12 de noviembre de 2022

RELACIONES SANTAS

 

  Te invito a que reflexiones por unos minutos!!!

¿Alguna vez has pensado por qué sufrimos tanto a lo largo de la vida? Quizás en este momento puedes sentir “No es tanto” porque tal vez ya pasó la fuente que activa tu padecimiento, pero cuando se activa otra vez, de nuevo saltas a la acción de la desesperanza, de la injusticia, del reproche.

Has pensado ¿Por qué a mí? Y has justificado “Yo he sido buena, honesta, trabajadora, solidaria” y así vives en un sinfín de preguntas y excusas para poder comprender porque las cosas salen mal.

Lo cierto es que todos los seres humanos sufrimos porque nuestro EGO nos ha enseñado a eso, a partir de su más impresionante creación: LA DEPENDENCIA.

Todos somos dependientes. En mayor o menor medida, pero lo somos. Dependes tal vez de una pareja, o de la necesidad de no tenerla para no meterte en problemas, de un trabajo, de un salario, o de una dieta, de un estilo de vida, de un consejo, del sexo, de tu familia de origen, de tus hijos, del título que tienes enmarcado, de tu imagen, de la opinión que los otros expresen hacia ti, de tus amantes, de la comida, de Netflix, del tabaco, del alcohol, de comprar por Amazon, no importa lo que sea, pero estamos “Pendiendo” colgados de algo.

Un algo que según nuestra cabeza nos hace mejor, nos pone felices, nos desestresa, nos da endorfinas, nos presta calma, nos entretiene, despeja, alimenta, balancea, enriquece, alivia, enorgullece, beneficia.

No importa lo que es, lo que es interesante es comprender que cuando le damos esa categoría a algo que está fuera de nosotros, es cuando perdimos el juego.

Aquello que nos provee “bienestar” algún día no estará más. Se rompe, se desgasta, se va, se asfixia.

La vida tiene eso de que todo lo que obtenemos, un día se pierde.

Es su ley. No puedes contra ello.

Y cuando la ley se cumple, aparece el sufrimiento.

Si aprendemos a soltar la magia que el exterior nos representa, si pudiéramos entender que nada depende de afuera, sino siempre todo es adentro; podemos tener preferencias, pero no dependencia.

Son dos cosas diferentes.

Puedes preferir tener una cena íntima con tu pareja, pero si tu pareja está con trabajo no te mortifica.


Puedes preferir ver una película en las noches, pero si se corta la luz no armas un escándalo.

Puedes preferir que tus hijos pongan la mesa, pero si no lo hacen no te enojas.

Puedes preferir pasar el tiempo con tus padres, pero si ellos quieren hacer otra cosa no te sientes rechazada.

Puedes preferir hacer una dieta saludable, pero si la rompes porque tienes un evento no te castigas.

Puedes preferir hacer ejercicio, pero si un día no lo haces no te obsesionas.

Se trata de aprender a disfrutar la vida sin buscar “quedar bien con la vida”

De saborearla en toda su expresión, en lugar de morderla a pedacitos miserables.

Sólo así podremos tener una vida con relaciones santas.

Relaciones Santas es un término acuñado de UCDM (Un curso de Milagros) y significa "Santo" completo. 

Es decir, RELACIONES COMPLETAS. 

¿Te atreves?



 

8 de noviembre de 2022

Mis ancestras ¿Quiénes son? ¿Qué aportan en mi vida?

 Mis ancestras, parece lejano. Sin embargo, están en mí, corren sus historias por mi sangre, por mi conciencia, por mi ADN.

Mis ancestras son mi madre, mis abuelas, mis bisabuelas, y sus colaterales, sus hermanas, primas. Son tres generaciones que me informan y me forman con su herencia.

Mis ancestras son ellas en mi.

Parece mentira o mágico, no obstante, es cierto. ¿Cuántas historias de tu madre repites? ¿Cuántas de tus abuelas? ¿De tus bisabuelas? ¿De tus tías?.

Quizás no lo veas porque crees en la farsa de lo igual, más lo mismo pero al contrario forma parte del mismo plan.

Todo aquello que hagas en polo opuesto a tus chicas antecesoras es lo mismo en otro grado de vibración.

Nuestras mujeres nos han enviado una información para salvarnos de vivir más estrés. Quizás sus métodos, generen malestar, pero esa no era la consigna. 

Nos aman y quieren "protegernos," incluso cuando eso sea en detrimento de nuestros sueños.

¿Qué patrones repites de tu madre? Mamá es la primer fuente de tus patrones repetitivos. 

Mamá es la que te ha dado o negado el permiso a ser abundante y a relacionarte en la vida de pareja.

Lo que mamá creyó y vivió en su vínculo amoroso, será tu primer legado en relación al amor de pareja. 

¿Cómo era la relación de mamá y papá? ¿Cómo son las tuyas? ¿Qué tienen en común? 

Mamá, nos enseña a la posibilidad de creer en nosotras mismas y en el encuentro con el otro. Ella es la pionera en nuestra autoestima, capacidad de amarnos y amar. 

Si mamy, no se ama, ¿adivina?, ella puede querer mostrarnos ejemplos, pero el único que tomaremos es el de ella. 

No sirve que má diga "NO SEAS COMO YO" porque no podemos ser otra cosa. 

Tal vez, pienses sí, pero seguramente ese conflicto lo vives en polaridad contraria. 

El árbol y el fruto están unidos.

El fruto no cae lejos del árbol. ¿Entiendes? 

Tus ancestras, son episodios de una temporada que te prepara para vivir tu actual misión de vida. Todos tenemos una misión espiritual personal y familiar. Y ambas son expuestas en el seno de la familia. 

Tus mujeres han vivido y recorrido un camino, y en tu vida, haces lo propio para las mujeres futuras. 

¿Cómo ha sido el camino que te dejaron? ¿Qué camino estás dejando?

Interiorizarte en estos pensamientos ayuda a tu árbol a seguir floreciendo. 

TRATAMIENTO FRASES SANADORAS 

X 21 DÍAS

Inclina tu cabeza hacia adelante, conecta con todas ellas.

Siente el amor. La energía. Y repite: 

Estoy aquí por ustedes. Quiero  agradecerles y reconocerlas en nombre del amor infinito que recorre nuestro ADN emocional. 💖

Agradezco que mejorarán mi camino y camino en contacto con la madre y el padre, en unión y comunión sagrada.

Gracias por la energía de vida que inyectaron en mi alma.

Honro vuestras vidas, viviendo con y en alegría la mía.

Gracias, gracias, gracias.

Incluso cuando parezcan palabras, tu subconsciente que no reconoce realidad de ficción, recibe esa liberación y agradecimiento como una realidad física y organiza los programas y archiva los que ya no requiere para protegerse. 

Si quieres saber sobre tu linaje, te invito a que te unas a mi programa SANA TU LINAJE 

 te dejo enlace con la información http://www.chuchigonzalez.com/p/cursos-online.html

Si quieres solicitar sesión personalizada para estudiar tu árbol puedes hacerlo por WhatsApp +525534551888



31 de octubre de 2022

¿Cómo saber si mi profesión es una reparación? Lealtades familiares

¿Cómo saber si mi profesión es una reparación?

Las profesiones son de reparación cuando amamos lo que hacemos, pero no tenemos prosperidad económica porque no cobramos o regalamos el trabajo bajo el esquema “a la familia no se le cobra” (Los clientes son simbólicamente la familia) o ganando una fortuna sentimos desconexión con lo que hacemos porque no es nuestra pasión sino una imposición.  A través de la actividad profesional o laboral aliviamos la carga transgeneracional atrapada (las emociones atascadas del pasado que no tuvieron resolución). Repetimos sus infortunios para que sepan que ellos no estaban equivocados. 

Ellos sabían que la vida era dura, el dinero no crece en los árboles, que la gente siempre quiere ventaja, el esfuerzo dignifica, el dinero no hace a la felicidad. Cuando la prohibición está en el marco de la manifestación de la materia; se relaciona principalmente con la frustración material de los padres, no hay que leerlo literal, porque los padres biológicos pueden ser unos, y a los que reparamos otros diferentes porque somos otros, si llevo el nombre de mi padre, quizás reparo por profesión a mi abuelo paterno que era jardinero y le iba mal en su negocio, tengo una verdulería y paso regalando mercancía a la gente. 

 Luego me quejo del dinero, pero no cobro, regalo. ¿Quién repara a quién? ¿Yo reparo a mi padre? O ¿Yo siendo mi padre reparo a mi abuelo? Cuando formamos parte de una familia y tenemos una función de líderes, de encargados y las cosas no salen como deseamos, la culpa es la piedra angular de todos los desequilibrios. Esos hombres y mujeres que en el pasado no pudieron dar educación, salud, comida adecuada, siguieron la vida en silencio con gesto austero, estoico, no pararon la marcha, ¿y en su interior que sucedió? ¿cómo se sentían? ¿qué vergüenza personal los atormentaba? ¿qué creencias limitantes sostuvieron sobre sí? Son esos los pensamientos que nos llevan a reparar, no son los hechos en sí, sino los juicios que crearon sobre sus insuficiencias, incapacidades que vivieron en soledad, en la acusación rumiante y constante, en el fluir de la vida que se iba y no lograba transformarse. Ese es el dolor que reparamos.

Queremos aliviarlos. Todos los encargos familiares que están monitoreando nuestra vida reciben el nombre de LEALTADES FAMILIAREAS INVISIBLES. Somos leales al árbol, vivimos huyendo de lo que nos alcanza a la vuelta de la esquina, vivimos el presente queriendo hacer algo distinto con nuestro futuro, pero el pasado siempre es el que se repite. No comprendemos, porque estamos en automático. Dormidos. Y seducidos por la incrédula norma del EGO de que sufrir es “ser buenos”. Queremos homenajear a nuestra gente siendo como ellos, pareciéndonos, tomándolos como referentes ÚNICOS e INSUPERABLES.   Despertar es abrirnos a la posibilidad de cambiar la historia familiar y personal, derribando modelos vetustos, aceptando que los contextos cambian, que el esfuerzo, la miseria, la carencia y el castigo no son modos amorosos de honrar la vida que nos llegó a través de ellos. 

Nuestra educación como ser “humano” comienza cuando nos convertimos en “hijos”. La hijiedad del amor, de la alegría, de la confianza, del narcisismo necesario en los primeros albores del niño, de la flexibilidad, de la expresión o del castigo, de la perfección, de la rigurosidad, del rechazo, de la separación, será el gatillo que desencadene los eventos que viviremos en distintos momentos. 

La primera infancia es el marco en el que se cimientan las semillas de la personalidad y respondemos a ellas con simpatía y adhesión conforme adquiere la capacidad de hablar, de pensar, y luego, en la adolescencia, de reflexionar. Así va surgiendo la conciencia egoica, el estado de la mente que responde a tus identificaciones. El entorno nos alimentó con datos falsos y creemos que somos eso que ellos crearon.

 Las palabras que de pequeño resonaban como verdades sobre nuestro comportamiento se manifestaron en resultados. Nuestro “YO” es la lista del supermercado de los logros y fracasos bajo la mirada de los progenitores, maestros, amigos, pareja, empleadores, compañeros de trabajo, hijos, nietos.

Te invito a participar de mi nuevo programa transgeneracional. 3 encuentros online de 2horas cada uno! Inicia 10 noviembre!! Grabamos las clases, recibes material en pdf. Divertido, profundo y revelador. Te espero.



 

 

 

 

Nuestro “YO” es un esquema de principios, sentencias, recomendaciones, reglas, disposiciones. Abrazamos lo que está en sintonía a nosotros y rechazamos lo que vibra diferente. Somos los “permitidores” de lo que ocurre en todos los aspectos del mundo en el área amorosa, sexual, física, financiera, familiar, profesional, lo que significa que si hay cosas importantes que aún no alcanzamos, no las alcanzaremos, porque no nos lo permitimos y a menos que seamos capaces de resolver el problema que nos aleja de eso, no obtendremos lo que deseamos porque está fuera de la esfera de nuestras posibilidades.

Podemos gritar “si quiero tener una pareja” “si quiero un ascenso” “si quiero comprar un auto” “si quiero adelgazar” “si quiero hacer ese viaje” y debemos entender que no se trata del “DESEO “racional que tenemos sino de los mensajes subconscientes que ignoramos y gobiernan todo lo que creemos ser. “Soy bueno” “Soy introvertido” “Soy demasiado entregado” “soy fácil de burlar” “soy malo” “soy terrible con los números” “soy muy confiado” “soy pésimo en matemáticas” “soy fabuloso para apoyar a las personas” “soy muy romántico para estos tiempos” “soy presa del enojo” “soy gordo” “soy delgado” “soy de esforzarme mucho” “soy de perder lo que gano fácil” “soy de tener complicaciones con mi familia” “soy de estar más solo que acompañado” “soy callado” “soy enfermizo” “soy perezoso” “soy poco atrevido” “soy inestable” “soy de no confiar en nadie” “soy de dejar las cosas a media” “soy patético” “soy suave” “soy fuerte” “soy frágil” “soy de vengarme” “soy de no escuchar” “soy ignorado” “soy alto” “soy pobre” “soy feliz con poco” “soy de no aceptar halagos” “soy leal” “soy rico” “soy sumiso” “soy inteligente” “soy feo” “ soy

 

duro” “soy olvidable” “soy de no perdonar” “soy de convencer” “soy fabulador” “soy pesimista” “soy nervioso” “soy …” etc. Mantenemos el error de creer que somos lo que nos dijeron que éramos.

Vivimos imitando a nuestros padres y a la familia a la que pertenecemos por repetición u oposición, esa es la acción. Y tomamos cartas en los mismos asuntos porque ellos no lograron resolver las contrariedades, tropiezos o percances que han vivido y lo que no se resuelve se traslada. No es de extrañar que nuestros vínculos, logros, experiencias, sean tan diferentes en algunos aspectos a lo que hemos soñado. Nuestro sueño personal es opuesto al sistema que nos engendró y a la misión de existencia dispuesta para nosotros. Sincronicidad transgeneracional significa que no existe TIEMPO (Sin cronos) para el transgeneracional (para el traslado de información) porque todos los tiempos son un constante presente pasado buscando repetirse para resolverse.

 

 

 

 

 

 

 

30 de octubre de 2022

Desvalorización: programa ancestral


 Llegar al mundo para rescatarlo implica insertarnos en un contexto que nos informa acerca de nuestra misión familiar mediante una serie de múltiples programas que nos acercan a las expectativas o sentido que tienen para nosotros y nos alejan de nuestra sino individual humano. 

La desvalorización es la programación principal de todos los árboles, víctimas y victimarios se encuentran a lo largo de toda la savia hereditaria. Desde pequeños tomamos una postura al elegir de bando ser y eso marcará nuestra forma de percibir. Puede conmovernos el dolor de la víctima, al verla pequeña, indefensa, sintiendo su injusticia o movilizarnos intensamente el miedo frente al victimario y en el futuro ser él mismo para experimentar su poder. En cualquiera de los casos siempre hacemos lo que podemos con la conciencia que tenemos en ese instante y cada elección es una defensa.

La desvalorización es un conflicto de vacío emocional sustentado por un sistema de creencias limitantes e infantiles que nos recuerda que no “valemos”. No hay valía, no soy valioso, para poder serlo tengo que hacer o tener. Surge cuando tomamos conciencia de que nos aman por nuestras conductas y no por nuestra esencia. Mamá y papá nos halagan, premian, festejan en nuestros logros. 

Nos castigan cuando no logramos lo que nos piden.  Y cuando simplemente somos, nadie aprecia ese instante. La existencia en sí misma no es valorada. En nuestro cerebro ingresa el programa de HACER-TENER- SER. Aprenderemos modelos de conductas que nos “enseñan” y seremos como quieren para ser amados, protegidos y reconocidos. 

Asumimos un personaje que nos rinde; obtenemos beneficios, recompensas. Vamos olvidando nuestra realidad y caemos en el sueño profundo de ser un ego bien educado. Lo castrado, se guarda en la mochila de la sombra con doble nudo. Ahora, somos un calco de nuestro árbol. Correctos en la incorrección como ellos. 

 Ya pertenecemos.


5 de julio de 2022

¿Odias a tu cuerpo?

 


"Bueno, bueno, bueno, "odiar, odiar, odiar, cómo que no", sólo que me gusta ducharme con luz apagada, cubrir los espejos de la casa y cerrar los ojos cuando paso por una vidriera que puede insinuar mostrar mi reflejo." ¿Te suena?

La mayoría de las mujeres "Odian" del verbo NO ME GUSTA MI CUERPO conjugado en el presente "por".... porque tiene celulitis, porque tengo muchas chichis, porque tengo pocas, porque estoy flácida, porque mis nalgas están para adentro, porque la panza del embarazo, porque engordo de solo respirar, porque mi piel tiene manchas, porque soy delgada y no engordo, porque mi piel es grasa, porque mi cabello se cae, porque tengo llantitas, porque mi panza siempre está inflamada.... y ( por favor continua con gusto la lista)

Pero¿Por qué odias a tu cuerpo? Digo, en realidad, ¿Por qué lo odias? Odiar significa rechazarlo. Es un rechazo muy profundo. ¿Por qué lo odias? ¿Por tener sobrepeso? ¿Por no adecuarse a lo que dicen que debería ser? ¿Por ser diferente a lo que anhelas? 

Pero, ¿Crees que tu cuerpo es responsable de eso? Puedes con una dosis de cinismo negador, decir que si, pero sabes bien, que  ¡tú eres la responsable!

Ok. Ok. Responsable no es ser "Mala chica" es ser la causa y fuente de la realidad de tu biología. De una manera u otra, has cooperado con el tiempo para que tu cuerpo luzca diferente a lo que te agradaría. Y digo con el tiempo, porque "Lo que es del tiempo, le pertenece al tiempo." Es hora de aceptar que no tendrás los pechos turgentes por siempre, los glúteos que te lleguen a las cervicales o la piel de porcelana. Aceptar es madurar. 

No obstante, volvamos a lo que tu has hecho por acción o por omisión. Y la realidad es que has abusado de tu maravilloso cuerpo, aunque sientas, a veces, que es al revés. 

Tu cuerpo ha funcionado incondicionalmente para ti, incluso cuando le has puesto grandes obstáculos como la comida chatarra en exceso, el alcohol, el mal descanso, abuso de sustancia, el sedentarismo, y el magno estrés. 


Ha soportado TODO TODO lo que le has dado y ahora ¿Lo ignoras? Tu cuerpo es como una maleta repleta de todo lo que le has echado. 

¿Qué le has tirado encima más allá de la realidad física? Digo, no son esas papas a la francesa que te comes de vez en tanto, son los constante extremos, las conductas compulsivas, los excesos frecuentes. 

Y tu mejor forma de abusar es a través de tus emociones "de miedo" reprimidas. 

Tu cuerpo, tu maleta, te recuerda todo lo que escondes. 

¿Cómo te cae eso? 

y ¿Qué escondes? ¿De quién te escondes? ¿Qué buscas tapar en realidad? ¿Qué te da tanto miedo?

Tu cuerpo solo activa el recuerdo dormido de todo lo que cargas. Y en una vida, finita y caduca, hemos aprendido a cargar con mucho para creer que todo tiene una finalidad y la vida es eterna. Porque si lo piensa bien, ¿Te amargarías porque alguien no te llama a sabiendas que puedes morir antes de que suene tu móvil? ¿Te lanzarías al drama porque no te aman más con el conocimiento de que puedes morir en cualquier instante? 

 Tu cuerpo es inocente, míralo, disfrútalo, sin importar, ahora mismo, su morfología. Ella es resultado de tu interior. Tu cuerpo habla de cómo vives en tu interior. De lo que te sobra y de lo que careces. De alguna forma es una metáfora de la conciencia que quiere que observes lo que te niegas a ver. 

Cuando te atreves a confrontar, a hacerte cargo, a amarte, ya no hay necesidad de que seguir reteniendo cosas para sentir seguridad, ¿entiendes?

Lo único que tienes que hacer como solución es AMARTE. Dejar de dar vuelta en comparaciones y conjuros. Sólo AMARTE. Porque cada vez que no lo quieres mirar, no te miras. A esta altura deberías comprender que TU CUERPO eres tu. Tu eres tu cuerpo. No es un accesorio. Sino una parte fundamental de estar en esta realidad física. 

¿Y ahora qué? Amarte es fundamental para amar a los demás, ya lo dijo tu hermano pelilargo "Ama a tu prójimo como a ti mismo" pero lo dijo con el afán de que tomes la función de amarte de manera responsable, de lo contrario "pobrecito de tu prójimo" ¿Verdad?

¡Formas simples para aprender a amar a mi cuerpo y por lo tanto amarme!

1) No hagas dietas, es cómo estar castigado por ser mal alumno. Busca una nutrición a tu medida, es decir, ¿vegano? ¿vegetariano? ¿Keto? ¿Crudivegano? ¿Libertano.? o la que más te agrade. Y simplemente vive ese estilo de vida. Ten paciencia hasta que te acoples. Roma no se hizo en un día.

2) Realiza ejercicio con frecuencia, sobre todo con peso, peso extra o tu propio peso, esto te ayudará a eliminar grasa y crear musculatura. No enloquezcas con el cardio, es importante que sepas lo que haces. Hacer ejercicio es más que mover el cuerpo o sudar. Si vas al gimnasio consulta con el entrenador de piso. Si te interesa una entrenadora a medida te recomiendo a NATALIA COACH.

3) Date tiempo y lleva un diario. No imaginas lo maravilloso que puede ser ESCRIBIR!! contarte a ti misma lo que estás sintiendo, vivenciando, experimentando. Esta actividad ayuda a tu mente a encontrar el equilibrio entre el pensamiento lógico y el simbólico, sirve como ejercicio de meditación y armonizador natural. 

4) Medita al menos 2 minutos al día, tendrás como beneficios: mejorar tu respuesta de estrés, aumentas tu conciencia personal, optimizas los recursos emocionales, obtención de mayor enfoque, desarrollo de habilidades de inteligencia emocional, paz interna, mejores relaciones interpersonales. 

5) Activa tu mundo personal, ¿Qué te gusta hacer? Hazlo. ¿Cantar? ¿Leer? ¿Dibujar? ¿Idiomas? ¿Bordar? Regálale a tu vida un tiempo para sí misma.

6) Aprende. Sé curiosa. Renueva tus distinciones. La velocidad de la actualidad vuelve obsoleta lo que aprendiste ayer. ¿Quieres estudiar conmigo? Te dejo el enlace de mis certificaciones. Puedes escoger modalidad grupal o consultar por las certificaciones con modalidad individual. Quiero aprender a dar terapias holísticas! ¡Quiero estudiar mi árbol familiar!

7) Practica la técnica del espejo. Cada vez que te encuentres frente a un espejo di "TE AMO, DE VERDAD TE AMO HERMOSA." Al principio, puede sonarte "hueco" pero con el tiempo sentirás un profundo regocijo.

8) Cada vez que te escuches hablando mal de ti, frota tu dedo pulgar por tu entrecejo diciendo con voz segura "borrado cancelado." Es un anclaje de la PNL para borrar la información limitante que en el automático introducimos.

Esto ha sido todo por el momento, si quieres saber más, busca y encontrarás información valiosa dentro de este blog, también te invito a conocer mi web: www.talleresadistancia.com 

Si quieres contactarme de forma directa para consultarme respecto de terapias, talleres, capacitaciones o llevar mis certificaciones a tu centro, spa, empresa, club, grupo de amigas, puedes hacerlo al WhatsApp +525534551888

Gracias por tu tiempo!

Te abrazo, recuerda, ya eres mariposa de luz!











29 de junio de 2022

¿Cómo superar la falta de motivación?


Para poder trascender la falta de motivación tenemos que ubicarnos en el contexto real de lo que es la motivación. La gente a veces confunde ideas y se mal piensa que la motivación es el entusiasmo, las ganas irrefutables, la energía carnavalesca, la pasión sin límites. Y en realidad todo ello es un conjunto de expresiones y sensaciones que solemos manifestar cuando estamos a gustos con la vida, con nosotros mismos y con el entorno. 

La motivación, en cambio es otra cosa. Motivación viene del latín “moveré” y significa “movernos de…” de lugar físico, de lugar mental, de lugar emocional, de relaciones, de costumbre…. Todo aquello que nos “mueve” que nos agita el “tapete” es una fuera de la motivación. 

Por eso no necesitamos “superar o trascender la falta de movimiento” porque si hoy en tu vida “no hay ritmo” es porque no existe la “necesidad” de hacerlo, incluso cuando opines lo contrario. 

La motivación es la voz interna que susurra “algo hay que hacer”, cuando falta es porque nada hay que hacer o nada falta. Podrías pensar “a mi me falta motivación para adelgazar” y la respuesta es ¿Lo crees realmente? ¿Crees que te falta un murmullo interno que te diga has la dieta para estar saludable? O en todo caso lo que te falta es el “motivo” detrás de la dieta. Es decir, ¿Qué encontrarás detrás de la pérdida de esos kilos? Y si bien, puedes decir “que te sentirás ligera, que te verás más guapa, que tu colesterol bajará, que tendrás más ligue” esos argumentos no son lo suficientemente fuertes para moverte a la acción. 

No falta motivación, te falta un sentido. Una orientación. Un compromiso. Y sobre mucha queja, demanda hacia la vida que no te ha concedido tus sueños.

La aparente falta de motivación es a menudo un reclamo infantil, un tirar la toalla, un no quiero jugar más con estas cartas, y es perfecto, pero ¿Qué quieres? 

Todo el tiempo, todo tu hacer es motivación, tu desdén, tu apatía, tu pereza, son expresiones de tu motor. Eso es la motivación el impulso que te lleva a no hacer tu ejercicio pero si a mirar todo el día una serie con cara de amargura. La motivación es desde la ontología del lenguaje la inquietud que nos permite movernos hacia adelante, hacia el curso de la vida, el caudal de la supervivencia.

¿Cómo superar tu motivación negativa? 

Eres un bicho de costumbre, cuánto más abraces el desamor hacia el todo, más lo vivirás. Entonces manos a la obra:

¿SIENTES BAJÓN? 

SAL A CAMINAR, sin celular, sin música, sal a caminar por la calle y observa la naturaleza, el cielo, las hojas de los árboles, hasta llegar al punto de perderte en ese escenario y no tener conciencia de ti porque te has fundido con lo vasto e inmenso. 

PRACTICA DEPORTES DE DESPLAZAMIENTO, corre, trota, nada, camina a velocidad, ahora no es paseo.

LLEVA UNA RUTINA DE EJERCICIO, el ejercicio nos permite conectar con nuestro chakra 1 que es el raíz, nos da seguridad, y permite que nuestra energía se armonice a través del movimiento.

¿Quieres saber más? Conoce a Natalia y su historia de vida!!! Te va a movitar!

TRABAJA LA TIERRA, cultiva, cambia brotes de tus plantas de maceta o simplemente has un hoyo en la tierra mojada y húmeda y siento eso entre tus manos.

ELIMINA EL AZÚCAR PROCESADO de tu dieta, reduce el consumo de harinas con gluten, y el exceso de frutas, prefiere frutos rojos como las fresas, las zarzamoras, las frambuesas, son las frutas que activan el borrado de memorias heredadas

MEDITA al menos 5 minutos al día, cierra los ojos y escucha tu interior, tu silencio y la paz oceánica que eres pero que a menudo olvidas.

Si quieres saber más, contacta mi web VISITA MI WEB


9 de junio de 2022

¿Qué es la culpa?


Te regalaré mi concepto de culpa  que dice "culpa es la capacidad única de limitar el potencial de forma  arbitraria." Es decir, a través de la culpa vamos cortando el potencial que tenemos en esencia y que  por sobre todo desconocemos. Lo hacemos de manera "arbitraria" porque hace referencia a mi subjetividad. Limito aquello que juzgo no es como debería ser. La culpa es un programa  por lo tanto de DESVALORIZACIÓN que surge de la PERCEPCIÓN, es decir de la forma de relacionarnos con la vida desde la mente y los sentidos. Cuando nos sentimos "culpables"no des-valorizamos, nos restamos valor, consideramos que "hay algo malo" en nosotros, algo por exceso o por defecto, pero la culpa indica que "somos diferentes" y eso "no arrebata valía."

 Así cómo observamos la vida, ahí afuera, así es la vida aquí adentro. Es decir, eso que te acongoja está dentro tuyo, y cómo duele, lo proyectas, lo expulsas al exterior, es como barrer la basura de la casa, sacarla a la puerta y pretender que no es tuya. Esa forma de barrer se llama PROYECCIÓN. SENTIR CULPA es sentir que hemos PECADO y pecado en su etimología significa "error."La culpa nos lleva a CARGAR CON ALGO…con un error que hemos cometido por pensamiento, sentimiento, palabra, acción u omisión. 

La culpa es un PROGRAMA O UNA PROGRAMACIÓN ARCAICA, ancestral que tiene fines de supervivencia. Culpar es culparse. Entonces PROYECTAMOS Y PERCIBIMOS, tiramos la basura fuera (proyección) y nos quejamos de la mugre que hay (PERCIBIMOS, es decir JUZGAMOS).Y en esa percepción errónea comienzan los pensamientos de castigo, porque la culpa siempre BUSCA CASTIGO. 

TODOS tenemos CULPA, hombres y mujeres, toda la especie humana, es una CULPA subconsciente, secreta, silenciosa,ancestral, histórica,  que ni siquiera sabemos que tenemos. Si ahora te pregunto ¿De qué te sientes culpable? Quizás tu respuesta sea de NADA. Sin embargo, si nos tomamos un tiempo de reflexión empezarían a salir las situaciones en las que la CULPA es ama y señora de tu vida. 

La culpa es la piedra fundamental del EGO, y ¿qué eres tu? Tu eres EGO. El ego es susceptible de muchas acepciones, y siguiendo la línea de pensamiento de este post y la filosofía de UCDM (Un curso de Milagros), el EGO es la personalidad, la suma de tus pensamientos conscientes y subconscientes y tus sentimientos. 

Ese EGO nos hace creer que existe algo denominado SEPARATIVIDAD, y desde este contexto toda la vida se vuelve un campo de fútbol, con bandos, con lados en los que estar, con posturas, puntos cardinales, direcciones, buenos y malos. 

En la separación, surge la culpa. En la simple pregunta ¿A quién quieres más? ¿A mamá o a papá?  Surge la culpa. La culpa como la creencia de que lo que sentimos, pensamos, actuamos, y somos tiene algo "maligno".... 

¿Cuál es tu culpa principal? ¿Qué te hace sentir culpa? ¿En situaciones la sientes? ¿Cómo te castigas? 

Si quieres conocer más acerca de mi trabajo te invito a www.talleresadistancia.com 




7 de junio de 2022

¿Cómo sanamos el árbol?


Los genes que nos heredan traen las historias del linaje entero y eterno. Hombres y mujeres cabalgan por nuestro ADN con sus historias fallidas y triunfantes. Sueños, fracasos, temores, riesgos, traumas, rebeldías son la materia prima de la esencia humana. En esa escritura molecular se narra la biografía de cada fruto del árbol. Cuentos fantásticos, dramas, novelas policiales, comedias románticas nos constituyen. ¿Quiénes somos? Todos ellos. Sin importar la contemporaneidad, todo está escrito en la mente fusionada de la genealogía. Escribimos el libro ahora mismo, sentados en una silla que es el presente y colocamos personajes nuevos, con paisajes diferentes, pero el guion es el mismo. ¿Y para qué se repiten los guiones? Para expandir el sentimiento de pertenencia, para contar con recursos que nos permitan sobrevivir, para liberar conflictos, para reparar, para compensar el dolor, para equilibrar energías y para sanar el árbol. ¿Cómo se sana el árbol?  Perdonando. 

¿Te gustaría comenzar una nueva vida? ¿Alivianar tus maletas? ¿Soltar el equipaje? ¿Volver a escribir una historia sin dolor ni sufrimiento? Más información

Perdonar implica aceptar la información que tenemos en nuestro interior. Dejar de emitir juicios, de pensar que se equivocaron, que no debieron. Es comprender que no pudieron hacerlo diferente. Que el nivel de entendimiento del árbol en ese momento sólo los habilitaba a ejecutar por acto u omisión lo que hicieron. No es “justificar,” no es “aceptar a regañadientes,” es abrir el corazón y comprender desde el amor real. Ponernos en el lugar de ellos y decir “yo en tu lugar hubiera hecho lo mismo.” Cuando nos ponemos honestamente en el lugar de los otros vemos el mundo desde sus ojos. Nadie en su sano juicio elige para sí el DOLOR.  Pero ¿Quién tiene sano el juicio, si la mayoría de ellos son de otros? Nuestra mente subconsciente evalúa la vida a través del dolor (relativo a lo biológico) y el placer. Hará lo necesario para mantenernos lejos del dolor, incluso cuando eso te aleje del placer genere sufrimiento (dolor emocional). Siempre actuamos como podemos. No es una relativización. Es un hecho. Siempre escogemos lo mejor pese a que a primera impresión parezca contradictorio. El perdón que conocemos es el perdón ególatra de la persona buena. Perdonamos porque somos mejores. Estamos en jerarquía. Este perdón no perdona, no libera, no sana. Sólo incrementa la brecha entre el damnificado y el opresor. Es una postura de falsa bondad que nos re-victimiza y permite saborear el sabor de la venganza. No perdonamos, porque no sabemos que es el perdón. Creemos que es una forma de exonerarlos de la ejecución del acto o un indulto que nos pone en desventaja. Sufrimos una vez por sus actos y ahora sufriremos por el perdón. Sin embargo, eso no es perdón. Eso es un pase de factura, una revancha, un modo de control que el herido tiene sobre el agresor. Es un juego macabro entre la víctima y el victimario, la justicia por manos propia y el arrepentimiento. Pero el perdón real en sí es un alivio para quién lo otorga. Cuando perdonamos desde el ego, decimos “Cómo soy más bueno que tú, te perdono, te libero de ese tremendo mal que me hiciste, y por si acaso, lo recordaré, para que no tengas ganas de volver a hacerlo”. Uno es bueno y otro es malo, es la historia de nuestras vidas. 

Siempre en algún momento estuvimos en ambos papeles. En el mundo de la forma, el sistema de pensamiento es dual y genera en la mayoría de las veces situaciones de culpabilidad que nos lleva a etiquetar a las personas como MÁRTIRES O VICTIMARIOS. Esta separación es la que nos aleja de la fuente del autoconocimiento, de nuestra esencia espiritual y energética. El perdón cuántico, es el perdón en el que entendemos las reglas del INCONSCIENTE que dice EL OTRO no existe. Por lo tanto, ¿A quién perdono? ¿Quién me ha hecho mal? Es el perdón del AMOR real y de la abundancia. Procede cuando entendemos que no hay nada que perdonar porque todos estamos haciendo lo que nos corresponde en relación a la mente que vibramos. Y si me siento traicionada por alguien, entonces perdono la situación, perdono “mi autocastigo” a través del otro. Puedo aprender a ver a ese ser como un espejo que me permitió descubrir lo que había en mí e ignoraba. Esto de ninguna manera implica que los delitos prescriptos en los códigos de cada Nación se pasen por alto. El perdón opera en tu interior, es un estado de conciencia, no es un acto en el mundo físico. Perdonamos en lo profundo de la mente, es una experiencia de conciencia, una expansión. 

Dejamos de identificarnos con el dolor y la víctima para responsabilizamos por lo que vemos. El perdón rechaza la idea de “me lo hizo a mí” porque “y la larga lista de explicaciones que nos auto-limitan”. No me hizo, lo hizo porque pudo, porque tenía esa conciencia, porque poseía esa información. Siempre hay otro al que le proyectamos lo que no queremos; el concepto de justo o injusto que esto pueda detonar en ti es irrelevante. ¿Quieres saber más sobre el estudio del transgeneracional? 

Tenemos una tendencia a encajar todo en nuestras etiquetas. Lo cierto es que la vida es lo que sucede, incluso sin nuestro permiso. Desde el ego, juzgamos que los ancestros carecen de valor por su falta de cercanía con nuestra historia personal. Ellos fallecieron antes de que naciéramos o sin dejar rastro o nadie los recuerda o se sabe poco. Y esa sucesión de infortunios, de dolor callado, de voces sesgadas son las que llevan al inconsciente biológico familiar a gestar la fertilidad para que surjan miembros capaces de llevar a cabo las odiseas que los olvidados no pudieron. Todo árbol lleva consigo un Ulises queriendo volver a Ítaca. En su regreso será confundido, atrapado, seducido por conflictos y trampas genealógicas. Liberarse de ellos será la victoria personal que conquistará la vida de las generaciones futuras. No estamos solos, coexistimos vivos y muertos, rodeados de espectros, fantasmas, seres invisibles que forman parte del árbol. Y nosotros, somos el árbol. Somos las anécdotas, las historias, los traumas, los síntomas, los tabúes reeditados.