28 de octubre de 2014

Las fuentes del sufrimiento humano

1era Parte
Cuando pensamos en sufrimiento, pensamos en algo doloroso imposible de evitar o evadir. Creemos que el sufrimiento forma parte de la vida social y humana; lo adoptamos a nuestra historia como natural. ¿Qué es el sufrimiento? Algunas concepciones refieren al sufrimiento como desgaste, lo vinculan con el estrés y el dolor. Desde una perspectiva ontológica el sufrimiento es interpretación lingüística de los hechos y el dolor es reacción biológica, y desde un plano espiritual es sufrimiento es la manifestación de la ignorancia de nuestro ego.
En virtud de lo último, podemos afirmar que si aprendiéramos a educar al EGO, el sufrimiento no sería una regla, sino un excepción, una opción y no una constante. Pues no estaríamos en constante comparación con los demás, situación que provoca el sufrimiento que padecemos a diario.
Como fuentes podemos evocar tres, que sin lugar a duda, se han convertido en los ídolos del sufrimiento.
EL CUERPO –  EL DINERO – EL TIEMPO
Todos tenemos un cuerpo que transporta el espíritu que somos, lo creamos o no, a conciencia o inconscientemente, sabemos que somos algo más que una red de carne y huesos; en la actualidad, el cuerpo se ha convertido en el estandarte de la felicidad para miles de personas. Una dieta adecuada, ejercicio moderado, una vida no sedentaria, no sólo nos mantiene con vitalidad sino que procura que la herramienta que tenemos para manifestarnos dure un rato más; pero obsesionarnos, castigarnos y aún más, negarnos por cosas que no nos agradan, o no encajan en los estándares de la sociedad, lejos de acercarnos a la plenitud nos orilla a la marginalidad y nos distrae de la experiencia real de conocernos. Es como si el EGO tuviera miedo de que nos reconozcamos, y en sus intentos por sobrevivir, nos presenta una lista de conversaciones internas distractoras. Cada palabra de disgusto hacia la máquina que tiene la misión de transportarnos nos resta importancia. El cuerpo es sólo un medio. No somos cuerpo, sólo lo habitamos. Tenemos el cuerpo que necesitamos para emprender este viaje y asumir las lecciones que nos hemos puesto como almas antes de nacer. ¿Cómo cuidas a tu cuidador? ¿ Cómo alimentas a tu carruaje? Tu cuerpo es un medio para expresarte, ¿Por qué lo atacas con comparaciones absurdas? Cuando estás anclado en tu cuerpo, estás parado en el arquetipo el ATLETA, aquél que cree ser definido por su exterior, que sólo se identifica con su imagen y cuya estima es resultado de la aprobación de la mirada social.
En las próximas entradas hablaré del dinero y el tiempo….

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