23 de septiembre de 2011

Palabras a mi padre; palabras que no escuchará.

Dos lágrimas, son las que rebasan mi vaso, el de mis ojos verdes aceitunas, verde marihuana, verdes como las náyades; como Minerva. Verdes como la esperanza que no existe de volver a verte. Verdes como la humedad que corroe mi alma.
Es que el mundo gira, enorme, redondo, egoísta sobre su propio eje, ególatra sobre la ruta de los demás; indiferente, frío, y amenazante.
La vida se asemeja a una gardenia bella y marchita, que a pesar de todo sigue teniendo un perfume especial; aunque poco a poco se pone amarilla, como los recuerdos que nos quedaron a vos y a mí. Cómo las páginas del libro que estoy leyendo, una biografía del Che Guevara; que ha comenzado con la casualidad de que ambos – él y yo nacimos el mismo día, en la misma ciudad-; cómo si el 14 de junio fuese una fecha privativa de mi ser. Más sin embargo celebro. No comprendo con exacta justicia emocional lo que celebro, pero celebro. En la fantasía intelectual coincidir con el guerrero ¿ me volverá guerrera? Tal vez, empiece con esto a encontrar más explicaciones a la montaña rusa de mi vida.
Tengo tantas preguntas sin respuestas, que me cuesta tragar saliva y dejar de aspirar los mocos de la tristeza.  Me siento inundada de una soledad absoluta e incompatible con cualquier felicidad mundana.
¡Es que te extraño!
Mientras el paso del tiempo no trae consuelo; y firme sigue su meta de transcurrir pese a todo; yo sigo de duelo.
… y me siento en un profundo silencio.
Chuchi González

3 comentarios:

  1. Mi Chuchi, veo el profundo amor con que te expresas de papa y no puedo evitar percibir tu dolor, aunque no tenga palabras que consuelen lo que sientes, sabes que habemos personas que te acompañamos con un inmenso amor en ese profundo silencio. Chuchi, Chuchi, Ra, Ra, Ra¡¡¡¡¡

    ResponderEliminar
  2. Mi querida Chuchi hace un tiempo que te leo y déjame decirte que vos eres una mujer llena de dones y virtudes. Puedo ver claramente éste sentimiento que expresas hacia tú Padre, pues me reflejo en él. Yo perdí a mi madre ya hace trece años y cada día que pasa la extraño mucho más. Desde su partida no he sido la misma y es que a pesar de que gracias a Dios tengo todo lo que hubiese deseado aún siento éste vacío en mi corazón. Gracias Chuchi por tan hermosas palabras, expresas justo lo que una persona siente y que en ocasiones no sabe como expresar...

    ResponderEliminar
  3. Hola, siempre he pensado que la muerte de mi padre partio mi vida en dos, antes y despues, sin él me siento como una hoja al viento y muy sola, por eso comparto tu tristeza.

    ResponderEliminar

¡Un blog se nutre de comentarios, deja tu huella, muchas gracias por compartir!