Mirar de cerca…

Uso lentes, esos que a partir de los 40 la mayoría “ se pone y se quita,” porque vemos demasiado bien lo que está lejos, y muy borroso lo que está cerca.

¿Será que a esta edad nos replanteamos el presente y por estar inmersos en la situación no logramos leer con precisión  lo que venimos creando? ¿Será que empezamos a saber con certeza lo que anhelamos para nuestro futuro? ¿Será que el presente nos resulta como los zapatos con tacones, agradables pero dolorosos de sostener?

¿Será?

Presbicia, le llaman a la rigidez que empezamos a vivenciar, es la falta de elasticidad del ojo para enfocar… perdimos el foco….de tanto mirar tv, celulares, computadores, libros…. de tanta vida vivida pensaría Borges….o quizás en algunos casos, de tanto estar apegados al enfoque de lo que queremos para nuestra historia.

Mirando el punto, llegamos al punto en que todo se desvanece. Somos. Punto.

Es un proceso natural – dicen – nadie se salva – agregan- aunque es un juicio totalizador; a medida que nos aproximamos al anochecer de nuestra historia, todo lo cercano e  íntimo se esfuma; las cosas pierden nitidez, contorno ¿Empezamos a vernos en unidad?…

Otros, hablan que a “ésta edad y hasta los 60 años” inconscientemente sentimos estorbo o imposibilidad de acomodarnos en alguna área de nuestra vida; incluso a la realidad de que ya nos somos un jovenzuelos con un mundo por venir, sino unos adultos con un mundo que se empieza a ir… metafóricamente; porque en verdad … todo el tiempo nos estamos yendo…

Y ¿ Cuál es la cuestión? ¿Ver o no ver? ¿ Tener la vista cansada? o ¿ Estar cansados de ver lo que vemos?

Si los ojos son las ventanas del alma ¿Hemos perdido la capacidad de conectar con el mundo? ¿Se agoto la expectación? ¿Cerramos las persianas?

El problema con los ojos es que siempre miramos para afuera. Y a los 40 y pico…Uno ( hoy me doy el gusto de hablar en forma impersonal) “ Uno busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias” y sabe que - aunque el tango prosiga “que la lucha es cruel y es mucha”- ya no quiere vivir más en resistencia… Dejamos de ver de cerca, para que los ojos se nos den vuelta como un calcetín y miremos hacia dentro… y entonces inmersos en nosotros mismos, podamos descubrir incontables tesoros, todas las monedas de nuestros valores que no supimos dar por miedo a quedar vacíos, los besos amontonados que nos privamos de estampar para no exponernos al ridículo, las palabras medio podridas del enojo apretado entre los dientes….y la lista de cursilerías que reprimimos para no excedernos según el orden y la moral pública….

…. quizás el mundo exterior parece un tanto más confuso… las letras cada vez más pequeñas…y los prospectos de los medicamentos un imposible de descifrar… pero los sueños se avivan con más fuego….con las leñitas que la tibieza de la juventud ha sabido mantener a raya….y la intuición mas astuta…y la menta más clara….

Cerrar los ojos, y andar vendado de toda pretensión de aprobación social…toparnos con paredes… columnas… y gentes…y aún así, seguir mirando hacia adentro….a ese espacio de libertad único….a esa calidad de origen…. que desvanece miedos… que nos hace recordar que sólo por un rato estaremos vistiendo este cuerpo que se viene gastando…