12 de agosto de 2013

Préstamos Personales a bajo interés
















Todos lo sabemos, pero pocos o poquísimos, lo ponemos en práctica. La necedad humana de no hacer lo que sabemos es una constante. A veces parece una burla, un chascarrillo que queremos meterle al destino, pero sin dudas es una manifestación irrespetuosa de todos nuestros miedos.
Vivimos arraigados a todo lo que podemos para convencernos de la eternidad de lo que caduca. La sapiencia de la mortalidad está presente en todas las situaciones cotidianas, pero giramos la cabeza hacia otro lado para no ver.
Todo concluye.
Todo expira.
Todo muere.
y todo nos incluye.
Hace días le dije a mi madre “quiero tener algo mío” y ella con sabiduría dijo “ todo es un préstamo”
La ilusión de lo propio no enceguece y nos hace pagar altos precios emocionales.
Por creer que lo mío es mío nos codeamos con los celos, la paranoia, la necesidad de aprobación, la frustración, el miedo al rechazo, al fracaso, la humillación, la falta de auto- dignidad sólo por mencionar algunos.

A veces por determinadas vivencias o por los años que vamos sumando caemos en esa búsqueda imperiosa de tener, de crear “ propiedad” y sin darnos cuenta nos enlazamos la soga al cuello.
En palabras de Jorge Bucay en su libro “De la Ignorancia a la Sabiduría” extraigo… “ Cualquier cosa que posea, si me importa demasiado tenerla, terminará poseyéndome a mí, porque mi interés desarrollará el miedo a que pueda perderla.”
Nada de lo que tenemos nos pertenece. Nada.
¿Cómo escapar a esa fantasía de lo propio?
















Todo está de paso en nuestra vida.
Yo sé que lo sabemos. Pero lo vivimos desde otro espacio. Desde otra mirada.
Aparece lo “nuestro” o “ lo mío”
Dice un refrán: “Lo regalado no se devuelve”. Pero nuestra vida es un “préstamo” por eso siempre llega en cualquier momento el cobrador y nos la arrebata.
Si pudiéramos atrevernos al reto de entender, comprender y aceptar que todo es un préstamo, los intereses serían bajos.
Pues se trataría de vivir en el aquí y ahora ( frase trillada), lo que implicaría dejar de protegernos el alma, el cuerpo con parches defensivos elaborados con creencias obsoletas.
Y ¿ si no me dice tal cosa? y ¿ si sucede esta otra?  y ¿ si dentro de tres años no puedo…?
El deseo de no sufrir nos hace irremediablemente sufrir. Pues en lugar de disfrutar de lo que ahora tenemos, siendo este “ra” lo único que poseemos, creemos tener la posibilidad de ver una película que ni siquiera se ha filmado: el futuro, simplemente en base a lo que nos sucedió.

Soltar es el desafío…
Soltar creencias limitantes porque obstruyen el camino
Soltar creencias poderosas porque te seducen con una seguridad que no existe
Soltar la idea de un futuro porque sólo estamos parados en el presente
Soltar los sin sabores del pasado porque no se pueden modificar
Soltar la sonrisa espontanea y el llanto atragantado para que la vida se mete en cada rendija de tu ser y fluya
Soltar la repetición automática de los juicios
Soltar el prejuicio
Soltar el juicio y atreverse a la locura
Soltar el amor a bocanadas gigantesca, no te reserves nada, tal vez no tengas oportunidad de entregarlo luego

y paradójicamente cuando aprendemos a desapegarnos de las cosas las disfrutamos mucho más.
¿De qué cosas o creencias te cuesta desapegarte?


                                                                                                                                        Chuchi González
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9 de agosto de 2013

Zapatos rotos… ¿con esa pinta a donde vas?
















Aunque este espacio no es un diario ííntimo, muchas veces me tomo la concesión que me da el haberlo creado para compartir desde mi experiencias emociones, sensaciones y sentimientos. Y hoy quiero hablar sobre “Los zapatos de mi padre”.

¿Por qué? Porque desde la infancia han sido un ícono para mí… acá va la historia…
Cuando era pequeña y no podía dormir, desde la cucheta  ( litera) con la puerta del cuarto abierta que daba a la cocina podía ver los mocasines marrones gastados de mi padre. Sus piernas estiradas y cruzadas. Y con esa última imagen grabada en la retina, cedía al mundo de los sueños. Esos zapatos… ¿los zapatos o los pies? Creo que la combinación de ese dúo creaban en mí la sensación de seguridad. Mi mente me decía que podía soltar las barreras, y quedar en un estado de indefensión como es el sueño, porque ahí estaba “papá para cuidarme y protegerme de los monstruos nocturnos”.
Crecí… y vaya que mucho. Y nunca supe, porque ni siquiera me pregunté ¿ que habrá sido de la vida de esos soldados color café?
Crecí…y nos mudamos… y en la casa ya no había camas dobles ni puertas que dieran a la cocina.
Crecí… y habrán llegado nuevos objetos de seguridad que cambiaron de sitio a los desteñidos anfitriones de mis noches inquitas.
Crecí… y nunca me di cuenta cual fue la última vez que los mire y les otorgue el poder de cuidarme.
Después de muchos años… tantísimos… golpearon a la puerta de mi  memoria…. y ahí los vi otra vez… y  ¡estaban como siempre! no cambiaron nada… Para ellos el tiempo no pasó.
Pero.. ¿ porqué volvieron? ¿ o los traje?…























Una de las más grandes proezas de vivir es aceptar la incertidumbre de la vida. La sensación de la  falta de certezas. La toma de conciencia de la inseguridad en la que estamos inmersos.
Desde que mi padre murió siento que me he quedado mutilada de protección.Y busco una y otra forma de consolar ese dolor. No hallo más respuesta que una lúcida conciencia de que sólo hacemos camino al andar.
En mi país se dice… “A seguro se lo llevaron preso”
Construimos nuestros mundos personales con la necesidad de saciar esa incomodidad a la que cotidianamente nos enfrentamos.
Creemos que nuestros padres, los hijos, el trabajo, las relaciones íntimas, el dinero, la juventud, la inteligencia, la belleza, el status, una profesión, los amigos, las cosas inanimadas pueden salvarnos de la realidad cruenta de que sólo nos tenemos a nosotros mismos y a nuestra sombra.
Que por andar creyendo lo contrario, vivimos con tanta automaticidad todo, y por eso  no prestamos atención a que cada instante puede ser el último instante.
Los zapatos de mi papá vinieron de la mano de muchos otros cimientos en los que hube de apoyarme alguna vez… en la magia de “ Mi amigo Gregorio”… en la audacia de “ La Gaviota Perdida”… en la majestuosidad de la “Casa de Madre Señora.”
La mitad de la vida nos pasamos alejándonos de todas aquellas cosas que la otra mitad de la vida añoramos.
Cuando somos niños no vemos la hora de ser grandes. Y siendo adultos nos encantaría ser niños.  Al principio pensé que sería para no cometer los mismos errores… pero hoy me encantaría tener 5 años para caminar de la mano de mis padres por calle San Martín y Ayolas.


Chuchi González
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26 de julio de 2013

Volver al primer amor

Dedicado a los días en que con mi madre tomábamos licuados en calle Oroño
CYMERA_20130722_225321Cada quién sabrá cuál es su primer amor. Lo cierto es que en alguna parada imprevista de la vida, uno mira atrás e inexorablemente regresa al primer amor.
Cansada de andar, la flor de panadero tuvo de repente una llamada interna que le susurraba regresar. ¿ A dónde se preguntó? Desde que había elevado su vuelo, iniciando su viaje sin brújula ni maletas, había aprendido a despegarse de todo y de todos, a sabiendas que el camino elegido implicaba la renuncia de otros hechos que en su ausencia se presentarían sin emitir una orden de allanamiento para sus emociones.
Se fue volando lenta y despistada  y como todos los hijos de los panaderos del viento; huracanada, calma, tristona, y sumamente débil.  Ese día, de regreso, se miro en el lago de su espejo y observo que mucho de sí había quedado en los trazos del tiempo desparrama sin secuencia lógica.
Sintió el gran vacío que acontece al temor de vivir, al temor de morir, al temor del penetrante sufrimiento. Sabía que todos estamos enfermos de la vida.  Hay quienes en terapia intensiva, otros ambulatorios, y muchos más con continuas recaídas; pero esa sensación de extravío le era nueva.
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Busco en los libros de los saberes la respuesta envuelta en pastillas para dormir, sin encontrar la paz anhelada, y re enardeció dentro de sí la llama del amor primario. El regreso al origen sin siquiera distinguir el orden exacto: el huevo o la gallina.
En el silencio nocturno se desgarro un grito que penetro la tierra, los mares, las selvas de cemento. Una recurrente idea de regresar a abrazarse a la madreselva  y sentirte protegida bajo sus  pétalos desplumados y su melodía discordante, la seducía.
Todos estamos intoxicados. Las drogas aniquilan nuestras vidas. Más que las amapolas negras, o la harina del trigal narcotizante; las comparaciones odiosas y nefastas que nunca  fallan a la fiesta de lo que es y no gustaría que hubiera sido nos enloquece.
Volver al primer amor es tomar conciencia de lo que es importante para nosotros mismos.  Es conectarnos con la naturaleza que nos dio origen. Mirarnos hacia dentro, escuchar en quienes nos convertirnos. Asumir quienes somos y dejamos de ser. Valorar las raíces. Amar en presente simple YO AMO, y en presente perfecto YO HE AMADO, pero sobre todo en presente continuo YO ESTOY AMANDO.
Amar es la única posibilidad que tenemos para transcurrir la vida con abundancia, y plenitud.   Pero ¿ qué es amar? Amar es construir, construir-nos; es darnos la oportunidad de observar como ama la flor la luz del día y entonces reverdecer en la luz propia, interior, íntima.
Rescatarnos a nosotros mismos, incluso de nosotros mismos.
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La flor de panadero eglógica y sencilla, había despertado grillo esa mañana  y alcanzando el silencio más profundo escucho la voz de la gallina.
- Negra, hay que seguir para delante. Yo te quiero amada niña.
( Y mamá termino la conversación)

Chuchi González

17 de julio de 2013

Las mujeres tienen la culpa.

adan_y_eva_Fernando_Botero_thumb[2][1]¿Sabías que desde que Adán fue expulsado del paraíso, las mujeres tenemos la culpa de todo lo que ocurre en el mundo?




Quizás te suene un tanto ridículo pero es la explicación que podemos darle a la actitud de nuestros hombres cuando salen a la defensiva y no se hacen cargo de lo que les ocupa. Es que en aquel momento Adán al ser confrontado por Dios por haber comido del árbol prohibido, respondió: Fue la mujer que tu me diste.
Pero ¿Qué es y para que sirve la culpa? La culpa es una forma inventada de sacarnos de encima algo que nos corresponde pero de lo que no queremos tener propiedad utilizando métodos como: “la inocencia y su monólogo tranquilizador “yo no fui”, mirar para otro lado o la técnica de hacernos el perro pelotudo, o la gran puesta en escena de Boluda total cuya herramienta fundamental es la negación o el evitar .
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Cuál pelusa conflictiva buscamos arrancarla de nosotros y pasarla – como el juego de la popa- a un ser que tenemos cerca y del cuál estamos seguros de su amor.
Esto último es fundamental en el proceso de “la tengo y  te la paso” puesto que la seguridad de que no se perderá el vínculo, que equivale al famoso “no pasa nada” es vital para el traslado de la estafeta.
Pero… ¿qué hacemos las mujeres con el regalito? 
Nosotras también dijimos “pica” o “ piedra libre” o “yo no la tengo”… Eva sonrojada dijo: la serpiente me convenció! … y pregunto: ¿cuántas veces la serpiente te ha convencido ?
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Lo cierto es que si de nadie es la culpa, entonces es culpa de todos. La pelusita molesta, se empieza a convertir en una madeja de disculpas, daños, prejuicios, y crímenes por pagar.
Nos pasamos la pelota porque somos unos árbitros muy elocuentes a la hora de devaluar o juzgar en forma negativa a los otros. Y al final del camino si la culpa es de otro, uno se siente mejor.  Y ¿Si es nuestra? ¿Por qué nos duele tanto?
Para Kant la culpa no es nada más ni nada menos  que “ una transgresión involuntaria pero imputable” – un sin querer pero con precios a pagar.
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Y toda transgresión es una falta, moralmente estamos adiestrados a “ser perfectos” y molesta mucho darnos cuenta  de que esa seuda-perfección no es más que una exigencia impuesta por la sociedad. ¿Cuál es el remedio a este  juego? Vivirnos en la responsabilidad.
Concedernos el permiso de equivocarnos, de aceptarlo y resarcir.  Pero por sobre todo expandir el concepto a la idea de ser responsables de todas las elecciones que tomamos en nuestras vidas. Comprender que  cada camino  que elegimos genera una respuesta, una consecuencia, y que nuestra habilidad de “responder” habilita nuestro crecimiento personal.
Chuchi González
 “Si lo que leíste te gusto, compártelo. No olvides dejar tu comentario, es la más valiosa aportación que puedes hacerme, Gracias!”

8 de julio de 2013

Del “Por qué “ escribo…

imagesDesde la Ontología del Lenguaje, hablamos para ser escuchados.  Y escribir es una forma de hablar.  Por lo tanto escribo para ser leída – que es lo mismo que ser escuchada – Pero ¿ Por qué? Porque hay una inquietud, una motivación que me impulsa de decir algo, a escribir mucho.
Escribo motivada por el amor de comunicarme, de expresarme,de gritarle al mundo mi existencia, mis pensamientos, mis ideas, mi sentir.
descarga (1)Escribo esperando que alguien me escucha, me comparta, me responda. Y aunque los comentarios se hacen esperar, yo sigo y seguiré escribiendo porque el amor es una energía que construye.
Cada palabra y cada oración es un mundo que latente busca ser conquistado.
Los valores que me motivan a escribir son el amor y la pasión.
Chuchi González

5 de julio de 2013

Del por qué escribo y fábula de la avestruz y la jirafa

descargaLa avestruz había aprendido a vivir con la cabeza metida en la tierra, tenía grandes ideas, y muy buenos sentimientos, pero siempre se ocultaba porque tenía la experiencia de que era diferente a los otros animales con los que compartía el hogar. El tamaño del huevo de dónde había nacido era el principal centro de burla de gallinas, patos y pavos reales. Todos tenían alas, pero la avestruz era pesada y torpe, y cuando aleteaba se llevaba consigo más de dos o tres gallinas, por eso se le tenía prohibido hacerlo.
Un día llego a la granja un animal diferente, tan diferente, que era más diferente que la mismísima avestruz. Los patos que siempre habían sido orgullosos y pedantes – pese a sus recurrentes cagadas -  buscaron mil y una  formas para acercarse a la nueva criatura. Las gallinas organizaron un comité de bienvenida, un coro de pio pio con los pollitos más bellos y los pavos reales un show de luces con sus plumajes.
La  avestruz francamente sorprendida miraba desde su profunda trinchera la fiesta y derramaba sus bizarras lágrimas en la polvareda. Pensaba – ¿ por qué a mí no me aceptan si soy de un tamaño similar a esta nueva fulana? – ¿ por qué me rechazan si soy distinta, y a ella que también lo es la aceptan?
Después de un largo rato de lamentación, la nueva integrante se acercó a la abatida, triste y derrumbada bestia.
-Avestruz, yo soy un jirafa, ellos me quieren porque llevo la cabeza en alto, y eso les da seguridad, tú siempre metida en tus temores, observando de reojos, ,sintiéndote esclava de tu propia naturaleza te alejas de ellos, y ellos de ti.  No te das cuenta  pero tu mirada repugnante sobre ti misma es la invitación que le das a los otros para ser mirada.jirafa-1024x768
-La avestruz se sorprendió -  y pensó –
 ¿Cómo podía esa flaquita extraña acercarse a ella y hablarle de tal forma? ¿Qué conocimientos habría alcanzado al vivir en las alturas?
La jirafa se sonrió y le dijo – supongo lo que estas pensando pero allá arriba o ahí abajo el misterio de la magia no está. La verdad de luz está justo en el centro de tu corazón.
Si te amas lo suficiente para aceptar que naciste de un gran huevo o que tu cuello es exageradamente en relación al de los demás, tendrá la sapiencia  justa para amar, y eso te incluye.
Moraleja: La verdad de quienes somos no está en lo que se ve de nuestro aspecto sino en lo que se ve de nuestros actos.
Nuestro valor de hoy: La autenticidad
El desafío: como diría mi querido Jorge Bucay “ El desafío consiste en ser uno mismo, y no en ser lo que los demás quieren de mí”
La propuesta: Aventurarnos a conocernos y a aceptarnos.
¿ Y el por qué escribo?… lo dejo para el lunes….
Buen Fin de semana…
Chuchi González

4 de julio de 2013

Cuando un amigo se va…

P2060028…. me llega a los oídos del alma la voz singular de Alberto Cortés murmurando como una herida rebelde que no quiere cicatrizar…”cuando un amigo se va.. queda un espacio vacío… que no lo puede llenar… la llegada de otro amigo…” 
Es que nosotros los argentinos somos tan territoriales, apegados, aguerridos, necios, tercos con lo que amamos, que cuando amamos cerramos la persiana para cualquier ocasión, es un para siempre teñido a sabiendas de una caducidad de “vida vivida” -como diría Jorge Luis Borges- pero el amor no pasa de moda, ni de tiempo y entonces yo hoy te escribo y escribo siempre – a escondidas de la alegría- con la tenacidad de la tristeza …
“En un rincón del alma
donde tengo la pena
que me dejo tu adiós,
en un rincón del alma
se aburre aquél poema
que nuestro amor creo.”
 ( Extraído de En un rincón del Alma – Alberto Cortez)
Y se me pianta un lagrimón silencioso, y una bocanada de aliento con sabor a mate amargo me acuchilla la boca del estómago que se calla siempre cuando te nombra..
“Invadieron tus sienes sueños grises
y en mis verdes nevaron primaveras,
en tus ojos reposan las quimeras
y en mis verdes navega el viejo Ulises”
(Extraído de Soneto para Mi Padre – Chuchi González)
 
payoy desde que te fuiste… yo soy un cúmulo de cosas por contar, una mujer sin sombra, un pichón de elefante – como me decías –con complejo de avestruz- que busca constantemente un explicación lógica a lo ilógico de tu partida. 
La vida es tan injusta – sádica que nos quiere convencer de que somos poderosos para  que cuando estemos distraídos en el glamour de la banalidad, de un “bife” devolvernos a tierra.
Y yo desde entonces, siempre estoy alerta. No quiero desenfocarme ni perder el rumbo, en ocasiones parpadeo demasiado con piedritas del camino y me mareo porque no veo mi norte, pero rápidamente recuerdo tu afán estoico, tu dolor escrito, tu voz entrecortada, tu mensajes ocultos y me recupero.
Porque si con vos se fue mi fe, y me quede manca de alas…en la inteligencia de mi ser, comprendo que no puede haber mundano sufrimiento que pueda opacarme.
Yo sé que no me lees, ni me ves… pero “desde el día en que te fuiste, papá, siento angustias en mi pecho”
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Hoy se cumplen 3 años en que un rayo partió tu sueños, borro tu letra, apago tus estrellas, y te extraño. Desde entonces he traído la cabeza mirando hacia atrás y como te extraño.
¿Duelo patológico? Que me importa, si mal que mal sigo avanzando. Solo que me encantaría sentarme a tomar unos mates con las “asesinas” esas media lunas de grasa, leer “La Capital” y pese a que la vida construida es buena, despertar de ella como si fuera un sueño… y encontrarnos en Pasaje Hernandarias.
¡Te quiero y te extraño muchísimo!
Chuchi González

3 de julio de 2013

Calva y brillante como la luna

Invitada especial Natalia González ( Con orgullo mi hermana) Ensayo sobre el libro “Calva y Brillante como la luna” de Laura Athie.
Capture3Este libro es el relato de una mujer enamorada de la vida, que ha sabido desarrollar a cada paso de su historia la pertenencia como un valor pilar del privilegio de estar vivos. Comprometida, apasionada y audaz, Laura Athie de nacionalidad mexicana, es un alma femenina que entreteje en su andar y en sus palabras una esperanza de amor para todas las mujeres.
Desde el año 2000 padece de Lupus y se llama así misma Laura Lobo a sabiendas de que es mucho más grande que la circunstancia de estar enferma. Cuando tomo conocimiento del diagnóstico fatal pensó, sintió y creyó que todas las metas inconclusas que aún tenían categoría de sueños quedarían ahí reducidas a un manojo de bonitas ideas.
Sin embargo peso más en su corazón el deseo de vivir a pesar de todo, que lo que pensó reprimido, que fue tomando forma y naciendo a la realidad. Saltó en paracaídas, se convirtió en madre, conoció los misterios ocultos de las aguas haciendo buceo, fluyo como pez siendo campeona de nado de pecho, se sumó a carreras de 5, 10 y 15 kilómetros, pasea en bicicleta, escribe, trabaja y busca empedernidamente ser feliz cada día.
6a00e554dae3f4883301538df2f604970b-800wiEs guionista de televisión, periodista, fotógrafa, editora, conductora, y productora pero sobre todo una tejedora de historias. La palabra es su vocación y medicina, escribe como una forma de curar el alma, una manera de hacer catarsis, de redefinir su historia.
Pese haber sufrido un abanico de infortunios generados por la enfermedad como profundos dolores, ulceras, manchas en la piel, calvicie, nada he detenido su afán por brillar con luz propia.
Heredo de su abuela Carmen la capacidad de disfrutar de la vida aún frente a la tragedia, siente que es una afortunada de poder seguir. Desde la infancia el espíritu de lucha le fue inculcado, fue criada para no cansarse, para no rendirse, para encontrar soluciones, para por sobre todas las cosas ser esa guerrera que lleva en su esencia.
Sufrió tremendas pérdidas; la muerte de su hermana Paloma, la de su primer bebé, la separación de sus padres, la salud y sin embargo no eligió hundirse en la tristeza, y en la autocompasión. Con la rebeldía de una tuna en su sangre supo confrontar su realidad a través de sus propias palabras; contando lo que día a día le ocurre, ordenando su discurso interno, y liberando las emociones, que han quedadas atrapadas en un momento que ya no existe: en el silencio o en el pasado.
La loba azteca inscribe poesía en el dolor de su propia vida y es un espejo en el que muchas mujeres que padecemos la enfermedad podemos encontrarnos; si ella al igual que nosotras alguna vez estuvo extraviada de alegrías y hoy le muestra los dientes vigorosos a la desdicha, nosotras que tantas otras veces sentimos perdernos a través de su aprendizaje podemos emprender un vuelo diferente; y empezar a escribir una nueva historia con tintas de colores, con sueños que se hacen realidad, con limitaciones pero no siendo limitadas, con dolor pero gozo de respirar cada día.
Todas somos tejedoras de palabras, pero cada una de nosotras depende lo que queremos tejer. Si la lana o el hilo de nuestra morada es la queja, la renuncia, la impotencia; envolveremos nuestra existencia con una bufanda de tristezas atropelladas. En cambio, si nos adentramos a la magia de cambiar el chip de nuestras creencias, a borrar las que nos delatan frente a los miedos, tendremos en nuestras manos la vida que anhelamos.
IMG_1422¡Teniéndolo todo es fácil ser feliz! El verdadero desafío consiste en ser feliz aún a pesar de que el mundo se caiga a pedazos. Porque felicidad es la posibilidad que todos tenemos de sentirnos agradecidos de estar vivos, de sentir la pequeña e inmensa naturaleza de dios sobre nuestros sentidos.
Si creemos que no podremos, crearemos esa realidad. Pero si creemos que tenemos la fuerza y el poder suficiente para vivir una vida digna aún con el aullido del Lupus, vamos a crear esa realidad para nosotras y nuestro entorno.
Yo creo lo que creo, y si eso me cierra oportunidades es momento de borrar y empezar de nuevo.
Natalia junto con otras valiosas mujeres impulsan un Grupo llamado GLURA ( Grupo Lupus Rosario Argentina) ellas también brillan como la luna y tienen el alma con alas de mariposa que buscan crear una diferencia y hacer conciencia en otros seres humanos.
Gracias!!!
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