la abuela una vez me contó del suyo, hasta los últimos años de su vida lo recordó, y creo que por no ser consumidos se quedan en la memoria para siempre.
Jodorowsky dice “mientras hay memoria no hay olvido”, ¿ será que el amor de la nona se vive en el mío? ¿Cuántos amores desordenados hay en tu vida?

La psicosomática familiar sostiene que los desórdenes amorosos están íntimamente ligados con la herencia de los ancestros. ¿Amores imposibles? ¿Edipos y Electras no resueltos? ¿Modelos identificatorios paralizados?

Si quieres aprender más, te invito a participar del taller transgeneracional que  se dictará en la ciudad de México, los días 25 y 26 de septiembre.