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10 de noviembre de 2021

Cuando el olvido... no llega

 


A menudo solemos cargar situaciones del pasado sobre las espaldas de nuestro presente, momentos dolorosos, o tal vez recuerdos gratos pero que al evocarlos nos deja un amargo sabor en la boca.

Vivimos día tras días pensando en lo que “hubiera” sucedido “si tal o cual”, soñando “cómo sería nuestras vidas si” y repasar sobre lo que no se puede volver a reescribir sólo nos cubre de tristeza, impotencia o mal humor.

Intentamos a ciegas volver a empezar, pero todo es fallido. Él o ella se han ido de nuestro presente, sea por la razón que sea, pero en su partida se han llevado un trozo de nosotros. ¿Por qué no podemos olvidar? ¿Por qué seguir insistiendo en lo que no fue? ¿Por qué pensar en los ausentes amores todo el día? ¿Por qué soñar con ellos, anhelarlos, pretenderlos? ¿Por qué amargar el alma con el vacío impetuoso de un amor frustrado? ¿Por qué no olvidamos para seguir el camino? ¿Por qué?

Porque en la mayoría de los casos nuestro EGO ha salido demasiado herido, y esa herida narcisista no deja de sangrar frente al espejo.

Porque hemos construido nuestra relación en base a expectativas y cuando la ecuación da lugar, siempre el resultado es la desdicha.

Porque hemos eternizado la relación, ignorando a sabiendas, que nada es eterno.

Porque nos martirizamos recordando sólo una parte de la historia, las mejores escenas, para seguir alimentando nuestra dolencia.

Porque en el fondo, cuando no podemos arribar al OLVIDO, no podemos ACEPTAR que el otro se haya olvidado de nosotros. No logramos entender ¿cómo ese “otro” se atrevió a olvidarse de nosotros?  

Porque aun siendo lo que seamos, el otro tiene el derecho a hacer con “su sentimiento” lo que quiera. Puede apostar todo su amor al nuestro, y a mitad del juego retirarlo; con o sin explicación, con postergación o de un día para el otro.

¿Y para qué repasamos en el álbum de la memoria las promesas que nos hicimos en aquél amanecer? ¿Los besos de principio que tenían un sabor peculiar? ¿La calidez de los abrazos?

¿Para qué comparamos a ese gran amor trunco con los “nuevos” que quieren florecer”? ¿Para qué sostener su nombre en los labios? ¿Para qué negarnos al paso del tiempo? ¿Para qué aferrarnos al pasado?

Para seguir igual, contemplando lo destruido, lo que no funcionó parados desde la queja.

Para no hacernos cargos de las rondas que nos tocan.

Para defendernos de las futuras relaciones, y proteger el corazón a raga dientes, para creer que todo tiempo por pasado fue mejor y desde una mirada infantil desconfiar de lo que nos puede deparar la vida.

Para manipular la situación y hasta a veces obtener recompensas ocultas: “conmiseración, apapachos, atención, etc.”.

Para evitar lo que está sucediendo y no cerrar el ciclo.

Cuando el olvido no llega, simplemente es porque nos hemos empeñado en que resistir los cambios de nuestras vidas; decidimos que nada deberá cambiar aun cuando todo sea distinto, procuramos ser indiferentes a la realidad que se nos plantea y vivir como “si nada hubiera pasado”.


Cuando estamos enamorados creemos que este amor es el único y el definitivo y frente a la desilusión o la ruptura, seguimos idealizando esa relación; pero sólo es eso, IDEALIZACIÓN.

Idealizar puede hacer más sublime o romántico al vínculo de pareja, pero no lo vivencia como lo que es, algo real; algo que existe más allá de mí y de ti, algo que tiene vida propia, alimentado de mis temores y de los tuyos, de los sueños de ambos, de los complejos de los dos.

El amor es vida, es ahora, es presente; lejos está de ser una “bonita idea”; una estampa con dos amantes sonrientes para toda la vida y repitiendo día con día, el mismo menú: las perdices.

El olvido no es un borrador o una anestesia que nos apacigua; es un viento renovador de esperanzas, un soplo de bienaventuranza sobre las laceradas heridas, un pasaje a un seguir próximo destino, una oportunidad de aprender de lo vivido.



9 de noviembre de 2021

Solucionar conflictos de pareja


 Cuando nos enamoramos, nos enamoramos. Mariposas en el estómago, nubes en el piso, sonrisas profundas, ánimo distendido y alegre. Una hermosa etapa. Con el tiempo el envenenamiento del flechazo pasa y… el dramaturgo español Jardiel Poncela diría “Los matrimonios entran en conflicto no cuando se pelean sino cuando bostezan”, pues la pregunta retórica por excelencia es: ¿Qué nos ha pasado? ¿Dónde están todos los proyectos que teníamos? ¿Dónde están esas risitas que me dedicaba? ¿Los poemas que me escribía? ¿Las escapadas que nos concedíamos? ¿Dónde? Y la respuesta más sincera y dolorosa es en el OLVIDO. Un país que queda en el continente de los recuerdos, en el hemisferio del pasado. Ahí quedaron anidados las horas de miradas ininterrumpidas, las promesas, los pactos del alma, los besos sabor a miel, las caricias cálidas. Todo ha pasado, y ha quedo atrás de nosotros mismos, tan atrás que, si nos volteamos a ver, no llegamos a distinguirlo. Pero de todo eso, ahora queda “esto”; un perfume añejado de un amor que fue extraordinario y ahora sólo es común. Unas palabras indiferentes, y un saludo cordial, una conversación sin vuelo, dos cuerpos cansados que cohabitan en la misma cama.

Des-ilusión; gime en cada quién como el llanto de un niño con hambre. Él no hizo lo que esperaba que hiciera. Ella no dijo lo que esperaba que dijera. Ninguno de los dos sostuvimos en el tiempo los sueños anhelados. Nos rendimos a la fragilidad de lo conocido, a la costumbre de saber que nadie se irá para siempre, que más allá de las peleas y los desentendidos siempre volveremos.  El sentido de “pertenencia” – ese otro es mío- es tan poderoso que no es necesario hacer nada para “cuidarlo”, siempre será mío.

Des-ilusión; se murieron las ilusiones, las expectativas que habíamos hecho de nuestro futuro, no corrimos el riesgo suficiente para volverlas realidad y ahora vemos que no hemos hecho nada con nuestras vidas.

Resentimiento; Tú no me has hecho feliz, siempre creí que me harías feliz, y no lo has logrado ¿Para qué perdí tanto tiempo contigo? Ahora tú haces todo mal, no te preocupas por mí, ni por nosotros.

En esta etapa de la relación, los cónyuges viven en un gran contexto de escasez, se focalizan en los aspectos negativos del otro, y siempre se sienten insatisfechos; no importa que cosa haga cada uno, siempre estará mal hecho.

Las mismas actitudes que antes admiraban, ahora son las criticadas. Su cabello, su forma de comer, sus gustos, sus palabras; todo es un lugar usual, vacío, carente de sorpresa.

¿Por qué llegamos a esta instancia en la vida amorosa? Porque nos gobernamos con dualidades, todo o nada, bueno o malo, blanco o negro; en lugar de observar nuestra vida de pareja como una totalidad, y sentirnos parte del problema para encontrar una solución.

Cuando las circunstancias no son las deseadas, en lugar de generar empatía, creamos reclamos; evitamos comprender desde dónde el otro actúa y causamos nuestra desesperanza hacia la queja.

Si tú y yo nos paramos en la queja, la relación que tenemos se detiene, se encapsula en sus recuerdos, y poco a poco se marchita.



Para dirigir nuestros deseos hacia otras aguas deberemos aprender a entender que nosotros los de antes no somos los mismos – las experiencias nos han transformado-, la esencia es la misma, y sí alguna vez juntos sonreímos, aún nos sobran los motivos para volver a hacerlo.

 Sólo falta guardar el falso orgullo, y reconquistar el lenguaje de un NOSOTROS.


 

6 de noviembre de 2021

El momento presente

 




Dicen que el hombre sólo tiene aquello que puede llevarse a un naufragio.

“Un hombre se acercó a un anciano sabio y le dijo:

“Si eres tan sabio como cuentan, dime algo que haces que te lleva a serlo.

El anciano contesto: como cuando como, duermo cuando duermo, y hablo contigo cuando hablo contigo.

Pero eso también puedo hacerlo yo – replicó el hombre

Y el anciano respondió: ¡No lo creo! Cuando duermes estás pensando en los problemas que tuviste durante el día, y cuando comes en lo que vas a hacer luego y cuando hablas conmigo en lo que voy a responderte. El secreto de la sabiduría es estar consciente de lo que hacemos en el momento presente y así disfrutar cada minuto del milagro de la vida”.

(Anthony de Melo)


Todos de alguna forma sabemos esto, sin embargo, nos perdemos en miles de otras formas, buscando incansables la felicidad, el amor, la paz. Golpeamos las puertas del cielo y esperamos a que nos abran a que nos den la oportunidad de acceder a nuestros más íntimos deseos.

Pero olvidamos que abajo, como dijo Lennon: La vida es lo que ocurre mientras nosotros hacemos otros planes.

Nos damos el “gusto” de desaprovechar días, horas, meses, oportunidades; porque actuamos conforme “nos sentimos”; si hoy amanecimos enojados, entonces ¿Para qué voy al gimnasio? o si discutimos con alguien y estamos tristes ¡Voy a romper la dieta total de qué sirve!

Vivimos justificando nuestros no resultados en relación a los estados de ánimo que transitamos, con la fresca inocencia perdida, como si a la vida o al destino le importara como nos sentimos. ¿Crees que para el mundo de girar porque hoy estás frustrado? ¿Crees que la tierra hará más lentos sus movimientos de traslación o rotación porque alguien te lastimo, humilló o mintió?

Por supuesto que no, dirás; pero entonces ¿Por qué te comportas como si así fuese?

Los seremos humanos tenemos muchas capacidades, pero una de las más perjudiciales que hemos sabido cultivar es la de “hacer múltiples cosas a la vez” y por ende vivir en automático.

Comemos sin observar el plato, sus colores, degustar los sabores, introducimos el tenedor en la boca al tiempo que estamos escribiendo un mensaje de en el celular y atendemos otro teléfono que suena. Y todo pasa en un instante; en un momento que no volverá jamás. Y ¿Qué nos llevamos de eso? ¿El vientre inflamado por tragar en lugar de masticar? ¿El estrés de comer y resolver asuntos pendientes?

La vida tiene momentos mágicos a cada minuto, sólo que estamos muy ocupados buscando “el momento,” el más espectacular, el inolvidable, el magno. Y ¿si no lo hubiera? ¿Si acaso lo que buscamos es lo que tenemos pero no nos dimos cuenta?


También es real que está de moda el “vivir aquí y ahora” y muchos suelen confundir sus implicancias. Estar en el presente no importa no tener planes futuros o no tener ambiciones; metas o proyectos. El presente remite a enfocar nuestra energía en lo que ahora mismo está sucediendo, no en lo que sucedió o podría suceder.

Permanecer conscientes del momento presente puede tener muchos beneficios, como por ejemplo:

·        Desarrollo de la observación

·        Desarrollo de la creatividad

·        Crecimiento de la auto-estima

·        Favorece el rendimiento

·        Mejora la capacidad de concentración

Cuando uno mira lo que está mirando, escucha lo que está escuchando, toca lo que está tocando, siente lo que está sintiendo logra captar la energía de ese único momento que tiene para sí.



30 de junio de 2021

El estrés de cada día

 ¿Palpitaciones? ¿Desgano? ¿Dolor de cabeza? ¿Fatiga? ¿Falta de deseo sexual? ¿Dificultades para dormir? ¿Irritabilidad? ¿Sueles presentar estos síntomas? No dejes de escucharlos, tu cuerpo te está hablando y es hora de parar y elegir qué rumbo vas a tomar en tu vida; por el camino que estás andando en pocos kilómetros más te quedarás sin batería. Cada día miles de personas igual que tú o que yo enfrentan situaciones de riesgos, posibilidades y oportunidades; demandas externas e internas nos aturden la conciencia y nuestro maravilloso aliado (el organismo) busca adaptarse de la mejor forma a esos cambios. Enciende su alarma y se activa si la situación persiste intentando protegerse así mismo. 


Este usual comportamiento es lo que denominamos sistema del estrés; un cableado inscripto en nuestro cuerpo desde la era de la prehistoria, cuya finalidad era responder con una actividad física extraordinaria preparando al cuerpo para pelear o huir.

Para lograr semejante hazaña, nuestra biología inhibe una serie de sistemas que no son indispensables en esa situación como el sistema inmunológico, el circulatorio, el sexual y el digestivo, además cierra vasos sanguíneos y poros capilares evitando hemorragia en caso de una herida, eleva la presión arterial, algunos músculos aumentan de tamaño y se inyectan grandes cantidades de glucosa al torrente sanguíneo para generar más energía. El sistema de estrés prepara un cóctel de hormonas y neuropéptidos que se distribuyen por la sangre. El cuerpo así está listo para enfrentar su situación o factor estresor; el problema es que en la prehistoria esos episodios eran esporádicos y por lo tanto existía un tiempo prudencial para eliminar las toxinas. 


Pese a que el estrés es una respuesta sana y natural, se ha convertido hoy en nuestro más íntimo enemigo. Pues su alerta está encendiéndose con frecuencia. Y vivimos por ende intoxicados. Ahora bien, si nos estresamos para protegernos, cabe la pregunta  ¿Por qué en la actualidad nos sentimos más atacados que en la época de las cavernas?  ¿Qué pasa con nuestra evolución? Sin duda los agentes estresores son innumerables  y variados, y las personas no responde de igual forma frente a ellos; pero podemos hablar de ciertos patrones que despiertan en la mayoría de todos nosotros la misma sensación. Los estresores que son extraordinarios, los de mediana intensidad, y los de intensidad mantenida. Entre los primeros encontramos a los eventos propios de la vida que presentan un quiebre o cambio radical en nuestra forma de vida: la muerte de un ser querido, un divorcio y ahora podemos citar, la pandemia.

En el segundo podemos hablar de problemas en el trabajo, el tráfico, los habituales sucesos que nos desquician, y en el tercer orden una enfermedad crónica, relaciones tensas de pareja, discusiones frecuentes con compañeros de trabajo. Sea lo que sea que nos pase, en nosotros está la clave para superarlo. Nosotros podemos ver las demandas del medio como una oportunidad para el desarrollo o un peligro abrumador.

Debemos ser conscientes de los estragos que nuestras interpretaciones generan en nuestras vidas para paso a paso transformar nuestro estrés en un motivo para crecer y alcanzar una mejor calidad de vida.



16 de junio de 2021

Camino del perdón

 


De todos los caminos de la vida, el del perdón, es el más significativo que tenemos para trascender. Erróneamente se cree desde lo coloquial que cuando perdonamos exoneramos a los demás de las faltas que cometieron. Si alguien nos falla y nosotros perdonamos, ¿estamos justificando?

Algunas personas creen que sí y por lo tanto invitan a ese otro a   que cometa una y otra vez el mismo error, por eso guardan el no perdón como un tesoro invaluable sin entender que lo que hacen es llenarse de resentimiento.

Sin embargo, perdonar no es un acto de liberación para quién se ha equivocado con nosotros. 

Este pensamiento es propio del sistema dual del ego que cree en víctimas y victimarios, en buenos y malos, en ofensas, ofensores y ofendidos.

Pero esta clase de perdón es obsoleto. Justifica conductas de resentimiento, castigo, lecciones de moral y de vida.

El verdadero camino del perdón, es el que todos los seres humanos estamos invitados a iniciar desde el momento en que nacemos por cuanto no implica lo que hicimos o hacemos; sino que resulta de la información con la que estamos formados y desde dónde vivimos y observamos la vida. A través de ella, estamos condenados a pensamientos de auto castigo en forma constante y repetitiva que nos acercan a experimentar situaciones incómodas que validan lo que pensamos de nosotros mismos.  Traiciones, mala suerte, injusticias, infidelidades, abandonos, malos entendidos, decepciones, rechazos, pérdidas; son las caretas con las que el universo se presenta para mostrarnos nuestros pensamientos; y nosotros los tomamos para hacerlos encajar en el puzle de la víctima expulsada del paraíso que somos. Cuando olvidamos quienes somos, el escenario se llena de bandidos. 

Cuando creemos que somos insuficientes, la vida siempre nos da muestra de esa cualidad.

El perdón consiste sólo en perdonarnos; no es un acto que lleve ritual ni un proceso de tiempo; es declararnos libres de las expectativas; es sólo decir me perdono porque no supe hacerlo mejor. Lo cual nos lleva a entender que mi conciencia es proporcional a mis resultados. Si tuviera una conciencia de amor, las consecuencias serian otras. 

Por ejemplo, cuando elegimos los patrones repetitivos del abandono a través de parejas, amigos, trabajo, hijos, no es que no sabemos “elegir”, es que actuamos por como somos. Si somos dependientes actuaremos desde la dependencia y por lo tanto las personas del entorno tendrán poder en nuestras vidas.

Si advertimos que es la forma de mirarnos la que determina lo que escogemos, podremos transformar las cosas.

Perdonarnos es soltar, es abrazar el error, es entender que eso que hicimos o no hicimos fue creado a partir de las herramientas que tenemos. Crees que, si tuvieras otras habilidades para vivir más plena y feliz, ¿No las usarías? Claro que sí. Despertar a la conciencia de quienes somos se llega a través del perdón.

De una fórmula simple, y fácil, tan sencilla como ejecutar los problemas que nos generamos. Sólo consiste en advertir que NO LO HICIMOS MEJOR PORQUE NO PUDIMOS. Que de tener “más poder” para hacerlo diferente LO HUBIESEMOS HECHO. Perdonarte es la base del amor, ¿Qué haces cuando un niño está aprendiendo a andar? ¿lo castigas por que se cae? NO. LO apoyas. 

La misma fórmula aplica para ti.


16 de marzo de 2021

Hola, 2021

 


Me tomé tres meses y medio para darte la bienvenida. Oficialmente hablando. No es que no lo haya hecho en la intimidad de mi realidad ilusoria alzando una copa con agua con gas y limón. Pero públicamente, me tomé un tiempo inexistente, necesario.

Quería mirarte de lejos, indagar un poco, analizarte. ¿Estaría bien saludarte con estridente alegría? ¿Seguirías el mismo camino de tu hermano 2020?

Y en lo evidente, no distas mucho de él. De tal calendario, tal año, dice el refrán. 

Creo que nos has agarrado, un poco irritables, cansados y molestos. 

Tu colateral se adueño de nuestra presuntuosa libertad y capacidad de elección. Nos puso con el culo para arriba y a la fuerza tuvimos que aprender, para no perecer en el intento.

Te dimos la bienvenida con la esperanza de que serias diferente, pero tremenda frustración, eres igual o quizás nosotros, no somos los mismos, como dijo aquella vez Pablo.

Te miro, tan joven, y yo tan gastada. Apenas tres meses y chirola de vida, y yo como seiscientos ... cientos de meses que ni recuerdo, ni sé si debería hacerlo, por suerte perder la noción de quienes no somos, de vez en tanto es un privilegio.

Viniste con el afán de volarlo todo, de abrirnos los dedos amarrados y que se suelten las defensas, los seguros oxidados, los pensamientos rígidos, las creencias pecaminosas, las permanencias muertas. 

Llegaste con las hagallas suficientes para hacernos lavar la cara y el corazón, y toparnos con la realidad de un mundo diferente al hemos visto.

Dicen, que vibras "des-pren- der"... amas, soltar lo viejo...

Y nosotros los humanos, somo de " a-prhen - der".... de odiar, soltar lo conocido.

¿Cómo será que podremos convivir?

Por lo pronto, te auguro, de mi parte, fortuna en tu misión. Ya me ha cacheteado más de la cuenta el ego y estoy dispuesta y disponible a mudarme de pensamiento.

Me he encontrado con los milagros que corrigen percepciones, el espíritu santo que me llama por las noches y la confortable paz de cerrar la boca y la cabeza a tiempo.

Sinceramente, nos estamos llevando bien.

Aunque sé que apenas comienzas. Pero, ¿y si cambiamos las historias?... Si en lugar de que todo bien por un rato y luego la rutina.. trascendemos lo conocido y frustrante, porque seguir amándonos el resto de los meses? Incluso, ¿podríamos a fin de año separarnos y guardarnos los teléfonos para aquellos días grises...

Te deseo lo mejor, porque me conviene. 

Haré sin conflicto mis tareas. 

No miraré tu presencia como un chivo expiatorio.

Recordaré que la libertad que sudas, es la que andaba necesitando. 



31 de diciembre de 2020

Chau, 2020

 Querido 2020, hemos llegado juntos hasta aquí. Hoy mueres para convertirte en recuerdo y dar nacimiento a un nuevo año, que para nosotros se llama "posibilidad y esperanza." No fuiste muy diferente de otros años, en lo personal( siempre he vivido en el disturbio y en el conflicto, bendito árbol bélico), con excepción del cubrebocas, el no contacto, la virtualidad y todos los protocolos impuestos por el virus que amenaza. En verdad, todos andábamos bastantes desconectados del prójimo atendiendo celulares, mirando para abajo, evitando el contacto para defendernos de posibles lastimaduras en el alma, y muchos con la boca cerrada por temor a expresar sus emociones. Las pérdidas incontables, este año dolieron más porque se contabilizaron y se hicieron presentes; pero ya ves, no fuiste muy original. Los que somos originales somos los seres humanos, anhelamos los abrazos cuando teniendo tiempo para darlos no lo hacemos; añoramos convivir con la familia cuando en el pasado por pequeñeces nos peleamos, ansiamos vivir, disfrutar y gozar cuando siempre fuimos unos neuróticos del trabajo. Ya sabes, 2020, y terminamos haciendo lo mismo, pensando que fuiste un año de mierda, cuando la mierda la creamos a partir de nuestras arrogantes decisiones y limitantes creencias. ¿Qué hemos aprendido de ti en general? Me quedo con la duda. Por un lado, están los que en primera línea ponen el cuerpo y el alma para salvar la especie, y por el otro, los que les chupa huevo porque a ellos no les toca nada. La grieta de siempre que se llama "sálvese quién puede."

En lo personal, me quedas claro 2020. He trabajo de la mano, intensamente con mi SER INTERIOR, domando al mamerto del EGO, que en su afán de protegerme, en varias oportunidades me ha hundido. Lo sé, si, sé lo que dirá, "hizo lo mejor que pudo con la información que tiene," lo comprendo; pero "ay, cuando recuerdo el vaivén", Uff!! Si ha sido fuerte.

Para mí, has sido un gran año, lleno de cortisol, siempre bien arriba, con nudos marineros en la garganta... con el instinto asesino asomando por el cajón de la cocina, ese que tiene los cuchillos que no se usan...me he sentido en remolinos constantemente, como cuando vas a la playa y las olas te chupan y en la desesperación, la cristalina mar se vuelve un empanizado mordaz. Me has dolido tanto en la rigidez que mi cuello se volvió amante del ibuprofeno, hasta el día en que me rendí, y apareció la claridad. ¿Cuánto que resistimos al cambio, verdad?, resulta a veces tan dificultoso observar que SI LO QUE ESTAMOS HACIENDO sería bueno para nosotros TENDRIAMOS resultados buenos, pero si estamos del CARAJO, ¿Por qué temer a cambiar? Qué fantasía la del control, que huevada esa la de creer que si más conmiseración tengo hacia mis quejas soy mejor... que pelotudez tan grande el abrazar el esfuerzo como un ídolo al que admirar... ahora a la distancia de los meses más revolucionarios, sonrío. Y sí, ya los pasé, y digo con amor... he nacido... los primeros meses de tu existencia han sido como un laborioso trabajo de parto... pero acá estoy... me pariste... 

Y hoy... hoy entiendo con mayor intensidad las cosas... has sido un año de estar en la caverna... pero no perdiendo el tiempo sino ganando la experiencia y la sabiduría de empezar a vibrar en armonía con la llama incorruptible... digo "empezar" porque es obvio, 2020, me conoces, soy humana, y argentina!!.. en la sangre llevo el tango... no obstante, ahora que trasmutes a 2021....te prometo... que seré más espiritual & universal...más diosa y menos mujer... más hembra...naturaleza y energía...más intuición... menos razón...más instinto...tengo ganas de volverme más esencia... y tu maestría me ha permitido subir algunas materias...

...de repente me doy cuenta que me digo cosas de … y me sale la mente recta como una madre amorosa y están gratificante volver a sentir la música del silencio... 

Gracias 2020 por venir a poner en orden lo que no ponía, por quitarme de encima lo que me lastimaba, por conectarme con lo que amaba, por recordarme mi don, por permitirme compartirme con el mundo, por mostrarme los infinitos caminos de la felicidad, por restregarme en la cara la ley del suministro abundante.

Eternamente agradecida. 


27 de mayo de 2020

¿Qué dice tu vida acerca de ti?

Todo lo que vemos, está en nosotros. No puedo observar lo que no hay en mí. En el Kybalion encontramos esta ley universal con el nombre de ley de la analogía: Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera. Te voy a dar un ejemplo, si tienes creencias limitantes sobre tus posibilidades de generar dinero, si crees por ejemplo: “el dinero es malo” “sucio”  "cuesta mucho esfuerzo generar dinero” “corrompe a las personas” ¿Cómo crees que será tu estado de cuenta bancario? ¿Cómo crees que serán tus proyectos? 
Y te pregunto ¿Cómo es tu afuera? ¿Cómo es tu realidad exterior? ¿Qué te rodea? ¿Qué ves? ¿Cómo todo lo que está ahí es un reflejo de todo lo que hay en tu interior?
A veces este ejercicio, resulta un poco retador, porque no se trata de una literalidad recíproca, en la mayoría de las veces, el universo se manifiesta con símbolos, con un lenguaje enmascarado, con sutilezas, así por ejemplo, Jesús hacía uso de las parábolas para impactar con sus discursos.
Si te enteras de noticias sobre muertes injustas, violentas, te encuentras con eventos en la calle dónde la gente discute, una madre regaña a su hijo, podrías observar que hay violencia pero eso no te convierte en un asesino o un discutidor serial. Quizás puedas decir yo no tengo nada que ver, no insulto, no elevo la voz, no le pego a nadie. Y nadie me grita ni me pega. ¿De dónde sale esa violencia? Cada vez que te maltratas, hay violencia. Cuando piensas que eres insuficiente, que no puedes, que no mereces, que los demás son mejores, que no tienes derecho, hay violencia. Cuando te criticas, te juzgas sin piedad, te castigas, te infravaloras, hay violencia. Cuando sostienes creencias limitantes de carencia, de odio personal, de sumisión, hay violencia. Tu entorno es una FUENTE enriquecedora que da a conocer quién estás siendo AHORA!! Toda relación con los demás, es una relación con uno mismo. Todas las relaciones con los otros, y con las cosas, parten de la relación fundamental que es la propia.
Los espejos con los que nos encontramos son muy sutiles. Y están siempre presentes para darte la posibilidad de cambiar de rumbo. TODO lo que hacemos lo hacemos desde la mente subconsciente, por lo tanto, si eres violento contigo, ese resultado es la causa de un sistema de información que te lleva a actuar de esa manera. Acá no hay culpa. El universo no es culposo. Es benévolo. Incluso cuando se presenten circunstancias como las actuales, dónde podríamos pensar ¿Qué tiene de benévolo esto? La respuesta es TODO, si eliges verlo desde ese lugar. Porque benévolo refiere al concepto de responsabilidad y no de culpa como sanción o castigo. La responsabilidad es hacernos cargo que lo que nos ha traído hasta este momento como especie. El lado positivo de este momento es la naturaleza en su máximo esplendor. El planeta está más verde que en los últimos 20 años, el agujero de la capa de ozono se redujo, los tortugas llegan a poner sus huevos en las playas sin temor, los pájaros cantan con mayor fuerza, los delfines juegan en el agua, los elefantes cruzan en manada por carreteras dando un paseo, ciervos pasean por iglesias, los lobos marinos se tiran en la explanadas del puerto a disfrutar del sol. Y también propietarios no cobran rentas, personas donan alimentos, artistas ofrecen su arte en redes sociales, los hijos están más tiempo con sus padres, muchas familias tienen más tiempo para comer juntas, las mascotas están felices de que sus humanos estén todo el día con ellos; hay ancianos solos que se sienten amados porque reciben apoyo de sus vecinos, gobiernos que defienden a los que menos tienen, más momentos para reflexionar, oportunidad para detener la marcha enloquecida. ¿Lo ves? Dentro del caos, también hay armonía. Es la regla ying y yang. Se producen milagros, ausentes en el pasado, cuando todo el planeta estaba distraído. Aunque hablemos de una pandemia, cada quién la vivirá como la deba vivir, porque es una lección global, con aprendizaje personal. Es tu turno, ¿qué aprendizaje te está dejando la realidad actual?

(Extracto Taller en PDF "La crisis: un espejo de nosotros y los otros"
Puedes solicitar tu ejemplar por whastApp al 5534551888 Inversión $200 MX - U$$9.00












13 de agosto de 2019

Palabras ... que nos atan....

 Últimamente todo lo que estudio, más allá de la temática se relaciona con las creencias. Las creencias son la base de la vida que tenemos, y por supuesto de la vida que NO LOGRAMOS TENER. En apariencia para muy disparatado sostener que las CREENCIAS rigen nuestra vida, más sin embargo si observamos a profundidad veremos que las CREENCIAS son el combustible de nuestra existencia.
¿De dónde nacen? De la experiencia de nuestro antepasados, de nuestros padres, de nuestra raza, de nuestro género, del contexto social e histórico en el que nacimos y nos desarrollamos, de nuestras propias experiencias.
Fíjate que siempre he utilizado " de nuestros/as" con independencia de haber compartido con ellos o ser contemporáneos, dado que todo lo que nos une con un grupo con el que compartimos intereses particulares se guarda en el inconsciente de ese grupo, y lo que se guarda es información.
Por lo tanto, aunque ahora mismo seas una mujer libre, sexual y emprendedora; en tu mente subconsciente también tienes información de esclavitud, de desvalorización, de incapacidad, quizás sin esa información no serías la mujer que hoy eres. Tal vez, todas aquellas mujeres que sufrieron no poder estudiar, votar, hablar, disfrutar del sexo; encuentran el descanso de su lucha, en mujeres que pueden graduarse, ejercer carreras políticas, ser oradoras, y omitir fingir orgasmos.
Así se sucede la vida, los que están primeros hacen tareas más duras, y los que vienen por detrás encuentran cosas resueltas y nuevos desafíos para heredar a las generaciones venideras.
Lo trascendental de las creencias es que muchas están grabadas en tu mente subconsciente; por lo tanto no todas son de fácil acceso. Puedes saber con certeza que tu creencia hacia los chocolates es "los chocolates de menta que me trae mi amiga cuando viaja a Canadá son los mejores que he comido" pero sin embargo, entras en crisis cuando quieres por ejemplo entablar una relación amorosa con algún hombre/ mujer que se asemeje a esos personajes de las películas románticas rodadas en Estocolmo. ¿Qué sucede? ¿Por qué nadie se parece a ellos? ¿Dónde están los guapos? ¿Las guapas? ¿Los amorosos? ¿Los abuelos tiernos y millonarios? ¿Los chicos fieles?
Parece que se quedaron todos en el set de filmación, y surge la creencia "esas películas son peor que el azúcar y la cocaína juntas!!
Nunca sale al encuentro algo de aquellos bellos paisajes románticos... surge otra creencias "las películas de amor son una mentira", "en la vida real el amor no es así"....
Nos sentimos felices de descubrir el truco y entonces generamos relaciones CAÓTICAS que se vinculan perfectamente con nuestras ideas acerca de la vida y de las películas de amor.
Estos conflictos SI SON LA VIDA MISMA... la vida es constante lucha, ahora sí, nos quedamos tranquilos.
Pero....  y ¿si detrás de cada encuentro/ desencuentro o infortunio, hubiera una CREENCIA acerca de nosotros o de los demás o del amor o sobre el dinero o las prosperidad que nos lleva a tener una alerta hacia los personajes que embonan en ellas?
Qué tal si nos sentimos que no merecemos una vida de película? que somos insuficientes? qué los hombres buenos sólo son los que no tienen suerte en lo económico? que el matrimonio es una celda?
Sólo te doy ejemplos.... tal vez si pudiéramos indagar en momentos del pasado, de un pasado muy lejano... y encontrarnos con vivencias en las que se grabo una creencia que hoy nos separa de lo que queremos...podríamos modificar nuestro presente... te doy un ejemplo... cuando era adolescente escribía muy bien ( bueno siento que lo sigo haciendo) en ese entonces mis redacciones en la asignatura de literatura generaban malestar en mis docentes, siempre me ponían baja puntuación porque ellos juzgaban que yo no podía escribir así, o con ese vocabulario... lo que correspondía a un 10 me calificaban con 6... ¿qué crees que aprendí durante mucho tiempo?
Qué destacar era malo. 
Qué mostrar el interior era peligroso.
Qué lo que me parecía bello era menospreciado.
Que definitivamente yo estaba mal.
Durante muchos años, pese a seguir escribiendo, siempre me dió temor de mostrar lo que hacía, más allá de haber ganado muchos concursos literarios, siempre mostraba con cierta vergüenza mi creación. Pero mi creación no era solo literaria, mi vida era creación, por lo tanto durante mucho tiempo sentía vergüenza de quién era.  Vamos a sumarle que me decían feto, cucaracha; que por un problema en un tendón no podía hacer ejercicio y la maestra juzgaba que me ganaba la pereza y mandaba a llamar a mi madre.... te das cuenta... yo actuaba correctamente, era estudiosa, creativa, aplicada y los demás me minimizaban... y yo un adolescente ( alguien que carece de....) juzgue que mis maestros ( autoridades) tenían razón y salí a la vida de adulto con creencias limitantes acerca de mí; me volví muy pero muy autoexigente, me esforcé en demasía para alcanzar las cosas ( y no alcancé nada), rechacé y oculté mi cuerpo y mi rostro ( que era muy hermosos... jaja...pero no me daba cuenta en ese momento).... me convertí en un ser sumamente tímido...
....un día me cayó el 20.... y a VOLAR.... Me destapé... empecé a mostrarme... a valorarme....me convertí en un líder... una guía... pero imagínate la energía que invertí en todo el proceso... si hubiera tenido maestros conscientes mi vida hubiera sido desde los 13 años distintaaaa.... 
Por eso quiero que entiendas, que si aún no eres capaz de alcanzar cosas, es porque tienes CREENCIAS que se adhieren perfectamente a lo que hoy tienes, y no son compatibles con lo que no tienes....
NECESITAS SALIR DE TU ZONA DE CONFORT... DE CREENCIAS QUE TE CUIDAN Y PROTEGEN... PERO DE LA VIDA MARAVILLOSA QUE PUEDES TENER....
Si hemos creído modelos de realidad de lo que no somos, PODEMOS CREAR MODELOS DE REALIDAD de lo que si somos....te aseguro... que puedes crear la VIDA QUE QUIERES...pero urge...romper la caja en la que estás inmerso....

30 de julio de 2019

Comportamientos Saboteadores

¿Cuántas veces te has prometido hacer dieta y de repente te lanzas a un paquete de galletas?  ¿Cuántas veces más te has jurado no regresar con tu ex y de buenas a primeras le estás escribiendo un mensaje? ¿Cuántas veces declaraste no hacerle más a la víctima y terminar con esos vínculos que te perjudican?
No te molestes en responder... lo sé... muchas, muchas, muchas veces, y muchas más de otras cosas... estás eran sólo preguntas a modo de ejemplo... quiero llegar al punto de que tomes conciencia de todo lo que quieres y no tienes, y de todo lo que no quieres y tienes. Y que te preguntes ¿Cómo he llegado a este lugar? ¿Cómo he llegado a tener una vida tan diferente a la que realmente quiero? ¿Cómo he llegado a estar en un vínculo tóxico? ¿Cómo he llegado a dañar mi cuerpo? ¿Cómo he llegado al sobrepeso? ¿Cómo he llegado a sentirme vacío y desconectado?
Y si... si has llegado y hemos llegado a todos esos escenarios que en principio parecen tan lejanos a nosotros mismos. Porque a razón de verdad ¿quién quiere vivir la vida que no quiere? pero mejor aún ¿quién vive la vida que si quiere? 
A la primera pregunta corresponde un porcentaje muy alto de la población mundial, y no te ilusiones, estás dentro de ese porcentaje. 
A la segunda pregunta corresponde una minoría. ¿Quieres ser parte de ella?... Quizás tu ego te dice al oído con voz desafiante... "esos son millonarios, así cualquiera"... pero eso es un excusa más para seguir parado exactamente en el mismo pozo en el que te encuentras. 
Tu mente racional cada día examina mil formas de ser feliz... repite afirmaciones positivas, cierra la boca antes de responder mal, escucha música relajante, dice buenos días y buenas noches...lee libros de auto ayuda, practica yoga, hace dietas, pero los resultados en la vida: son mínimos. Y te desanimas.. ya hiciste tu lista de la pareja ideal, y resulta que conoces a alguien que se "asemeja" pero al cabo de un tiempo... "muestra la hilacha".... ya ves... nada de lo que haces parece tener resultado... otra vez el EGO te susurra... "nada sirve!"... "todo es mentira"... "todo es un negocio"... y entonces vuelves al ruedo del descontrol... comes lo que te viene en ganas porque solo se vive una vez... sigues con tu pareja pese a tener que bajar la cabeza por los cuernos cuando entras al metro...compras ropa más grande, fingiendo que la moda es para anoréxicos, dejas los libros por las redes sociales buscando a los que están peor que tu,  y el yoga para el perro porque tu flexibilidad está del carajo...
y así.. sigues creando lo que no quieres, pero pensando que no puedes hacer otra cosa...
Entonces entre el odio y la tristeza alguna que otra vez piensas... ¿ por qué no puedo ser feliz? ¿ por qué no tengo la vida que quiero? ¿ por qué hay algunos pocos que sí?... Y no encuentras una respuesta que pueda llevarte a ese salto cuántico que requieres... porque cualquier idiotez del ego sólo te dejará ahí...
No puedes porque estás repleto de programas saboteadores. No puedes porque tus padres no pudieron. No puedes porque tus abuelos no pudieron. No puedes porque tienes la PROGRAMACIÓN para NO PODER.
Ya no aplica eso de NO PUEDES O NO QUIERES? ... NO PUEDES... no tienes la programación para poder CREAR LA VIDA DE TUS SUEÑOS..la que vivencias despierto...
Venimos programados desde el útero, ahí absorbemos las bases de nuestra futura personalidad...mamá cuando estamos en su vientre, moldea a través de sus hormonas, lo que serán las conductas de nuestra vida; y en los primeros 7 años los comportamientos de nuestros padres se graban como órdenes hipnóticas en nuestra mente. 
Si todos nacemos de un óvulo y un esperma; no nos salva siquiera que nos gesten en un tubo de ensayo sin emociones... porque aquellas células nos pasaron buena parte de la información...
Si todos nacemos de unos padres con información, quiere decir que ¿ya estamos jodidos?
En principio, podemos decir que sí... por eso vivimos exactamente lo contrario a lo soñado...
Cuando la mente racional afirma una creencia que está en desconformidad con la mente subconsciente se produce el sabotaje.
Pero.... si yo aprendo a entender que tengo 2 mentes: una creativa la mente conciente y otra automatizada, la subconsciente; voy a poder desaprender lo aprendido, y con las mismas técnicas naturales utilizadas sin libreto en la infancia podré REPROGRAMAR MI SUBCONSCIENTE.
En la formación en Desarrollo Humano y Espiritual, te damos bases de psicología energética, medicina vibracional, y técnicas japonesas milenarias para que aprendas a cambiar el chip de tu programación de fábrica. Aportamos evidencia desde la biología respecto de cómo las hormonas y los neurotrasmisores químicos activan y desactivan la información presente en nosotros, llevándonos al caos y al orden de la ovejas que siguen el rebaño sin chistar. Si quieres saber más, aprender nuevas técnicas, si te interesa desarrollar tu potencial humano y espiritual, si además quieres aprender a generar ingresos, solicita más información al WhastApp 5534551888.



5 de junio de 2019

¿Quién eres?

 ¿Cuáles son los espejos, ahí fuera en los que te proyectas y te devuelven seguridad? ¿Qué cosas de tu exterior cercano te generan fortaleza? ¿Con cuáles te identificas? ¿Cuáles te recuerdan lo quién eres?
 PRACTICA:
 Cierra los ojos, recibe con una sonrisa interior la bocanada de aire que el universo te regala
 Absorbe el aire, fuente de tu vida, aire puro que se mete con tu permiso por cada rincón de tu biología y te renueva.
Deja que por unos instantes quede atrapado como alguien en un callejón sin salida, comienza a relajar tu cuerpo, desde los pies a la cabeza. Desde la madre al padre, desde tu raíz a tu ser superior, y exhala...
Otra vez, repite...
Ahora visualiza que estás caminando por una calle tranquila, no hay demasiado ruido, es armonioso, placentero, y comienza a poner en este paisaje, los espejos con los que te identificas, ponlos uno a uno con una etiqueta que lleva tu nombre: tus hijos, tu profesión, tu auto, tus padres, tu pareja, tus amigos, tu deporte preferido, tu equipo de fútbol, tu computadora, tu perro, tu casa.. agrega más elementos.. generalmente todos empiezan por "mi"...
Ahora ves que la calle está llena de etiquetas conocidas, y mira ese mundo construido... es muy seguro, cómodo, poderoso... y cómo te sientes en él?... Seguro, confortable, amado, reconocido, estable...
Ahora vas a acercarte a cada uno de ellos, y vas a retirarles la etiqueta y al mismo tiempo desaparecen, se esfuman, se borran...
Ahora que ya no queda nadie... ¿Cómo te sientes?...¿Cómo te encuentras en el mundo sin nada con lo que te identificas? ¿Quién eres sin esos reflejos de tu construcción?

A este punto, muchas personas entran en caos. No pueden imaginarse sin esos elementos que a diario constituyen el refuerzo de la seguridad personal. 
Pero a rigor de verdad, si necesitas de algo exterior para sentirte SEGURO, es porque lejos de poseer la seguridad sólo tienes un fetiche que simula brindarte tener eso de lo que CARECES.
Tu seguridad personal no puede centrar en cosas exteriores a ti, porque todo en la vida está condenado a la desaparecer,  y cuando eso ocurre tu autoestima está condenada a caer porque la has construido erróneamente sobre pilares falsos.
Si te sientes seguro porque conquistaste a la pareja de tus sueños, porque has formado familia, porque tienes unos niños maravillosos y un empleo espectacular; tu felicidad actual será la desdicha del futuro... en algún momento deberás jubilarte, tus hijos se irán de la casa, y la pasión de los primeros tiempos cederá a la fraternidad de la compañía, preguntarás ¿quién soy? porque se habrán movido tus espejos, dudarás de ti, y empezarás a crear nuevos fantasmas, incluyo en anclas limitantes.

La seguridad personal está lejos del exterior, es la confianza plena de quién eres, y hacia dónde vas; no se basa en lo que tienes en este instante, sino en quién eres ahora y siempre; porque eres lo mismo en esencia, aunque los disfraces del ego, a veces te confunden.

Dentro de cada uno de nosotros existe el poder suficiente para vivir una vida plena independientemente de las circunstancia o apetencias del ego... una luz interior, un flama inmortal que prodiga luz en las sombras, equilibrio en el vértigo emocional, paz en el descontrol egoico. Conectar con ella no es sólo un derecho, sino tu obligación, porque siendo responsable de quien eres, también irradias lo mismo en el mundo. 
NO ERES TU TRABAJO
NO ERES TU FAMILIA
NO ERES TU PAREJA
NO ERES TUS HIJOS
NO ERES TUS BIENES MATERIALES
NO ERES TU CUERPO FÍSICO
NO ERES TUS PENSAMIENTOS
NO ERES TUS METAS
NO ERES TU CASA
NO ERES TU CIUDAD
NO ERES TU DINERO
NO ERES TU CELULAR
NO ERES... lo que está ahí afuera... 
Disfruta de lo que hay en tu vida, pero no juzgues que son tu vida. 


Saboree cada logro que hay en tu vida, pero no interpretes que ellos son tu vida.

Ama cada experiencia que hay en tu vida, pero no cometas el error de creer que ellas son tu vida.
Por eres más que la suma del todo que compone tu mundo.

TU ERES EL UNIVERSO... 




9 de abril de 2019

Por qué NO SOMOS FELICES?


Si hemos sido dotados de un poder infinito, si día con día cada vez son más las personas que "dicen" creer que somos más que una bolsa de huesos y carne, que después de esta existencia "hay algo más," si creemos en la física cuántica, en la fuerza del inconsciente, en la energía, si nos reconocemos como seres espirituales viviendo una experiencia corporal; si asistimos a entrenamientos, talleres, leemos libros, hacemos yoga, nos volvemos veganos, rezamos, meditamos, tratamos a nuestras mascotas como personas, incluso llegamos a considerar el término amor propio y hasta nos reconocemos en el espejo...  si alcanzamos tantos logros,  POR QUÉ NO SOMOS FELICES de tiempo completo?....
Hablo en general, dos o tres lo serán, pero el resto de los mortales evolucionaditos, los que trabajamos día con día en nuestro propio huerto.... estamos en una transición ... cambios paradigmas obsoletos por nuevos y flexibles modos de observar la vida que dijeron era sólo un sueño; pero a la larga la mente racional, GANAAAA... y caemos en la inconstancia.... Es más fácil seguir dormidos que mantener los ojos abiertos....
Por eso cuando preguntan ¿Terapia yo, para qué? ¿Yo estoy bien?....hay miles de respuestas.
Hacer terapia es entrenarte a tí mismo en aquellas excusas que manejas perfectamente bien pero que te alejan de tu esencia, de tu verdad primaria, y es sólo una VINISTE AL MUNDO...ESTÁS EN EL MUNDO...PARA RECORDAR QUIÉN SOS!
Ya sos FELIZ pero no te han avisado... porque muchos años te informaron que eras torpe, feo, gordo, burro, idiota, molesto, rebelde... te informaron de puros códigos egoicos y se olvidaron (porque ellos tampoco sabían) de lo REAL... y sos completo... sos perfecto... no hablo desde la perfección del EGO y los íconos de la belleza/Poder que instaura la sociedad; hablo de algo más profundo... de tu verdadera materia prima... de tu verdadero SER... el que tiene el poder infinito..
Entonces, ¿ Por qué no somos felices? Porque hemos olvidado que somos FELICIDAD, COMPLETUD, ETERNIDAD. 

Mucho más que EGO... 
Conecta con tu fuente!





11 de octubre de 2018

No te enamores de mi


Deberíamos tener la posibilidad de enamorarnos o no enamorarnos. Como seres de luz en un vestido egoico, el enamoramiento es una experiencia nefasta. Enamorarnos implica siempre salirnos de nuestro camino del medio, del eje, del centramiento, para ubicarnos en cualquier sitio menos donde debemos estar; desde ahí cometemos el peor de los pecados, los insultos a la integridad más aberrantes, el desperdicio de la vida de la forma más abrupta. Enamorados engordamos porque cada invitación al café implica el pan; nos desvelamos porque en las noches nos pasamos miles de minutos en el whatsApp escribiendo pendejada y media; o en otras redes sociales dando like a fotos o comentarios que en otra postura nos parecerían ridículos y ahora se nos presentan como revelaciones. Invertimos dinero en comprar, este o aquello, regalos, sorpresas, símbolos marcados con iniciales que ya saben de antemano que van a finalizar, y aún así las grabamos; planeamos futuros eternos, usamos las palabras siempre, nunca como puertas blindadas de nuestro amor, y un día, cualquiera, sin lagañas en los  ojos del corazón te das cuenta que no era  Einstein, que era un pelotudo más con sus agujeros al viento y fuiste vos quién los lleno de colores y quisiste creer que era un calidoscopio. 
Por dónde antes veías luz, por esos mismos agujeros, ahora ves oscuridad. 
Lo mismo que te unió, es lo mismo que te separa.

Después de pasar el impacto, comienzan los planteos, los acuerdos: las estrategias.  La planificación intelectual de las emociones; el desgarro de la razón, la parálisis de los sueños, y con suerte se toman de la mano y siguen el camino pensando que al otro siempre le falta 10 para el peso... que podrían ser feliz pero que al otro le falta 10 para el peso...

Por eso te pido, te ruego... no te enamores de mi...
Porque enamorarse implica siempre la crónica anunciada de la desesperanza. No voy a cumplir tus expectativas porque no me corresponden. Son tuyas. 
No voy a ser lo que esperas, porque soy de otra manera, incluso peor o tal vez mejor, pero soy diferente a lo que proyectas.
Me va a faltar siempre 10 para el peso porque de eso se trata la humanidad; de aprender a ser feliz en la incompletud, sin la satisfacción de la subjetividad.
Entonces no te enamores de mí. Mejor quédate en tu eje. Y de ahí descubre si así con mis luces y mis oscuridades te atreves a cruzar el desafío de la individualidad para crear un puente, nosotros; a sabiendas que somos y seremos afortunadamente diferentes, opuestos y a la vez lo mismo. Así podrás observar que no tengo defectos, que lo gusta o desagrada, son la cara de la misma moneda, que la perfección es una búsqueda estúpida del ego; que el alma cuando mira no juzga nada porque sabe que todo es necesario para seguir evolucionando.
Entonces así, no te enamores de mí. Mírame en mi plenitud, mírame a mí, no a tu espejismo y ahí decide si puedes ser feliz con 90 centavos. 





24 de septiembre de 2018

Con lo que soy ... ahora...

Frente al espejo, me miro y me encuentro.
Me reconozco pese a no ser quién era, tomo conciencia de que soy el resto de lo que fui pero a la vez el todo de lo que soy. 
En breve, seguramente estaré añorando a la que hoy se pinta en el espejo. 
El paso del tiempo es veloz, deja cicatrices de olvido, destiñe recuerdos y a las hebras del cabello, vuela vitalidad y colágeno; nos va despojando de lo innecesario ( si es que aprendimos a vivir en cada momento el presente de lo que había) y nos torna más livianos, ligeros, tal vez para disfrutar, asaltarnos al árbol de la vida a arrebatar el mejor fruto para nosotros. 

...y entonces me pregunto ¿Qué puedo hacer con el resto de lo que fui? Ahora que mi belleza se despinta, mi juventud se vuelve nómada, mi tiempo escaso...
.... con esto que me queda que es un poco de lo que tuve .... y es el TODO de lo que tengo....voy a sazonar los días para que cuando ya sea menos de lo que soy ... y sea el todo de lo que seré....repunte mi arco iris cosechando destellos de recuerdos cargados a borbotones del amor que supe sembrar. 

Con el resto de lo que fui....
..voy a enamorarme de todo...
de vos... 
de eso...
de aquello...
y de lo otro también...
 y voy  descansar en paz antes de que la parca me grite "piedra libre".... 

Que me desnude el misterio del encuentro y se haga piel en mi piel, los besos, los abrazos, los momentos, las risas, las miradas, los silencios, la complicidad de estar vivos, de dejar de creer que estamos medios muertos; de sentir, de vibrar, de parir y cuando sea el momento.. partir con los brazos abiertos... siempre abiertos...