4 de marzo de 2014

Palabras que matan!




El amor como energía sublime en manos de un ser dañino se convierte en veneno.  En la actualidad vivimos en una sociedad en la que los excesos nos acompañan a todos lados, hay mucho para distraerse, mucho para leer, mucho para comer, mucho para beber, mucho de todo.  Y en las relaciones de pareja, hay una tendencia a decir mucho y mal. El abuso verbal es un modo de operar sobre la personalidad del otro miembro de la pareja, justificada en las carencias personales, tiene como propósito doblegar, violentar, y reducir la identidad de una persona. Lo más común es creer que se despliega a través de insultos, pero sin embargo, adquiere muchas facetas mucho más dolorosas, porque se enmascaran en consejos, pedidos y opiniones. No deja magullones o heridas en la piel o huesos, pero en crea grandes trastornos a nivel emocional y mental, llevando a las víctimas a la depresión.


¿Cómo se evidencia?
Las formas de vivenciarse son infinitas, como las ideas para controlar que existan en la mente del controlador, entre ellas podemos citar:
  • Constante amenazas de abandonos
  • Planteo intrigante sobre tu entorno y actividades
  • Ruptura de acuerdos con dolo
  • Manipular con el objetivo de lograr el provecho
  • Victimización
  • Dominar situaciones a través del enojo
  • Soslayar la personalidad de los demás
  • Criticar constantemente
  • Uso de insultos
  • Minimizar los hechos ocurridos
  • Reducir la identidad de la pareja
  • Acusar de calumnias
  • Culpar



¿Cómo salir del abuso?

  • Primero no te culpes, el abusador no es abusador por tus conductas o acciones, lo es en relación a las propias prácticas abusivas que en la infancia practicaron sobre él. Esto no justifica su accionar, pero te permite observarlo con nuevos ojos, para separarte de él sin la carga del resentimiento. Louise L. Hay en su libro “ El poder está dentro de ti” recuerda: todos somos víctimas de víctimas.
  • Segundo regresa a tu círculo de amigos y familiares y confía en ellos, expresa lo que sucede, no te auto-aísles.
  • Tercero, no sientas vergüenza, ni abuses de ti pensando cosas horrorosas sobre ti. No te juzgues, no sabías, no conocías, discúlpate con humildad, aprende de este episodio para que no se repita en el futuro.
  • Cuarto, busca ayuda de profesionales
  • Quinto,  toma la decisión de salir de esa situación. Si amas mucho a ese ser, sal de ahí, para que no siga perpetrando en ti sus más miserables horrores.





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