A veces las relaciones nos atan a otros ... pero el éxito de ellas descansa en la capacidad de seguir siendo libres pese a que tengamos la soga al cuello...
Tal vez no hay sogas ni ataduras, más que en los pensamientos... sólo manos que apoyan y comparten en libertad. Gracias por compartir tu blog, muy lindo.
Tal vez no hay sogas ni ataduras, más que en los pensamientos... sólo manos que apoyan y comparten en libertad.
ResponderEliminarGracias por compartir tu blog, muy lindo.