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3 de julio de 2013

Calva y brillante como la luna

Invitada especial Natalia González ( Con orgullo mi hermana) Ensayo sobre el libro “Calva y Brillante como la luna” de Laura Athie.
Capture3Este libro es el relato de una mujer enamorada de la vida, que ha sabido desarrollar a cada paso de su historia la pertenencia como un valor pilar del privilegio de estar vivos. Comprometida, apasionada y audaz, Laura Athie de nacionalidad mexicana, es un alma femenina que entreteje en su andar y en sus palabras una esperanza de amor para todas las mujeres.
Desde el año 2000 padece de Lupus y se llama así misma Laura Lobo a sabiendas de que es mucho más grande que la circunstancia de estar enferma. Cuando tomo conocimiento del diagnóstico fatal pensó, sintió y creyó que todas las metas inconclusas que aún tenían categoría de sueños quedarían ahí reducidas a un manojo de bonitas ideas.
Sin embargo peso más en su corazón el deseo de vivir a pesar de todo, que lo que pensó reprimido, que fue tomando forma y naciendo a la realidad. Saltó en paracaídas, se convirtió en madre, conoció los misterios ocultos de las aguas haciendo buceo, fluyo como pez siendo campeona de nado de pecho, se sumó a carreras de 5, 10 y 15 kilómetros, pasea en bicicleta, escribe, trabaja y busca empedernidamente ser feliz cada día.
6a00e554dae3f4883301538df2f604970b-800wiEs guionista de televisión, periodista, fotógrafa, editora, conductora, y productora pero sobre todo una tejedora de historias. La palabra es su vocación y medicina, escribe como una forma de curar el alma, una manera de hacer catarsis, de redefinir su historia.
Pese haber sufrido un abanico de infortunios generados por la enfermedad como profundos dolores, ulceras, manchas en la piel, calvicie, nada he detenido su afán por brillar con luz propia.
Heredo de su abuela Carmen la capacidad de disfrutar de la vida aún frente a la tragedia, siente que es una afortunada de poder seguir. Desde la infancia el espíritu de lucha le fue inculcado, fue criada para no cansarse, para no rendirse, para encontrar soluciones, para por sobre todas las cosas ser esa guerrera que lleva en su esencia.
Sufrió tremendas pérdidas; la muerte de su hermana Paloma, la de su primer bebé, la separación de sus padres, la salud y sin embargo no eligió hundirse en la tristeza, y en la autocompasión. Con la rebeldía de una tuna en su sangre supo confrontar su realidad a través de sus propias palabras; contando lo que día a día le ocurre, ordenando su discurso interno, y liberando las emociones, que han quedadas atrapadas en un momento que ya no existe: en el silencio o en el pasado.
La loba azteca inscribe poesía en el dolor de su propia vida y es un espejo en el que muchas mujeres que padecemos la enfermedad podemos encontrarnos; si ella al igual que nosotras alguna vez estuvo extraviada de alegrías y hoy le muestra los dientes vigorosos a la desdicha, nosotras que tantas otras veces sentimos perdernos a través de su aprendizaje podemos emprender un vuelo diferente; y empezar a escribir una nueva historia con tintas de colores, con sueños que se hacen realidad, con limitaciones pero no siendo limitadas, con dolor pero gozo de respirar cada día.
Todas somos tejedoras de palabras, pero cada una de nosotras depende lo que queremos tejer. Si la lana o el hilo de nuestra morada es la queja, la renuncia, la impotencia; envolveremos nuestra existencia con una bufanda de tristezas atropelladas. En cambio, si nos adentramos a la magia de cambiar el chip de nuestras creencias, a borrar las que nos delatan frente a los miedos, tendremos en nuestras manos la vida que anhelamos.
IMG_1422¡Teniéndolo todo es fácil ser feliz! El verdadero desafío consiste en ser feliz aún a pesar de que el mundo se caiga a pedazos. Porque felicidad es la posibilidad que todos tenemos de sentirnos agradecidos de estar vivos, de sentir la pequeña e inmensa naturaleza de dios sobre nuestros sentidos.
Si creemos que no podremos, crearemos esa realidad. Pero si creemos que tenemos la fuerza y el poder suficiente para vivir una vida digna aún con el aullido del Lupus, vamos a crear esa realidad para nosotras y nuestro entorno.
Yo creo lo que creo, y si eso me cierra oportunidades es momento de borrar y empezar de nuevo.
Natalia junto con otras valiosas mujeres impulsan un Grupo llamado GLURA ( Grupo Lupus Rosario Argentina) ellas también brillan como la luna y tienen el alma con alas de mariposa que buscan crear una diferencia y hacer conciencia en otros seres humanos.
Gracias!!!
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2 de julio de 2013

El miedo a la vejez es ¿ necesidad o invento?

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[Créditos Fotos http://www.biut.cl]
Parada en mi gran duda existencial, cuestiono todo lo que he sostenido por algún tiempo como real- verdadero- lógico y necesario.  Si a los 4 años es la de edad del ¿ por qué?, después de los 40 es la edad del ¿ para qué?, listas con hartas excusas y justificaciones es tiempo de “indagarlo” todo- ¿ para qué? para encontrar un sentido, para soltar equipaje, para dejar de meter la panza, para sonreír sin motivo, para volvernos espirituales… Sí!! esa es un acción complaciente: volvernos al ser…mirar adentro… porque mirar afuera y confrontarnos con el espejo: ¡Uf que horror! 
 Es que la vejez es una recurrente categoría a la que las mujeres después de los 30 visitamos a menudo. ¿Por qué? Porque la vejez es una conversación limitante que el mundo femenino cree, alimenta, sostiene pero sobre todo: teme!
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[Créditos  Foto http://blogs.20minutos.es]
Las chicas nos miramos las maculas violáceas (ojeras) que la carga de la rutina pinta sobre el lienzo de nuestros párpados, contamos los hilos de plata que peina nuestra experiencia, detectamos con horror y crítica los cráteres que avanzan en las pampas de nuestros muslos, y  sufrimos como una tragedia griega el avance intempestivo del tiempo. De hecho hay quienes quisieran iniciarle juicio por daños y perjuicios ( Yo soy una de esas personas).
Los hombres, sin embargo, ven crecer sus vientres como globos de cantoya, perder las chapas ( cabello), agrietar su piel; pero su reacción es diferente, siguen preocupados por el penal que erró su equipo favorito.
¿Es el miedo a la vejez una necesidad o un invento? Primero antes que nada, el miedo ¿ es una necesidad o un invento? Depende. Los miedos racionales no defienden, nos protegen. Los irracionales, nos esclavizan, nos vuelven locos (Esto merece otra entrada en el blog)
Pero la vejez… ¿ por qué preocupa tanto a las mujeres? Porque el mito de la eterna juventud, perfecta belleza y  felicidad que hemos consumido a través de los medios de comunicación, más el photoshop y el concepto erróneo que sostenemos sobre la vejez nos hace creer que ser viejo o estarlo o vernos es una condición que se dará de un momento al otro, un cambio radical que afectará nuestra belleza física, nuestras aptitudes, nuestra particular forma de vincularnos con el mundo y nos estrecha el camino con la muerte. Y permítanme agregar no hace ver los cuentos de hadas a la inversa, de sentirnos y vernos decrepitas nuestro príncipe comerá de la manzana envenenada para dormirse y – ya no vernos!
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[Créditos Foto http://www.fucsia.co]
Morir jóvenes nos aterra, pero envejecer mucho más. Pensamos ¿ quienes seremos cuando veamos un rostro diferente? Seremos las mismas, nuestros rostro está todo el tiempo a merced del paso de la vida. Desde que nacemos, envejecemos…. 
Vivirnos con la creencia de que envejecer es también la pérdida del derecho de ser amados, reconocidos, ha sido el emblema de la industria de la vejez.
Gracias a nuestro miedo, se ganan millones y millones cada día. Cremas milagrosas, maquillaje, píldoras, mascarillas, recursos caseros, aparatología, un sin fin enfocado a psicoanalizar desde la estética, una inseguridad emocional.
Tener el busto turgente, erecto no es garantía de satisfacción amorosa. En la vida, no hay garantías en ningún aspecto. Es una zona de incertidumbre, lo sé, es muy inquietante aceptar que somos en un pantano movedizo, pero no hay más que eso.
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¿Cuál es la propuesta? Encender la luz, dejarnos de escondernos, lanzar al piso las sábanas, y aprender a amar con dignidad nuestro cuerpo.
La vejez es una realidad que nos compete a todos, pero la decrepitud de nuestro ser es una elección personal.  Aferrarnos a pensamiento negativos, tóxicos, y faltos de respeto a nuestra esencia y figura es un pasaje certero a opacarnos, endurecernos y paralizarnos.
La belleza exterior  trasmuta, pero la interior se cultiva, y se cosecha.
Vernos bonitas y guapas nos llena de adrenalina, pero vernos serenas y seguras nos inunda de una satisfacción personal que ningún labial será capaz de proyectar más brillo.
¿Qué harías para embellecer tu alma? ¿Qué creencias deberías soltar para aceptarte?
Chuchi González

“Si lo que leíste te gusto, compártelo. No olvides dejar tu comentario, es la más valiosa aportación que puedes hacerme, Gracias!”

20 de octubre de 2012

Vivir y estar vivo…

A lo largo de la vida comienzo a sospechar que no es lo mismo estar vivo que vivir. Vivir es un hecho biológico y estar vivo es la apropiación lingüística e interpretativa de ese hecho. Vivir es respirar. Y Estar vivo es sentir el aire meterse por los pulmones y hacer travesuras en nuestra belleza interna.
Vivir tal vez no requiere de más coraje que estar en el momento oportuno en el que ocurre el milagro de la vida. Y estar vivo es defender a cada paso ese privilegio.
Vivimos muchas veces y estamos vivos pocas menos; pues el miedo es el motor fundamental de nuestros impulsos. Vivimos para no tener miedo. Y evitamos estar vivos para no sufrir. – Aún cuando lo hacemos -
  • Miedo de reír y que la gente se burle
  • Miedo a la pérdida
  • Miedo a tener éxito y sostenerlo
  • Miedo a amar y a ser querido
  • Miedo al silencio y a convivir
  • Miedo al miedo
  • Pero por sobre todo, miedo a no ser feliz.
La felicidad es la dama deseada que marca con su sonrisa la diferencia entre vivir y estar vivos. La felicidad es para la mayoría de las personas una idea acerca de la posesión.
Poseer es la habilidad que nos permite ser o no felices. Es una vil falacia pero aceptada socialmente.
Estar vivos es de todas las opciones, la única para ser felices. Sin embargo el índice mundial de infelices supera ampliamente cualquier idea mundana, contrariando la razón científica que indica que es más simple ser felices que todo lo contrario.
Decálogo para ser Infeliz
  1. Para ser infelices en principio debemos renunciar al derecho natural de “estar vivos” lo que implica la auto- declaración de proclamarnos: VIVOS
  2. La infelicidad requiere la renuncia absoluta a cualquier acto de gratitud y alegría
  3. Cerrarnos al modo indicativo del presente para conjugarnos en el pretérito imperfecto, y el pretérito pluscuamperfecto.
  4. Negar toda oportunidad de crecimiento y seguir insistiendo que es mejor malo conocido que bueno por conocer
  5. Abortar todo sueño, por más maravilloso que sea en pos de continuar la línea del “tener razón” y la desolación
  6. Vivirnos en la escases, observando el vaso medio vacío y llorar por la leche derramada
  7. Recluirnos al pensamiento pesimista  de Giacomo Leopardi
    “Me parece increíble
    que la vida infeliz y el necio mundo
    durante tanto tiempo”
  8. Resentirnos con los eventos naturales de la vida
  9. Aparentar fortaleza y apretar las mandíbulas masticando el sufrimiento interno
  10. Morir cada día, dejando que dentro nuestro muera la luz.
Decálogo para ser Feliz
  1. Fluir con el universo, aceptar lo que la vida te da; si te da limonadas y te resulta ácido hazla y repártela o toma un sal de uvas
  2. Sonreír a las carcajadas cuando los sientas
  3. Disfrutar, es decir arrancar del árbol de la vida de los mejores frutos
  4. Agradecer
  5. Abrirnos al amor
  6. Dejarnos sentir
  7. Convertirnos en agente del amor
  8. Estar vivos
  9. Equivocarnos
  10. Ofrecer perdón
         Tu eliges!
Chuchi González

24 de julio de 2012

Lo inevitable de la vida…la muerte

Me resulta inevitable no escribir otra vez más sobre la finitud a la que estamos sometidos los mortales, a la que resistimos creyéndonos dioses del olimpo, compradores de estrellas eternas, postergadores  inconscientes.
Hace días una amigo escribía en su muro de Facebook que se había sorprendido de la cercanía de la muerte, pues un tipo que conoció hacía 6 meses, se había enfermado hacía 2 y ese día había muerto. Mientras él se distraía pensando como sobrevivir, sin tomar conciencia de lo cerca que está la muerte.
Me sorprendió su comentario, no por ceguera cognitiva, sino porque me he acostumbrado a leer señales de la vida en todos los momentos. Me di cuenta que una vez más, siempre esperamos que se den las circunstancias oportunas para actuar, o que corran los tiempos de requisitos necesarios para decirle a alguien te amo o jugarnos por amor. Como si la parca tuviera compasión de nuestra inocencia.
En tanto pensaba esto, un ex alumno era violentado, y su corta vida arrancada; y apenas ayer otra alumna detuvo su andar para trascender. Inmersa en mis pensamientos y actividades cotidianas, leo entre la lista de mis amigos blogueros,  que dos de ellos escriben acerca de una pérdida reciente de seres queridos.
Y comienzo a sentir que la huesuda está cargada de trabajo; más de lo habitual, o tantos huecos cercanos hacen que esté más despabilada;  que no avisa pero no tampoco traiciona; porque desde el nacer tenemos la cuenta pendiente;  sólo que nos escabullimos, perdemos o escondemos creyendo que la flaquita nunca dirá “piedra libre para nosotros” y entonces  dejamos todo para mañana.
¿ y si mañana no llegase? ¿ Valdría la pena irnos sin haber besado lo suficiente? ¿ Sin habernos entregado completos por amor? ¿Sin haber despertado a los sueños? ¿Con los bolsillos llenos de carcajadas? ¿Con los ojos repletos de ternura caduca?
Y repaso una y otra vez sobre la misma reflexión, lo terrible de la vida no es la muerta, es lo que muere cada día con nosotros, cuando no vivimos plenamente.
Pero que es ¿ vivir plenamente? Es conectar con el amor, dejar de estar parados en el miedo. Reencontrarnos con nuestra naturaleza, dejar de buscar afuera, mirar adentro. Elegir las emociones que deseamos sentir, y desechar la posibilidad de reaccionar, como si otros eligieran nuestros pensamientos.
Párate en el amor… deja los miedos de lado… son pájaros que han hecho su nido en tu cabeza, y su trinar se hace insoportable…
Hermano, si hay algo que temer, que sea el no usar la vida para crecer, que la única manera de bien morir, es aprender a plenamente vivir. ( Chamalú)
Chuchi Gonzalez

13 de marzo de 2012

¿Todo tiempo pasado fue mejor?

Hoy estrene unos tennis ( zapatillas para nosotros). Los había comprado en el mes de septiembre. Pero insistía en andar con los viejos, gastados y agujereados de siempre. La razón – simple – no quería que se arruinasen; que dejaran de ser una posibilidad, un futuro. Y aferrada a los rotos, iba y venía con los juanetes al descubierto – metáfora- ¡Pero no tanto!
Hoy elegí hacer algo distinto o diferente – como dirían mis alumnos – y dejé el ayer en la bolsa de ropa sucia y me adentre a lo nuevo con entusiasmo y alegría.
Me los calcé con ilusión, la misma de aquellos tiempos en los que la vida era una tortita negra – traducción: pan dulce con azúcar morena en la parte de arrita- y la señora nostalgia de se apodero de mi alma.
Corrí hacia el mural del pasado, ese que tiene fotos de niña, de bebés, de padres jóvenes – tan jóvenes que eran más jóvenes que yo en ese momento – los pantalones elefantes de mi padre, la camisa floreada y entallada de mi madre; los lentes grandes de mosca; las fotos blanco y negro, mi cara casi a estrenar ( 5 AÑOS) con el mismo corte que hoy elegí para la década de los 40.
Un frío cálido me hizo llorar de emoción y de pérdida – y por un instante tuve tantos deseos de regresar a ese columpio y sonreírle a mi padre. Y la voz de la razón me cuestiono entonces: ¿todo pasado fue mejor?
A mí que no me gusta caer en los lugares comunes. He caído. He sido presa de la gran astucia adulta – o de la vejez – de creer que el pasado es y será una sucursal de “lo mejor” –y me pregunto ¿Por qué nos pasa esto? ¿ Por qué en algún momento este utópico pensamiento hace huella en nuestra mente?
  • Porque el pasado, es un lugar seguro; la incertidumbre propia de la vida,  mirando hacia atrás es certeza. Lo que sucedió no se puede borrar.
  • Porque el pasado es un examen aprobado – triste o feliz – es el cimiento de nuestro presente.
  • Porque el pasado es nuestra historia;  nos remontarnos a las raíces  de quiénes somos.
  • Porque el pasado – añorado – en determinados instantes de la vida es el recuerdo de la pérdida que aún nos “raspa en el alma.”
  • Porque el pasado no sólo son los ‘80, es antes de ayer cuando se fue la oportunidad de decir un “te quiero” en un camión (Colectivo).
  • Porque el pasado es tomar conciencia  y distancia del presente para volver a observar y volver a largarnos con energía a la vida.
  • Porque el pasado son las posibilidades que ya no son posibles de barajar.
  • Porque el pasado no existe, y en ocasiones tenemos la necesidad de fugarnos de lo que “hay” a un mundo inexistente pero conocido.
Sin dudas, el mejor tiempo que tenemos es el que estamos viviendo, porque es el que nos sucede. Añorar, mirar atrás de vez en tanto como una tarea para reconfortarnos por el camino logrado; es útil. Pero vivir creyendo que lo que “fue” es y será mejor, es renunciar a la posibilidad de seguir creciendo.
Chuchi González

25 de febrero de 2012

Breve pensamiento…

A veces me quedo sin palabras, y la saliva, como el mercurio gotea por mi garganta. Busco y miro hacia los lados, intentando creer, en lo que no creo; que fuera de mí, pudiera estar el espacio que llenase mi vacío.
En el exterior no hay nada, solo acción inactiva; presencia fugaz, y un poema de Jorge Luis Borges llega a mi memoria como un pañuelo sutil para corregir una lágrima derramada – “ Las tardes a las tardes son todas iguales”
Y el capricho me desgarra desde dentro…

Chuchi González