Mostrando entradas con la etiqueta Estructuras. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Estructuras. Mostrar todas las entradas

1 de julio de 2014

Algo más que decir…

Muchas veces las relaciones humanas se ven afectadas por los ruidos que coexisten en la comunicación. Demasiados supuestos, interferencias, y ausencias convierten el puente de comunión de dos o más mundos en pantanos confusos donde cada quién se salva o se hunde según sus distinciones.
Y es que la expresión es la oportunidad que todos tenemos para manifestarnos, para hacernos entender, comprender, amar, y hasta incluso huir.
¿Por qué no sabemos comunicarnos? Porque muchas veces creemos que eso es dar explicaciones, y algunas personas se sienten demasiado adultas como para “explicar”, sin embargo comunicar es compartir, es invitar al otro a subirse a la mirada de que tenemos respecto de algo o alguien, es abrirnos o exponernos en los sentidos.

¿Para qué comunicar?  Para darnos a conocer, para no resentir, para no acumular, para evitar malos entendidos, para crecer, para ser libres y para SER CONSIDERADOS CON EL OTRO.
La consideración es la médula de la comunicación, somos seres reflexivos. Los único seres vivos con esa capacidad. Podemos reflexionar antes de la acción, durante la acción y después de la acción. Y esa alternativa provista por nuestro lenguaje implica repasar nuestras acciones y a partir de ella ser respetuosos y prudentes con los demás y uno mismo.
Habrá situaciones que querrás mantener en tu mundo privado y es legítimo, pero cuando las circunstancias que estés atravesando afectan a otros de alguna forma, es menester ser maduros y decir lo que nos está afectando.

18 de junio de 2014

¿Por qué nos suceden cosas malas?

Tenemos épocas en que nuestra cotidianidad se transforma en un escenario de hechos caóticos. Mala pata a cada paso que damos. No comprendemos porque el universo parece estar en contra nuestro, y le dejamos todo a la mala suerte. En esos momentos tan especiales, sería bueno tomar la decisión de detenernos a ver quienes estamos siendo en función de los otros y de nosotros mismos, y podremos descubrir porque situaciones de esa naturaleza caen sobre nuestras cabezas.


 Si aprendemos a observar la vida desde el contexto cuántico, sabremos y aceptaremos que el observador – nosotros- penetramos en el mundo y lo modificamos tan solo conla mirada,”es decir con la interpretación que hacemos de las cosas. Y por lo tanto descubriremos que todo lo que nos rodea no son más que nuestros “juicios” materializados.

El mundo -escribí una vez -es una extensión de nuestros pensamientos. Cuando tenemos rachas de “mala fortuna” seguramente en nuestro interior tenemos grandes tormentas emocionales que se manifiestan en el exterior. Lo que pensamos de nosotros, las limitaciones que nos ponemos, las creencias devastadoras hacia nuestra capacidad de merecer como sombras o como personajes se reflejan.

El mundo que creamos es una proyección de uno mismo, lo que vemos son nuestras creencias.  Si pensamos que no merecemos, tendremos conflictos para generar dinero, mantener relaciones estables, obtener aumentos en los ingresos. Si sostenemos que el amor no existe, nos toparemos con seres conflictivos, abusivos, o deshonestos que sólo confirmaran lo que creemos.
Todo lo que sucede, nos sucede desde nosotros mismos, desde una previa condenación.
Observa cuáles son los pensamientos que habitualmente tienes respecto de ti, del sexo opuesto, del trabajo, de tu jefe, y verás como en las áreas en las que fluyes con ideas poderosas, todo marcha viento en popa.

1 de abril de 2014

Conectar…

Para Luz Magaly y Aydee Flawer

Hace unos días publiqué un mensaje de buenas noches en mi muro, en el que invitaba a la gente a relajar el cuerpo, la mente y conectar con el alma y fue cuando entonces recibí el comentario, o mejor dicho la sugerencia que inspira este artículo: ¿Cómo conectar con el alma? ¿Cómo conectar con uno mismo?
En principio pareciera que todos esperamos siempre respuestas simplistas, fáciles de usar y de efecto inmediato. Las condiciones de la sociedad en la que vivimos nos orilla a vivir a las prisas. Y es justamente en ese andar a los apurones, chocándonos con todos, pisando nuestros propios sueños y los demás, alocados por llegar sin saber a dónde, pero alocados al fin, vamos perdiendo la señal con quienes somos.

No hay remedio más eficaz para relajarnos que parar; detener la marcha, la vorágine en la que estamos inmersos, porque no debemos olvidar que la postura corporal con la que andamos nuestra vida se identifica con la postura emocional y psicológica.
Frenar la marcha, te has preguntado ¿ a que velocidad vas cada día? ¿ cuántas cosas del paisaje se te pierden o pasan como ráfagas de sueños? ¿Cuántos besos apenas dados, cuántos abrazos mancos?
Corremos como si tuviéramos que llegar a algún sitio importante porque no hemos olvidamos de quienes somos. Buscamos en el afuera eso que adentro como una hernia emocional nos trae mal sabor de boca todos los días.
El síntoma que es mudo, igual nos habla, nos dice que algo no funciona, y nosotros que vemos, igual somos ciegos y medicamos.
Aspirinas, alcohol, drogas, medicinas, trabajo, comida, amantes, deportes… excesos… estamos confundidos porque sentimos que algo nos falta y no sabemos que és ni donde buscarlo.
Y todo está al alcance de nuestras manos, pero se escurre como el agua entre los dedos.
La respuesta es FRENAR Y CONECTAR con uno mismo, que es lo mismo que decir conectar con la fuente o con el alma. Le damos más importancia a lo que no somos: el cuerpo. Sabemos de ese carro que nos transporta, lo arreglamos, lo educamos, lo satisfacemos…. y en relación a lo que somos: ALMA, nos extraviamos.

17 de septiembre de 2013

Crear Contextos















¿Qué es un contexto?  Es un entorno físico o de situación a partir del cuál se considera un hecho.(Ver más) CON-TEXTO sería algo más o menos así… un escenario en el cuál ubicamos elementos, personas o situaciones. Cuando hablamos de crear contextos, estamos haciendo referencia a la capacidad de crear para nosotros – y los demás-  eso mismo que queremos vivenciar. En palabras coloquiales sería “dar lo que exigimos” o” abstenernos de hacer lo que no nos gustan que nos hagan.”
Sin embargo, ¿ Cuántas veces pides lo que no das? ¿ Cuántas otras tantas exiges lo contrario de lo que haces?
Repasamos…

  •  no mientas
  •  no lastimes
  •  no grites
  •  no discrimines
  •  no seas indiferente
  •  no mientas
  •  no golpees
  •  no juzgues malintencionadamente

                                                    Vive la vida como quieras que ella te trate


Crea el mundo en el que quieras vivir cada día y desde tus acciones. Uno actúa por como es, pero también es por como actúa. Cambia acciones y cambiarás resultados


  •   Si quieres un mundo sin violencia que en tu casa reine paz.
  •  Si quieres un mundo con amor que en tu casa reine el amor.
  •  Si quieres un mundo abundante que en tu casa reine la abundancia.























Desde tu casa creas mundos y relaciones. Tu casa, es tu interior…

 ¿Cómo se encuentra? ¿Hay muchas cosas sucias? ¿Es necesario alguna remodelación?


Chuchi González
Si te gustó, puedes compartirlo
Si te animas, puedes comentar
Si quieres contactarme, escríbeme a chuchigonzalez@dhcrearte.com



12 de agosto de 2013

Préstamos Personales a bajo interés
















Todos lo sabemos, pero pocos o poquísimos, lo ponemos en práctica. La necedad humana de no hacer lo que sabemos es una constante. A veces parece una burla, un chascarrillo que queremos meterle al destino, pero sin dudas es una manifestación irrespetuosa de todos nuestros miedos.
Vivimos arraigados a todo lo que podemos para convencernos de la eternidad de lo que caduca. La sapiencia de la mortalidad está presente en todas las situaciones cotidianas, pero giramos la cabeza hacia otro lado para no ver.
Todo concluye.
Todo expira.
Todo muere.
y todo nos incluye.
Hace días le dije a mi madre “quiero tener algo mío” y ella con sabiduría dijo “ todo es un préstamo”
La ilusión de lo propio no enceguece y nos hace pagar altos precios emocionales.
Por creer que lo mío es mío nos codeamos con los celos, la paranoia, la necesidad de aprobación, la frustración, el miedo al rechazo, al fracaso, la humillación, la falta de auto- dignidad sólo por mencionar algunos.

A veces por determinadas vivencias o por los años que vamos sumando caemos en esa búsqueda imperiosa de tener, de crear “ propiedad” y sin darnos cuenta nos enlazamos la soga al cuello.
En palabras de Jorge Bucay en su libro “De la Ignorancia a la Sabiduría” extraigo… “ Cualquier cosa que posea, si me importa demasiado tenerla, terminará poseyéndome a mí, porque mi interés desarrollará el miedo a que pueda perderla.”
Nada de lo que tenemos nos pertenece. Nada.
¿Cómo escapar a esa fantasía de lo propio?
















Todo está de paso en nuestra vida.
Yo sé que lo sabemos. Pero lo vivimos desde otro espacio. Desde otra mirada.
Aparece lo “nuestro” o “ lo mío”
Dice un refrán: “Lo regalado no se devuelve”. Pero nuestra vida es un “préstamo” por eso siempre llega en cualquier momento el cobrador y nos la arrebata.
Si pudiéramos atrevernos al reto de entender, comprender y aceptar que todo es un préstamo, los intereses serían bajos.
Pues se trataría de vivir en el aquí y ahora ( frase trillada), lo que implicaría dejar de protegernos el alma, el cuerpo con parches defensivos elaborados con creencias obsoletas.
Y ¿ si no me dice tal cosa? y ¿ si sucede esta otra?  y ¿ si dentro de tres años no puedo…?
El deseo de no sufrir nos hace irremediablemente sufrir. Pues en lugar de disfrutar de lo que ahora tenemos, siendo este “ra” lo único que poseemos, creemos tener la posibilidad de ver una película que ni siquiera se ha filmado: el futuro, simplemente en base a lo que nos sucedió.

Soltar es el desafío…
Soltar creencias limitantes porque obstruyen el camino
Soltar creencias poderosas porque te seducen con una seguridad que no existe
Soltar la idea de un futuro porque sólo estamos parados en el presente
Soltar los sin sabores del pasado porque no se pueden modificar
Soltar la sonrisa espontanea y el llanto atragantado para que la vida se mete en cada rendija de tu ser y fluya
Soltar la repetición automática de los juicios
Soltar el prejuicio
Soltar el juicio y atreverse a la locura
Soltar el amor a bocanadas gigantesca, no te reserves nada, tal vez no tengas oportunidad de entregarlo luego

y paradójicamente cuando aprendemos a desapegarnos de las cosas las disfrutamos mucho más.
¿De qué cosas o creencias te cuesta desapegarte?


                                                                                                                                        Chuchi González
Si te gusta, lo puedes compartir.
Si te animas, puedes dejar un comentario.
Si quieres contactarme, escríbeme“chuchigonzalez@dhcrearte.com








4 de julio de 2013

Cuando un amigo se va…

P2060028…. me llega a los oídos del alma la voz singular de Alberto Cortés murmurando como una herida rebelde que no quiere cicatrizar…”cuando un amigo se va.. queda un espacio vacío… que no lo puede llenar… la llegada de otro amigo…” 
Es que nosotros los argentinos somos tan territoriales, apegados, aguerridos, necios, tercos con lo que amamos, que cuando amamos cerramos la persiana para cualquier ocasión, es un para siempre teñido a sabiendas de una caducidad de “vida vivida” -como diría Jorge Luis Borges- pero el amor no pasa de moda, ni de tiempo y entonces yo hoy te escribo y escribo siempre – a escondidas de la alegría- con la tenacidad de la tristeza …
“En un rincón del alma
donde tengo la pena
que me dejo tu adiós,
en un rincón del alma
se aburre aquél poema
que nuestro amor creo.”
 ( Extraído de En un rincón del Alma – Alberto Cortez)
Y se me pianta un lagrimón silencioso, y una bocanada de aliento con sabor a mate amargo me acuchilla la boca del estómago que se calla siempre cuando te nombra..
“Invadieron tus sienes sueños grises
y en mis verdes nevaron primaveras,
en tus ojos reposan las quimeras
y en mis verdes navega el viejo Ulises”
(Extraído de Soneto para Mi Padre – Chuchi González)
 
payoy desde que te fuiste… yo soy un cúmulo de cosas por contar, una mujer sin sombra, un pichón de elefante – como me decías –con complejo de avestruz- que busca constantemente un explicación lógica a lo ilógico de tu partida. 
La vida es tan injusta – sádica que nos quiere convencer de que somos poderosos para  que cuando estemos distraídos en el glamour de la banalidad, de un “bife” devolvernos a tierra.
Y yo desde entonces, siempre estoy alerta. No quiero desenfocarme ni perder el rumbo, en ocasiones parpadeo demasiado con piedritas del camino y me mareo porque no veo mi norte, pero rápidamente recuerdo tu afán estoico, tu dolor escrito, tu voz entrecortada, tu mensajes ocultos y me recupero.
Porque si con vos se fue mi fe, y me quede manca de alas…en la inteligencia de mi ser, comprendo que no puede haber mundano sufrimiento que pueda opacarme.
Yo sé que no me lees, ni me ves… pero “desde el día en que te fuiste, papá, siento angustias en mi pecho”
P1220031
Hoy se cumplen 3 años en que un rayo partió tu sueños, borro tu letra, apago tus estrellas, y te extraño. Desde entonces he traído la cabeza mirando hacia atrás y como te extraño.
¿Duelo patológico? Que me importa, si mal que mal sigo avanzando. Solo que me encantaría sentarme a tomar unos mates con las “asesinas” esas media lunas de grasa, leer “La Capital” y pese a que la vida construida es buena, despertar de ella como si fuera un sueño… y encontrarnos en Pasaje Hernandarias.
¡Te quiero y te extraño muchísimo!
Chuchi González

2 de julio de 2013

El miedo a la vejez es ¿ necesidad o invento?

miedo
[Créditos Fotos http://www.biut.cl]
Parada en mi gran duda existencial, cuestiono todo lo que he sostenido por algún tiempo como real- verdadero- lógico y necesario.  Si a los 4 años es la de edad del ¿ por qué?, después de los 40 es la edad del ¿ para qué?, listas con hartas excusas y justificaciones es tiempo de “indagarlo” todo- ¿ para qué? para encontrar un sentido, para soltar equipaje, para dejar de meter la panza, para sonreír sin motivo, para volvernos espirituales… Sí!! esa es un acción complaciente: volvernos al ser…mirar adentro… porque mirar afuera y confrontarnos con el espejo: ¡Uf que horror! 
 Es que la vejez es una recurrente categoría a la que las mujeres después de los 30 visitamos a menudo. ¿Por qué? Porque la vejez es una conversación limitante que el mundo femenino cree, alimenta, sostiene pero sobre todo: teme!
Gerascofobia-el-miedo-irracional-a-envejecer
[Créditos  Foto http://blogs.20minutos.es]
Las chicas nos miramos las maculas violáceas (ojeras) que la carga de la rutina pinta sobre el lienzo de nuestros párpados, contamos los hilos de plata que peina nuestra experiencia, detectamos con horror y crítica los cráteres que avanzan en las pampas de nuestros muslos, y  sufrimos como una tragedia griega el avance intempestivo del tiempo. De hecho hay quienes quisieran iniciarle juicio por daños y perjuicios ( Yo soy una de esas personas).
Los hombres, sin embargo, ven crecer sus vientres como globos de cantoya, perder las chapas ( cabello), agrietar su piel; pero su reacción es diferente, siguen preocupados por el penal que erró su equipo favorito.
¿Es el miedo a la vejez una necesidad o un invento? Primero antes que nada, el miedo ¿ es una necesidad o un invento? Depende. Los miedos racionales no defienden, nos protegen. Los irracionales, nos esclavizan, nos vuelven locos (Esto merece otra entrada en el blog)
Pero la vejez… ¿ por qué preocupa tanto a las mujeres? Porque el mito de la eterna juventud, perfecta belleza y  felicidad que hemos consumido a través de los medios de comunicación, más el photoshop y el concepto erróneo que sostenemos sobre la vejez nos hace creer que ser viejo o estarlo o vernos es una condición que se dará de un momento al otro, un cambio radical que afectará nuestra belleza física, nuestras aptitudes, nuestra particular forma de vincularnos con el mundo y nos estrecha el camino con la muerte. Y permítanme agregar no hace ver los cuentos de hadas a la inversa, de sentirnos y vernos decrepitas nuestro príncipe comerá de la manzana envenenada para dormirse y – ya no vernos!
26942_165242_1
[Créditos Foto http://www.fucsia.co]
Morir jóvenes nos aterra, pero envejecer mucho más. Pensamos ¿ quienes seremos cuando veamos un rostro diferente? Seremos las mismas, nuestros rostro está todo el tiempo a merced del paso de la vida. Desde que nacemos, envejecemos…. 
Vivirnos con la creencia de que envejecer es también la pérdida del derecho de ser amados, reconocidos, ha sido el emblema de la industria de la vejez.
Gracias a nuestro miedo, se ganan millones y millones cada día. Cremas milagrosas, maquillaje, píldoras, mascarillas, recursos caseros, aparatología, un sin fin enfocado a psicoanalizar desde la estética, una inseguridad emocional.
Tener el busto turgente, erecto no es garantía de satisfacción amorosa. En la vida, no hay garantías en ningún aspecto. Es una zona de incertidumbre, lo sé, es muy inquietante aceptar que somos en un pantano movedizo, pero no hay más que eso.
fotport
¿Cuál es la propuesta? Encender la luz, dejarnos de escondernos, lanzar al piso las sábanas, y aprender a amar con dignidad nuestro cuerpo.
La vejez es una realidad que nos compete a todos, pero la decrepitud de nuestro ser es una elección personal.  Aferrarnos a pensamiento negativos, tóxicos, y faltos de respeto a nuestra esencia y figura es un pasaje certero a opacarnos, endurecernos y paralizarnos.
La belleza exterior  trasmuta, pero la interior se cultiva, y se cosecha.
Vernos bonitas y guapas nos llena de adrenalina, pero vernos serenas y seguras nos inunda de una satisfacción personal que ningún labial será capaz de proyectar más brillo.
¿Qué harías para embellecer tu alma? ¿Qué creencias deberías soltar para aceptarte?
Chuchi González

“Si lo que leíste te gusto, compártelo. No olvides dejar tu comentario, es la más valiosa aportación que puedes hacerme, Gracias!”