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5 de septiembre de 2017

¿Cuál es el propósito de una relación amorosa?

Existen dos formas de abordar un vínculo amoroso; la que parte de la concepción de carencia y es la forma que nos han inculcado consciente e inconscientemente y la que parte de la mente recta. 
La primera es la habitual, a la que llegamos todos desde la adolescencia y prolongamos en la adultez, surge de la premisa  de que nos falta algo y eso que no tenemos está fuera de nosotros mismos. 
Es decir, buscaré en el otro lo que no tengo en mí. Desde esta óptica de escasez mi propósito en una relación amorosa será OBTENER. ¿Y qué podemos obtener? Todo aquello que creo que no tengo. ¿Y por qué creo que no tengo? Porque sostenemos un sistema de creencia dualista basado en la idea de separación, o de desconexión con la fuente; es decir, creemos de que somos insuficientes y que "necesitamos" de otro para mantenernos vivos. Esta idea que vivimos muchas veces como certeza es la piedra fundamental de la dependencia emocional. 
Mi existencia depende de la existencia del otro. Sin el otro no puedo vivir. O si logro vivir es una vida miserable porque me conecta con el peor fantasma: la SOLEDAD.
Para escapar de la soledad entablo vínculos que me proporcionarán todos aquellos intereses que juzgo no tengo capacidad de auto- satisfacer. Y el peligro se hace más evidente, cuando advierto que para OBTENER "tengo que" dar a cambio algo, es decir, "necesito" ceder. Pero ceder no desde un contexto de negociación sano sino  desde un lugar de prostitución emocional. Renunciar, quizás a mis principios o valores, creencias, incluso desvirtuar mi identidad.
Así podré obtener todo eso que siento "me hace falta".... Obtenemos compañía, sensación de bienestar, seguridad, amor, objetos materiales, sexo, status, etc.
Pero al ser un juego de intereses, yo exigiré que el otro cumpla mis políticas escritas en letra chiquita invisible, y por su parte me demandarán lo mismo. Nos ubicaremos en la sección objeto de satisfacción garantizada o ..... la guerra se arma....decepciones, infidelidades, desencuentros, separaciones, abandonos, desamor. 
Sanando la percepción que tengo del mundo; rediseñando mis creencias, corriendo el velo de mi ceguera de conciencia puedo acceder al encuentro con el otro desde "el servicio," es decir desde mi completud y abundancia conectaré con el otro para compartirme y esta entrega generará aprendizaje y evolución. No estaré mirando lo que puedo "sacar" de esa relación, porque no necesito absolutamente nada. Porque todo está en mí. Afuera es igual que adentro. 
Por lo tanto podré amar al otro, en lugar de quererlo. Querer es deseo y el deseo es necesidad, si mis pensamientos son de necesidad atraeré a mi vida, experiencias de necesidad. Amar es permitir al otro ser lo que es. Sin juzgarlo. Sin pretender cambiarlo. ¿Quieres saber más?






29 de marzo de 2016

No te depiles

No te depiles porque hoy vas a dormir con él...
Ni adelgaces porque dice que estás rellenita...
No dejes de trabajar porque va a mantenerte...
Ni le des tus claves de redes sociales porque no tienes nada que ocultar...
No consumas harinas, alcohol, o dulces porque él se siente mal de que siempres estás a dieta...
Ni postergues tus amistades porque él no es seguro de sí...
No uses poco maquillaje porque a él les gustas al natural...
Ni faltes al gimnasio porque es su franco y quiere estar contigo...
NO HAGAS NADA DE NADA POR EL.
NI UN SOLO ESFUERZO. NI UN INTENTO.

Porque todo lo que haces o harías por él tendrá el costo implicíto que no sabrá pagar, y eso te defraudará y terminarás boicoteando la relación; no por lo que él no supo hacer, sino por lo que estuviste esperando cada día que elegiste actuar para lograr su aprobación, su reconocimiento, aprecio, aceptación.
Las mujeres tienen históricamente un chip en el que traen grabada la historia de que "lo pueden todo" y en el afán de cumplir con la expectativa histórica, sacrifican sus vidas, sus gustos, sus anhelos, sus proyectos, para SER lo que  el otro espera que SEA. Y eso, mujeres, también es violencia. Es la violencia que ejerces sobre tu propio género. Autoflagelación, autocastigo, prostitución encubierta, que en silencio exije más y más y nunca es complacida, porque no habrá nada en el mundo que pueda completar un alma a media luz. 
NO HAGAS NADA DE NADA POR EL... porque luego estarás decepcionada, enviándole la factura de tus favores, de tus esfuerzos, demandándole la felcidad extravíada, la vida vacía, el tiempo perdido.

22 de junio de 2015

Toma de conciencia vs toma de conocimiento

Desde hace tiempo, los seres humanos – unos, otros, algunos, pocos, muchos- comenzamos a sentir un cosquilleo interior, una voz, un vuelo de avispa perturbador que nos ha llevado, incluso a los tumbos, a un mirar con detenimiento nuestra realidad. A percibir “nuestra realidad” con derecho de propiedad para diferenciar de “la realidad” como una circunstancia exterior que nos afecta y nada podemos hacer.
Desde esta nueva perspectiva, lo observado nos pertenece, – no porque nos haya impactado desde afuera- sino porque algo interior acontece – carece- reaparecese desacomoda y el inconsciente proyecta un mensaje de alerta en eso que proyectamos.
Así podemos descubrir lo que no funciona en nuestra relación personal a través de las relaciones que tenemos con otros. Si no para que ¿tropezaríamos con la misma piedra?
Sin embargo, tomar conocimiento de que esto que miro forman parte de mis proyecciones y ellas del particular tipo de conciencia que hoy tengo, sólo es volverlo racional. Y ahí surgen las preguntas del ego ¿ y ahora? ¿ cómo se hace? ¿ qué hago? ¿cuando?
La toma de conciencia implica comprensión, no entendimiento. Es decir, involucra hacer nuestro eso; y a partir de ahí actuar en consecuencia, no median las preguntas disparadoras del mecanismo; sólo es la acción la que nos lleva a subir el peldaño o a re significar nuestro tipo de conciencia.

24 de marzo de 2015

¿Cuál es tu propósito?


La vida avanza a un ritmo vertiginoso, apenas nos da tiempo para cambiar la hoja del calendario, los sueños que no realizamos se convierten en quejas perezosas que nos recuerdan que otra cosa más quedo inconclusa, ¿para cuándo? Para mañana, para la otra vida. De pronto se hace evidente pararnos y preguntarnos a nosotros mismos ¿que estoy haciendo de mi vida? ¿Es la vida que quiero? ¿Estoy satisfecho con esto? ¿Con aquello? ¿Es lo mismo tener una lista de sueños  que  una lista propósitos? Por supuesto que no. Un sueño es un me gustaría, un propósito es un para qué.
Cuando hablamos de ¿cuál es el propósito para estar en dónde estás? Estamos haciendo referencia a que es lo que te moviliza a estar en ese lugar/ espacio. Tu ¿para qué? Pregunta que siempre no direcciona hacia el futuro a través de una acción. El propósito es el motor que nos alienta cada día a hacer lo que hacemos, regar las plantas, ir a trabajar, pasear al perro, cuidar de los hijos, sobrevivir. Es lo que no pone en acción, si este ¿para qué? Nos quedaríamos estáticos, paralizados, el propósito es lo que le da sentido a tus acciones, a tu comportamiento, a tu conducta.
Todo propósito está basado en las creencias, en esas miradas particulares que tenemos respecto de la vida, las creencias son el mapa pero no el territorio, es una mirada fragmentada de la realidad, no es la realidad misma, sino la realidad que sostengo.
Mis creencias me identifican, por ellas puedo explicar quién soy, soy yo y mis creencias; tenemos una caja hermosa de creencias y en ellas podemos tener creencias poderosas, que nos atraen posibilidades para nuestras vidas o creencias limitantes, que nos traen recortes a nuestra libertad personal; algunas creencias revisten un carácter de verdad irrefutable y a ellas les llamamos certezas. Todos vivimos en una caja de creencias, no hay problema con ello. El malestar se genera cuando las creencias se cristalizan en nosotros, y creemos que sin ellas no somos nada, cuando tomamos conciencia de que están obsoletas y sin embargo, seguimos aferrados a ellas. La idea de madurez emocional, proporciona la capacidad de romper la caja, salirnos de la caja y construir una nueva, una flexible, renovada y ajusta a las necesidades del hoy. Pero debemos de saber, que en última instancia toda creencia siempre es una cárcel. Porque cuando creo en algo, me cierro a la oportunidad de seguir aprendiendo. Mi criterio de verdad se vuelve retardatario. 
El mundo es un globo lleno de creencias, somos observadores no podemos escapar del arte de interpretar y poner fe en ello. Pero el primer problema que se plantea con las creencias es la presunción de verdad que a nivel relacional queremos imponer, si yo tengo la verdad, el otro sostiene una mentira. Por eso, aunque perdamos la sensación de poder, debemos empezar a aceptar que toda creencia es en última instancia una mirada, sólo un forma de observar. Otro conflicto que se genera con las creencias es confundirlas con los hechos.

16 de marzo de 2015

Sueño despierto...





Acabo de despertar un sueño... lo empecé hace tiempo de modo casero... me adentre con la astucia del que es emprendedor, y autodidácta... y dí pequeños pasos en la comprensión de una nueva realidad... Me fui descascarando...cambio la piel como la serpiente... rasqueteando el sistema de creencias que había sostenido hasta ahora el imperio de mi razón... me dolieron los pies....porque se movía mi tapete.... mi zona de confort... mi círculo vicioso de abrir cerrar y proyectar los mismos juicios sobre las mismas situaciones....los nudos en el estomágo se hicieron marineros... subieron a la cornisa de la garganta y vómite culpas, miedos, y ¿cómos?... Tome distancia, y observé... y pude ver que todo lo que acontecía era pintado por Dios para mi... exclusivamente para mí... cada día.... cada sonidos... cada pájaro... cada ardilla que asomaba presurosa al asomarme por la ventana... todas las relaciones, las coincidencias... las benditas casualidades... los vestigios de zombies aparecidos... las muertes cotidianas...la mesurada apatía... las amistades florecientes....los amores tardíos... los recuerdos... las experiencias... Todo absolutamente todo lo comencé a leer con sello de autor....made in yo...y seguí investigando....estudiando... me aparte de costumbre... de hábitos... de gustos... de intereses... como mi perro, me volví lobo solitario... con un sólo rumbo.... el faro de luz que en ese momento sabía era hora de acceder...y comencé a percibirme desde otra conciencia...dejé la mente cartesiana y dualista... la que cree que está separada de todo bien o de todo mal... que sus actos no lo van a afectar en sus consecuencias... y me sumergí en un laberinto de Alicia... en el mundo cuántico...donde todo es todo... y todo es existe sólo por mi percepción...y cada situación limitante, dolor, o desorden es una manera de adaptación al medio ambiente....o mejor dicho en otras palabras todo cobra sentido porque lo captan mis ojos para develar un mensaje del inconsciente...Con todas las ansias vivaces comencé una certificación on line, que me formara en este pensamiento y permitiera trabajar y continuar con mis actividades laborales... y el vierne pasado, tuve la alegría de concluir...y sentí gran orgullo, y amor por mi, porque habiendome generado momentos de máximo trabajo y poquisimas horas libres para estudiar, y habiendo fórmulas, y átomos, y partículas, y física...instantes en los que mi mente parecía estallar como el bing bang...enderezaba la fe de la confianza y seguía apostandole al resultado... finalice mi Certificado de Especialización en Fundamentos Téoricos de Bioneuroemoción.

3 de marzo de 2015

Somos eso que observamos

No existe una realidad objetiva diferente a nosotros, lo que percibimos lo hacemos desde nosotros mismos. Desde la particular estructura de nuestra biología, emociones, creencias, programas heredados por nuestros ancestros, el entorno social y las experiencias personales que hemos tenido. Afuera no hay más que un reflejo de adentro, no podemos acceder a un más allá de la subjetividad porque como seres humanos estamos plagados de filtros que recortan la verdadera naturaleza de las cosas. De modo que somos “responsables” en gran medida de la realidad que se nos presenta como ajena a nuestra voluntad, y digo responsables con comillas, porque debemos de saber que estamos tan condicionados por nuestro árbol genealógico, que prácticamente  todas las decisiones que abordamos en la vida, la inauguramos desde los que otros – que tal vez ni conocimos ni nacieron-  no fueron capaces de emprender o afrontar. 
La mirada del observador tiñe el paisaje, el mundo que trae en su mano es el mundo interior que se descodifica en  la interpretación que hace.