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21 de agosto de 2010

La Ira

Todos somos humanos, aunque a veces pretendamos categorizar otra instancia y para ello solemos colocarnos la careta del "bienestar enarbolado por la constante sonrisa", más sin embargo, sabemos por experiencia, que estar "sonriente" todo el día o toda la vida; es una gran pretensión; las emociones se disparan frente a los hechos sin pedir permiso; y si bien hemos logrado por nuestro trabajo personal, "rediseñar nuestras formas de reacción" siempre estamos igualmente expuestos a sentir enojo, frustración, irritación, rabia, bronca, desilusión. Es decir, cuando los hechos no se ensamblan a nuestras creencias nos desanimamos, la energía se corta, se obstaculiza, se amontona y surge el enojo. El enojo es una emoción natural humana, que no debería ser temida.
Mientras que el enojo se relaciona con un evento que se trunca, la ira - hermana mayor- es resultado de un deseo insatisfecho acerca de cómo son las cosas; se pone en tela de juicio al mundo, sus reglas y a las demás personas; puesto que deberían ser distintos.
La ira es un estado constante, es la sensación de injusticia que pesa sobre el que la promueve. Inmoviliza, impide el crecimiento personal, y nos coloca en la postura del dedo acusador y la verdad absoluta. Quién manifiesta la ira como un estado de ánimo permanente, observa toda la vida desde el cristal de esa emoción, desde la insatisfacción, la carencia, la necesidad, la frustración, el resentimiento. Es la espera vana, la que nada de lo que espera llegará, porque desde la esperanza inculcada en el futuro, se deposita la semilla de la imposibilidad material de cambio. El tango me recuerda un poco a este pensamiento - "El mundo fue y será una porquería" (Cambalache)
Un individuo que convive con Ira, es aquél que ha aprendido de ella, una herramienta para descargar todos sus fracasos y hacer de los que lo rodean, los chivos expiatorios de sus asuntos irresueltos, usar la manipulación como fuente de logros, obtener "amor o reconocimiento" que por otro medio no se cree "posible lograr", conseguir la "atención" de los demás y excusa de los resultados no deseados por la pérdida del auto-control.
Se presenta a través de la agresión verbal-física, con la humillación o ridiculización de otros que son considerados "menos"; con gritos o explosiones incontrolables; insultos, sarcasmos, victimización.
¿Qué le sucede internamente a quién padece de ira? La ira es una emoción "tóxica" porque está mal dirigida, y por lo tanto intoxica a quién la manifiesta. Si tú estás enojada con tu pareja y sobre ella descargas tu enojo, esa emoción está bien dirigida. El problema se genera cuando reprimimos lo que sentimos, negamos su existencia; es como si en tu mente una voz te dice -está mal que estés enojada con tu pareja- y a partir de ahí, en lugar de canalizar el enojo, lo absorbes, lo "controlas", lo guardas en tu cuerpo. Aunque no lo expreses, existe. Si con el tiempo las situaciones se repiten, y cada día comienza un ciclo de reclamos, frustraciones, deseos insatisfechos en tu mundo interior, pones en marcha el proceso de la ira. Y ahora, esa energía mal dirigida se expande al mundo desde ti.
La ira nace de la auto-exigencia enfocada a uno y a los demás; muchas veces idealizar el mundo y a las personas, nos provoca desilusión, expectativas frustradas; "los otros no son como quieres que sean" y frente a eso "reaccionas"; cuando no puedes "entender" eso, cultivas resentimiento.
Para alejarte de este proceso deberás comenzar a AMARTE, a ACEPTARTE y ACEPTAR; a utilizar lo que consideras "decepcionante" como aprendizaje para transformarte y crecer.

                                                                                                     Chuchi





11 de agosto de 2010

Preguntas Impostergables

Ella se levantó de la cama mucho antes de que irrumpiera con su habitual abuso la sonaja alterada de su despertador. Se dirigió a la cocina, acomodando el pijama arrugado, martirizado por el enredo de las sábanas y las vueltas nocturnas. Sirvió agua en un vaso y tragó desesperada para calmar la sed. Abrió el refrigerador y manoteó un pedazo de queso fresco. Luego encendió la estufa y calentó café de la noche anterior. Miró por la ventana. Miró sin mirar. Se sentó en el sofá sin hacer nada durante treinta minutos. Sonó la alarma. Él se levantó y dijo: Buen día. Ella dijo: buen día, - aunque en realidad quería decir ¿De quién es el labial prendido en el cuello de tu camisa?
Hay momentos en nuestras vidas que vivimos postergándolos, empujándolos hacia otros tiempos, creyendo que por no vivenciarlos, no existen pero sin embargo ahí están.
Son preguntas impostergables, en el sentido de que no deberían permitirse hacerse a un lado, sino que por el contrario, deberían enunciarse y confrontar las respuestas.
La preguntas que no hacemos en general son las respuestas que no queremos escuchar. Y por eso sucumbimos a situaciones ajenas a nuestra escala de valores; nos colocamos en roles funcionales obsoletos para seguir “aunque sea” recibiendo algo de lo que anhelamos.
En lugar de salir al ruedo y crear en nuestro contexto lo que deseamos “elegimos” quedarnos detrás de las bambalinas Nos embarcamos en relaciones amorosas, y profesionales, insatisfactorias, en actividades cotidianas que nos generan displacer, y sobrevivimos al ritmo vertiginoso de los días como sonámbulos, arrastrando nuestras alas por el fango, y nuestros sueños por el polvo de las cenizas de los sueños muertos de otros.
Y dentro de nuestros corazones, el eco de la pregunta, simple, y sencilla, se hace escuchar ¿Para qué? ¿Para qué lo hacemos? ¿Para qué elegimos ese modus operandi de seguir? ¿Para qué nos traicionamos? ¿Para qué boicoteamos nuestra libertad?
Frente al espejo modulamos las respuestas exactas, tajantes, sinceras pero ante al mundo obeso e indiferente, sonreímos crédulos de una inocencia que sabemos ajena; ¿no sé para qué lo hago?
¿No sabes? ¿Realmente no lo sabes? ¿A quién más quieres venderle ese cuento ingenuo?
La mayoría de nosotros “soportamos” a diario una serie de patrañas y, ¿cuáles son?
-Enojo,
-Fastidio,
-Resistencia,
-Angustia,
-Flojera,
-Ira,
-Impotencia,
-Frustración,
-Coraje,
-Miedos,
-Expectativas frustradas
-Etc… ¡las que imagines!
La lista podría ser interminable… pero volvemos a la pregunta impostergable ¿Para qué lo hacemos? ¿Para qué sigues en ese trabajo que no te satisface? ¿Para qué vives con la incertidumbre de si tu pareja te ama o dejo de hacerlo? ¿Para qué siempre te prestas a lavar todos los trastes en las comidas familiares? ¿Para qué sigues siendo la burla de tus compañeros? ¿Para qué postergas la dieta? ¿Para qué insistes con hacer lo que los demás te dicen en lugar de escuchar tu voz interna? ¿PARA QUÉ?
¿Ya lo has pensado?, te doy la respuesta: Para obtener a cambio RECOMPENSAS OCULTAS.
Sí, aunque te suene patético, así nos comportamos. En lugar de salir al ruedo y crear en nuestro contexto lo que deseamos; influenciados por nuestras creencias limitantes, “elegimos” quedarnos detrás de las bambalinas.
Si es cierto, “elegimos”, nadie nos obliga “a estar dónde no queremos”, aunque a veces creamos que no tenemos opción, siempre existe, tal vez no sean opciones habilitadas para mí pero existen. TodoRecuerda que todos los días a cada momento ¡TU ELIGES como quieres vivir la vida! lo que “aguantamos” (leerlo como si tuvieras una pila de libros sobre tu cabeza) lo elegimos porque “hoy” es la mejor “opción que vemos para nosotros”.
Te voy a dar un ejemplo para que me entiendas, “si yo siento fastidio de ir a trabajar porque no gano lo suficiente, mi jefe me trata mal, y cada vez que suena el despertador protesto, insulto hacia mis adentros, pero igual voy a trabajar…” ¿Qué obtengo? Además de intoxicarme con las hormonas del estrés; recibo la compensación de tener un salario, “cierta seguridad, y libertad para hacer algunas cosas, me siento productiva, etc.”… podría renunciar pero pienso:” la vida está difícil, mi trabajo no es lo mejor pero al menos tengo”, sin embargo el renunciar si es una opción sólo que no la acepto para mí.
Entonces lo que vengo a decir es que “hoy estamos donde queremos” si podríamos estar en otro lugar mejor, ya lo habríamos hecho.
Aunque la situación sea dolorosa, extrema, complicada, es nuestra elección. Que no depende de una conspiración universal, es nuestra ELECCIÓN, a cada momento ELEGIMOS, elegimos cómo sentirnos, cómo reaccionar, qué decir y qué no decir. Y por cada elección que tomamos pagamos precios.
Recuerdo que alguien dijo: Una porción de pastel, es un instante de placer, y meses de estacionarse en las caderas.
¿Comprendes?
Si empezamos a “darnos cuenta”, que seguir con ese vínculo que nos trae más tristeza que alegría es quizás por “miedo a estar sola”, “miedo a fracasar”, “miedo a volver a empezar”, o que siempre queremos ser la anfitriona, la mejor en todas las áreas para alcanzar “aprobación”, “sentirnos queridas”, “ aceptadas”; que muchas veces nos callamos la boca para “pasar desapercibidas”, “para no correr riesgos”, “para obtener reconocimiento”, entonces las preguntas impostergables comenzarían a tener algo de voz en tu mente.
Las nubes se disiparían, empezarías a ver que hay sol, que existen otros medios para alcanzar la compañía, el amor, el reconocimiento, los sueños, el éxito; que no es necesario (en el sentido de natural) prestarnos a jugar un juego de victima emocional.
Recuerda que todos los días a cada momento ¡TU ELIGES como quieres vivir la vida! (aun cuando elijas no creerme)
                                                                                                   Chuchi

3 de agosto de 2010

La muerte de mi papá

El 4 de agosto de 2010, se cumple un mes de la muerte de papá. Mi papá, un hombre como otro cualquiera, que no tendría que haber muerto, según mi corazón. A partir de su partida me he quedado con muchas preguntas sin respuestas; pues su voz ya no podrá contestar a mis interrogantes y una canción -escrita por mí- que desde mediados del año comencé y pensaba regarlársela para la navidad. Desde entonces la vida, mi vida, es un eclipse de sol; me he quedo en las sombras, una parte de mí - mutilada- y otra, que arrastra y cual equilibrista, maneja los días que quedan por venir con una sonrisa, que es el disfraz de unas cuantas lágrimas.
Hace un mes, que aprendí a contar los días; es casi paradójico, las cosas que uno puede aprender en cualquier circunstancia. Hoy sé contar uno, dos, tres, cuatro, diez, quince días desde que se fue; y también sé, semana una, semana dos. Y hasta ya calculo que para mí próximo cumpleaños, no habrá pasado más que once meses con veinte días.
Descubrí también, que uno nunca sabe a ciencia cierta cuál es la última vez de las cosas; y sin embargo, se juega la vida, "actuando sus emociones, dires y diretes" como si existiera el control de todo lo que hace. Aquella vez que lo abracé por última vez, hace más de un año y seis meses, sería la última, determinante y para siempre; era la despedida no de mi regreso, sino de su partida. Y ahí me quedo todas las noches antes de dormir, recordando las últimas veces de tantas situaciones que jamás siquiera sospeché, serían las últimas. No sé cuándo fue el final de una tradición de pedir permisos, despertar en familia, y almorzar todos juntos en medio de peleas cotidianas los domingos; ni que aquél beso de mi amor de turno se convertiría en la estampa repetida del final; ni que esos ojos perversos conjurarían sus miedos sobre mi lealtad.
Me quedó grabado, aquello de que "nunca hay que irse de un portazo", dejando pendientes, broncas tácitas, dolores mal heridos, egos ofendidos, miedos endiablados. Que cada día convive con la posibilidad de "hoy es la última función" y por eso debemos "gozarlo" aún con la penas y exige de nosotros el máximo esfuerzo. Y en el no postergar también se implican nuestras emociones, la capacidad de poder decir lo que nos ocurre sin rodeos, sin la fantasía de que el otro adivine o se entere por cualquier medio ajeno a la voz nuestro corazón.
La muerte de mi papá me recalcó con letras de pancartas y brillantinas que siempre es sanador decir lo que anida en nuestras almas. Pese a la distancia y a la enfermedad; nosotros pudimos construir un puente en el que casi a diario, viajaban los "te quiero" sin visa ni documentos.
Papá tenía el sueño de vivir 105 años, y apenas la batería le duró para sesenta y tantos; y su intempestivo derrumbe me dejó como moraleja que la vida es un pequeño espacio para jugar a convertir realidad nuestros sueños; apenas una obra de teatro independiente, de pocos actos, en dónde los sueños hablan de nosotros mismos, más que nuestras voces; y que después, todo será en vano. Los sueños son los deseos que a veces ignoramos, escondemos, evitamos y nos aterran; porque siempre, como todo en nuestra existencia, nos obligan a que nos conectemos con nuestro mundo íntimo y personal, busquemos entre los escombros del ser, y rescatemos lo que no usamos; esa materia despojada y olvidada, es la tela de nuestra realización.
Su ausencia me desgarra la razón, los sentidos, los sentimientos; y aún de todos modos, me impulsa a seguir rumbo a la cima de mi colina, a sabiendas que en mi sangre, corre la suya, que soy gracias a él.
                                                                                                                 La Negrita




29 de julio de 2010

Todo entra por la Nariz

Navegando a la deriva, me encontré con las famosas feromonas, en diversas web se ofrecen como golfas poderosas que pueden anclarnos en el amor, y los negocios. He leído que tres gotas por aquí y tres gotas por allá, pueden transformarme en una verdadera atracción para los hombres y para los potenciales clientes de mi empresa. Puedo ser una mujer altamente deseada en el terreno sexual y en el profesional. Si me atrevo a comprarlas, cambiará mi vida para siempre. Seré la mujer maravilla con citas por doquier, varones a mis pies, clientes aclamando por mis servicios, y billetes nuevecitos anidando en mi billetera. ¡Qué hermosa tentación! Más sin embargo, mi incredulidad se activa al 100%, es cierto, la edad me ha vuelta más bruja y desconfianza, y cuando la limosna es grande, siempre desconfío.

Pienso, si esto de las feromonas es tan real como lo plantean, estamos en peligro. Ya dejaremos de ser elegido por quienes somos, y empezaremos a serlo por como “olemos sin oler,” o ¿acaso ya no nos elegimos por ese factor? ¿Tendrá valor el ser o sólo el sudor?, aunque también por otra parte es un buen argumento para mis elecciones (Chiste interno); desde 1986 se conoce que los seres humano arrojamos al exterior estas sustancias químicas como señales de que "acá estamos, ven hacia a mí" a través de la transpiración y quedan flotando en el aire, la única misión es afectar nuestro mundo sexual y atraer al sexo opuesto; son captadas por el órgano vomeronasal (OVN), alojado a 6 cm hacia dentro de nuestra nariz, llamado sexto sentido. Tal vez esto explica porque algunos poseen un atractivo sexual mayor a otras personas. Pero si te pasa como a mí que dado mis resultados amorosos, segrego pocas feromonas, no desesperéis amiga podemos rociarnos feromonas sintéticas.

Parece ser que la culturalización nos ha arrebatado entre otras cosas esta divina excreción, tanto baño, tanta higiene, perfumes, cremas, aceites, más cremas; hacen que perdamos o ocultemos nuestro "olor natural".¿Dejaremos de asearnos para conseguir más citas? Otra manera de ocultarnos es a través de la ropa, así que si quieres intervenir en tu designio cruel del amor, empieza a acostumbrarte a llevar menos telas pegadas a tu piel.

Sigo pensando, si con la edad avanzando se pierden tantas cosas, entre ellas hormonas, feromonas, apetito sexual, atracción, ¿ Qué nos queda para vincularnos desde lo afectivo? La feromonas no sólo alientan al encuentro carnal, sino a la producción del afecto. Quienes han utilizado "feromonas sintéticas" han reportado mayores detalles románticos por parte de sus parejas.

Entonces, ¿ El amor deja de ser algo mágico y majestuoso, para convertirse en una propuesta inconscientemente química? ¿ Lo que nos atrae del otro es su aroma que llega como una invitación indecorosa a nuestro órgano vomeronasal?

El amor deja de ser a "primera vista" para ser a ¿Primer olfato? ¿Qué tendrán tus feromonas que no tienen las mías? Las de ella que supo conquistarte ¿Cómo serán? y ¿Cuando nos resfriamos nos dejamos de atraer?

Revolucionados por los aromas del mundo, hombres y mujeres, se conocen, conquistan o repelen; la apariencia física juega un papel importante, pero más aún " la química que soltamos naturalmente" y que ingenuamente ignoramos que nos envuelve con un halo de pasión y seducción.

Ya convencida del fenómeno, empecé a entender porque a veces una pasa de la euforia al aburrimiento sin que medie ningún hecho particular en el medio; tal vez "ese aroma que nos trajo se evaporó" y el vínculo construido no fue un lazo suficientemente fuerte como para seguir existiendo por compromiso cultural.

Más sin embargo, y luego de ver los precios de los cosméticos cientifícos, me aboqué a la tarea de encontrar algunos ejercicios o recetas de la abuela para producir al 100% estas sustancias.

Los expertos indican que:

a) Hay que tener sexo una vez por semana, de esta forma se contribuye a la producción de feromonas.

b) Realizar ejercicio ayuda a estimular las glándulas apócrinas, el sudor aumenta la producción de los químicos amorosos.

c) No usar desodorantes con aromas fuertes. Usar inodoros.

d) No eliminar el sudor fresco del cuerpo, el mal olor por lo general aparece 24 horas después.

Con todos estos consejos y la ayuda de la ciencia, la soledad es para quienes no quieren gastar energías. Yo por lo pronto me voy a dar unas vueltas corriendo al parque, bien abrigada para sudar mejor.

27 de julio de 2010

¿Dónde estás amor de mi vida?
























"Puedo escribir los versos más tristes de mis noches,
   decir por ejemplo, "la noche está endiablada,
   y gruñen de enojo los ángeles, a lo lejos"
   El viento de la noche me ensordece y clama.
  Yo lo quería, y él a veces también me quería
 en días como este lo tuve entre mis piernas...
 y lo bese tantas veces bajo su cruel indulgencia...
 mi alma no se entristece por haberlo perdido,
 sino por nunca haberlo encontrado...
y el verso cae al vacío, como la soledad
que me abraza, consolando..."

¿Dónde carajos estás Amor de mi vida? Te preguntas, me pregunto, nos preguntamos. ¿Será acaso que el Amor rococó rosado, ese que envuelve con su flama incandescente, y rocía néctar de miel a las almas de quienes lo conquistan, es privilegio de algunos pocos? ¿Será que de todo lo vivido seamos meros mensajeros de un algo que creemos que existe pero no encontramos?
Y otra vez más, ¿Quién sigue?, Adelante, nos presentamos, nos ilusionamos, nos proyectamos en miles de fantasías, y al final; el mismo final. Y cómo diría Joaquín Sabina "cada vez son más tristes las canciones de amor" o ¿Somos más tristes nosotros con tanta frustración acuesta?
Hace días le dije a una amiga: "Quiero sentir  mariposas en el estómago" y ella pícara e incrédula me dijo: "Pintarrajéalas en tu vientre".
De repente siento que no siento como antes, que nada me resulta enardecedor y todo es pasajero. Me encuentro vociferando a los gritos el paradero de lo que no  sé si existe para mí o ya pasó y por estar distraída no me di cuenta  que se había anidado en mi estación.
La búsqueda del amor es la mas ansiada por la humanidad, una reciente encuesta de la fundación de Estados Unidos, Lost of Love Foundation revela que el 45% de las personas entre 30 y 60 años de edad, se encuentran abiertos a la encauzada travesía de encontrar al Amor de sus vidas, como parte de su meta de realización personal. Pero ¿ Qué es lo que buscan? o mejor dicho ¿Qué es lo que pretenden encontrar? ¿Qué es el amro y que implica de "mi vida"? Acaso, ¿Todos los amores de los que hemos sido partícipes no son de nuestras vidas?.
Una de las creencias más tediosas en relación al amor es la idea de ÚNICO APARICIÓN y ETERNO, y si no cumple con estos requisitos, lo desechamos.
Tal vez, si fuésemos menos exigentes y empezáramos a valorar más a nuestros vínculos, podríamos descubrir con mucha alegría que todos los seres que se han cruzado en nuestro camino forman parte de nosotros mismos, puesto que como seres dialógicos todas las relaciones pasadas, presentes y las que tendremos dejan su impronta en nuestros ser.
El amor es la energía que nos mantiene cada día con miras a un mañana, aunque nos duela el alma, estemos desilusionados, y pensemos que no hay más nada que hacer.
El amor que buscamos, ese que juega a las escondidilllas con nosotros, que oímos susurrar en la quietud de nuestros sueños, viven en nuestros corazones. Queda esperar quién quiera compartir todo este caudal. Somos la posada de esa fuerza vital, los pinceles que cada día pueden pintar azul nuestro infinito cielo de posibilidades.
                                                        Chuchi

20 de julio de 2010

Día del Amigo

















Hoy, 20 de Julio, se celebra en Argentina, el Día del Amigo; es una fecha especial, pues todo el país se detiene y hombres, mujeres, niños, adolescentes, ancianos se reúnen con sus amigos a celebrar el vínculo que los une. Es que para los argentinos que hemos nació mamando el tango y chupando el mate amargo; la amistad es un sentimiento que se nos ancla fuerte en el alma. Es ese barco que orillado en nuestras costas soporta soberbio toda tormenta, los distintos mapas de la vida, las mareas, la sequía, y el tiempo. Un amigo en argentina es alguien con el que has pasado la vida caminando junto, o de vez en tanto te encuentras; pero ese amigo se abierto contigo como una puerta sagrada, y tú con él, y ambos ingresaron al templo sacro de la amistad. El amigo es el que conoce tus secretos más íntimos, tus miedos, tus locuras, tus tristezas, tus travesuras, tus promesas, tu amores y tus desencuentros, es el que peina y maquilla tu soledad para que te sientas mejor; es el que te alcanza una toalla para quitarte el sudor que el esfuerzo por vivir te genera, es el que te alienta a que te arriesgues a todo o nada a ese sueño, es el que te despierta de las pesadillas, y llora contigo tu dolores. Un amigo es el que se te queda tatuado para siempre en el alma, y a pesar de la distancia, el tiempo, la corrupción, la contaminación, y el desaliento, cuando lo vuelves a ver, le sonríes y lo abrazas como si nunca hubiera pasado el calendario por las sienes blancas de la cabellera.

Los amigos son ángeles que te cuidan, que te aman, que te alientan, que te impulsan, y sobre todo, "No te compran las historias que te cuentas para dejar de hacer, recaer en algo que te hace mal, o naufragar en la pena insoslayable de las pérdidas". Son tesoros que habitan en nuestro mundo, y los llenan de recuerdos, te forman en la persona que eres, porque todas las relaciones que tenemos nos dejan huellas, y hacen que cada día al abrir los ojos, aunque hayan miles de telarañas que te tiran a seguir durmiendo, elijas inspirar, sonreír, y mirar para adelante. Yo tengo la fortuna de tenerlos como satélites en mi cielo, algunos son estrellas muy lejanas, otros estrellas más cercanas, pero ninguna estrella fugaz.

Yo los miro desde lo que fuimos y les agradezco el espacio de corazón que lleva mi nombre; porqué sé de memoria el amor que me tienen; es una fuerza cálida e intensa que me recorre por las venas cuando tan sólo evoco sus nombres. Mis amigos saben de mí como yo sé de ellos. Nos hemos visto crecer, madurar, envejecer y aún procuramos proyectos para el futuro. Mis amigos son Luciérnagas que iluminan mis más oscuros momentos, y cuando uno llega a la oscuridad absoluta, se da cuenta de que los otros habían sido solos instantes de apagones. Hoy desde mi absoluta oscuridad los abrazo y beso en el corazón, Feliz Día Amigos!!

Pd: Este Post está escrito sin editar, disculpen si hay errores.

Chuchi

14 de julio de 2010

Teta Mala vs Teta Buena






















Basta. Hoy me declaro “aburrida” de ser la metáfora viviente en dónde algunos conjuran sus miedos. ¿Te ha pasado? ¿Cuántas veces? Seguramente muchas. Es que hay tantos “locos” sueltos proyectando sus carencias por las aceras de los demás, que deberían tener un sello de agua que los identifique. Dicen luego, “Las relaciones humanas son complicadas,” ¿Lo crees? , por supuesto que no, los hombres – en el sentido de la especie- hemos sido congraciados con el don del peculiar lenguaje que se nos ha legado- un lenguaje reflexivo, que nos permite ser objetos de nuestra propia experiencia-, sin embargo; muchos no han superado los traumas iniciales de la vida; los que han comenzado desde el trauma del nacimiento; la bofetada príncipe que nos despierta de un mundo cálido y acuoso a otro menos cálido e igual de acuoso –camino de lágrimas-. En los primeros meses de vida, realmente somos dependientes; luego crecemos y algunos maduramos y nos volvemos inter-dependientes; lo cual implica sabernos parte del todo, y como diría el Buda: “Si no puedes ayudar, al menos no hagas daño”, más otros; -muchos- los que prefieren invertir sus monedas en viajes, cosméticos, autos, ropa, perfumes, videos juegos, en lugar de una terapia de transformación personal; esos que experimentan SER a través del TENER; esos son los que se quedan anclados en alguna de los traumas de la niñez, y nos salpican. Desde la perspectiva psicoanalítica de Melaine Klein, el desarrollo personal se piensa como el florecimiento de la personalidad que supera las etapas tempranas de la niñez – que pueden volver en la vida adulta-y alcanza un equilibrio entre el mundo psíquico interno y el externo – imagen privada en congruencia con la imagen pública-desarrollando la capacidad de “dis-frute” de las cosas y el éxito en las relaciones gratificantes de amor consigo mismo y los demás.

De los estadios tempranos, Klein resalta la importancia de dos: la posición esquizo-paranoide que se desarrolla durante los primeros meses de nacidos – 3 a 4 meses- por la lucha que se produce entre los instintos de vida y muerte y el sentimiento de ansiedad persecutoria que se produce en el niño; lo que genera basto miedo, que será proyectado hacia el primer objeto de relación que posee –LA TETA MATERNA que pasa a ser TETA MALA y TETA BUENA. (Proceso de escinción). Esta proyección e introyección colaboran a disminuir la ansiedad persecutoria del niño; se ampara en la teta buena, pero tiene miedo de ser destruído por la teta mala y persiste el temor a la aniquilación del YO. A partir de los 4 a 6 meses de edad, la madre no es vista como escindida, sino que se la ve como un objeto total; pasando a la posición depresiva, dado que el infante siente culpa, dado que el objeto amado - madre- primariamente fue agradedio (Teta Mala-posición esquizo-paranoide).
"El sentimiento de que el daño hecho al objeto amado tiene por causa los impulsos agresivos del sujeto, es para mí la esencia de la culpa. El impulso a anular o reparar este daño proviene de sentir que el sujeto mismo lo ha causado, o sea, de la culpa. Por consiguiente, la tendencia reparatoria puede ser considerada como consecuencia del sentimiento de culpa". (Klein, 1988. 45pp).
"Posición alcanzada en su esquema de cosas por el bebé (o por el paciente en análisis) cuando advierte que tanto su amor como su odio están dirigidos hacia el mismo objeto -la madre-, tiene conciencia de su ambivalencia y se interesa por protegerla de su odio y para llevar a cabo la reparación por el daño que ha causado su odio. Como el sistema de Klein incluye el instinto de muerte y hostilidad innata hacia la madre y la envidia de ella, se concibe que esta crisis desempeña un papel esencial en el desarrollo de cada bebé, al margen de la cualidad de los cuidados maternales, y su resultado, según se sostiene, determina todo el desarrollo posterior. Se considera que las personas saludables y neuróticas han pasado por la posición depresiva, que las personas con problemas depresivos están fijado en ella y que las personas con problemas esquizoides y paranoides no han logrado alcanzarla"
                                                          Chuchi

12 de julio de 2010

Síndrome de la Super Mujer

"Cómo ha pasado el tiempo, parece que fue ayer..." José Luis Perales canta, nostálgico recordando un pasado que tal vez fue mejor- yo no lo sé, lo único que sé es que "fue", que ya no "existe"-. Un atrás en dónde las mujeres tenían como meta indiscutible de vida, "econtrar ¿?- no ser ENCONTRADAS- un buen hombre y llegar al matrimonio y constituir una "maravillosa familia" como la familia Ingalls y punto. Ahora en cambio, al coincidir con el "príncipe azul"- que cada día es más difícil de hallar, y cientificamente se ha comprobado que es más fácil acertar con los números del Melate (Quini 6) o cómo se llame en España(*), aunque yo no he dado con ninguna opción- se le suma el ahnelo por logros profesionales, el desarrollo de los hobbies, el éxito en las relaciones con los hijos, los viajes espirituales, los cafecitos con las amigas, las dietas que todos los días cambian de nombre, la lucha insondable contra la celulitis,la lectura de libros de autoayuda, las mascarillas para disimular ojeras, el ejercicio, la casa aseada, y la sonrisa intacta a la hora de la cena!. El mensaje social es "las mujeres lo podemos TODO" y "no nos despeinamos si quiera".Sin embargo este mandato social ya se convirtió en algo patólogico "cuando pretendemos hacer todo de una vez, y que nos salga perfecto".El estrés que incorporamos a nuestra vida, repercute primariamente en nuestra biología, y pasamos de forma casi enloquecedora  de "la euforia más alta a la depresión más aguda". La psicóloga del Departamento de Familia del UC Davis Medical Center de Estados Unidos, Sue Barton define a las "SUPER-WOMAN" como personas a las que les cuesta delegar responsabilidades, tienen altos standards, desean que las cosas sean hechas a su manera, y cuando otros hacer el trabajo se irritan con falicidad o decepcionan porque ellas podrían haberlo hecho mucho mejor.
 Es decir están íntimamentes vínculadas con la falacia del CONTROL y la pretensión de ser "buenas" todo el tiempo en distintas áreas para ser aprobadas: Buenas profesionistas, buenas madres, buenas esposas, buenas amigas, buenas hijas, etc. Este síndrome también se vincula con transtornos alimenticios como la bulimia y la anorexia, puesto que para ser exitosas "además las mujeres deben ser esbeltas, sensuales y joviales".
Los elementos que contribuyen a la construcción de este ícono social son varios, entre ellos quiero resaltar:
a)Los medios de comunicación: que nos venden exitosas ejecutivas, impecables, que a la vez tienen hijos perfectos, maridos soñados,  y son reconocidas por sus pares y la sociedad.
b)Las mujeres han sido socializadas para ser agradables: desde pequeñas se les enseña que deben hacer sentir bien a los demás, aún postergando sus propias necesidades. Por esto surge la culpa de no poder dedicar mayor tiempo, y fuerzas al cuidado de los hijos y marido; cuando la mujer se desarrolla profesionalmente.
c)La carreras profesionales siguen basadas en pautas de un modelo masculino,que implica competir, dedicar varias horas semanales a los proyectos, conseguir cierta reputación, etc; situaciones que no combinar con los otros roles adjudicados para la mujer.
La mujer maravilla, dedica  su máximo esfuerzo en pos de construir un mundo mejor, empezando por su hogar; sin embargo, tanta presión comienza a jugarle encontrar.
 Además de los precios físicos que debe pagar, también están los emocionales, su súbitos ataques de histeria, de sensación de fracaso, frustración, elevan sus niveles de cortisol, y se tornan más angustiadas, iracundas, y estallan con facilidad. Así los hijos se comienzan a alejar de la madre maravilla, la madre que siempre tiene todas las respuestas a todas las preguntas, aún a las no formuladas; y los maridos se escapan de la casa, a disfrutar del ocio, pues tienen por seguro que la esposa maravilla lo resolverá todo sin necesidad de su apoyo.
Al cabo de algunas funciones extras; cae el telón; y la mujer maravilla o la super mujer queda sola y se pregunta ¿Por qué?, simplemente porque ha saturado los roles propios y ajenos, ha intentado con grandes aspiraciones humanísticas que todos estén bien, pero los ha afixiado, y arrebatado la posibilidad de cada quién a equivocarse y aprender.
¿Cómo estirpar el síndrome? saca el pie del acelerador, y RECONOCETE como humana, como alguien que tiene mucho para dar, pero que a veces no puede con todo sola; es necesario que empieces a conectarte con la posibilidad de decir "con esto yo sola no puedo", reconocer tus límites y aprender a PEDIR apoyo.
Saber "pedir" te colocará más cerca de tus" resultados", pues habla de tu capacidad de declararte "no suficiente" para encarar determinadas cosas de la vida, y eso te hace verdaderamente PODEROSA.
Rescata tu alegría de vivir y tu salud, borra los estigmas con los que has tratado de convivir hasta el día de hoy, y quítate tu antifaz, descubrete como una mujer maravillosa en lugar de una mujer maravilla.
(*) lo digo de varias formas para que todos mis amigos lo entiendan

                                                                                             Chuchi


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11 de julio de 2010

Dejar de Resistir

Una de las dificultades más grandes que encontramos los profesionales  que trabajamos en el área del desarrollo humano, es la resistencia de las personas a soltar el pasado y comenzar de nuevo. Hay creencias individuales que se transforman en legados para las futuras generaciones, que imponen una categórica negativa al cambio. Parece ser que uno a medida que crece se va constituyendo de una forma y esa forma se transforma en una trampa difícil de escapar. Quiero decir, cuántas veces ha oído la expresión “ya estoy viejo para eso” “ a esta edad no voy a cambiar” “pasé toda la vida así”. Y rendidos a eso que fuimos vamos postergando nuevas experiencias, despedazando la ansiada felicidad, moribundos en la rutina. Es que hemos creído durante mucho tiempo, que somos de una única manera y muchas veces desde ahí justificamos nuestras acciones. Es la famosa excusa por excelencia “Yo soy así” y creemos que con eso tenemos el pasaporte libre a actuar, ignorando las consecuencias que generamos en los otros, o mejor aún que por ese anticipo de honestidad los otros deben conformarse o aceptar tal o cual acción o actitud. A rigor de verdad no “somos” simplemente “estamos siendo”, quiero decir con esto que “somos como actuamos y actuamos como somos”. Que todas esas creencias que tenemos sobre nosotros mismos están basadas en nuestras acciones ó bien nuestras acciones determinan las creencias que tenemos sobre nosotros mismos. Dicho de otro modo, cuando una persona por ejemplo, se autodefine como  “impuntual”, esa creencia, esa idea sobre sí misma se funda, se elabora, en una secuencia de hechos ( llegadas tardes a citas, al trabajo, a la escuela, a eventos, etc. ); ahora bien si la persona cambia sus acciones, adelanta su reloj una hora para salir de la casa, se levanta antes para ir al trabajo, utiliza una agenda para recordar las citas y en consecuencia llega puntual a cada acuerdo, ésta persona ya no sería más impuntual; de modo que “un actuar diferente la constituiría en una ser diferente,(puntual)”, del mismo modo ocurriría con alguien triste, enojón, introvertido. El ser humano tiene la posibilidad de poder re-diseñarse permanentemente, pudiendo abrir así el abanico de posibilidades para su vida. Somos flexibles al cambio, podemos esculpir la mejor obra maestra de nosotros mismos. ¿Entonces para qué quedarnos con una mala caricatura de la vida que deseamos tener? ¿Qué podríamos perder además de obsoletas ideas que nos atan al fracaso?

2 de julio de 2010

El fútbol y el amor

Según sociologos de todo el mundo, en las épocas del mundial, "la pasión" entre las parejas aumenta, más allá de si las mujeres siguen o no los partidos, o se van a sus actividades; la pasión mundialista llena nuestro contexto social de "una eleva erotización"que flota por los aires y contagia a hombres y mujeres. Es que parece ser que ver tantos cuerpos definidos, musculosos, fuertes, caras bonitas, porteros sensuales; produce en las chicas un mayor apetito sexual y gran cúmulo de endorfinas.  La alegría mundialista se ha instalado en el inconsciente colectivo y a la hora de los partidos, todos tenemos la posibilidad de desconectarnos del estrés cotidiano, evadirnos un rato de la realidad, sentir que todo está en orden, y soñar con que esa pelota entre en el arco del vecino. Si todavía no te enfermaste de amor, salí a la calle, respirá profundamente y huí a la intimidad, aún te quedan unos días para gozar en plenitud con tu titular  o suplente.
                      Chuchi

1 de julio de 2010

El Buda dijo...


Anoche fui a la conferencia de Sogyal Rimpoché, autor del célebre libro “El libro Tibetano de la vida y de la muerte” en la ciudad de México; y por un rato bastante extenso, mi mundo exterior dejo girar enloquecido con sus contaminaciones propias y pude disfrutar de las palabras de este monje budista tibetano que llegaban a mis oídos como ráfagas de brisa suave con aroma a madreselva.
La información que nos ofreció, no fue ciertamente, un gran descubrimiento para mí, y hasta él mismo nos lo hizo notar, pero agregó que si había alguien en la sala ignorante de esos secretos, entonces el sentido de la reunión había sido “beneficioso”. Habló sobre la felicidad y el sufrimiento; y recalcó que ambas posibilidades son generadas por nuestra mente/corazón, si queremos abandonar el sufrimiento, deberemos eliminar de nosotros mismos la ignorancia, las emociones negativas, y las emociones negativas; pero insistió que si queremos alcanzar la felicidad “no basta con lo primero” deberemos hacer un poco más, “cultivar un tesoro de virtudes para desarrollar el conocimiento, la sabiduría y emociones positivas.
El secreto de la felicidad que tantos buscan en el exterior, en los símbolos, en lo material, está en nuestras manos: “En entrenar nuestra mente/corazón. Tal vez sería más oportuno que estuviera en un supermercado o en una tienda comercial; más fácil y más práctico.
La mejor noticia es que si la mente es el principio universal que todo lo rige, y siempre puede transformarse, no importa los años que tengamos, la experiencia y la cultura que guardamos en nuestro bagaje personal; la mente/corazón (Observador desde la ontología del Lenguaje) se puede rediseñar a cada paso.
                                                                     Chuchi

26 de junio de 2010

¿Urban cougar o Women in Freedom?

¿Urbanas panteras o mujeres en libertad?

Hace unos pocos días, recibí un mensaje de texto de una amiga que decía “Ya sé el nombre chic de las asalta cunas, es cougars” (Claro que lo decía por mis elecciones), significa “puma”, en el momento me pareció gracioso, pero luego empecé a reflexionar; ¿Cougars? ¿Por qué ponerles una etiqueta a las mujeres que siente atracción por hombres más jóvenes?
Me acordé de mi querido amigo pelón y panzón de la ciudad de Buenos Aires, al que siempre le revolotean mujeres jóvenes, y me dije ¿Por qué no le habrán puesto etiqueta?
Cougar significa literalmente “puma” y apunta a las mujeres maduras, atractivas, cultas, económicamente independientes y sexualmente activas, que tienen como preferencia el ligar con hombres más jóvenes. El ícono de este grupo es el personaje de la serie Sex and the City, Samantha Jones (típica urbancougar, es decir puma urbano, fémina que acecha los antros para buscar a su presa y despedazarlos sin involucrarse afectivamente)
Seguí pensando, ¿cómo es posible que aún en el siglo XXI la sociedad haga estas diferencias? ¿No es repugnante catalogar la forma de amar de las mujeres, tan sólo porque no coinciden con los mandatos sociales?
Tal vez para Demi Moore, o Madonna, que se les inscriba un “estigma” como caza hombres puede resultar hasta chistoso y en beneficio económico a través de las publicidades, o demandas ¿pero una mujer común que se enamora de alguien menor? ¿Qué explicaciones se dará a sí misma cuando los dedos acusadores la persiguen?
Más allá del sexo y del no compromiso, lo cierto es que cada día más mujeres treincuarentonas se enamoran de hombres más chicos, y los precios emocionales que pagan por arriesgarse son altos. Desde los desplantes verbales “vieja verde”, “asalta cunas”,” la solterona buscona”, hasta las miradas censuradoras, los murmullos a espaldas, y la risas pecaminosas (las que imaginan lo que sucede en la intimidad).
Yo fui en su momento víctima de esta discriminación, cuando hace años atrás, caminando por la calle de la mano de mi novio, en Argentina, alguien de un auto gritó “Viniste a buscar a tu hijo a la salida de la disco (léase antro).
Algunos psicólogos dicen que esta atracción se da porque la mujer busca vitalidad, un compañero sin dramas existenciales, sin ex esposas, sin cuotas de alimentos que pagar, mayor actividad sexual, diversión, frescura, romance, tiempo para el disfrute de la pareja y que el hombre las prefiere maduras, porque se ha cansado del berrinche, la inseguridad, la inestabilidad emocional, busca experiencias de vida, el poder compartir sin temor a ser juzgado, ser escuchado, libertad en el terreno amatorio, y admiración. Tal vez son demasiadas explicaciones de ¿por qué nos enamoramos de tal o cuál edad cronológica?, ¡muchas preguntas para hacer al amor!
En mi haber amoroso, abundan los “niños” (sentido mexicano) y ciertamente ninguno de ellos me proveía de la fuente de la juventud!, por el contrario, eran los típicosYo elijo ser una mujer en libertad con la capacidad de amar de corazón a corazón a ese hombre que Cupido me dirija con su flecha “jóvenes viejos”, por mi sistema de creencias y expectativas de futuro me enamorarme de ellos; busqué relacionarme con hombres que aún no habían caducado su inocencia, ternura, plasticidad neuronal, y también “lo reconozco” aquellos que aún no estaban en período de comprometerse a una relación “institucional”. Por supuesto que luego de un tiempo, lo mismo que adoraba me terminó aburriendo, ¡pero es tema para otro artículo!
Hoy el matrimonio ha dejado de ser la única posibilidad de encuentro, hay infinidad de tipos de relaciones de pareja y este acrecentamiento del horizonte amoroso, es el que ha llevado a las mujeres a escoger con quién quiere estar en lugar de con quién debería estar. ¿Estaremos en los inicios del SER en lugar del Deber Ser?
La época en que el hombre era una garantía de satisfacción (como un electrodoméstico) se terminó. Nunca fue real, aunque muchas madres así lo percibieron y muchas hijas lo creímos.
Recuerden… ¡Ese muchacho no te conviene! ¿Para qué? ¿Para ir de compras? ¿Para vivir juntos? ¿Para leer un cuento? Y ¿cuántas veces cubrir los requisitos era un imposible? ¿Cuántas veces los cubrimos y aún así no era lo esperado?
El punto más interesante de las expectativas en las relaciones es “poner mi futuro y todo lo que no soy” en manos del otro, “a ver qué puede hacer por mí” y ese es un gran error, nadie puede procurarnos lo que nosotros no podemos por nosotros mismos.
Hoy las mujeres podemos tener la libertad de escoger para nuestras vidas a los “sapos” que queramos, incluso, me han dicho por ahí que el Príncipe Azul, ya está out!!
Las mujeres hemos ganado muchas batallas, independencia económica, libertad sexual, acceso a cargos jerárquicos, hemos aprendido que ciertas creencias limitantes como “la culpa” y “ la inseguridad” nos alejan de los resultados que queremos para nuestras vidas, aprendimos a desarrollar nuestro interior y a escucharnos, a cuidar de nuestro cuerpo, a relacionarnos con nuestros sueños, hobbies y amistades. Pero sobre todo, escalón por escalón, comenzamos a desprendernos de la idea de ser un complemento del OTRO, a vernos como una unidad, y que nuestra pareja es alguien que camina a nuestro lado.
Cuánto más independientes seamos a nivel emocional, mayores serán las posibilidades de elección en cualquier terreno. ¡No estaremos rezando para encontrar a alguien que nos salve!
De regreso al título, tú en qué lugar eliges estar ¿urban-cougar o women in freedom? Yo elijo ser una mujer en libertad con la capacidad de amar de corazón a corazón a ese hombre que Cupido me dirija con su flecha. Sentir en mi cuerpo y alma, la libertad de andar este camino tan maravilloso y a veces doloroso que es la vida con quién YO ELIJA!
Y que ese al que elija, sin importar su edad, sea mi compañero de viaje y crezcamos como personas juntos, paso a paso, cruzando los dedos para que en la próxima estación no se baje primero, y si lo hace, que me queden en la cámara de mis recuerdos, alguna que otra foto para suspirar en las noches de bohemia, mi soledad y yo.

                                      Chuchi Gonzalez

*Texto publicado en Confesiones para Sofía

23 de junio de 2010

La Tortuga y Aquiles

La pesadilla de Postergar

Cuenta la paradoja de Zenón que Aquiles, llamado pies ligeros, decide salir a competir en una carrera contra una tortuga. Dado que corre mucho más que ella, orgulloso de sus posibilidades, el soberbio guerrero todo poderoso le da una gran ventaja inicial. Al cabo de un tiempo, Aquiles recorre el tiempo que la tortuga con gran esfuerzo había realizado, la distancia que inicialmente los separaba, pero al llegar descubre que la tortuga ya no está, sino que sigue avanzando, lentamente, un poco más. Sin perder los ánimos, Aquiles sigue corriendo, pero al llegar donde estaba la tortuga, ésta ha avanzado un poco más. Aquiles no ganará la carrera ya que la tortura siempre estará por delante de él.
¿Por qué Aquiles, el gran hombre, no ganará la carrera? ¿Acaso su velocidad no es mayor a la de la tortuga? ¿Con sus pies no es factible de recorrer el trecho y acortar las distancias?
Zenón en su paradoja lo que ha querido demostrar es que las sensaciones que obtenemos del mundo son ilusorias, su línea de pensamiento se acerca a Descartes cuando asevera que los sentidos nos engañan. Porque desde esta óptica todo lo que observamos del mundo no es más que lo que proyectamos de desde nuestro mundo interior, el mundo exterior tal como es, no existe, sólo existe en relación a nuestro observador.
Volviendo a Aquiles, podemos rescatar de ésta paradoja la irreversibilidad del tiempo, la irrecuperabilidad que el tiempo siempre en constante devenir trae aparejado para los hombres. Aquiles puede llegar a este punto físico en dónde estaba la tortuga, pero en el tiempo, Aquiles siempre quedo preso de un pasado, o un tiempo detrás del animal. La ventaja concedida al inicio de la competencia es irrecuperable, ya no existe más.
Generalmente muchos de nosotros actuamos confiados de nuestras fuerzas e inteligencias y dejamos para dentro de un rato lo que tenemos que hacer, creyendo que no habrá consecuencias, que siempre hay un marco de acción, que tiempo es lo que sobra.
La postergación es el mal de todos nuestros sufrimientos, igual que el gran Troyano quedamos inmersos en una nebulosa de sensaciones y oportunidades que dejamos pasar frente a nuestras narices.
Si todo lo que tenemos está sucediendo ahora ¿para qué dejar lo que deseamos para un tiempo que no existe, mañana? ¿Cuántos besos y abrazos abortamos en nuestra indiferencia? ¿Cuántos portazos dimos al salir enojados con alguien sin ser conscientes de que esa podría ser la última vez? ¿Cuán dormidos estamos que “dejamos en manos de la nada los afectos y los anhelos que son importantes para nuestras vidas?
Si fuéramos como la tortuga lenta, pero con paso firme, y continuo, disfrutaríamos más lo que somos y tenemos.
Repasa los pendientes de tu arca personal, - pendiente es lo que cuelga, o va hacia abajo – lo que cargas, arrastras, o te jala con pesadez hacia el suelo y te obstruye, detiene, o entorpece la marcha; todas esas situaciones están ahí porque TÚ lo permitiste, TÚ dejaste entrar esa energía de aplazamiento a tu morada para dejarla fluir más tarde, pero el reloj ya dio vuelta varias veces las agujas y nada; ahora puedes empezar a soltar.
Aunque el tiempo no se recuperado, aun cuando lo que pasó no volverá, tienes la chance de encauzar de nuevo tu tiempo.
                                                                 Chuchi

21 de junio de 2010

Cuando el Olvido no llega

Infinidad de veces solemos cargar situaciones del pasado sobre las espaldas de nuestro presente, momentos dolorosos, o tal vez recuerdos gratos pero que al evocarlos nos deja un amargo sabor en la boca.
Vivimos día tras días pensando en lo que “hubiera” sucedido “si tal o cual”, soñando “cómo sería nuestras vidas si” y repasar sobre lo que no se puede volver a reescribir sólo nos cubre de tristeza, impotencia o mal humor.
Intentamos a ciegas volver a empezar, pero todo es fallido. Él o ella se han ido de nuestro presente, sea por la razón que sea, pero en su partida se han llevado un trozo de nosotros. ¿Por qué no podemos olvidar? ¿Por qué seguir insistiendo en lo que no fue? ¿Por qué pensar en los ausentes amores todo el día? ¿Por qué soñar con ellos, anhelarlos, pretenderlos? ¿Por qué amargar el alma con el vacío impetuoso de un amor frustrado? ¿Por qué no olvidamos para seguir el camino? ¿Por qué?
Porque en la mayoría de los casos nuestro EGO ha salido demasiado herido, y esa herida narcisista no deja de sangrar frente al espejo.
Porque hemos construido nuestra relación en base a expectativas y cuando la ecuación da lugar, siempre el resultado es la desdicha.
Porque hemos eternizado la relación, ignorando a sabiendas, que nada es eterno.
Porque nos martirizamos recordando sólo una parte de la historia, las mejores escenas, para seguir alimentando nuestra dolencia.
Porque en el fondo, cuando no podemos arribar al OLVIDO, no podemos ACEPTAR que el otro se haya olvidado de nosotros. No logramos entender ¿cómo ese “otro” se atrevió a olvidarse de nosotros? ¿De mí? ¿De mí que soy maravillosa, exitosa, bella o todo lo contrario? Sí, de mí.
Porque aun siendo lo que seamos, el otro tiene el derecho a hacer con “su sentimiento” lo que quiera. Puede apostar todo su amor al nuestro, y a mitad del juego retirarlo; con o sin explicación, con postergación o de un día para el otro.
¿Y para qué repasamos en el álbum de la memoria las promesas que nos hicimos en aquél amanecer? ¿Los besos de principio que tenían un sabor peculiar? ¿La calidez de los abrazos?
¿Para qué comparamos a ese gran amor trunco con los “nuevos” que quieren florecer”? ¿Para qué sostener su nombre en los labios? ¿Para qué negarnos al paso del tiempo? ¿Para qué aferrarnos al pasado?
Para seguir igual, contemplando lo destruido, lo que no funcionó parados desde la queja.
Para no hacernos cargos de las rondas que nos tocan.
Para defendernos de las futuras relaciones, y proteger el corazón a raga dientes, para creer que todo tiempo por pasado fue mejor y desde una mirada infantil desconfiar de lo que nos puede deparar la vida.
Para manipular la situación y hasta a veces obtener recompensas ocultas: “conmiseración, apapachos, atención, etc.”.
Para evitar lo que está sucediendo y no cerrar el ciclo.
Cuando el olvido no llega, simplemente es porque nos hemos empeñado en que resistir los cambios de nuestras vidas; decidimos que nada deberá cambiar aun cuando todo sea distinto, procuramos ser indiferentes a la realidad que se nos plantea y vivir como “si nada hubiera pasado”.
Cuando estamos enamorados creemos que éste amor es el único y el definitivo y frente a la desilusión o la ruptura, seguimos idealizando esa relación; pero sólo es eso, IDEALIZACIÓN.
Idealizar puede hacer más sublime o romántico al vínculo de pareja, pero no lo vivencia como lo que es, algo real; algo que existe más allá de mí y de ti, algo que tiene vida propia, alimentado de mis temores y de los tuyos, de los sueños de ambos, de los complejos de los dos.
El amor es vida, es ahora, es presente; lejos está de ser una “bonita idea”; una estampa con dos amantes sonrientes para toda la vida y repitiendo día con día, el mismo menú: las perdices.
El olvido no es un borrador o una anestesia que nos apacigua; es un viento renovador de esperanzas, un soplo de bienaventuranza sobre las laceradas, un pasaje a un seguir próximo, una oportunidad de aprender de los vivido.
                                                                                                                     Chuchi

17 de junio de 2010

El deseo de Gómez

Ese lunes, era distinto. Cumplía los años. Llegó a la oficina con una poco de euforia resaca del partido del domingo. Saludo con efusividad, y todos lo miraron con extrañeza.

-¿Qué tiene Gómez? Dijo la secretaría dando un sorbo de café y la secretaría adjunta.
-¡Habrá conocido a alguien! Respondió la otra con cierta indiferencia, mientras se limaba las uñas.

Gómez siguió con su sonrisa intacta caminando por los pasillos, pero empezó a ver todo el panorama con otros ojos. Ahí estaba su jefa, la más temida, llorando a escondidas por el dolor que el divorcio le había generado. Del otro lado, el contador metido entre sus números con su gesto austero ocultando su homosexualidad y ahogando sus sueños de ser diseñador de modas. Más allá la secretaria principal coqueteando con el señor que arregla las impresoras, porque acaba de cumplir cuarenta años y aún no se ha casado y eso le provoca grandes pleitos con sus padres, y a escasos metros, la secretaria asociada murmurando entre sonrisas, aguantando el trabajo por es madre soltera, aunque si por ella fuera, sería corista.

-¡Eh, Gómez, ¿conociste a alguien? Le dijo la voz de la mujer, al tiempo que se acercaba con un pequeño pastel con una vela. –Lo hice ayer para ti, espero que te agrade – Continúo.
-¿Yo? ¿Si conocí a alguien? ¡No, qué va!
-Bueno hombre, es que se te ve muy feliz hoy, pide un deseo y sopla la velita –Indicó la compañera
Y Gómez frente al pastel, con los ojos cerrados, muy apretados como si fueran puños, dijo:

-QUIERO VIVIR DE VERDAD! Y sopló con todas sus fuerzas.

Vivir de verdad implica dejar de ser lo que debemos ser, y atrevernos a ser quienes somos en realidad, soltar las creencias que nos limitan, y crear nuevas posibilidades para nuestro camino, dejar de negar lo que nos sucede, y reír a carcajadas, apostar por los sueños que tenemos aun cuando para los demás sean poca cosa o tonterías, valorar cada día como el último y agradecer nuestra existencia, amar con los ojos abiertos y las defensas bajas, olvidar los rencores porque nos estancan al mismo sentimiento, decir NO sin temor a la desaprobación, conquistar los miedos e ir por más cada día, aceptar los errores y las oportunidades de equivocarnos para aprender y reflexionar sobre ello, sentir libertad en el alma en cada momento, vivir en honestidad emocional.
Dejar atrás todo lo que nos aleja de nosotros mismos, y afrontar la responsabilidad de Ser sin salir a la caza de chivos expiatorios; dejar de escondernos o mostrarnos para no sobresalir y así pasar desapercibidos, dejar de excusarnos por lo que no hicimos, dejar de mendigar amor por creer que no somos capaces de crearlo, dejar de tratarnos como si fuerámos enemigos.

                                                                                                                                 Chuchi

8 de junio de 2010

Creando la Realidad

Dicta un proverbio en el sector del desarrollo humano que el verbo crear y creer conjugado en primera persona, lanza mágicamente la misma fórmula YO CREO; a partir de este descubrimiento las personas que nos dedicamos a despertar conciencias (incluso las nuestras) sostenemos que UNO CREA LO QUE CREE. Si creemos en que no podremos lograr tal cosa, generaremos esa realidad en nuestra vida, ¿cuestión de magia?, no simplemente de actitud. Nuestra mente buscará en sus registros aquellos hechos en los que no logramos nuestro objetivo, para conjurar que aquella creencia limitante, es un hecho. Y a partir de ella, nuestro estado de ánimo predispondrá la acción y ésta causará el resultado. Funcionaríamos como una profecía auto-cumplida, como un rompecabezas en donde todas las piezas encajan. La gran pregunta es ¿por qué no nos detenemos a edificar aquellas cosas que queremos para nosotros? ¿Porque siempre estamos viendo la vida desde la negativa, es decir desde lo que no queremos que suceda? Imaginamos algo doloroso e inmediatamente todas las emociones surgen y las alteraciones cardíacas aparecen porque nuestro cerebro no distingue entre lo que “fantaseamos” y lo que es “realidad”, está comprobado científicamente que en ambas situaciones la descarga eléctrica que realiza nuestro cerebro es la misma. ¿Para qué nos sirve toda esta información? Para empezar a comprender que la vida que tenemos hasta ahora es el resultado de la suma de nuestras elecciones (acciones y omisiones) y no la conspiración universal cayendo sobre nuestras cabezas, y para tomar conciencia que en nuestras manos está crear nuestra realidad, que a cada momento la estamos creando, pero si somos conscientes de nuestro poder creador, estaremos más cercanos a la creación de una realidad sustentable de armonía y equilibrio.
Cosas del Cerebro
En el hipotálamo se originan las respuestas emocionales, en nuestro cerebro existe la más abundante de todas las farmacias; los péptidos son los responsables de la química nutriente para cada emoción. Por ejemplo, cuando sucede algo inesperado, el hipotálamo descarga péptidos que fluyen a través de la glándula pituitaria hasta la sangre que enlazará a las células que tienen receptores en el exterior. El cerebro crea neuro-péptidos y las células del cuerpo se acostumbran a recibir las emociones, creando hábitos de pensamiento. Y así se fabrican asociaciones entre lo que pensamos y la emoción que sostenemos en relación a ese pensamiento, la suma de ambos genera lo que antiguos sabios llaman sentimiento.
El biólogo Maturana afirma “que todas nuestras elecciones repercuten inicialmente en nuestra biología” y ahora que conocemos la secuencia de este proceso cerebral, es preciso hacernos una pregunta que cae de madura, ¿si acostumbramos a nuestras células a una determinada asociación, podremos hacer algo para que olvide esa rutina?
 “Hace muchos años tuve una relación tormentosa con un hombre, cada vez que estábamos juntos, su celular sonaba y él atendía en privado, mi corazón se aceleraba, la presión me bajaba, y los músculos de la espalda se ponían tensos; yo sabía que cada llamado era de alguna mujer con la que se frecuentaba. Cuando confrontaba la situación siempre terminaba por burlarse de mí. Al tiempo la relación terminó, pero al reiniciar mi vida amorosa, cada hombre sin pasado pero con celular me provocaba la misma desconfianza, y temor; y huía de las relaciones para que no me vuelva a suceder lo mismo” – Confesión de Evangelina para el libro “Amores que matan”
El caso de Evangelina es la recurrencia de un patrón emocional frente a una símil situación traumática, ¿cómo deshacernos de eso?, rompiendo el círculo vicioso creado. Nuestro cerebro se auto-diseña permanentemente, por lo que es factible aprender y desaprender.
 Si la realidad que “soñamos con los ojos abiertos” es para el cerebro “la realidad que palpamos”, ¿por qué no atrevernos a crear efigies oníricas que fortalezcan la producción de péptidos que activen emociones no tóxicas?
 Nosotros podemos crear nuestra realidad emocional y a partir de ella, ¿la suerte está echada? O ¿no existen los destinos ni siquiera los divinos?
                                                           Chuchi Gonzalez





 

3 de mayo de 2010

El aprendiz eterno

Existe en el inconsciente social una regla general para asociar lo que nos sucede a una causa, hablo de aquellos momentos transcendentales: bueno o malos que parecen gestar en nuestro centro una necesidad encontrarle un ¿por qué? (Justificación) o un ¿para qué? (una acción que nos lleva hacia delante). Muchas veces cambiamos de capítulo sin encontrarse ese sentido, otras nos son reveladas y nos permite crecer, y en algunas cuántas inventamos ese propósito para auto-motivarnos.

Sea cuál sea nuestra causa, lo cierto es que este entrenamiento cotidiano, de indagar, buscar, mirar, recapitular; nos hace reflexionar; mirar hacia dentro y conocernos un poco más.

Y así nos habituamos a descubrir que el aprendizaje, es omnipresente, que no precisamos estar en contactos de grandes gurúes espirituales, ni leer demasiados libros, estudiar tal o cuál texto; que todo en la vida es fuente de enseñanza si nosotros hemos decidido dejarnos, como el cántaro a la fuente, fluir hacia él.

Y todos pueden ser nuestros maestros, y todos somos aprendices, la vida comienza a ser una rueda, todo lo que damos, regresa, aún cuando no regrese de la forma en que dimos o de la persona que esperamos.

¿Si yo te preguntase que has aprendido en estos últimos días que responderías? ¿Cómo aplicarías esa información a tu vida para transformarla en conocimiento? ¿Qué oportunidades ganas cada vez que decides mirar el mundo con la humildad de que no todo lo sabemos?

Estamos en constante re-diseño, transmutando. Y cuando abrimos los ojos, parafraseando a Andrés Calamaro “Cuando uno se despierta y ya no es indiferente”…todo es una inmensa puerta abierta (metáfora de posibilidades)

Les comparto un poema que escribí…

Quiero que sepas que todos recogemos nuestra siembra,
Pero la vida: No es recíproca
Y a veces los frutos provienen de otra tierra
Distinta a la que sembraste.
De todos modos, el amor con amor se paga,
El odio con soledad,
La traición con olvido,
Las heridas con sangre,
Pero la sangre se seca y las heridas se cierran.
Lo que no debe secarse ni cerrarse es el corazón,
La libertad de latir los sentimientos y las emociones.

Porque ser libre implica también
Poder volar en cielos cercados,
Y en ti viven todos los colores para que pintes cada día

Tu propio arco iris.
Al igual que el alfarero toma en sus manos el blando barro
Y en el baile ritual del torno de sus dedos nace
Una vasija,
Tú tomas el legado de tu existencia,
Y al ritmo del tiempo, tejes tu vida.

No desesperes! y piensa en ese artista,
Que cuando el barro se resiste a ser,
No claudica!

Sigue adelante, aunque el mundo bostece
A tus pasos, su desconfianza, su ira,
Porque aun con ello,
el mundo no deja de girar,
no se detiene , no te detengas,
porque eres parte de ese movimiento.

De todos modos, el amor con amor se paga.

                                                                                                                    Chuchi Gonzalez

29 de abril de 2010

El amor en tiempos de redes sociales

Muchos dirán que no. Unos por pudor. Otros por convicción. Y algunos por inexperiencia.
Lo cierto es que el amor está en todas partes, eso dicen. A la vuelta de la esquina, en la vereda de frente, en la cuadra que sigue a tu casa, en la avenida que nunca transitas, en la carretera plagada de camiones, y entonces ¿por qué no en el ciber espacio? ¿Puede existir el amor en un no lugar? O ¿será que el amor que emana de unos dedos sobre el teclado, rebota sobre el monitor y se esparce sobre quién escribe?

Hombres y mujeres solos buscan alternativas para “conocer a su media naranja”(los que son ácidos) o a su medio melón (los que somos básicos), las citas a ciegas de los amigos son anécdotas de series, los números de teléfonos que se consiguen en los antros casi siempre están descompuestos, ¿qué alternativa nos queda? ¡INTERNET!
Aunque algunos lo vean como un recurso “de desesperados”, de “gente urgida”, nefasto, corrompido y peligroso, no deja de ser la carta que muchos (que ya no salen de noche, los que no tienen amplios círculos sociales, los tímidos, los retraídos, los solitarios, las divorciadas, etc.) tienen para jugarse el todo por el todo al amor.
Infinidad de páginas web presentan la posibilidad de encontrar “él o la” de tu vida, por unos pesos mensuales con cargo a tu tarjeta, y así la procesión de muchos es pan comido. Chats públicos, redes sociales, blogs, portales, mini blogs, etc., la oferta es muy grande.
El engaño también está presente en la vida virtual (y en la real), pues enmascaran los miedos de quién fluye a través de un Nick, y en la comunicación del encuentro, entre OKIS, NOP, y SIP se van generando “expectativas”, y detrás del anonimato las emociones reprimidas surgen, y los poetas muertos reviven. ¡Siempre hay quién enamora con su ARIAL!, con esas palabras acordes, exactas que desarrollan la cadencia perfecta de nuestro imaginario.
Después de varios encuentros tácitos, tal vez surge el golpe a la realidad física. Algunos los pasan airosos, se enamoran, se casan, se mantienen, se detestan, se divorcian. Se conocen, se gustan, se vinculan. Otros no se ven nunca más.
¿Por qué nos sorprende que en la actualidad las personas elijan este medio para conocerse? Si en los años de los bisabuelos, de la generación de los bisnietos que peinamos canas, las cartas de presentación en las agencias matrimoniales eran la clave del encuentro, las misivas colmadas de ilusiones y expectativas cruzaban océanos hasta las manos de un extraño. Y un tiempo más acá,( Yo lo viví) el correo sentimental anunciado en periódicos y revistas perseguía la misma fortuna.
¿Nos sorprenderá que tan avanzados en tecnologías, sigamos desconectados del mundo? ¿Qué para vincularnos tengamos que poner un usuario y una clave?
¿Qué en el siglo de las comunicaciones, la principal problemática sea la comunicación en las relaciones? O acaso, ¿nos avergonzará la necesidad de pretender coincidir con alguien más allá de nosotros mismos? ¿Serán las corazas que hemos sabido levantar, las que se distienden cuando “aprendemos a amar” desde la soledad de nuestro ser? ¿La magia de no saber quién está juzgándonos nos dará aire para remontar nuestras ilusiones?
Reflexionando, he llegado al punto de plantearme ¿cómo vivimos internet, como un camino o un destino? ¿Cómo una posibilidad de descubrimiento o un resultado? Y en este interrogante, creo que está el foco de atención. ¿Las redes sociales son utilizadas para conocer o desconocer? ¿Para acercarnos o acechar? ¿Para ser quienes somos o soñar con quienes podríamos llegar a ser? ¿Buscamos conquistar a otras personas o iniciar sesión con nosotros mismos?
¡Por lo pronto dejaré de escribir este post, me acaban de llegar 15 mails con solicitudes de hombres, que según el proveedor del servicio, son mis almas gemelas!

                                                                                                       Chuchi Gonzalez


16 de abril de 2010

La botarga del Amor

http://www.youtube.com/watch?v=HVjImSOF1-c
                                                                                                                           A que los quiero...

Cuando empezamos una relación apostamos todas nuestras cartas al nuevo juego, algunas con afán de hacer saltar la banca, y otras a sabiendas de retirarse a tiempo; la nueva ficha es a nuestros ojos la mejor ficha de nuestras vidas. A medida que transcurre el tiempo, surgen los roces, y el tango de la pasión y el encuentro, se convierte a veces en un reggaetón, o en un arrítmico símil “Que baile Zoila”(Ver enlace para los que no lo conocen)

Es que para nosotras el AMOR es así en MAYUSCULAS y sabemos que no es lo mismo para todos, podemos aceptarlo y seguir airosas, pero hay códigos y cuando esos se rompen o violan, del gran amor de mi vida se pasa a la botarga del amor.

¿Qué es la botarga del amor? Es la imagen des-erotizada del amor, es la burla de los sínicos, la soledad de los románticos, la cara de los pusilánimes. El egoísmo encarnizado, la cabeza metida en el hoyo de nuestra humanidad, el veneno del individualismo.

Hay miles de teorías que “intentan” explicar ¿por qué nos enamoramos? Pero sin teorías, los que usamos esta aplicación (término acuñado de las redes sociales) nos enamoramos para compartir, para vincularnos, para transmitir, para comunicar amor a través del lenguaje verbal y corporal.

Pero para ello se necesita a dos en la misma sintonía. ¿Cuántas veces has escuchado lo mucho que significas para alguien y ese alguien no hace nada por ti? Quiero decir que el amor es más que una palabra. Dicen que es la energía que rige al mundo, pero dados los resultados es la más relegada, despreciada y abusada. Hoy están más de moda “los miedos”, “el egoísmo”, “la indiferencia”. Y el amor con sus migajas, de vez en cuando sale en alguna foto como extra. ¿Qué es el amor? ¿Será la energía que nos nutre? ¿Estaremos desnutridos? O ¿Mal alimentados? ¿Habremos comido demasiadas emociones chatarras?

Pasan tantas cosas de modo vertiginoso, que siempre estamos en alerta, a la defensiva, asustados, apurados, nos miramos al espejo para quitarnos las lagañas, y ni siquiera nos saludamos. ¿Cuánto hace que no te miras y te dices “wow te ves muy guapa esta mañana”? ¿Cuánto hace que no te reconoces por lo que eres?

Pero por fortuna, siempre en el aire de incógnito está “el amor” volando o escondido en los lugares más recónditos, esperando sigiloso a dar su flechazo y hacer que nuestra vida huela distinta tal vez, a aceites de romero, a madreselva, a tabaco o a cupcakes recién horneados.

Me gusta una definición que dice que Amor es que me importa de ti…y creo que es la explicación más exacta…me importa de ti, significa eso, que me importa lo que te pasa, lo que sucede en tu mundo, lo que corre por tus venas, lo que esconden tus ojos, tus sueños postergados.

Y cuando te digo “te quiero” digo que te quiero conocer, saber quién eres en realidad más allá de lo que dejas ver, que te quiero apoyar si lo necesitas, que te quiero esperar despabilada en las noches cuando tengas fantasmas que no te dejen conciliar el sueño, que te quiero ver sonreír porque tu sonrisa ilumina el mundo, que te quiero ver llorar porque sé que necesitas aliviar tus penas, que te quiero en tu humanidad, que te quiero porque por haberte conocido ya perteneces a mi vida, que te quiero porque a través de ti puedo verme, que te quiero escuchar estallar en mil palabras o en silencio, que te quiero porque me importa de ti.
                                                                                                                 Chuchi Gonzalez




6 de abril de 2010

Volver a escribir…una historia de a dos


Tal vez muchas veces, te quedas con la pluma en la mano, un papel escrito a medias tinta, una historia de amor con un solo protagonista, o un cuento que termina demasiado pronto y sin perdices.

Quizás todas las veces en que cerraste ese libro, te prometiste tener más cuidado para la elección de tu próximo “protagónico” y sobre todo para el casting de tu “compañero de rodaje”.

De los papeles que hicieron de tu carrera del amor una rutina te cansaste. Basta de Víctima, Súper Mujer, Madre, e hija; ahora vas a actuar un nuevo personaje: Mujer. Tienes todos los requerimientos para no equivocarte nunca más, y sin embargo…

… alguien pasa frente a ti y te mira y le devuelves una empalagosa mirada; te presentan unos amigos a un soltero que…, conoces a un hombre por chat…, y todo absolutamente, TODO, vuelve a empezar, a rodar de un modo completamente distinto al “buscado por tu intelecto”.

Otra vez las mariposas de colores, -extras fundamentales- se instalan en tu estómago, las luces de la vida se encienden con más plenitud, las mañanas con sueño son tus preferidas, y la sonrisa en los labios sin motivo lejos de ser absurdas son presentes que evocan su ausencia.

La conversación se torna monotemática para afuera o para dentro; todo es lo mismo: ÉL.

Pero tu mente se observa con desconfianza, deja que el corazón se acelere, galope y sueñe. Pero ¿cuánto tiempo lo dejará ser? ¿Hasta dónde serán los miedos capaces de dejarte soñar?

Tu cerebro empieza a enviarte señales distractoras, y creencias limitantes, los miedos engrandecen sus sombras con las luces de tus ojos, y la duda se instala como una espina en tu cabeza.

¿Para qué arriesgar otra vez los sueños? ¿Para qué jugarme el todo por el todo? ¿ y si no acierto? ¿ Y si otra vez la nefasta realidad trae a mi costa tranquila restos de un naufragio, de una historia de amor que no nació más que en mis sueños?

Todo se torna incertidumbre en las noches vacías de sueño, y en la oscuridad pincelas escenas que ya sabes de memoria, nunca ocurrirán.

Piensas, ¿ que será aquello que me atrae de él?, es que hace que repetidamente lo evoque en mi rutina; ¿ por qué el aire sabe más pesado, ahora que lo conozco?, ¿ por qué nos cruzamos y con qué sentido?

Existen muchas teorías que podrían revelar algún misterio del encuentro, aún cuando ese encuentro sea no más que un tropiezo que no llega a dejar moretón.

Algunos lo llaman “necesidad de supervivencia”, elegimos a los que sentimos fuertes, estables, capaces de formar y proteger a una familia, no es mi caso.

Buscamos a personas que se asemejen a individuos importantes de nuestra infancia, con los que sentimos confianza, lejos de mí.

Al salir de la niñez con el registro del niño herido, intentamos encontrar a aquellos que puedan hacerse cargo de esas heridas, me resisto.

Y por último, lo más románticos aceptan el mito del alma gemela. La acepto; no porque la haya encontrado, simplemente porque me hace sentido su búsqueda. Cierro los ojos y escucho la voz de la leyenda diciendo:

Hace mucho, mucho tiempo, los hombres tenían cuatro piernas, cuatro brazos y dos cabezas. Convivían en el Olimpo junto a los dioses, hasta que un día, Zeus decidió matarlos a todos. Alguien le mostró que si lo hacía “se quedaría sin ofrendas y servicios”. Zeus conmovido en su vanidad, ordenó entonces que los partieran por la mitad, Apolo se encargó de sellar las heridas y eliminar cualquier rastro de la unidad. Desde entonces se dice, que los hombres y las mujeres andan por el mundo buscando su media mitad, como si tuvieran un pequeño recuerdo de lo que fueron en principio.

Y es ahí donde surge el alma gemela.

Me gusta la historia, aunque a veces creo que mi media mitad o se ha quedado sin energías para seguir buscándonos o la quebraron en mil pedazos y por eso a veces creo descubrirla en algunos ojos de distintos hombres.

Con el afán de alcanzar es unidad me lanzó a los renglones de la vida, a re-escribir una historia que casi siempre empieza con dos y termina con uno; ¿será como si en el bosquejo de algunas letras logramos ver la realidad de que nuestras partes no completan el rompecabezas?

¿Tendré más de un rompecabezas? O ¿mi pieza será usada arbitrariamente por otras manos?

¿Cuántas veces más buscaremos para no encontrar? Y aún así ¿Habremos perdido o ganado?

Justo cuando iba a empezar a escribir, alguien llama por teléfono y la punta del lápiz se quebró. Me quedaron palabras atragantadas, algunos garabatos a medio terminar, y el corazón arrugado como un trozo de papel.
                                                                                                                 Chuchi Gonzalez