7 de octubre de 2010

Un poema a la ciudad que me contiene


Acá donde se cruzan los destinos,
Donde los acentos parecen coincidir,
Donde se esconden los peregrinos
Donde todo tiene un picante elixir.
Donde la vida reprime emociones,
Soy vulnerable sin temor a decir que sí,
Y me enamoro de todos sus rincones,
Nunca he estado, en lo que es París.
Las mujeres quieren ser Guadalupe,
Milagrosas y compasivas en el amor,
Los hombres, a la gomina y al chupe,
Al tequila, y a los toros, le han perdido el pudor.
El bolero es psiquiatra de la calle,
Gente como hormigas caminan sin mirar
A los ojos del que pide un detalle,
“Una limosnita”, para Dios a alabar.
El hambre no apaga la risa,
De los presuntuosos de espaldas cuidadas,
Los niños no juegan en las esquinas,
Se fueron de vacaciones las hadas.
Los jacarandás maquillan las colonias
De violetas y púrpuras las aceras,
El abuso alcanza la castimonia
De las flores que se abren en primavera.
Mi ciudad no tiene persianas,
Sólo guardias que cuidan los carros,
Epilepsia, polución bacteriana,
Y estrellas, luz de un cigarro.
Es extensa como un abrazo,
Y profunda como una herida,
Un ángel que nos recibe en su regazo,
Una cazadora bella y pervertida.
Mi ciudad es tu ciudad, y la de otros,
De Rivera, de Guevara, de inmigrantes
La posibilidad de seguir, para nosotros,
Los que en el propio terruño, sólo fuimos errantes.
Chuchi González

1 comentario:

  1. Pero que bello poema le dedicaste a tu tierra por adopción!!!
    Muy lindo Chuchi..y que guapote es Rocco!
    Te mando un besazo, mi paisana!

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