18 de junio de 2014

¿Por qué nos suceden cosas malas?

Tenemos épocas en que nuestra cotidianidad se transforma en un escenario de hechos caóticos. Mala pata a cada paso que damos. No comprendemos porque el universo parece estar en contra nuestro, y le dejamos todo a la mala suerte. En esos momentos tan especiales, sería bueno tomar la decisión de detenernos a ver quienes estamos siendo en función de los otros y de nosotros mismos, y podremos descubrir porque situaciones de esa naturaleza caen sobre nuestras cabezas.


 Si aprendemos a observar la vida desde el contexto cuántico, sabremos y aceptaremos que el observador – nosotros- penetramos en el mundo y lo modificamos tan solo conla mirada,”es decir con la interpretación que hacemos de las cosas. Y por lo tanto descubriremos que todo lo que nos rodea no son más que nuestros “juicios” materializados.

El mundo -escribí una vez -es una extensión de nuestros pensamientos. Cuando tenemos rachas de “mala fortuna” seguramente en nuestro interior tenemos grandes tormentas emocionales que se manifiestan en el exterior. Lo que pensamos de nosotros, las limitaciones que nos ponemos, las creencias devastadoras hacia nuestra capacidad de merecer como sombras o como personajes se reflejan.

El mundo que creamos es una proyección de uno mismo, lo que vemos son nuestras creencias.  Si pensamos que no merecemos, tendremos conflictos para generar dinero, mantener relaciones estables, obtener aumentos en los ingresos. Si sostenemos que el amor no existe, nos toparemos con seres conflictivos, abusivos, o deshonestos que sólo confirmaran lo que creemos.
Todo lo que sucede, nos sucede desde nosotros mismos, desde una previa condenación.
Observa cuáles son los pensamientos que habitualmente tienes respecto de ti, del sexo opuesto, del trabajo, de tu jefe, y verás como en las áreas en las que fluyes con ideas poderosas, todo marcha viento en popa.


Constantemente reforzamos lo que no nos gusta, hablando de ello, y la vida nos devuelve eso de lo que queremos escapar.
Te daré algunos ejemplos.
Si tienes escasez económica re-evalúa tu forma de conectar  con el dinero, ¿que crees sobre el dinero? ¿es fácil o difícil conseguirlo? ¿ que te han dicho sobre el dinero en la niñez?     
Si tienes relaciones abusivas re diseña tu forma de vincularte, ¿cómo abusas de otros o de ti mismo? ¿ que te exiges? ¿que no te das? ¿ sobre que cuestiones te mientes? ¿ por qué crees no merecer? ¿que te robas o arrebatas?
Ya sabes que nada es casualidad,  siempre hay una causa aunque no las conozcas; reflexionando acerca de ti mismo podrás encontrar respuestas.
Vivimos jugando a “no ser”, a “proyectarnos”, creando esa dualidad, creamos oscuridad, siempre hay sombra.  Nuestra mente consciente es solo el 3 por ciento de lo que conocemos, el 97 por ciento pertenece a la mente inconsciente, y es la que nos maneja o controla; si sabemos tan poco de nosotros mismos ¿cómo nos atrevemos a aseverar lo que es verdad o mentira? ¿cómo podemos juzgarnos con tanta liviandad, crudeza y falsa certeza?
El verdadero camino es desaprender, dejar de creer en todo lo que creemos, las creencias nos duermen, porque nos hacen creer que son verdaderas, y solo son interpretaciones temporales.



2 comentarios:

  1. Mmm pero ¿cómo cambiar los pensamientos y creencias en nuestra mente inconsciente? Esa información se va guardando y no nos damos cuenta, o ¿sí? ¿De qué manera cambiamos esa programación?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Elizabeth... en principio toma conciencia de los pensamientos conscientes, que te dices cuando te hablas a tí misma? muchas veces estamos condenándonos por todo y eso luego se ve reflejado en el exterior... tenemos un mínimo de albedrío pero eso nos vasta para transformar nuestra vida. Abrazos

      Eliminar

¡Un blog se nutre de comentarios, deja tu huella, muchas gracias por compartir!