9 de noviembre de 2013

Qué felicidad: el príncipe azul no existe!

Muchas mujeres nacieron bajo la estrella del príncipe azul. Se ilustraron, prepararon, ejercitaron para estar listas para el día del encuentro. Incluso hasta aprendieron un discurso para decir y seducir más rápidamente. Al cabo de un tiempo, descubrieron con desesperanza que eso “ que pensaba que era” ese hombre, no existía; y a base de prueba y error, pudieron sentenciar: el príncipe azul no existe. Anduvieron desanimadas, enojadas, tristes, frustradas; porque aquello por lo que siempre vivieron era una fantasía, una más de las tantas que hemos vivido y vividos como verdades verdaderas.
Pero sí cabe afirmar en este artículo que el príncipe azul no existe. Nuevamente repetiré: EL PRÍNCIPE AZUL NO EXISTE y agrego ALELUYA. ¿Te das cuenta de que si el príncipe azul no existe nosotras tenemos más posibilidades? Te apuesto a que no. Pues has comprado esa novelita, de que el príncipe azul vendrá a rescatarte del lugar donde te encuentres; de las garras de tu jefe, de la incomprensión de tus padres, de la injusticia de la vida, de la soledad de tu soltería, de la estupidez de tu marido. Pero no, no llegará nunca, porque no existe. Pero que él no existe implica un papel más interesante para el mundo femenino.
Pues de existir necesitaríamos ser unas empleas domésticas mal pagadas ( cenicienta), una idiota que se trago una manzana envenenada ( blanca nieves) o una pelotuda que no sabe que hilar, coser o algo por el estilo y se pincha los dedos ( la bella durmiente).
Todo magnifico hombre deseado(el príncipe), necesito para existir una desdichada mujer, inoperante, inocente, ignorante. ¿Qué posibilidades abriría vivirte así? ¿Por qué creer que es necesario ser rescatada o asistida?.Todo rescate implica que estamos en un lugar no deseado del que no podemos salir, una forma de hablar de nuestra incapacidad. Si el amor no se discrimina de quién lo administra, tu como mujer incapaz ¿ qué podrías aportar a esa relación?
En cuestión de verdad, es un punto positivo que ese arquetipo masculino no exista. Pues te habilita a que tu te hagas cargo de ti misma, responsable de tu vida y de tu felicidad. Así llegarás al vínculo con los elementos suficientes para aportar nutrientes de vida.
Nadie necesita a nadie que lo rescate. Cada quién está en el lugar que desea estar por necesidad de aprendizaje, resistencia, o placer. Cuando coincides con otro, los caminos se multiplican, tu luz se hace intensa. Si por el contrario, te apagas, deberías reflexionar acerca de lo que está sucediendo.

El príncipe azul no existe, pero si existen hombres maduros, responsables, amorosos, dispuestos de compartirse con una mujer que sepa hacia dónde dirige sus sueños, sus pasos, sus sentimientos.
El amor no se para en el miedo, porque el amor es energía que moviliza, y el miedo por el contrario paraliza. Todo lo que tienes que hacer es cambiar tus pensamientos. Vibrar en amor. Estar dispuesta a crear esa relación que deseas tener y aún no te has animado a crear.
El amor merece la gloria.

Chuchi González

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