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24 de diciembre de 2014

Ausencias

Cuando el paso del tiempo ya hizo un maratón en nosotros, la navidad también es un escenario donde las ausencias se hacen presentes.
Los vacíos en las mesas, los huecos en los corazones, los abrazos de Venus de Milo son metáforas de que la vida tal cual la imaginamos alguna vez empieza a cambiar, deja de ser rosa y adquiere los colores del arco iris.
Por es en esta navidad levantemos un brindis por las ausencias, las intempestivas partidas, las benditas huidas…los amor tardíos, los olvidos, los extraviados, las fragancias de la infancia,el recuerdo de lo que no fuimos, el pasado húmedo, el futuro aletargado….lo imposible mirando lo posible… lo fugaz con cara de para siempre…

Feliz Navidad!!!

12 de noviembre de 2014

3 de noviembre de 2014

Las fuentes del sufrimiento humano ( 3era parte. Final)

         El tiempo
¿Qué es el tiempo? ¿Qué nos asusta de su presencia, de su transcurrir silencioso que deja grandes huellas? Es un remedio para el olvido, un digestivo para los dolores de cabeza del alma, un anestésico para los sinsabores, un recurso al que apelamos desafortunados, y temerosos. Vivimos en función de su paso, corremos detrás de él, y nos dormimos en la víspera de su pasado. Siempre en la mente lo que no hicimos, y lo que no podremos hacer. Nos transcurre, nos habita, nos desplaza y no le otorgamos la trascendencia que tiene; su único tiempo: el presente.
Nos gusta deleitarnos en los imposibles y recurrimos al ayer para aplastarnos en las heridas de un pasado mejor; un retoño sin frutos, unas malas decisiones que nos afectan.
Nos gusta vivirnos en noche de brujas, viajando a un futuro incierto, desconocido, impenetrable, que nos grita BUUUUU!!! en la cara de los sueños.
Y lo real, lo exacto, lo tangible, que es el presente, se discurre como el agua entre los dedos por no valorarnos.
Sufrimos porque no estamos dónde estamos. Otra vez nos separamos, el cuerpo está en la silla sentado y el alma o el corazón a destiempo.
Preocuparnos por lo que no sucederá, es una fantasía, pero si fuese tan simple de evitarla, ¿crees que no seríamos capaces de hacerlo? Nos han entrenado en el miedo constante de vivir con miedo.

Llamemos al miedo con todas las voces, incluso con algunas que distan del miedo; pero aún así es miedo.


Mirar atrás es un hobbie transgeneracional, heredado, que nos hace creer que estar atento a lo que aconteció evitara su repetición. Lo cierto es que ni una ni otra. Ayer puede contagiarse como un plaga. Mañana puede devenir de la forma menos pensada.   
Para salirnos del embrollo, necesitamos re educar nuestra mente, evitar los viajes, estar presentes en el presente.




14 de octubre de 2014

Los personajes del Ego



Los seres humanos nos hemos olvidado de la premisa más importante de todas, tal vez de la única que traemos al nacer: SER LO QUE SOMOS –AMAR LO QUE SOMOS – CONFIAR EN QUIENES SOMOS. Desde nuestro nacimiento nos vestimos con el EGO, un gran ilusionista, que nos parlotea en todos los idiomas y con todas las voces y nos aleja del centro
Descentralizados vamos perdiendo equilibrio, y para poder andar; nos apoyamos en los límites que desde la infancia nuestros padres hubieron de ponernos, esos que fueron condicionando el amor.  “Si haces tal cosa no te quiero más”, “ Si lloras me enojo”, “ Si gritas no te doy más cariño”, " y si esto  o aquello… EL AMOR SE TERMINABA.
Hicimos concesiones, necesitábamos que alguien se encargara de nosotros. Al principio los padres, luego abuelos, maestros, primos, amigos, parejas, empleadores, sacerdotes…  BASTONES… nos convertimos en imbéciles ( del latín IMBECILLIS – BECILLIS es el diminutivo de BACULLUM ( BASTON) que necesita bastones para andar) imbéciles emocionales, cedimos poder, que otros se encarguen de nosotros, de hacer lo que nos podemos, no somos capaces, no sabemos… y empezamos a crear personajes para mantener la transacción.
Las mujeres nos volvimos sumisas, – no resistas, lo hicimos – empezamos a complacer  hacia fuera, a callar las necesidades,  a pretender ser buenas esposas – madres, a basar la realización personal en las expectativas de los otros; es hora de arrancar el cemento de nuestras caretas y entrar en contacto con  la  divinidad que portamos; con la calidad de nuestra esencia
La verdadera humildad radica en no esconder lo que somos.
Como mujeres fuimos sometidas, inmersas en un sistema machista que anulo el poder femenino por el gran poder que representaba, nos relegaron a un segundo plano, y nos acostumbramos a creer en el papel de la historia aporta a la mujer. Renacer, arrancarnos las cadenas, la opresión del enemigo interno, es fundamental para dejar de ser FUERZA y volver a ser PODER.
¿Te atreves a despertar?

6 de octubre de 2014

Hacer-nos- Humanos


Me disculpo. Me justifico. Me arrepiento. Me castigo. Explico. Refuerzo. Inicio. Horas, días, estaciones, etapas, relaciones, trabajos, momentos, situaciones. Inicio. Vínculos desde adentro hacia afuera. Aunque a veces crea que son de afuera hacia adentro. Recomienzo. El objetivo: no descarrilar, caminar en fila india persiguiendo -como el burro a la zanahoria – creencias heredades, juicios inmortalizados acerca de cómo son las cosas. Resultado: errores, caídas repentinas, pasos hacia atrás, hacia el costado, hacia algún lado. Culpa, pena, rechazo. Diéresis mal ubicadas.Las hiedras del debería del pretérito pluscuamperfecto azotan. La realidad emerge no hay perfección en mí más que la olvidada. 
Rasguño. Grito. Aúllo. Siento. Reacciono. Exploto. Imploro. Me guardo entre los dientes de la ira. Me acuno en los brazos de la tristeza. Me vuelvo eco en la garganta de la soledad.  Camino a veces a la defensiva. Y me topo con un espejo de agua como el Narciso, me asomo y me veo… mitad hembra, mitad niña … mitad naturaleza, mitad cultura.
Entiendo.
No me perdones.
Estoy en un proceso evolutivo.

2 de octubre de 2014

8 de septiembre de 2014

Usa al amor como un puente


 Un día cualquiera, hace más de 10 años, en un trasbordo de la línea B de subtes en la ciudad de Buenos Aires, me crucé con la singularidad de Gustavo Cerati que deambulaba igual que todos nosotros al son de la música de la rutina. Abrí los ojos de manera desorbitada, me quede perpleja de la humildad con la que saludaba a los que le gritaban un cariñoso “Gustavo” y el alzaba la mano con familiaridad. Traía los rulos – chinos- al viento, desordenados quizás de tantas ideas; y un pullover – suéter- de cuello redondo y lana gruesa, de esas que traen bolitas de colores y pelitos...
El 4 de septiembre se marchó…  cruzó el puente… abandono el cuerpo que lucia su alma y comenzó otro viaje de “música ligera”, me quedé pensando ¿Cuál habrá sido el motivo por el cual su alma se estacionó de tanta ida y venida, eligió quedarse un poco en un lugar durante 4 años? ¿Qué cuentas habrá saldado en esa quietud esa soberbia grandeza de una genialidad tan creativa? ¿Qué habrá soñado en el silencio? ¿Que nuevas melodías habrá hilvanado? Sentí profunda tristeza … de sopetón un televisor indiscreto me avisó de su muerte. Y me sentí egoísta; porque lo primero que me vino a la mente fue la idea de vacío, del saber que ya no está; sin pensar en el cansancio de ese cuerpo fuerte que mantuvo a ese espíritu divino durante esos 50 y pico de años… ¿Cuántas veces preferimos que las cosas no cambien aún a sabiendas de que ya han cambiado? ¿Cuántas veces mantenemos la esperanza de que todo volverá a su normalidad sólo para no aceptar lo que nos duele? 
Ya no está. Ya se fue. Como tantos otros. Como lo haremos nosotros, los que aún tenemos lecciones por aprender, piedras en la mochila por saltar, relaciones de perdones por saldar… como dice Calamaro: