10 de octubre de 2010

Demoliendo creencias

Una Creencias es “ una idea en la que creemos”, puede ser   religiosa, política, cultural, o personal. Aunque a menudo la vivamos como hechos, las creencias no forman parte de lo fático sino del lenguaje de los juicios, es decir de las interpretaciones u opiniones que tenemos respecto de algo. Cuando nuestras creencias son lo suficientemente conservadoras como para NO  ser “re-planteadas” podemos decir que se han convertido en “certezas” en algo que ineludiblemente “es” y punto. No admitimos discrepancias.Pero siguen siendo “miradas,” enfoques íntimos, personales, vinculados con nuestras experiencias; una peculiar forma de describir el mundo de los hechos, de lo que acontece, o de quienes somos o estamos siendo.
Las creencias como productoras de “significado” o sentido en nuestras vidas pueden abrir puertas o dejarnos la “ñata contra el vidrio,” se habla de generadoras de poder o limitantes; entre las primeras encontramos las que nos impulsan hacia adelante, son estimulantes;  y entre las segundas, estarían las que nos obstaculizan, nos frenan, nos paralizan. Pudieron surgir de nuestro entorno o de nosotros mismos.
Yo desde hace un tiempo tenía una creencia limitante que me decía “No sirvo para la repostería”, claro, las creencias se “fundan” en hechos para ser sostenidas; y yo la sostenía sobre la experiencia de una pasta flora, y un budín de pan que me habían quedado “espantosos” (juicio)
A partir de ahí, no había intentado nada “dulce” por mi frustrante idea de “no servir para eso”. Lo salado era mi exclusividad y mi riesgo. La cocina mi domicilio. Y la pastelería mi enemiga pública.
Sin embargo, hoy domingo, 10 del 10 del 2010, fecha cabalística que se repite cada cien años, a las ocho de la mañana comencé la travesía hacia lo diferente.
Dije voy a hacer SCONNES. Y los hice. Los primeros por seguir mis propias reglas y no dar autoridad a los sapientes me salieron duros y secos; los corte demasiado finitos. Pero imposible largar la toalla, y volví al segundo intento; ahora sí dispuesta a la ESCUCHA. Y me salieron “bien y sabrosos”. Me sentí tan orgullosa que les tomé foto.
¿Cómo se construye una creencia?
Se construye con hechos, si creemos en algo negativo y devastador acerca de nosotros mismos, nuestro cerebro se encargará de postearnos una lista inmensa de eventos en dónde hayamos fallado. De esa forma los hechos sostendrán la idea limitante.
Una creencia es como una mesa, la tabla es la idea, las patas que la detienen son los hechos que buscamos para tal fin.
En mi mesa, la pasta frola dura, y el budín de pan quemado; más los numerosos platillos salados que siempre me salieron bien en la primera oportunidad la construyeron.
Todo depende con qué quieres tener razón.
                                          
                                       Chuchi González

4 comentarios:

  1. Pero tienen una pinta absolutamente tentadora, manita!!! Mandame unos para aqui, que con unos amargos serían el componente ideal para pasar una tarde de domingo... (aunque yo me fui para el campo, y llegué hace unas horas!!)
    Besos bombona...y no te frustres!! La cocina no será lo nuestro, pero el sabor a intentarlo no tiene precio...

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  2. Pensé que iba a comentar y decir que el tema limpio, ¿lo hacen por ti mismo? Es realmente impresionante!

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  3. Mate. Este blog es increíble. ¿Cómo puedo hacer que se vea así de bien?

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  4. Hola! gracias por el reconocimento, pero no entiendo "lo de que se vea asi", escribime que te doy una mano en lo que pueda. Besos @Anónimo

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