14 de julio de 2010

Teta Mala vs Teta Buena






















Basta. Hoy me declaro “aburrida” de ser la metáfora viviente en dónde algunos conjuran sus miedos. ¿Te ha pasado? ¿Cuántas veces? Seguramente muchas. Es que hay tantos “locos” sueltos proyectando sus carencias por las aceras de los demás, que deberían tener un sello de agua que los identifique. Dicen luego, “Las relaciones humanas son complicadas,” ¿Lo crees? , por supuesto que no, los hombres – en el sentido de la especie- hemos sido congraciados con el don del peculiar lenguaje que se nos ha legado- un lenguaje reflexivo, que nos permite ser objetos de nuestra propia experiencia-, sin embargo; muchos no han superado los traumas iniciales de la vida; los que han comenzado desde el trauma del nacimiento; la bofetada príncipe que nos despierta de un mundo cálido y acuoso a otro menos cálido e igual de acuoso –camino de lágrimas-. En los primeros meses de vida, realmente somos dependientes; luego crecemos y algunos maduramos y nos volvemos inter-dependientes; lo cual implica sabernos parte del todo, y como diría el Buda: “Si no puedes ayudar, al menos no hagas daño”, más otros; -muchos- los que prefieren invertir sus monedas en viajes, cosméticos, autos, ropa, perfumes, videos juegos, en lugar de una terapia de transformación personal; esos que experimentan SER a través del TENER; esos son los que se quedan anclados en alguna de los traumas de la niñez, y nos salpican. Desde la perspectiva psicoanalítica de Melaine Klein, el desarrollo personal se piensa como el florecimiento de la personalidad que supera las etapas tempranas de la niñez – que pueden volver en la vida adulta-y alcanza un equilibrio entre el mundo psíquico interno y el externo – imagen privada en congruencia con la imagen pública-desarrollando la capacidad de “dis-frute” de las cosas y el éxito en las relaciones gratificantes de amor consigo mismo y los demás.

De los estadios tempranos, Klein resalta la importancia de dos: la posición esquizo-paranoide que se desarrolla durante los primeros meses de nacidos – 3 a 4 meses- por la lucha que se produce entre los instintos de vida y muerte y el sentimiento de ansiedad persecutoria que se produce en el niño; lo que genera basto miedo, que será proyectado hacia el primer objeto de relación que posee –LA TETA MATERNA que pasa a ser TETA MALA y TETA BUENA. (Proceso de escinción). Esta proyección e introyección colaboran a disminuir la ansiedad persecutoria del niño; se ampara en la teta buena, pero tiene miedo de ser destruído por la teta mala y persiste el temor a la aniquilación del YO. A partir de los 4 a 6 meses de edad, la madre no es vista como escindida, sino que se la ve como un objeto total; pasando a la posición depresiva, dado que el infante siente culpa, dado que el objeto amado - madre- primariamente fue agradedio (Teta Mala-posición esquizo-paranoide).
"El sentimiento de que el daño hecho al objeto amado tiene por causa los impulsos agresivos del sujeto, es para mí la esencia de la culpa. El impulso a anular o reparar este daño proviene de sentir que el sujeto mismo lo ha causado, o sea, de la culpa. Por consiguiente, la tendencia reparatoria puede ser considerada como consecuencia del sentimiento de culpa". (Klein, 1988. 45pp).
"Posición alcanzada en su esquema de cosas por el bebé (o por el paciente en análisis) cuando advierte que tanto su amor como su odio están dirigidos hacia el mismo objeto -la madre-, tiene conciencia de su ambivalencia y se interesa por protegerla de su odio y para llevar a cabo la reparación por el daño que ha causado su odio. Como el sistema de Klein incluye el instinto de muerte y hostilidad innata hacia la madre y la envidia de ella, se concibe que esta crisis desempeña un papel esencial en el desarrollo de cada bebé, al margen de la cualidad de los cuidados maternales, y su resultado, según se sostiene, determina todo el desarrollo posterior. Se considera que las personas saludables y neuróticas han pasado por la posición depresiva, que las personas con problemas depresivos están fijado en ella y que las personas con problemas esquizoides y paranoides no han logrado alcanzarla"
                                                          Chuchi

12 de julio de 2010

Síndrome de la Super Mujer

"Cómo ha pasado el tiempo, parece que fue ayer..." José Luis Perales canta, nostálgico recordando un pasado que tal vez fue mejor- yo no lo sé, lo único que sé es que "fue", que ya no "existe"-. Un atrás en dónde las mujeres tenían como meta indiscutible de vida, "econtrar ¿?- no ser ENCONTRADAS- un buen hombre y llegar al matrimonio y constituir una "maravillosa familia" como la familia Ingalls y punto. Ahora en cambio, al coincidir con el "príncipe azul"- que cada día es más difícil de hallar, y cientificamente se ha comprobado que es más fácil acertar con los números del Melate (Quini 6) o cómo se llame en España(*), aunque yo no he dado con ninguna opción- se le suma el ahnelo por logros profesionales, el desarrollo de los hobbies, el éxito en las relaciones con los hijos, los viajes espirituales, los cafecitos con las amigas, las dietas que todos los días cambian de nombre, la lucha insondable contra la celulitis,la lectura de libros de autoayuda, las mascarillas para disimular ojeras, el ejercicio, la casa aseada, y la sonrisa intacta a la hora de la cena!. El mensaje social es "las mujeres lo podemos TODO" y "no nos despeinamos si quiera".Sin embargo este mandato social ya se convirtió en algo patólogico "cuando pretendemos hacer todo de una vez, y que nos salga perfecto".El estrés que incorporamos a nuestra vida, repercute primariamente en nuestra biología, y pasamos de forma casi enloquecedora  de "la euforia más alta a la depresión más aguda". La psicóloga del Departamento de Familia del UC Davis Medical Center de Estados Unidos, Sue Barton define a las "SUPER-WOMAN" como personas a las que les cuesta delegar responsabilidades, tienen altos standards, desean que las cosas sean hechas a su manera, y cuando otros hacer el trabajo se irritan con falicidad o decepcionan porque ellas podrían haberlo hecho mucho mejor.
 Es decir están íntimamentes vínculadas con la falacia del CONTROL y la pretensión de ser "buenas" todo el tiempo en distintas áreas para ser aprobadas: Buenas profesionistas, buenas madres, buenas esposas, buenas amigas, buenas hijas, etc. Este síndrome también se vincula con transtornos alimenticios como la bulimia y la anorexia, puesto que para ser exitosas "además las mujeres deben ser esbeltas, sensuales y joviales".
Los elementos que contribuyen a la construcción de este ícono social son varios, entre ellos quiero resaltar:
a)Los medios de comunicación: que nos venden exitosas ejecutivas, impecables, que a la vez tienen hijos perfectos, maridos soñados,  y son reconocidas por sus pares y la sociedad.
b)Las mujeres han sido socializadas para ser agradables: desde pequeñas se les enseña que deben hacer sentir bien a los demás, aún postergando sus propias necesidades. Por esto surge la culpa de no poder dedicar mayor tiempo, y fuerzas al cuidado de los hijos y marido; cuando la mujer se desarrolla profesionalmente.
c)La carreras profesionales siguen basadas en pautas de un modelo masculino,que implica competir, dedicar varias horas semanales a los proyectos, conseguir cierta reputación, etc; situaciones que no combinar con los otros roles adjudicados para la mujer.
La mujer maravilla, dedica  su máximo esfuerzo en pos de construir un mundo mejor, empezando por su hogar; sin embargo, tanta presión comienza a jugarle encontrar.
 Además de los precios físicos que debe pagar, también están los emocionales, su súbitos ataques de histeria, de sensación de fracaso, frustración, elevan sus niveles de cortisol, y se tornan más angustiadas, iracundas, y estallan con facilidad. Así los hijos se comienzan a alejar de la madre maravilla, la madre que siempre tiene todas las respuestas a todas las preguntas, aún a las no formuladas; y los maridos se escapan de la casa, a disfrutar del ocio, pues tienen por seguro que la esposa maravilla lo resolverá todo sin necesidad de su apoyo.
Al cabo de algunas funciones extras; cae el telón; y la mujer maravilla o la super mujer queda sola y se pregunta ¿Por qué?, simplemente porque ha saturado los roles propios y ajenos, ha intentado con grandes aspiraciones humanísticas que todos estén bien, pero los ha afixiado, y arrebatado la posibilidad de cada quién a equivocarse y aprender.
¿Cómo estirpar el síndrome? saca el pie del acelerador, y RECONOCETE como humana, como alguien que tiene mucho para dar, pero que a veces no puede con todo sola; es necesario que empieces a conectarte con la posibilidad de decir "con esto yo sola no puedo", reconocer tus límites y aprender a PEDIR apoyo.
Saber "pedir" te colocará más cerca de tus" resultados", pues habla de tu capacidad de declararte "no suficiente" para encarar determinadas cosas de la vida, y eso te hace verdaderamente PODEROSA.
Rescata tu alegría de vivir y tu salud, borra los estigmas con los que has tratado de convivir hasta el día de hoy, y quítate tu antifaz, descubrete como una mujer maravillosa en lugar de una mujer maravilla.
(*) lo digo de varias formas para que todos mis amigos lo entiendan

                                                                                             Chuchi


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11 de julio de 2010

Dejar de Resistir

Una de las dificultades más grandes que encontramos los profesionales  que trabajamos en el área del desarrollo humano, es la resistencia de las personas a soltar el pasado y comenzar de nuevo. Hay creencias individuales que se transforman en legados para las futuras generaciones, que imponen una categórica negativa al cambio. Parece ser que uno a medida que crece se va constituyendo de una forma y esa forma se transforma en una trampa difícil de escapar. Quiero decir, cuántas veces ha oído la expresión “ya estoy viejo para eso” “ a esta edad no voy a cambiar” “pasé toda la vida así”. Y rendidos a eso que fuimos vamos postergando nuevas experiencias, despedazando la ansiada felicidad, moribundos en la rutina. Es que hemos creído durante mucho tiempo, que somos de una única manera y muchas veces desde ahí justificamos nuestras acciones. Es la famosa excusa por excelencia “Yo soy así” y creemos que con eso tenemos el pasaporte libre a actuar, ignorando las consecuencias que generamos en los otros, o mejor aún que por ese anticipo de honestidad los otros deben conformarse o aceptar tal o cual acción o actitud. A rigor de verdad no “somos” simplemente “estamos siendo”, quiero decir con esto que “somos como actuamos y actuamos como somos”. Que todas esas creencias que tenemos sobre nosotros mismos están basadas en nuestras acciones ó bien nuestras acciones determinan las creencias que tenemos sobre nosotros mismos. Dicho de otro modo, cuando una persona por ejemplo, se autodefine como  “impuntual”, esa creencia, esa idea sobre sí misma se funda, se elabora, en una secuencia de hechos ( llegadas tardes a citas, al trabajo, a la escuela, a eventos, etc. ); ahora bien si la persona cambia sus acciones, adelanta su reloj una hora para salir de la casa, se levanta antes para ir al trabajo, utiliza una agenda para recordar las citas y en consecuencia llega puntual a cada acuerdo, ésta persona ya no sería más impuntual; de modo que “un actuar diferente la constituiría en una ser diferente,(puntual)”, del mismo modo ocurriría con alguien triste, enojón, introvertido. El ser humano tiene la posibilidad de poder re-diseñarse permanentemente, pudiendo abrir así el abanico de posibilidades para su vida. Somos flexibles al cambio, podemos esculpir la mejor obra maestra de nosotros mismos. ¿Entonces para qué quedarnos con una mala caricatura de la vida que deseamos tener? ¿Qué podríamos perder además de obsoletas ideas que nos atan al fracaso?

2 de julio de 2010

El fútbol y el amor

Según sociologos de todo el mundo, en las épocas del mundial, "la pasión" entre las parejas aumenta, más allá de si las mujeres siguen o no los partidos, o se van a sus actividades; la pasión mundialista llena nuestro contexto social de "una eleva erotización"que flota por los aires y contagia a hombres y mujeres. Es que parece ser que ver tantos cuerpos definidos, musculosos, fuertes, caras bonitas, porteros sensuales; produce en las chicas un mayor apetito sexual y gran cúmulo de endorfinas.  La alegría mundialista se ha instalado en el inconsciente colectivo y a la hora de los partidos, todos tenemos la posibilidad de desconectarnos del estrés cotidiano, evadirnos un rato de la realidad, sentir que todo está en orden, y soñar con que esa pelota entre en el arco del vecino. Si todavía no te enfermaste de amor, salí a la calle, respirá profundamente y huí a la intimidad, aún te quedan unos días para gozar en plenitud con tu titular  o suplente.
                      Chuchi

1 de julio de 2010

El Buda dijo...


Anoche fui a la conferencia de Sogyal Rimpoché, autor del célebre libro “El libro Tibetano de la vida y de la muerte” en la ciudad de México; y por un rato bastante extenso, mi mundo exterior dejo girar enloquecido con sus contaminaciones propias y pude disfrutar de las palabras de este monje budista tibetano que llegaban a mis oídos como ráfagas de brisa suave con aroma a madreselva.
La información que nos ofreció, no fue ciertamente, un gran descubrimiento para mí, y hasta él mismo nos lo hizo notar, pero agregó que si había alguien en la sala ignorante de esos secretos, entonces el sentido de la reunión había sido “beneficioso”. Habló sobre la felicidad y el sufrimiento; y recalcó que ambas posibilidades son generadas por nuestra mente/corazón, si queremos abandonar el sufrimiento, deberemos eliminar de nosotros mismos la ignorancia, las emociones negativas, y las emociones negativas; pero insistió que si queremos alcanzar la felicidad “no basta con lo primero” deberemos hacer un poco más, “cultivar un tesoro de virtudes para desarrollar el conocimiento, la sabiduría y emociones positivas.
El secreto de la felicidad que tantos buscan en el exterior, en los símbolos, en lo material, está en nuestras manos: “En entrenar nuestra mente/corazón. Tal vez sería más oportuno que estuviera en un supermercado o en una tienda comercial; más fácil y más práctico.
La mejor noticia es que si la mente es el principio universal que todo lo rige, y siempre puede transformarse, no importa los años que tengamos, la experiencia y la cultura que guardamos en nuestro bagaje personal; la mente/corazón (Observador desde la ontología del Lenguaje) se puede rediseñar a cada paso.
                                                                     Chuchi

26 de junio de 2010

¿Urban cougar o Women in Freedom?

¿Urbanas panteras o mujeres en libertad?

Hace unos pocos días, recibí un mensaje de texto de una amiga que decía “Ya sé el nombre chic de las asalta cunas, es cougars” (Claro que lo decía por mis elecciones), significa “puma”, en el momento me pareció gracioso, pero luego empecé a reflexionar; ¿Cougars? ¿Por qué ponerles una etiqueta a las mujeres que siente atracción por hombres más jóvenes?
Me acordé de mi querido amigo pelón y panzón de la ciudad de Buenos Aires, al que siempre le revolotean mujeres jóvenes, y me dije ¿Por qué no le habrán puesto etiqueta?
Cougar significa literalmente “puma” y apunta a las mujeres maduras, atractivas, cultas, económicamente independientes y sexualmente activas, que tienen como preferencia el ligar con hombres más jóvenes. El ícono de este grupo es el personaje de la serie Sex and the City, Samantha Jones (típica urbancougar, es decir puma urbano, fémina que acecha los antros para buscar a su presa y despedazarlos sin involucrarse afectivamente)
Seguí pensando, ¿cómo es posible que aún en el siglo XXI la sociedad haga estas diferencias? ¿No es repugnante catalogar la forma de amar de las mujeres, tan sólo porque no coinciden con los mandatos sociales?
Tal vez para Demi Moore, o Madonna, que se les inscriba un “estigma” como caza hombres puede resultar hasta chistoso y en beneficio económico a través de las publicidades, o demandas ¿pero una mujer común que se enamora de alguien menor? ¿Qué explicaciones se dará a sí misma cuando los dedos acusadores la persiguen?
Más allá del sexo y del no compromiso, lo cierto es que cada día más mujeres treincuarentonas se enamoran de hombres más chicos, y los precios emocionales que pagan por arriesgarse son altos. Desde los desplantes verbales “vieja verde”, “asalta cunas”,” la solterona buscona”, hasta las miradas censuradoras, los murmullos a espaldas, y la risas pecaminosas (las que imaginan lo que sucede en la intimidad).
Yo fui en su momento víctima de esta discriminación, cuando hace años atrás, caminando por la calle de la mano de mi novio, en Argentina, alguien de un auto gritó “Viniste a buscar a tu hijo a la salida de la disco (léase antro).
Algunos psicólogos dicen que esta atracción se da porque la mujer busca vitalidad, un compañero sin dramas existenciales, sin ex esposas, sin cuotas de alimentos que pagar, mayor actividad sexual, diversión, frescura, romance, tiempo para el disfrute de la pareja y que el hombre las prefiere maduras, porque se ha cansado del berrinche, la inseguridad, la inestabilidad emocional, busca experiencias de vida, el poder compartir sin temor a ser juzgado, ser escuchado, libertad en el terreno amatorio, y admiración. Tal vez son demasiadas explicaciones de ¿por qué nos enamoramos de tal o cuál edad cronológica?, ¡muchas preguntas para hacer al amor!
En mi haber amoroso, abundan los “niños” (sentido mexicano) y ciertamente ninguno de ellos me proveía de la fuente de la juventud!, por el contrario, eran los típicosYo elijo ser una mujer en libertad con la capacidad de amar de corazón a corazón a ese hombre que Cupido me dirija con su flecha “jóvenes viejos”, por mi sistema de creencias y expectativas de futuro me enamorarme de ellos; busqué relacionarme con hombres que aún no habían caducado su inocencia, ternura, plasticidad neuronal, y también “lo reconozco” aquellos que aún no estaban en período de comprometerse a una relación “institucional”. Por supuesto que luego de un tiempo, lo mismo que adoraba me terminó aburriendo, ¡pero es tema para otro artículo!
Hoy el matrimonio ha dejado de ser la única posibilidad de encuentro, hay infinidad de tipos de relaciones de pareja y este acrecentamiento del horizonte amoroso, es el que ha llevado a las mujeres a escoger con quién quiere estar en lugar de con quién debería estar. ¿Estaremos en los inicios del SER en lugar del Deber Ser?
La época en que el hombre era una garantía de satisfacción (como un electrodoméstico) se terminó. Nunca fue real, aunque muchas madres así lo percibieron y muchas hijas lo creímos.
Recuerden… ¡Ese muchacho no te conviene! ¿Para qué? ¿Para ir de compras? ¿Para vivir juntos? ¿Para leer un cuento? Y ¿cuántas veces cubrir los requisitos era un imposible? ¿Cuántas veces los cubrimos y aún así no era lo esperado?
El punto más interesante de las expectativas en las relaciones es “poner mi futuro y todo lo que no soy” en manos del otro, “a ver qué puede hacer por mí” y ese es un gran error, nadie puede procurarnos lo que nosotros no podemos por nosotros mismos.
Hoy las mujeres podemos tener la libertad de escoger para nuestras vidas a los “sapos” que queramos, incluso, me han dicho por ahí que el Príncipe Azul, ya está out!!
Las mujeres hemos ganado muchas batallas, independencia económica, libertad sexual, acceso a cargos jerárquicos, hemos aprendido que ciertas creencias limitantes como “la culpa” y “ la inseguridad” nos alejan de los resultados que queremos para nuestras vidas, aprendimos a desarrollar nuestro interior y a escucharnos, a cuidar de nuestro cuerpo, a relacionarnos con nuestros sueños, hobbies y amistades. Pero sobre todo, escalón por escalón, comenzamos a desprendernos de la idea de ser un complemento del OTRO, a vernos como una unidad, y que nuestra pareja es alguien que camina a nuestro lado.
Cuánto más independientes seamos a nivel emocional, mayores serán las posibilidades de elección en cualquier terreno. ¡No estaremos rezando para encontrar a alguien que nos salve!
De regreso al título, tú en qué lugar eliges estar ¿urban-cougar o women in freedom? Yo elijo ser una mujer en libertad con la capacidad de amar de corazón a corazón a ese hombre que Cupido me dirija con su flecha. Sentir en mi cuerpo y alma, la libertad de andar este camino tan maravilloso y a veces doloroso que es la vida con quién YO ELIJA!
Y que ese al que elija, sin importar su edad, sea mi compañero de viaje y crezcamos como personas juntos, paso a paso, cruzando los dedos para que en la próxima estación no se baje primero, y si lo hace, que me queden en la cámara de mis recuerdos, alguna que otra foto para suspirar en las noches de bohemia, mi soledad y yo.

                                      Chuchi Gonzalez

*Texto publicado en Confesiones para Sofía

23 de junio de 2010

La Tortuga y Aquiles

La pesadilla de Postergar

Cuenta la paradoja de Zenón que Aquiles, llamado pies ligeros, decide salir a competir en una carrera contra una tortuga. Dado que corre mucho más que ella, orgulloso de sus posibilidades, el soberbio guerrero todo poderoso le da una gran ventaja inicial. Al cabo de un tiempo, Aquiles recorre el tiempo que la tortuga con gran esfuerzo había realizado, la distancia que inicialmente los separaba, pero al llegar descubre que la tortuga ya no está, sino que sigue avanzando, lentamente, un poco más. Sin perder los ánimos, Aquiles sigue corriendo, pero al llegar donde estaba la tortuga, ésta ha avanzado un poco más. Aquiles no ganará la carrera ya que la tortura siempre estará por delante de él.
¿Por qué Aquiles, el gran hombre, no ganará la carrera? ¿Acaso su velocidad no es mayor a la de la tortuga? ¿Con sus pies no es factible de recorrer el trecho y acortar las distancias?
Zenón en su paradoja lo que ha querido demostrar es que las sensaciones que obtenemos del mundo son ilusorias, su línea de pensamiento se acerca a Descartes cuando asevera que los sentidos nos engañan. Porque desde esta óptica todo lo que observamos del mundo no es más que lo que proyectamos de desde nuestro mundo interior, el mundo exterior tal como es, no existe, sólo existe en relación a nuestro observador.
Volviendo a Aquiles, podemos rescatar de ésta paradoja la irreversibilidad del tiempo, la irrecuperabilidad que el tiempo siempre en constante devenir trae aparejado para los hombres. Aquiles puede llegar a este punto físico en dónde estaba la tortuga, pero en el tiempo, Aquiles siempre quedo preso de un pasado, o un tiempo detrás del animal. La ventaja concedida al inicio de la competencia es irrecuperable, ya no existe más.
Generalmente muchos de nosotros actuamos confiados de nuestras fuerzas e inteligencias y dejamos para dentro de un rato lo que tenemos que hacer, creyendo que no habrá consecuencias, que siempre hay un marco de acción, que tiempo es lo que sobra.
La postergación es el mal de todos nuestros sufrimientos, igual que el gran Troyano quedamos inmersos en una nebulosa de sensaciones y oportunidades que dejamos pasar frente a nuestras narices.
Si todo lo que tenemos está sucediendo ahora ¿para qué dejar lo que deseamos para un tiempo que no existe, mañana? ¿Cuántos besos y abrazos abortamos en nuestra indiferencia? ¿Cuántos portazos dimos al salir enojados con alguien sin ser conscientes de que esa podría ser la última vez? ¿Cuán dormidos estamos que “dejamos en manos de la nada los afectos y los anhelos que son importantes para nuestras vidas?
Si fuéramos como la tortuga lenta, pero con paso firme, y continuo, disfrutaríamos más lo que somos y tenemos.
Repasa los pendientes de tu arca personal, - pendiente es lo que cuelga, o va hacia abajo – lo que cargas, arrastras, o te jala con pesadez hacia el suelo y te obstruye, detiene, o entorpece la marcha; todas esas situaciones están ahí porque TÚ lo permitiste, TÚ dejaste entrar esa energía de aplazamiento a tu morada para dejarla fluir más tarde, pero el reloj ya dio vuelta varias veces las agujas y nada; ahora puedes empezar a soltar.
Aunque el tiempo no se recuperado, aun cuando lo que pasó no volverá, tienes la chance de encauzar de nuevo tu tiempo.
                                                                 Chuchi

21 de junio de 2010

Cuando el Olvido no llega

Infinidad de veces solemos cargar situaciones del pasado sobre las espaldas de nuestro presente, momentos dolorosos, o tal vez recuerdos gratos pero que al evocarlos nos deja un amargo sabor en la boca.
Vivimos día tras días pensando en lo que “hubiera” sucedido “si tal o cual”, soñando “cómo sería nuestras vidas si” y repasar sobre lo que no se puede volver a reescribir sólo nos cubre de tristeza, impotencia o mal humor.
Intentamos a ciegas volver a empezar, pero todo es fallido. Él o ella se han ido de nuestro presente, sea por la razón que sea, pero en su partida se han llevado un trozo de nosotros. ¿Por qué no podemos olvidar? ¿Por qué seguir insistiendo en lo que no fue? ¿Por qué pensar en los ausentes amores todo el día? ¿Por qué soñar con ellos, anhelarlos, pretenderlos? ¿Por qué amargar el alma con el vacío impetuoso de un amor frustrado? ¿Por qué no olvidamos para seguir el camino? ¿Por qué?
Porque en la mayoría de los casos nuestro EGO ha salido demasiado herido, y esa herida narcisista no deja de sangrar frente al espejo.
Porque hemos construido nuestra relación en base a expectativas y cuando la ecuación da lugar, siempre el resultado es la desdicha.
Porque hemos eternizado la relación, ignorando a sabiendas, que nada es eterno.
Porque nos martirizamos recordando sólo una parte de la historia, las mejores escenas, para seguir alimentando nuestra dolencia.
Porque en el fondo, cuando no podemos arribar al OLVIDO, no podemos ACEPTAR que el otro se haya olvidado de nosotros. No logramos entender ¿cómo ese “otro” se atrevió a olvidarse de nosotros? ¿De mí? ¿De mí que soy maravillosa, exitosa, bella o todo lo contrario? Sí, de mí.
Porque aun siendo lo que seamos, el otro tiene el derecho a hacer con “su sentimiento” lo que quiera. Puede apostar todo su amor al nuestro, y a mitad del juego retirarlo; con o sin explicación, con postergación o de un día para el otro.
¿Y para qué repasamos en el álbum de la memoria las promesas que nos hicimos en aquél amanecer? ¿Los besos de principio que tenían un sabor peculiar? ¿La calidez de los abrazos?
¿Para qué comparamos a ese gran amor trunco con los “nuevos” que quieren florecer”? ¿Para qué sostener su nombre en los labios? ¿Para qué negarnos al paso del tiempo? ¿Para qué aferrarnos al pasado?
Para seguir igual, contemplando lo destruido, lo que no funcionó parados desde la queja.
Para no hacernos cargos de las rondas que nos tocan.
Para defendernos de las futuras relaciones, y proteger el corazón a raga dientes, para creer que todo tiempo por pasado fue mejor y desde una mirada infantil desconfiar de lo que nos puede deparar la vida.
Para manipular la situación y hasta a veces obtener recompensas ocultas: “conmiseración, apapachos, atención, etc.”.
Para evitar lo que está sucediendo y no cerrar el ciclo.
Cuando el olvido no llega, simplemente es porque nos hemos empeñado en que resistir los cambios de nuestras vidas; decidimos que nada deberá cambiar aun cuando todo sea distinto, procuramos ser indiferentes a la realidad que se nos plantea y vivir como “si nada hubiera pasado”.
Cuando estamos enamorados creemos que éste amor es el único y el definitivo y frente a la desilusión o la ruptura, seguimos idealizando esa relación; pero sólo es eso, IDEALIZACIÓN.
Idealizar puede hacer más sublime o romántico al vínculo de pareja, pero no lo vivencia como lo que es, algo real; algo que existe más allá de mí y de ti, algo que tiene vida propia, alimentado de mis temores y de los tuyos, de los sueños de ambos, de los complejos de los dos.
El amor es vida, es ahora, es presente; lejos está de ser una “bonita idea”; una estampa con dos amantes sonrientes para toda la vida y repitiendo día con día, el mismo menú: las perdices.
El olvido no es un borrador o una anestesia que nos apacigua; es un viento renovador de esperanzas, un soplo de bienaventuranza sobre las laceradas, un pasaje a un seguir próximo, una oportunidad de aprender de los vivido.
                                                                                                                     Chuchi