14 de septiembre de 2010

Dar nuestro 100%

Estaba leyendo una revista y me encontré o -me encontró tal vez- un pensamiento de Gandhi “La diferencia entre lo que hacemos y lo que somos capaces de hacer, resolvería los problemas más grandes que hay en el mundo”. Me impactó la simpleza y a su vez la agudeza del pensamiento. Y comencé a reflexionar entonces sobre la postura de dar lo mejor de nosotros a cada momento. Dar lo que se ha transformado casi en un cliché, “dar el 100%”. ¿Cuántas veces lo oíste? ¿Cuántas más te lo han prometido? y ¿Cuántas otras tantas veces más te lo has dicho a ti mismo?
Seguramente que muchas, pues somos seres humanos. Y compartimos una virtud, “romper acuerdo” –pero esto será tema de otra entrada- ahora con lo que empecé, el 100%.
Gandhi, me hizo tanto ruido, que hice un escaneo de mi actuar. Y efectivamente de hace menos de una década para acá, yo he venido trabajando en cultivar el arte de dar lo mejor de mí en cada acto. Aunque es cierto también que cuando estalla en mí la revolución perfeccionista, creo que “nunca doy lo suficiente, que siempre podría haber hecho algo distinto” pero ya sé – yo que me conozco de memoria- que son meros mensajes publicitarios de mis patrocinadores “Juicios Maestros" –aquellas interpretaciones que he hecho a lo largo de mi vida, de como debería ser mi vida y cuando algo se escapa del camino- ¡ASHHHHHHH!- comienzan las tandas y las tundras emocionales.
Más cuando logro andar por mi pradera espiritual, cuando me hablo con mensajes amorosos, me río de mis defectos, y me carcajeó de mis defensas, en esos días, doy mi 100% y lo siento. Lo disfruto y me palmeo la espalda muy orgullosa de mí, como un padre lo haría con un hijo.
Pues dar el 100% es elegir darle al mundo lo mejor de uno mismo; y claro que no siempre “lo mejor de uno mismo” es lo que los demás creen que es lo mejor; pero saber que no nos guardamos nada, es placentero. Ahora me viene a la mente la canción de Fito Paez “Dar es dar” - “Dar es dar, no fijarme en ella ni en su manera de actuar”- que sabia composición, exacto; DAR es DAR no es estar “especulando” que pasará, entregarnos a la vida es eso, es no contar el vuelto, es aprender a vivir con libertad, con la posibilidad de ser independientemente de los otros.
Y entonces pienso que eso que decía Gandhi tiene un gran valor – al menos para mí- si pudiéramos despojarnos de los miedos, de las ganas, de la fiaca, de la condicionalidad, y dar nuestro mejor SER en cada acto seguramente la humanidad tendría menos problemas.
Imagínate que si cuando nos bañamos, todos los que profesamos el “cantautor de ducha” comprenderíamos con la mente/corazón que otros no pueden disfrutar del agua caliente correr sobre sus cuerpos, porque donde viven es un bien escaso. Entonces en lugar de diez temas, canto dos, y mis colegas también; y estoy dando lo mejor de mí; pero si pensamos que aunque tomemos conciencia con nuestro accionar no solucionamos nada… Entonces nunca vamos a hacer nada porque “somos sólo una gota en el océano” ¿Será que necesitamos semejante protagonismo para sacar a relucir lo mejor de cada quién?
Creo que no somos conscientes de que formamos parte del o los problemas mundiales. Aunque no hayamos iniciado una guerra; y ni acabado el aguar, ni vendamos drogas; todos esos escenarios macabros pertenecen a nuestro mundo. ¡Hello! Nuestro Mundo. Más sin embargo muchos vivimos como si fuera el “mundo de las noticias”, o de los que se jodieron porque nacieron en países sin agua, o extremadamente pobres. Si somos parte del problema, somos parte de la solución.
Pues si estamos implicados tenemos el poder de “transformar eso que sucede” y aquí peco de inocente para algunos, haciendo sándwiches o comprando unas donas a un niño no voy a erradicar el hambre del mundo, es verdad. Pero ¿Quién lo pretende? Mi acción bastará para que ese ser humano en ese momento se sienta satisfecho en cuerpo y en alma, que al menos por un instante pueda sentir que a alguien le importa. Pero no quiero irme tan lejos; en nuestra casa misma, con la familia, con los compañeros de trabajo, con nuestra salud, ¿Cuánto cambiaría todo, si diéramos el 100%? ¿Te imaginas? ¡Hazlo por favor!
Porque en lugar de levantarte mal humorado y no saludar a nadie, te levantarías mal humorado y frente a tus padres, pareja, mascota, amante, o vecinos “sonreirías y dirías un gran y afectuoso buen díaaaaaa” que en ese momento mismo ten por presente el mal humor no podría habitar en ti. Y si a pesar de estar desganado, te calzarías la ropa y a correr, o  sin importar las conversaciones internas de abandono “te atreverías a hacer la dieta”, ¿Entiendes? Porque dar lo mejor de nosotros es darnos en forma auténtica en lugar de privarnos de nosotros mismos y dar lo que nuestras emociones “nos permiten”.
Si estamos felices, contentos, somos solidarios, amorosos, valientes pero si estamos tristes o enojados somos fríos, calculadores, distantes. ¿Quién tiene los pantalones puestos en nuestra vida: las emociones o nuestro ser?
Dar el 100% el 100% de las veces, darnos sin limitaciones, sin guardarnos, sin máscaras, sin caretas. Es un gran trabajo, pero merece su esfuerzo, por los frutos serán gratificantes para todos.
                                                              Chuchi González  

1 comentario:

  1. Impecable Chuchi...tenes mucha razón cuando decis que el 100% de nosotros a veces no es el esperado por los demás. Pero bueno, este combo es así. Y hasta aqui doy. Tampoco "ceder", pero permitirnos no guardarnos nada es una de las mejores cosas que podemso hacer pàra mantenernos en armonía.
    Excelente entrada, "manita", besos desde aquiii!!

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