19 de mayo de 2016

¿Por qué las dietas no funcionan?


¿Cuántas veces has querido bajar de peso? ¿Cuántas dietas has probado? ¿Has dejado de comer? ¿Hiciste sacrificios varios? ¿Proteínas? ¿Nada de sal? ¿Puro jugo verde? ¿Semillas? ¿Comer de parado? ¿No cenar? ¿Sólo té? ¿Comida macrobiótica? ¿Ejercicio? ¿Meditación? ¿Todo de todo y nada de nada ha funcionado? En este artículo tengo la respuesta para tí. 

Usualmente queremos alcanzar una meta, nos proponemos hacia donde queremos llegar y muy pocas veces lo logramos- (Optimistas obtentologos de todo abstenerse, acá hablamos honestamente)
En el mejor de los casos, los que están cerca de nosotros nos dan una palmada en la espalda, una caricia de consuelo, y listo; queda en el recuerdo el fracaso; pasa inadvertido para la mayoría, silencioso, apático, invisible.
Sin ser concientes de nuestro lugar en el mundo,  pertenecemos - con tarjeta dorada exclusiva- a un contexto social que nos vende que el cambio no es posible o dicho de otro modo cambiar es todo un imposible
El patético mantra de  la humanidad, que repite automáticamente cada día, es el típico ¿Qué a mi edad voy a cambiar yo? Pareciera que una mano negra sobrevuela nuestras cabezas y entorpece todo afán genuino de trascender; como dice el refrán "el que nace para pito no llega a ser corneta". Lo intentamos, nos esforzamos, sudamos, lo prometemos; incluso hacemos cábalas, no se lo contamos a nadie, hacemos cosas misteriosas pero a fin de cuenta  el Martín Fierro - Obra de José Hernández 1834/1886) resuena en el siglo XXI como una profecía auto cumplida "Al que nace barrigón es a ñudo que lo fajen" o más simple "aunque la mona se vista de seda... mona queda". Por citar sólo algunos de estos saberes populares. Pero ¿De dónde surge esa necedad a las posibilidades del campo cuántico? 
La idea de que el SER es inmutable está presentado en la sociedad en todos los discursos, formas y colores. Hicimos el pacto hace más de 2000 años atrás cuando teníamos que elegir un candidato: Parménides o a Heráclito. Ellos serían los que definirían la verdad de la milanesa para toda la humanidad, establecerían como SON las cosas y el mundo se construiría a partir de esas filosofías. 
 Parménides estableció que el ser es inmutable, y eterno, que la verdad se conoce a través de élHeráclito aseguró que el hombre no puede bañarse dos veces en el mismo río, el ser es un continuo devenir. Y GANO las elecciones PARNEMIDES. Con lo cual la idea de convertirnos o transformarnos en el amado y sexy  cisne siendo patitos feos es una locura total. Por esto ninguna dieta resulta. Por este componente filosófico que está grabado en algún brócoli neuronal. No nos olvidemos que las creencias son nuestros espacios de certeza, y crean mundos, naciones, guerras, religiones. 
Si cuando nuestros ancestros votaron por Parménides se  equivocaron, tremendo problema nos legaron porque la información sigue vigente en nosotros. Luego otros se dieron cuenta que tanta estabilidad del SER no era factible, avisaron que hubo un error en los inicios de los inicios; pero ¿Ahora olvidarnos de todo y empezar de nuevo? MÁS VALE MALO CONOCIDO QUE BUENO POR CONOCER.