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2 de julio de 2014

Muchas, muchas gracias


    y se siguen sumando... mil gracias por pasar y quedarse en este espacio. Para mí es mi lugar en el mundo, lo he construido con mucho amor, y pronto tendrán más novedades. Si te gusta lo puedes compartir con otras personas, espero tus comentarios, pedidos, y ... 

26 de junio de 2014

Amor en la vista




No era rubio, ni de ojos celestes, ni de músculos prominentes, ni siquiera honesto pero llegó de repente como una estrella fugaz a mi vida y me provocó un hueco en el alma,  donde se esparcieron las semillas de la pasión, la fantasía, la ilusión y el deseo.
Sus ojos hundidos hablaban mudos de sus limitaciones por mi desconocidas, y la barba semi-crecida me inventaba en la memoria, historias de un rebelde compatriota. Sólo cinco minutos bastan para enamorarse; para caer en la banquina, descentrarse y quedar presos como de una inyección de procaína.
Y yo como Calamaro “Mataría por 5 minutos más”… por sentir ya no mariposas revolotear en el vientre… sino jurassic park rugir en las entrañas….
Con la voz casi asfixiada apenas murmuró mi nombre, y con el pulgar y el índice de su mano izquierda acarició mi oreja, mientras parpadeaba extasiado ante mi furia volcánica y mi sonrisa perversa.
Un beso, y otro más, un silencio y más besos, un apretón de cuerpos tensos, un mágico y satisfecho encuentro. Un sueño a destiempo, un fino arrepentimiento, y más besos prendidos… anhelos, ausencias, rumores…. y adiós.
Y así, cómo todo en esta vida…. terminó…
… como todo en esta vida… nada es real… despertó el sueño del sueño del único soñador…


5 de mayo de 2014

Diez años en México



El tiempo pasa volando, parece que fue ayer cuando aterrice con la ilusión en los ojos pisando suelo mexicano, y hoy ya pasó una década. Un tiempo de tantas historias con finales, algunos tristes y otros más aún, y algunas pocas cosas que se han sostenido en el tiempo y seguro que algo tuve que ver también con ello. En 10 años cambie tanto que ya ni me acuerdo de quién era cuando llegué. Cambie de domicilio, de color de cabello, de cortes, de tener uñas mordidas a traerlas largas, de estar sola a tener un perro, de peso y hábitos alimenticios, de no saber qué cocinaba a enamorarme de la cocina, de gimnasio, y entrenador; de ideas, gustos, creencias, y conocimientos, de amores, de novios, de sentimientos, de sueños.
Fui perdiendo gente, momentos ingratos, y hermosos, y me construí un imperio que de las puertas para adentro de mi casa, ahora se llama hogar.
La ciudad me acogió con burlas y apapachos, con injusticias y sobre todo con bienaventuranza, me reconoció como propia y me parió miles de oportunidades, que nunca ni aún en los días más nublados dejo de verlas, me fui desprendiendo de lo conocido, y haciendo propio lo ajeno, y desaprendiendo modos y adoptando costumbres y manteniendo el acento como una huella digital.
Estos últimos 10 años estuve más lejos que cerca, inventando mi propia historia, y borrando otras, narrándole a los míos los logros obtenidos, escondiéndoles mis miedos, y frustraciones y ellos haciendo lo propio, pero siempre en un contacto eterno.
Cuánto más pasa el tiempo, el gusto del desarraigo me duele en los pies, porque siento como las raíces se van desprendiendo, y me vuelvo esa flor de panadero que viaja sin atarse a nada por los cielos, despeinándose con la voz del viento, y siempre yendo hacia adelante.
Los míos, algunos se fueron y llegué tarde para despedirme, otros llegaron sorpresivamente, y aún con todo, sé que esta elección no fue un error. Porque los míos se multiplicaron en muchísimos que me dejaron ser parte de ellos, que me admiraron, siguieron y reconocieron y transformaron mis números rojos en una cuenta a favor de la libertad personal.

9 de agosto de 2013

Zapatos rotos… ¿con esa pinta a donde vas?
















Aunque este espacio no es un diario ííntimo, muchas veces me tomo la concesión que me da el haberlo creado para compartir desde mi experiencias emociones, sensaciones y sentimientos. Y hoy quiero hablar sobre “Los zapatos de mi padre”.

¿Por qué? Porque desde la infancia han sido un ícono para mí… acá va la historia…
Cuando era pequeña y no podía dormir, desde la cucheta  ( litera) con la puerta del cuarto abierta que daba a la cocina podía ver los mocasines marrones gastados de mi padre. Sus piernas estiradas y cruzadas. Y con esa última imagen grabada en la retina, cedía al mundo de los sueños. Esos zapatos… ¿los zapatos o los pies? Creo que la combinación de ese dúo creaban en mí la sensación de seguridad. Mi mente me decía que podía soltar las barreras, y quedar en un estado de indefensión como es el sueño, porque ahí estaba “papá para cuidarme y protegerme de los monstruos nocturnos”.
Crecí… y vaya que mucho. Y nunca supe, porque ni siquiera me pregunté ¿ que habrá sido de la vida de esos soldados color café?
Crecí…y nos mudamos… y en la casa ya no había camas dobles ni puertas que dieran a la cocina.
Crecí… y habrán llegado nuevos objetos de seguridad que cambiaron de sitio a los desteñidos anfitriones de mis noches inquitas.
Crecí… y nunca me di cuenta cual fue la última vez que los mire y les otorgue el poder de cuidarme.
Después de muchos años… tantísimos… golpearon a la puerta de mi  memoria…. y ahí los vi otra vez… y  ¡estaban como siempre! no cambiaron nada… Para ellos el tiempo no pasó.
Pero.. ¿ porqué volvieron? ¿ o los traje?…























Una de las más grandes proezas de vivir es aceptar la incertidumbre de la vida. La sensación de la  falta de certezas. La toma de conciencia de la inseguridad en la que estamos inmersos.
Desde que mi padre murió siento que me he quedado mutilada de protección.Y busco una y otra forma de consolar ese dolor. No hallo más respuesta que una lúcida conciencia de que sólo hacemos camino al andar.
En mi país se dice… “A seguro se lo llevaron preso”
Construimos nuestros mundos personales con la necesidad de saciar esa incomodidad a la que cotidianamente nos enfrentamos.
Creemos que nuestros padres, los hijos, el trabajo, las relaciones íntimas, el dinero, la juventud, la inteligencia, la belleza, el status, una profesión, los amigos, las cosas inanimadas pueden salvarnos de la realidad cruenta de que sólo nos tenemos a nosotros mismos y a nuestra sombra.
Que por andar creyendo lo contrario, vivimos con tanta automaticidad todo, y por eso  no prestamos atención a que cada instante puede ser el último instante.
Los zapatos de mi papá vinieron de la mano de muchos otros cimientos en los que hube de apoyarme alguna vez… en la magia de “ Mi amigo Gregorio”… en la audacia de “ La Gaviota Perdida”… en la majestuosidad de la “Casa de Madre Señora.”
La mitad de la vida nos pasamos alejándonos de todas aquellas cosas que la otra mitad de la vida añoramos.
Cuando somos niños no vemos la hora de ser grandes. Y siendo adultos nos encantaría ser niños.  Al principio pensé que sería para no cometer los mismos errores… pero hoy me encantaría tener 5 años para caminar de la mano de mis padres por calle San Martín y Ayolas.


Chuchi González
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17 de julio de 2013

Las mujeres tienen la culpa.

adan_y_eva_Fernando_Botero_thumb[2][1]¿Sabías que desde que Adán fue expulsado del paraíso, las mujeres tenemos la culpa de todo lo que ocurre en el mundo?




Quizás te suene un tanto ridículo pero es la explicación que podemos darle a la actitud de nuestros hombres cuando salen a la defensiva y no se hacen cargo de lo que les ocupa. Es que en aquel momento Adán al ser confrontado por Dios por haber comido del árbol prohibido, respondió: Fue la mujer que tu me diste.
Pero ¿Qué es y para que sirve la culpa? La culpa es una forma inventada de sacarnos de encima algo que nos corresponde pero de lo que no queremos tener propiedad utilizando métodos como: “la inocencia y su monólogo tranquilizador “yo no fui”, mirar para otro lado o la técnica de hacernos el perro pelotudo, o la gran puesta en escena de Boluda total cuya herramienta fundamental es la negación o el evitar .
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Cuál pelusa conflictiva buscamos arrancarla de nosotros y pasarla – como el juego de la popa- a un ser que tenemos cerca y del cuál estamos seguros de su amor.
Esto último es fundamental en el proceso de “la tengo y  te la paso” puesto que la seguridad de que no se perderá el vínculo, que equivale al famoso “no pasa nada” es vital para el traslado de la estafeta.
Pero… ¿qué hacemos las mujeres con el regalito? 
Nosotras también dijimos “pica” o “ piedra libre” o “yo no la tengo”… Eva sonrojada dijo: la serpiente me convenció! … y pregunto: ¿cuántas veces la serpiente te ha convencido ?
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Lo cierto es que si de nadie es la culpa, entonces es culpa de todos. La pelusita molesta, se empieza a convertir en una madeja de disculpas, daños, prejuicios, y crímenes por pagar.
Nos pasamos la pelota porque somos unos árbitros muy elocuentes a la hora de devaluar o juzgar en forma negativa a los otros. Y al final del camino si la culpa es de otro, uno se siente mejor.  Y ¿Si es nuestra? ¿Por qué nos duele tanto?
Para Kant la culpa no es nada más ni nada menos  que “ una transgresión involuntaria pero imputable” – un sin querer pero con precios a pagar.
culpa
Y toda transgresión es una falta, moralmente estamos adiestrados a “ser perfectos” y molesta mucho darnos cuenta  de que esa seuda-perfección no es más que una exigencia impuesta por la sociedad. ¿Cuál es el remedio a este  juego? Vivirnos en la responsabilidad.
Concedernos el permiso de equivocarnos, de aceptarlo y resarcir.  Pero por sobre todo expandir el concepto a la idea de ser responsables de todas las elecciones que tomamos en nuestras vidas. Comprender que  cada camino  que elegimos genera una respuesta, una consecuencia, y que nuestra habilidad de “responder” habilita nuestro crecimiento personal.
Chuchi González
 “Si lo que leíste te gusto, compártelo. No olvides dejar tu comentario, es la más valiosa aportación que puedes hacerme, Gracias!”

8 de julio de 2013

Del “Por qué “ escribo…

imagesDesde la Ontología del Lenguaje, hablamos para ser escuchados.  Y escribir es una forma de hablar.  Por lo tanto escribo para ser leída – que es lo mismo que ser escuchada – Pero ¿ Por qué? Porque hay una inquietud, una motivación que me impulsa de decir algo, a escribir mucho.
Escribo motivada por el amor de comunicarme, de expresarme,de gritarle al mundo mi existencia, mis pensamientos, mis ideas, mi sentir.
descarga (1)Escribo esperando que alguien me escucha, me comparta, me responda. Y aunque los comentarios se hacen esperar, yo sigo y seguiré escribiendo porque el amor es una energía que construye.
Cada palabra y cada oración es un mundo que latente busca ser conquistado.
Los valores que me motivan a escribir son el amor y la pasión.
Chuchi González

5 de julio de 2013

Del por qué escribo y fábula de la avestruz y la jirafa

descargaLa avestruz había aprendido a vivir con la cabeza metida en la tierra, tenía grandes ideas, y muy buenos sentimientos, pero siempre se ocultaba porque tenía la experiencia de que era diferente a los otros animales con los que compartía el hogar. El tamaño del huevo de dónde había nacido era el principal centro de burla de gallinas, patos y pavos reales. Todos tenían alas, pero la avestruz era pesada y torpe, y cuando aleteaba se llevaba consigo más de dos o tres gallinas, por eso se le tenía prohibido hacerlo.
Un día llego a la granja un animal diferente, tan diferente, que era más diferente que la mismísima avestruz. Los patos que siempre habían sido orgullosos y pedantes – pese a sus recurrentes cagadas -  buscaron mil y una  formas para acercarse a la nueva criatura. Las gallinas organizaron un comité de bienvenida, un coro de pio pio con los pollitos más bellos y los pavos reales un show de luces con sus plumajes.
La  avestruz francamente sorprendida miraba desde su profunda trinchera la fiesta y derramaba sus bizarras lágrimas en la polvareda. Pensaba – ¿ por qué a mí no me aceptan si soy de un tamaño similar a esta nueva fulana? – ¿ por qué me rechazan si soy distinta, y a ella que también lo es la aceptan?
Después de un largo rato de lamentación, la nueva integrante se acercó a la abatida, triste y derrumbada bestia.
-Avestruz, yo soy un jirafa, ellos me quieren porque llevo la cabeza en alto, y eso les da seguridad, tú siempre metida en tus temores, observando de reojos, ,sintiéndote esclava de tu propia naturaleza te alejas de ellos, y ellos de ti.  No te das cuenta  pero tu mirada repugnante sobre ti misma es la invitación que le das a los otros para ser mirada.jirafa-1024x768
-La avestruz se sorprendió -  y pensó –
 ¿Cómo podía esa flaquita extraña acercarse a ella y hablarle de tal forma? ¿Qué conocimientos habría alcanzado al vivir en las alturas?
La jirafa se sonrió y le dijo – supongo lo que estas pensando pero allá arriba o ahí abajo el misterio de la magia no está. La verdad de luz está justo en el centro de tu corazón.
Si te amas lo suficiente para aceptar que naciste de un gran huevo o que tu cuello es exageradamente en relación al de los demás, tendrá la sapiencia  justa para amar, y eso te incluye.
Moraleja: La verdad de quienes somos no está en lo que se ve de nuestro aspecto sino en lo que se ve de nuestros actos.
Nuestro valor de hoy: La autenticidad
El desafío: como diría mi querido Jorge Bucay “ El desafío consiste en ser uno mismo, y no en ser lo que los demás quieren de mí”
La propuesta: Aventurarnos a conocernos y a aceptarnos.
¿ Y el por qué escribo?… lo dejo para el lunes….
Buen Fin de semana…
Chuchi González