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1 de abril de 2016

Nuestro Origen. Nuestro presente.



El punto de partida determina nuestro presente. Cada paso inicial nos lleva a dónde estamos parados hoy. Lo mismo sucedió con nuestra concepción y nacimiento. Somos resultado de lo que otros pensaron: de mamá y papá. 
Ellos nos formaron en sus cabezas y nos materializaron en el acto de la danza contorneante del óvulo que se muestra deseoso de ser fecundado y la jauría de espermatozoides que taladran la delgada menbrana hasta conquistarlo.
Pero ¿ Qué hay entre el óvulo y el espermatozoide? ¿Qué gestiona que la fecundación sea factible? Es mucho más que cálculos exactos. Que matemáticas perfectas. Óvulo +Espermatozoide no siempre da lugar a la vida.

¿Qué trata el taller VOLVER A NACER Y CURAR HERIDAS EMOCIONALES DE LA INFANCIA? ¿Se puede volver a nacer sin morir? ¿Se nace una vez o todos los días? ¿Qué heridas tengo si tuve una infancia feliz?

VOLVER A NACER Y CURAR HERIDAS EMOCIONALES DE LA INFANCIA es un taller que busca adentrarnos en las memorias de los tiempo de nuestra primera existencia, en la anidación en la tierra fértil del útero y el resto del camino recorrido.

9 de septiembre de 2015

AmorES imposibles

No me gustaban, no los había probado, hasta que sin querer – queriendo- me adentre a su magia intacta…y emparejarnos con lo imposible le da un matiz especial a la vida… es como caminar de la vereda de enfrente y a la vez estar del otro lado… Ser testigo de la inmensa admiración, sin que el otro se inquiete por el sigilosos suspiro que su humanidad cotidiana despierta.
Me gustan los amores imposibles, porque tienen un código especial y no pasan de moda, no sucumben a la rutina, y un instante en ellos es vivido como eternidad hasta el próximo encuentro…
Adoro los amores imposibles… porque son tan cercanos, certeros, e inocentes como un rostro desprovisto de ego… se dejan acariciar por palabras generales, y no necesitan de un algo espacial para regocijarse en el perfume de la alegría…

¿Cuántos amores imposibles suma tu vida? Recuerdo que la abuela una vez me contó del suyo, hasta los últimos años de su vida lo recordó, y creo que por no ser consumidos se quedan en la memoria para siempre.
Jodorowsky dice “mientras hay memoria no hay olvido”, ¿ será que el amor de la nona se vive en el mío? ¿Cuántos amores desordenados hay en tu vida?

La psicosomática familiar sostiene que los desórdenes amorosos están íntimamente ligados con la herencia de los ancestros. ¿Amores imposibles? ¿Edipos y Electras no resueltos? ¿Modelos identificatorios paralizados?

Si quieres aprender más, te invito a participar del taller transgeneracional que  se dictará en la ciudad de México, los días 25 y 26 de septiembre.

19 de agosto de 2015

¿Qué es el ego?

Solemos decir “Tiene un ego”… como queriendo decir mucho más que eso; implica que es demasiado grande, exacerbado, extremista, o un excesivo amor propio. Identificamos el ego con algo que se ostenta. Tiene un ego es similar a tiene un perro, una casa, un auto, un libro; y sin embargo, obedecen a estructuras de pensamiento diferentes. El caso de ser poseedor habla de un sujeto y un objeto; pero en relación al ego, la expresión es insostenible dado que sujeto y ego se involucran. Cuando hablamos de ego no podemos hablar de algo diferente a quién lo identifica. El ego es la identidad que tomamos a la hora de nacer. Es la energía que nos separa de los otros, nos individualiza, nos hacer diferentes. Es nuestro Pepe Grillo que nos direcciona, empodera, traiciona, nos hace fracasar, cometer errores, volvernos narcisista, pedante, austeros, miserables, impropios, arrogantes, víctimas, sumisos. Es la falsa identidad con la que generamos empatía, nos acostumbramos a andar, nos dicen que somos, nos decimos que somos, y defendemos a sol y a sombra. Es un yo artificial creado por la familia, el contexto social, la cultura, es un máscara que nos ponemos para andar por la vida y no defraudar a nadie.
Es un YO con estímulos ajenos, un títere manejado por un contexto inmenso que precede y del que emerge, sin cuestionarse su origen. Sin embargo, detrás de esa cáscara- anida la esencia – esa fuera creadora íntimamente relacionada con la CONSCIENCIA del universo, con la inteligencia divina de la cual somos imagen y semejanza. Digo CONSCIENCIA para diferenciar de CONCIENCIA que alude a los procesos de nuestro cerebro cognitivo, y CONSCIENCIA lo reservo para la magia o conexión con la fuente, la vida, la energía espiritual que nos trasciende.

¿Cuál es el problema del ego?
El ego tiene muchos problemas pero que pueden resumirse en uno solo: la comparación. Mientras la Reina preguntaba en el cuento de Blancanieves… “¿espejito, espejito, quién es la más hermosa del reinado? Y el espejito respondía – Tú mi reina-, no había problema alguno; pero cuando la respuesta fue contraria a la voluntad de los oídos que la aclamaban, apareció el terror; otra mujer “más hermosa,” y el ego en nuestros cuentos cotidianos siempre nos lleva a vivir en comparación, y por lo tanto en detrimento de nosotros mismos; y en el miedo a ser rechazados por no ser suficientes.
El ego es una fuerza que nos impulsa a victimizarnos porque siempre estamos parados en la excesiva auto indulgencia o perfeccionismo. Nunca para el ego lo que hacemos es suficiente o por el contrario no podemos hacer nada. Nos invita a pararnos en extremos que nos llevan irrefutablemente al abandono de lo que creemos que queremos para nuestras vidas.
El ego nos conecta con la fuerza, con la disposición corporal mental de estar todo el tiempo a la expectativa, a la defensiva. En el continuo estrés de tener todo bajo control, no hay posibilidad para descubrir que hay algo más en el fondo.

El ego es un constante demandante, queremos saber más, tener todas las respuestas, nunca perder (ego intelectual), queremos ser jóvenes eternamente, detener el tiempo, ignorar el paso de la vida, nos sometemos a dietas extremas, ejercicios extremos, cirugías (ego material), queremos amar, ser amados, y amar más, ser únicos, los más importantes, los más recordados, los inolvidables (ego emocional), queremos seducir, atraer, conquistar, crear, poseer (ego libidinal).
¿Qué podemos hacer? Aprender a equilibrar esta energía que somos, educarla, vivenciándonos en el poder que realmente tenemos. El poder creador. Dejar de asistir a la reacción y a la fuerza como un medio para sobrevivir, y fluir sin resistencias en una plena rendición que implica la completa aceptación de lo que tenga que ser. Es decir, aprender a soltar el deseo de un resultado, no apegarnos a la expectativa de lo que podría acontecer, sino por el contrario mudarnos al aquí y ahora.
Si aprendemos a vivir el único momento posible que es el presente, el ego aprenderá a ser respetuoso y menos temeroso. Ya no se comparará con lo que sucedió en el pasado o podría suceder en el futuro. La raíz de nuestras inseguridades está en compararnos y vivir a destiempo.
El ego puede ser nuestro aliado. Hasta ahora ha sido la respuesta a nuestro particular tipo de conciencia. Si elevamos la conciencia, el ego será un alumnos aplicado.









31 de julio de 2015

Mi árbol y yo

 El árbol crece y se estira. Sus ramas engendran historias y reparte entre sus frutos aromas inconscientes. Generación tras generación la savia íntima, personal y particular de cada árbol se inscribe en cara rama y hoja reciente. Resuena la información de todos los pasados, los fortuitos, los fracasados, como un estallido ensordecer de pájaros al atardecer. Y cada uno se va impregnando del otro, y sin saberlo carga con sus propios desdenes. Nadie se queja de la flor que se enciende en el medio de la maleza. Pero, ¿qué hay de aquellas plagas que insistentemente nos debilitan? El árbol genealógico con su frondosa copa nos atrapa, queremos escapar de su trampa histórica, de la falsa identidad convocada, pero ¿ estamos dispuestos a ser una rama libre? ¿ a no pertenecer más que a nuestra rebeldía? ¿ a andar con las raíces expuestas a la vida? El clan familiar nos lega por voluntad el inconsciente biológico el programa de supervivencia, y nos dicta un destino condicionado.Nosotros no lo advertimos, creemos en las coincidencias, en las casualidades, y repetimos… Los que han madrugado saben a conciencia, que siendo Olmos estamos dispuestos a dar peras….
Si quieres conocer como tus antepasados forman parte de tu vida; como a pesar de creerte libre perteneces a un designio marcado por tu clan familiar te invitamos a presenciar y experimentar el taller MI ARBOL Y YO, los días 21 y 22 de Agosto en la ciudad de México.
Más información: chuchigonzalez@dhcrearte.com







21 de febrero de 2015

Por qué amar no siempre nos hace felices?



Por qué amar no siempre nos hace felices?

Y cuando ya no sucede así, hacemos algo para que vuelva a suceder, y lo logramos. Pero regresa un poco y se retira nuevamente. Y un día advertimos en el espejo una mancha que ensucia la mejilla, una lágrima entorpece el maquillaje.  ¿Qué pasó? ¿Qué no sucedió? ¿Demasiado hechizo? ¿Falta de patas de ranas? Si el amor es para ser feliz, ¿por qué no lo somos? Por el amor no es para ser feliz.
El amor es. La felicidad es. Nosotros somos. ¿Qué somos? Somos robots repitiendo las historias de los demás. Nos dicen que el amor lo es todo, y ahí vamos. No objetamos. No preguntamos. Sólo vamos. Si alguien nos sonríe y habla bonito, movemos la cola como los perros, sentimos “me quieren”, sin cuestionar, sin pensar que tal vez el otro sea simplemente amable o tenga un tic nervioso. Imposible ser felices con amar. No se puede ser lo que no somos por un acto exterior. No es el afuera el que modifica el interior. Eso es una forma arcaica de mirar. Es pararnos en la creencia de que somos un producto y no productores de las situaciones de nuestra vida.
No seremos felices en el amor, si antes no somos capaces de despertar, encender nuestra luz personal, hacemos las paces con nosotras mismas, y dejamos de inculpar a los demás por nuestra desesperanza.
Sé feliz sola, para ser feliz en pareja
Cuando seamos capaces de tomar nuestra mochila y mirar adentro, y sacar los trapitos sucios que guardamos, y preguntarnos “¿para qué?”, será cuando podamos respondernos, tomar el valor de tirarlos y tomar control de nuestra propia felicidad, pues amaremos a la principal persona que tenemos: a nosotras mismas.
Entonces no buscaremos a nadie para ser felices, pues ya lo seremos. El amor no tendrá que llegar a nuestras vidas para complementarnos, sino para compartir. Dejaremos la búsqueda confusa a la que nos lleva el apego, porque podremos amar con libertad, sin necesidad de despersonalizar al otro, ampliando la independencia personal y afectiva, soltando el tener razón.
Seremos plenas de ir al cine y llorar a moco tendido, aun cuando nuestro compañero esté dando una sinfonía de ronquidos, pues dejaremos de querer que las cosas sean de una forma, podremos estar abiertas a entender que lo que es profundo, emotivo y bello para mí, puede no serlo para otro, y aun así con eso no hay motivo para la guerra. Las peleas dejarán de ser un campo para demostrar lo acertado que somos, no habrá necesidad de explicar ninguna emoción o idea.
Podremos volar a la par de la pareja, no habrá pretensión de opacar nuestras alas su vuelo, ni adelantarnos, ni quedarnos atrás. Seremos suficiente con lo que somos, porque seremos auténticas.
Llegar a este punto es un camino de complicadas tentaciones para quedarnos igual, más vale la pena que lo intentes, que te arriesgues. No será fácil ni hay autopistas para acelerar el tránsito, ten paciencia. Apuesta por ti. Suelta la cuerda que te ata. Suelta la cuerda.
© Autor: Chuchi González.
Para ser feliz en pareja
     Fuente:  http://www.todamujeresbella.com/15871/amar-no-te-hace-feliz/

28 de enero de 2015

El amor y las palomitas azules


En nuestro más infantilismo arcaico, los seres humanos siempre buscamos “echar”, “sacar”, “ extirpar”, “tirar hacia afuera”aquellas situaciones de las cuales no queremos hacernos cargo. Es decir elegimos vivirnos como víctimas para pode expiar eso de lo que no nos hacemos responsables. Así la causa de la infelicidad, el desamor, los crímenes, el enojo, la tristeza siempre tienen que ver con otro diferente a uno… algo o alguien lo genera, algo o alguien ajeno a “mí”… somos infelices por el país en el que nacimos, los gobernantes, los padres que nos criaron, los maestros que nos inculcaron determinados valores, los vicios que nos rodearon, las carencias que nos atraparon, los hijos que no parimos, las parejas, el clima y por supuesto, la puta que nos parió… Y en esa espectacular gama de infames traidores, en tiempos de tecnología, se suman las redes sociales… Hay hasta incontables noticias acerca de lo mal que el Facebook, el WhastApp, y la pan con queso generan entre los amados y amantes… 
Dicen que las famosas palomitas azules que avisan cuando el receptor leyó el mensaje es un regalo para las mujeres que exigían una prueba contundente de que el mensaje había sido leído. Así podemos escribir: “Amor, ya vi que leíste el mensaje, ¿ por qué no contestas?….
Amores que se terminan por que alguien no puso en el segundo treinta de su publicación un “like” y el ofendido como el César entonces pulgar para abajo y fin de la relación. Mujeres y hombres que viven pendientes de los “estados” de sus compañeros, amigos recientes, canciones dedicadas o el clásico “rastreo de lo que hizo el susodicho en las últimas horas”….
…. Dicen que por las redes, mueren ahogados muchos amoríos… que la tecnología tiene la culpa, y lo peor… es que lo creemos… asentimos la cabeza, apretamos el ceño, y gesticulamos los labios como diciendo “ Que locura, para que habrán inventado eso… Y la locura no es otra que comprarnos la historia de que los medios son los delatores de la inseguridad personal, de los miedos atroces, de las comparaciones odiosas….
Toda relación es en el fondo una relación de poder…. siempre está el que quiere y el que se deja querer… el que protege y el que se deja cuidar… el súper héroe y el desvalido… por lo tanto el dominante y el dominado…
Y ¿ Qué es el poder? ¿ Una capacidad o habilidad de hacer determinadas cosas? ¿Una facultada de Ser algo? ¿Astucia de influir en alguien o algo? ¿Autoridad?
El poder es todo eso y tal vez mucho más… En las relaciones de pareja aunque en apariencia uno detenta ese poder, generalmente son los dos mediante una cesión de derechos tácita.
A veces ese poder mal ejercido está minado de control victimario o sumiso, pero en ambas situaciones se controla. La posesividad a través de los medios de comunicación es una forma moderna de ejercer ese control “mediante mensajes” y la finalidad es que el otro responda a nuestra santa voluntad. Los otros día veía una película que se llama “El amor en tiempos de Selfie” – la recomiendo – y el actor principal decía “ ¡¡ me regalaste un celular!!.. no me regalaste un instrumento de control y tortura!!!
Todos los miedos con los que las personas llegan a una relación se ponen en manifiesto más descaradamente con las herramientas que tenemos para vincularnos. Pero no es mal de los tiempos modernos, sino locura personal. Tal vez miramos más el teléfono o la computadora que a un espejo… y nos olvidamos de quienes somos… creemos que somos ese perfil…. y nos deshumanizamos, nos separamos y perdemos el único y real poder que tenemos que es el personal, el de poder CREAR Y CREER en nosotros mismos.
Qué importa si tu chico no te puso LIKE, ¿ Esa será la vara con qué medir tu relación? Si la respuesta es SI piensa que chiquita es la relación especial que creaste para tu vida, ¿ De verdad crees que mereces tan poco?

25 de noviembre de 2014

Nosotras las guerreras: 25 de noviembre Basta de Violencia contra la mujer


Levanta tu cabeza. Y aún con las lágrimas bordeando tu rostro como un arroyo perdido, mira hacia delante. Se trata solamente de encontrar tu propio camino, aquél que no te enseñaron, el mismo del que te has desviado; el del autoconocimiento; de comenzar a indagar ¿qué es lo que quieres?
¿qué te hace feliz? ¿cómo quieres gozar la vida? ¿cuáles son los placeres que te permites? ¿qué anhelas? ¿qué estás dispuesta a compartir? ¿qué no es negociable para ti?
Es verdad que suena romántico perseguir la idea de “ que ese hombre nos hace sentir especiales” pero lo cierto es que si lo sentimos es simplemente porque hemos descubierto en nosotras mismas esa cualidad; el mundo exterior es una sucursal de tus pensamientos.
Para decir BASTA A LA HEGEMONÍA MACHISTA que nos borra la identidad con una cachetada, nos cancela los sueños con los puños cerrados, nos aplasta el alma contra el suelo con la mano abierta, nos sacude contra la pared los derechos, y nos pisotea el amor con la indiferencia; sólo hay que actuar desde adentro; mover creencias, soltar temores, y crear para nosotras mismas una vida de calidad.

Potenciar nuestro liderazgo, asumir nuestra capacidad de auto gobernarnos, de ser nosotras las que establecemos nuestras propias reglas, y no sentir incomodidad ni culpa por defenderlas. Despertar la voz de la intuición, y escucharla.

Nos asfaltaron la libertad, la valentía, la alegría, la independencia mediante  un sistema social estructurado a través del miedo.
Nos quieren sumisas, santas, devotas. Los represores generaron un modelo civilizatorio manipulatorio de opresión y  frivolidad para las mujeres, dónde lo femenino es sinónimo de sensiblería o debilidad. No alcanza con hacer memoria cada 25 de noviembre que somos valiosas. Es necesario hacer conciencia día con día de que el maltrato, la violencia y el abuso, se infiltran en nuestras relaciones con naturalidad. No siempre reviste características bizarras, notorias, extravagantes. Muchas veces se viste de victimes, indolencia, rechazo.


Es hora de decir BASTA, somos valiosas, guerreras, poderosas, creadoras y portadoras de vida. Somos la pachamama, la madre tierra, engendramos con el útero, el cerebro y el alma; conectadas a  la naturaleza recibimos la influencia de la luna, somos una estrella vital en el cosmos.


Basta a los gritos
Basta a los golpes                               Basta a la indolencia                           Basta a las humillaciones
Basta a los celos
Basta a ser perseguidas
Basta a ser controladas
Basta a los insultos
Basta a la doble moral
Basta a los rechazos
Basta a no ser valoradas
Basta a la indiferencia

Es hora, es tiempo, es momento de empezar a crecer en nosotras mismas, a romper todos los paradigmas, a cortar las cadenas de las herencias transgeneracionales, a darnos más a nosotras mismas, a mirar con orgullo nuestro sexo, a no esconder nuestro cuerpo, a no compararnos ni discriminarnos, a aceptar nuestra biología, a recordar que somos más que este carruaje.

A no dar más por el pito de lo que el pito vale!