12 de marzo de 2014

REFLEXIONES PARA ADENTRO

Querido Papá;
Me han contado unos maestros, o unos discípulos, no se bien, que somos un punto de inteligencia suprema que ha elegido dividirse para experimentarse; que así creamos el ego y el cuerpo, la vida que conocemos; pero que todo no es más que un sueño. Escuche que todos estamos dormidos en los brazos de Dios; que la muerte, la enfermedad, la violencia y el rencor son ídolos del ego que siempre busca competencia y compararse; pero que todo esto no es más que un juego. Somos uno. Es verdad entonces eso de que vives en mí. Pero más real es el hecho de que vos y yo estamos en el mismo lugar, cada quién soñando su propio sueño, pero estamos juntos papá, nada nos ha separado.  Dónde estamos en verdad no hay tiempo ni espacios, y donde creemos estar existe el tiempo porque el ego siempre mira para atrás para enjuiciar, y adelante para protegerse, y por lo tanto vivimos muchos sueños a la vez. Quizás por eso, a veces te veo en el rostro de unos extraños, o siento que me llamas la atención.
Ahora podré dejar de sentir la tristeza de no haber estado en tu partida, porque no te fuiste a ningún lado; mira que eres gracioso, me creí el cuento papi. Aprieto los ojos fuertes y te veo de mi mano con el tapadito azul, o en el ultimo café, o acariciando tus brazos  aquella última vez…

0 comentarios:

Publicar un comentario

¡Un blog se nutre de comentarios, deja tu huella, muchas gracias por compartir!