21 de septiembre de 2010

¡La vida es: INJUSTA!

La vida es injusta me dijo mi madre hoy por radio Nextel, comunicación México –Argentina; yo lo había pensado ayer a las 12:00 del día cuando leí un mail que me notificaba que una ex-alumna mía había fallecido en un accidente el día anterior; ya lo había gritado tres años atrás cuando el cáncer se instaló en la médula de mi padre; y lo volví a recalcar cuando murió tras tantos intentos fallidos por sobrevivir. Otras veces ante una traición, una conducta deshonesta, una mentira, una mexicaneada ( versión local de la argentineada) lo abría repetido entre dientes, manducando el enojo y la decepción. Y pese a todos estos y miles más que ya ni quiero recordar, la vida seguía y sigue siendo INJUSTA.
Pero ¿En qué sentido? ¿En qué sentido nenaaa? repetiría mi madre, como queriendo abrirme los ojos, – OJOS que yo a veces insisto en llevar cerrados o tal vez abiertos a un mundo propio, íntimo, personal. ¿En qué sentido es injusta? ¿En todos? ¿En algunos? ¿Injusto? ¿Tu vida? ¿La mía? ¿La de los otros?
Injusta, un hermoso deprimente juicio (interpretación) que utilizamos para explicar lo que sucede a pesar de nosotros, en contra de nuestras creencias, a malas de nuestra voluntad.
La vida es injusta es una frase que usualmente exclamamos para consignar de alguna forma que lo que queremos no podrá ser; un juicio, un veredicto compartido por muchos frente a las cosas que se suceden sin nuestro “permiso”. También puede ser una explicación ante lo “ilógico”, lo “irremediable” o “lo que no podemos manejar: (la actitud de los demás).
Pero siempre, aunque lo digamos con pasión y convicción, no deja de ser un JUICIO; una opinión, una creencia,  un modo de observar la vida conectado con la experiencia del pasado, para anticiparnos al futuro, y no esperar “peras del olmo.”
Y aunque lo vivamos como un HECHO, una AFIRMACIÓN, una VERDAD irrefutable, no deja de ser sólo una apariencia, pues lo injusto vive en nuestro corazón, en la idea de justicia o falta de ella; en nuestro ojo frente al conflicto, la pérdida, el arrebato.
A veces creo que nos deberíamos preguntar ¿Para qué nos sirve exclamar la vida es injusta? ¿Para conformarnos con lo que no nos agrada? ¿Para dejar de apostar por los sueños? ¿Para justificar conductas? ¿Es verdaderamente importante el sentido de  justicia de la vida en nuestras minúsculas vidas? o ¿Será mejor mirar cual es el sentido que nosotros le otorgamos a la justicia y desde ahí actuar en consecuencia?
Lo inexplicable de la vida, lo incierto, lo desconocido, es simplemente eso. Lo injusto es la interpretación que nosotros hacemos de lo que nos pasa o nos hacen. La vida es breve y demasiado frágil para someterla a tantos juicios y riesgos. La responsabilidad de vivir al máximo es nuestra. Independientemente de todo los eventos.
Cómo diría viejo y conocido enemigo íntimo: La vida es injusta y ¿QUÉ?
                                                          Chuchi González

4 comentarios:

  1. que lindo es tener en la vida , personas lindas como tu que expresan de una forma tan clara lo que algun dia queremos expresar

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  2. Es así Chuchi....entre las injusticias "divinas" y las "humanas", y la muerte que nos arrebata a personas tan queridas o al menos buenas personas, dejando mucha m..rda libre y contaminando el mundo...
    Qué podemos hacer ante eso?
    Simpremente no dejar las palabras atoradas en la garganta, no dejar de callarnos nada..y avanzar, hasta que nos indiquen que llegamos a destino...
    Lo lamento...pero la vida nos exije que sigamos luchandola..

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  3. Chuchi . lAS GRANDES PREGUNTAS NO TIENEN RESPUESTAS, POR ESO DIGO :

    olmo amigo
    pediré tu amor
    en cada rama
    en cada hoja
    en el tronco
    que apoyo
    mi alma cansada
    y mis sueños imposibles…
    nunca te pediré…peras


    Gracias por ser tan linda, cariños ana.

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