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3 de marzo de 2015

Somos eso que observamos

No existe una realidad objetiva diferente a nosotros, lo que percibimos lo hacemos desde nosotros mismos. Desde la particular estructura de nuestra biología, emociones, creencias, programas heredados por nuestros ancestros, el entorno social y las experiencias personales que hemos tenido. Afuera no hay más que un reflejo de adentro, no podemos acceder a un más allá de la subjetividad porque como seres humanos estamos plagados de filtros que recortan la verdadera naturaleza de las cosas. De modo que somos “responsables” en gran medida de la realidad que se nos presenta como ajena a nuestra voluntad, y digo responsables con comillas, porque debemos de saber que estamos tan condicionados por nuestro árbol genealógico, que prácticamente  todas las decisiones que abordamos en la vida, la inauguramos desde los que otros – que tal vez ni conocimos ni nacieron-  no fueron capaces de emprender o afrontar. 
La mirada del observador tiñe el paisaje, el mundo que trae en su mano es el mundo interior que se descodifica en  la interpretación que hace.

28 de enero de 2015

El amor y las palomitas azules


En nuestro más infantilismo arcaico, los seres humanos siempre buscamos “echar”, “sacar”, “ extirpar”, “tirar hacia afuera”aquellas situaciones de las cuales no queremos hacernos cargo. Es decir elegimos vivirnos como víctimas para pode expiar eso de lo que no nos hacemos responsables. Así la causa de la infelicidad, el desamor, los crímenes, el enojo, la tristeza siempre tienen que ver con otro diferente a uno… algo o alguien lo genera, algo o alguien ajeno a “mí”… somos infelices por el país en el que nacimos, los gobernantes, los padres que nos criaron, los maestros que nos inculcaron determinados valores, los vicios que nos rodearon, las carencias que nos atraparon, los hijos que no parimos, las parejas, el clima y por supuesto, la puta que nos parió… Y en esa espectacular gama de infames traidores, en tiempos de tecnología, se suman las redes sociales… Hay hasta incontables noticias acerca de lo mal que el Facebook, el WhastApp, y la pan con queso generan entre los amados y amantes… 
Dicen que las famosas palomitas azules que avisan cuando el receptor leyó el mensaje es un regalo para las mujeres que exigían una prueba contundente de que el mensaje había sido leído. Así podemos escribir: “Amor, ya vi que leíste el mensaje, ¿ por qué no contestas?….
Amores que se terminan por que alguien no puso en el segundo treinta de su publicación un “like” y el ofendido como el César entonces pulgar para abajo y fin de la relación. Mujeres y hombres que viven pendientes de los “estados” de sus compañeros, amigos recientes, canciones dedicadas o el clásico “rastreo de lo que hizo el susodicho en las últimas horas”….
…. Dicen que por las redes, mueren ahogados muchos amoríos… que la tecnología tiene la culpa, y lo peor… es que lo creemos… asentimos la cabeza, apretamos el ceño, y gesticulamos los labios como diciendo “ Que locura, para que habrán inventado eso… Y la locura no es otra que comprarnos la historia de que los medios son los delatores de la inseguridad personal, de los miedos atroces, de las comparaciones odiosas….
Toda relación es en el fondo una relación de poder…. siempre está el que quiere y el que se deja querer… el que protege y el que se deja cuidar… el súper héroe y el desvalido… por lo tanto el dominante y el dominado…
Y ¿ Qué es el poder? ¿ Una capacidad o habilidad de hacer determinadas cosas? ¿Una facultada de Ser algo? ¿Astucia de influir en alguien o algo? ¿Autoridad?
El poder es todo eso y tal vez mucho más… En las relaciones de pareja aunque en apariencia uno detenta ese poder, generalmente son los dos mediante una cesión de derechos tácita.
A veces ese poder mal ejercido está minado de control victimario o sumiso, pero en ambas situaciones se controla. La posesividad a través de los medios de comunicación es una forma moderna de ejercer ese control “mediante mensajes” y la finalidad es que el otro responda a nuestra santa voluntad. Los otros día veía una película que se llama “El amor en tiempos de Selfie” – la recomiendo – y el actor principal decía “ ¡¡ me regalaste un celular!!.. no me regalaste un instrumento de control y tortura!!!
Todos los miedos con los que las personas llegan a una relación se ponen en manifiesto más descaradamente con las herramientas que tenemos para vincularnos. Pero no es mal de los tiempos modernos, sino locura personal. Tal vez miramos más el teléfono o la computadora que a un espejo… y nos olvidamos de quienes somos… creemos que somos ese perfil…. y nos deshumanizamos, nos separamos y perdemos el único y real poder que tenemos que es el personal, el de poder CREAR Y CREER en nosotros mismos.
Qué importa si tu chico no te puso LIKE, ¿ Esa será la vara con qué medir tu relación? Si la respuesta es SI piensa que chiquita es la relación especial que creaste para tu vida, ¿ De verdad crees que mereces tan poco?

4 de diciembre de 2014

¿Coleccionas algo?

Hace unos pocos días, un amigo como quién no quiere la cosa, me lanzó de esas preguntas que cuando nos toman a vuelta de rueda contestamos con la verdad a flor de piel; me dijo el hombre ¿Coleccionas algo?, y la honestidad salió como un perro encerrado… colecciono desamores, pérdidas, ilusiones truncas, momentos fugaces, fechas, besos, risas, promesas repetidas, carcajadas, silencios…. retomé la marcha y proseguí amores, encuentros, desencuentros, distancias, complicidades, favores, lealtades, carcajadas, tristezas, proyectos, cambios, posibilidades…
No recuerdo lo que respondió, pero hubo una atmosfera de empatía…. y me quede pensando que  somos cambio continúo jugando a ser sedentarios , pérdidas ambulantes, perdiendo y atesorando, acumulando para no tener, teniendo para perder algún día… sin advertir que cada momento ya lo tenemos todo.
¿Qué sería de mí sin tantos NO recibidos?

25 de noviembre de 2014

Nosotras las guerreras: 25 de noviembre Basta de Violencia contra la mujer


Levanta tu cabeza. Y aún con las lágrimas bordeando tu rostro como un arroyo perdido, mira hacia delante. Se trata solamente de encontrar tu propio camino, aquél que no te enseñaron, el mismo del que te has desviado; el del autoconocimiento; de comenzar a indagar ¿qué es lo que quieres?
¿qué te hace feliz? ¿cómo quieres gozar la vida? ¿cuáles son los placeres que te permites? ¿qué anhelas? ¿qué estás dispuesta a compartir? ¿qué no es negociable para ti?
Es verdad que suena romántico perseguir la idea de “ que ese hombre nos hace sentir especiales” pero lo cierto es que si lo sentimos es simplemente porque hemos descubierto en nosotras mismas esa cualidad; el mundo exterior es una sucursal de tus pensamientos.
Para decir BASTA A LA HEGEMONÍA MACHISTA que nos borra la identidad con una cachetada, nos cancela los sueños con los puños cerrados, nos aplasta el alma contra el suelo con la mano abierta, nos sacude contra la pared los derechos, y nos pisotea el amor con la indiferencia; sólo hay que actuar desde adentro; mover creencias, soltar temores, y crear para nosotras mismas una vida de calidad.

Potenciar nuestro liderazgo, asumir nuestra capacidad de auto gobernarnos, de ser nosotras las que establecemos nuestras propias reglas, y no sentir incomodidad ni culpa por defenderlas. Despertar la voz de la intuición, y escucharla.

Nos asfaltaron la libertad, la valentía, la alegría, la independencia mediante  un sistema social estructurado a través del miedo.
Nos quieren sumisas, santas, devotas. Los represores generaron un modelo civilizatorio manipulatorio de opresión y  frivolidad para las mujeres, dónde lo femenino es sinónimo de sensiblería o debilidad. No alcanza con hacer memoria cada 25 de noviembre que somos valiosas. Es necesario hacer conciencia día con día de que el maltrato, la violencia y el abuso, se infiltran en nuestras relaciones con naturalidad. No siempre reviste características bizarras, notorias, extravagantes. Muchas veces se viste de victimes, indolencia, rechazo.


Es hora de decir BASTA, somos valiosas, guerreras, poderosas, creadoras y portadoras de vida. Somos la pachamama, la madre tierra, engendramos con el útero, el cerebro y el alma; conectadas a  la naturaleza recibimos la influencia de la luna, somos una estrella vital en el cosmos.


Basta a los gritos
Basta a los golpes                               Basta a la indolencia                           Basta a las humillaciones
Basta a los celos
Basta a ser perseguidas
Basta a ser controladas
Basta a los insultos
Basta a la doble moral
Basta a los rechazos
Basta a no ser valoradas
Basta a la indiferencia

Es hora, es tiempo, es momento de empezar a crecer en nosotras mismas, a romper todos los paradigmas, a cortar las cadenas de las herencias transgeneracionales, a darnos más a nosotras mismas, a mirar con orgullo nuestro sexo, a no esconder nuestro cuerpo, a no compararnos ni discriminarnos, a aceptar nuestra biología, a recordar que somos más que este carruaje.

A no dar más por el pito de lo que el pito vale!

8 de septiembre de 2014

Usa al amor como un puente


 Un día cualquiera, hace más de 10 años, en un trasbordo de la línea B de subtes en la ciudad de Buenos Aires, me crucé con la singularidad de Gustavo Cerati que deambulaba igual que todos nosotros al son de la música de la rutina. Abrí los ojos de manera desorbitada, me quede perpleja de la humildad con la que saludaba a los que le gritaban un cariñoso “Gustavo” y el alzaba la mano con familiaridad. Traía los rulos – chinos- al viento, desordenados quizás de tantas ideas; y un pullover – suéter- de cuello redondo y lana gruesa, de esas que traen bolitas de colores y pelitos...
El 4 de septiembre se marchó…  cruzó el puente… abandono el cuerpo que lucia su alma y comenzó otro viaje de “música ligera”, me quedé pensando ¿Cuál habrá sido el motivo por el cual su alma se estacionó de tanta ida y venida, eligió quedarse un poco en un lugar durante 4 años? ¿Qué cuentas habrá saldado en esa quietud esa soberbia grandeza de una genialidad tan creativa? ¿Qué habrá soñado en el silencio? ¿Que nuevas melodías habrá hilvanado? Sentí profunda tristeza … de sopetón un televisor indiscreto me avisó de su muerte. Y me sentí egoísta; porque lo primero que me vino a la mente fue la idea de vacío, del saber que ya no está; sin pensar en el cansancio de ese cuerpo fuerte que mantuvo a ese espíritu divino durante esos 50 y pico de años… ¿Cuántas veces preferimos que las cosas no cambien aún a sabiendas de que ya han cambiado? ¿Cuántas veces mantenemos la esperanza de que todo volverá a su normalidad sólo para no aceptar lo que nos duele? 
Ya no está. Ya se fue. Como tantos otros. Como lo haremos nosotros, los que aún tenemos lecciones por aprender, piedras en la mochila por saltar, relaciones de perdones por saldar… como dice Calamaro:

19 de agosto de 2014

No temas decir amor en sólo 7 días

El enamoramiento como proceso social en el que dos construyen una realidad nueva basada en una comunicación amorosa, dejando de lado sus sentimientos precedentes puede ocurrir en un golpe de vista, unas tazas de café o varios textos de mensajería virtual – entre otros medios-. Y cuando el galope del pecho se suelta, y las pupilas se dilatan, la piel se vuelve china (o japonesa), y los suspiros un recurrente lugar en común; la razón con el bastón de lo lógico se hace presente para demandar la atención y proponer prudencia justificada en los testimonios del pasado. Pero, ¿ que puede juzgar el cerebro? Si su alimento fundamental es el azúcar, ¿desde que altura moral puede indagar sobre la alocada necesidad de hablar con diminutivos, la pobreza léxica, y la sonrisa estupefacta que no se borra ni aún con los recuerdos? Es que el flechazo es un bumerán que lanzamos inconscientemente y tarde o temprano, nos trapa. Buscamos un tiempo racional para emitir frases hechas “ te quiero” “te amor” “¿ Me amas?” en el estricto orden; nos mostramos amorosos y despreocupados al principio, para luego saber que va a suceder con nosotros ¿Me amas? Nada dicta un ciclo definitivo. 

1 de julio de 2014

Algo más que decir…

Muchas veces las relaciones humanas se ven afectadas por los ruidos que coexisten en la comunicación. Demasiados supuestos, interferencias, y ausencias convierten el puente de comunión de dos o más mundos en pantanos confusos donde cada quién se salva o se hunde según sus distinciones.
Y es que la expresión es la oportunidad que todos tenemos para manifestarnos, para hacernos entender, comprender, amar, y hasta incluso huir.
¿Por qué no sabemos comunicarnos? Porque muchas veces creemos que eso es dar explicaciones, y algunas personas se sienten demasiado adultas como para “explicar”, sin embargo comunicar es compartir, es invitar al otro a subirse a la mirada de que tenemos respecto de algo o alguien, es abrirnos o exponernos en los sentidos.

¿Para qué comunicar?  Para darnos a conocer, para no resentir, para no acumular, para evitar malos entendidos, para crecer, para ser libres y para SER CONSIDERADOS CON EL OTRO.
La consideración es la médula de la comunicación, somos seres reflexivos. Los único seres vivos con esa capacidad. Podemos reflexionar antes de la acción, durante la acción y después de la acción. Y esa alternativa provista por nuestro lenguaje implica repasar nuestras acciones y a partir de ella ser respetuosos y prudentes con los demás y uno mismo.
Habrá situaciones que querrás mantener en tu mundo privado y es legítimo, pero cuando las circunstancias que estés atravesando afectan a otros de alguna forma, es menester ser maduros y decir lo que nos está afectando.