¿Por qué cuesta tanto el amor?

El título de esta entrada, es una metáfora, un recurso simbólico, y a la vez una pregunta simplista y literal, que cualquiera en algún momento histórico de su vida amoroso pudo llegar a plantearse. ¿Por que cuesta tanto el amor? Casi como un reproche al cielo en busca de una respuesta lógica que siempre será obsoleta. Porque en sí el amor no cuesta, incluso está al alcance de todos. Es amor todo lo que alcanzan a ver tus ojos, en un principio metafísico, y en una lectura más humana, es amor todo lo que te rodea te genera una sensación de bienestar, encanto, "inspiración,"ahora bien, desde una óptica más intimista, y hablando en particular del amor de pareja, la pregunta resuena ¿Por qué cuesta tanto el amor? A algunos les cuesta la alegría, la tranquilidad, a otros dinero como tal para mantener "reclamos y caprichos," y ha quienes pagan con la vida; pero en ningún caso se paga el amor, es erróneo pensar de esa manera, en todos los momentos citados lo que genera un coste de cualquier índole son las relaciones, los encuentros con el otro. Una intimidad que puede ser con el lobo feroz, o con cenicienta, pero el amor no tiene nada que ver. Son los individuos con sus propias mutilaciones los que inician un camino con las expectativas altas de que quizás en ese destino se abrirán oportunidades que solos no tienen, y que muchas llagas del pasado, sanarán. Desde la complicidad de la discapacidad emocional se avientan la aventura de conocerse, de adorarse, de erguirse como héroes o salvadores, depositan sus carencias, sus debilidades, sus miedos, con la esperanza de que el otro pueda hacer algo con ellas, pero algo valioso, redituable en afectos, oleadas de seguridad, compañía, pero no se dan cuenta que el otro, también tiene sus sacos con agujeros, a ese otro también lo penetran los rayos de la oscuridad, y también está inconscientemente esperando que se multipliquen en bendiciones sus necesidades.

Con el paso del tiempo, los vacíos cantan a coro, y desafinan, irritan con sus voces de suplico, de demandas, de llantos, se erigen amos y esclavos, se violentan dignidades, se traiciona confianzas, se manipula discursos.

Y un rato después, todo es una enorme decepción.

Y duele, vaya que duele, duele mucho.

Y duele tanto, que se piensa que NUNCA JAMÁS... pero tras dar vuelta la página, comienza otro juego.

Si no aprendemos de una lección, se repite, y la pregunta es ¿Hasta cuando? ¿Hasta cuando quieres seguir comiendo de las sobras del amor? No vamos a tener malos y buenos, no armemos la historia así, digamos que cada uno es el personaje para la vida del otro. Y si ya estás muy cansada o cansado de tener películas de terror, es momento de parar la cinta. 

Para la cinta, la que se repite una y otra vez, una y otra vez, son las memorias heredadas y creadas desde tus experiencias, las que te llevan una y otra vez a vivir lo que estás viviendo en relación al amor.

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Te espero.